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Charla «Fotos íntimas de un triángulo amoroso en la tercera edad» de TED2018 en español.
Isadora Kosofsky es una fotógrafa y TED Fellow que registra el amor, la pérdida y la soledad. En esta charla, muestra fotos que tomó durante cuatro años de trabajo documental de un triángulo amoroso entre adultos mayores, y revela lo que ellos pueden enseñarnos sobre la búsqueda universal de la identidad y la sensación de pertenencia.
- Autor/a de la charla: Isadora Kosofsky
- Fecha de grabación: 2018-04-10
- Fecha de publicación: 2018-09-28
- Duración de «Fotos íntimas de un triángulo amoroso en la tercera edad»: 321 segundos
Traducción de «Fotos íntimas de un triángulo amoroso en la tercera edad» en español.
Jeanie, Will y Adina son tres adultos mayores que tienen una relación especial.
Ellos definen su vínculo como un refugio contra la soledad de la vejez.
Los conocí en un asilo de ancianos de Los Ángeles, donde estuve tomando fotos durante tres años.
Una noche, mientras se acercaban a la puerta, los vi y sentí una conexión inmediata.
Aunque no sabía los detalles de su triángulo amoroso, tuve la intuición de que tenía que descubrir quiénes eran.
Al otro día, le pregunté a una enfermera y me dijo, «Ah, estás hablando del trío».
(Risas)
Tenía mucha intriga.
(Risas)
El trío salía todos los días a aventurarse en cafés y tiendas de donas, paradas de autobús y esquinas.
Pronto me di cuenta de que el objetivo de estas salidas era encontrar consuelo y un sentido a las cosas.
El trío buscaba combatir el aislamiento a través de sus encuentros en público.
Sin embargo, incluso cuando estaban tomados de la mano, nadie los notaba.
A veces pensamos que al envejecer perdemos esos deseos que teníamos de jóvenes.
En realidad, cuando conocí al trío yo era una fotógrafa adolescente que pudo ver su comportamiento como un reflejo del miedo a la exclusión y el deseo de intimidad que yo también sentía.
Yo estaba conectada con su invisibilidad, que me dolió durante mi adolescencia, pero se ha convertido en mi mejor atributo como una documentalista latente, porque solo puedo desvanecerme en mi empatía.
Mientras caminábamos por las calles de Hollywood en un barrio de guionistas, actores y directores, el trío asumió la invisibilidad que sienten los adultos mayores.
Y yo me preguntaba, «
¿Cómo puede ser que nadie ve a estos tres seres humanos?
¿Por qué soy la única que los ve?
«.
Unos años más tarde, cuando empecé a publicar esta obra, noté que esta historia pone a la gente muy incómoda.
Quizás porque el trío no adopta las nociones convencionales asociadas con el amor, el romance o las relaciones.
Eran invisibles para el público y sus pares los rechazaban.
Querían pertenecer a algún lugar, pero al parecer solo se tenían el uno al otro.
Yo también quería pertenecer a algún lugar.
Y mi cámara ha sido el catalizador que me permite pertenecer a todos lados.
Pero más allá de desafiar las normas socioculturales de los ancianos, el trío expone el miedo al aislamiento.
Al final del día, cada uno vuelve a su respectivo asilo.
Detrás de la soledad, hay un deseo de comunidad, de estar con su gente.
Había una sensación de que cada uno anhelaba a su tribu, pero esa calma implica un compromiso, porque Will no puede involucrarse con una sola mujer.
Un día, hablando con Jeanie en su departamento, me dijo, «Compartir a Will es una piedra en el zapato.
Una relación entre un hombre y una mujer es privada.
Es una pareja, no un trío».
Mi proceso se basa en convertirme en la gente que documento pasando tiempo con ellos como una espectadora-residente, para crear un espacio seguro, y volverme invisible.
Tenía unos 17 años cuando conocí al trío, y fui su sombra durante cuatro años.
Podemos ver realmente, en las etapas del desarrollo social, que la adolescencia y la vejez son períodos similares, ya que los dos presentan dudas sobre la identidad.
Yo me identifiqué con las mujeres.
Pero también con Will, que me hizo tomar consciencia de la división que hay en mí.
El cisma que muchas veces se produce entre lo que anhelamos y la realidad de nuestra situación.
Antes de comenzar esta sesión de fotos, yo también estaba enamorada de dos personas diferentes que se conocían, y yo era el objeto por el cual ellos peleaban.
Pero también sabía cómo se sentía estar en la base del triángulo, como Jeanie o Adina, y preguntarme, «
¿Por qué no soy suficiente?
«.
Cuando miraba a través del visor, encontraba tres figuras de ancianos y fue imposible negar que, sin importar la diferencia de edad, cada uno de nosotros buscaba llenar ese vacío habitual con otras personas.
Tal vez la incomodidad que produce mirar la historia de Jeanie, Will y Adina es en verdad un recordatorio de que incluso hacia el final de la vida, nunca podremos alcanzar esa fantasía de vida que imaginamos para nosotros.
Gracias por escucharme.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/isadora_kosofsky_intimate_photos_of_a_senior_love_triangle/