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Charla «Guía para la confianza de un luchador libre profesional» de TED@UPS en español.
Eres más de lo que piensas que eres, dice el exluchador profesional Mike Kinney. Solo debes encontrar lo que te hace único y sacarle provecho. Por años, Kinney «se potenció», y eso le hizo alguien especial mientras inventaba y perfeccionaba su personaje, Cowboy Gator Magraw. En una charla, divertida y estupenda, trae su sabiduría del cuadrilátero a la vida cotidiana, compartiendo cómo podemos vivir todos con más confianza en nosotros mismos y alcanzar nuestra capacidad máxima.
- Autor/a de la charla: Mike Kinney
- Fecha de grabación: 2017-07-20
- Fecha de publicación: 2017-10-23
- Duración de «Guía para la confianza de un luchador libre profesional»: 807 segundos
Traducción de «Guía para la confianza de un luchador libre profesional» en español.
Imaginen: un hombre robusto, tatuado y sudoroso, con sombrero y zahones de vaquero.
Está en el cuadrilátero, y es aclamado por sus seguidores.
Su héroe: «Cowboy» Gator Magrow.
Gator rebota contra las cuerdas y rápidamente es lanzado sobre la lona.
Su adversario se lanza al vacío, desplomándose sobre el toráx de Gator.
Gator lucha por respirar, preguntándose: «
¿Realmente esto es lo que mi padre quiere para mí?
»
(Risas)
Ese hombre salvaje en zahones…
…
¿era yo?
(Risas)
(Aplausos)
(Ovaciones) Y la respuesta, sorprendentemente, …
es sí.
(Risas)
Crecí mirando lucha libre profesional con mi papá.
Y como él amé todo sobre eso: el espectáculo, las habilidades atléticas, el drama.
Era ese niño pequeño, saltando por toda la sala.
Jugaba a ser mis luchadores favoritos.
Mi papá me recordaba un poco a Hulk Hogan, pero yo era Hulk Hogan y él era André el Gigante.
Yo lo tomaba muy en serio y le decía cosas como: «Papá, algún día voy a ser campeón mundial de peso pesado.» Y generalmente, él sonreía y con mucha calma decía: «Ok, entonces supongo que puedo contar contigo para mi jubilación.»
(Risas)
Cuando tenía 16 años, un pequeño show de lucha vino a mi ciudad en Minnesota No podía creerlo.
Nada parecido había venido a mi ciudad antes.
Así que llegué al estadio temprano, el día del espectáculo.
Esperaba en el estacionamiento para intentar ver a los luchadores subir a sus autos.
No era tan aterrador como parecía.
Pero definitivamente, podía notar quiénes eran los luchadores, solo por cómo caminaban.
Todos eran altos, seguros e intimidantes, con sus camisetas, Zubaz y sus riñoneras.
¿Por qué no desearía ser uno de ellos?
(Risas)
En todo lo que pude pensar era:
¿quiénes son?
, y
¿cómo son?
,
¿Cómo se convirtieron en luchadores?
Así que antes del show, caminé hacia ese pequeño estadio, más parecido a un gimnasio, y les pregunté si podía ayudarles a armar el cuadrilátero.
«Claro, hijo.
Ningún problema.» Y luego les imploré que me enseñaran algunas maniobras de lucha.
«Claro, hijo.
Ningún problema.» ¡Hombre! Solo me golpeaban y pateaban ¡duro! Pero nunca me quejé.
Venían a mi ciudad por una noche cada dos meses ese año.
Y entonces ¡puf!, al otro día, se iban.
El siguiente año por fin supe de un campamento de entrenamiento real de lucha, que lo organizaba uno de los luchadores.
Y rogué a mis padres que me inscribieran.
De día estudiaba en la secundaria, y de noche luchaba en directo y frente a un público.
Tenía un enorme póster de un caimán en la pared de mi cuarto.
Así que cuando necesitaba idear un nombre de lucha a última hora, y Jesse «The Body» Ventura ya estaba usada,
(Risas)
…
escogí «Gator.» Luché en camiseta y pantalones de camuflaje, porque eso es lo que tenía en mi clóset.
Aún no sabía cómo crear mi propio personaje, pero estaba aprendiendo.
Era como una formación.
Pero era un luchador.
Y mi papá venía a todos mis combates usando una camiseta que decía: «Papá Gator» en la delantera.
(Risas)
Y alardeaba con sus amigos de cómo su hijo iba a pagar su jubilación algún día.
(Risas)
Y lo hubiera hecho.
Poco después que comencé a luchar, mi papá falleció inesperadamente.
Y como podrán imaginarse, especialmente como adolescente, eso me destrozó.
Si perdieron a alguien, saben lo difícil que es pasar esos momentos.
La mente no funciona correctamente.
Todo es simplemente tan irreal.
Quería sentirme normal otra vez, aunque fuera por un solo segundo.
Así que volví a luchar casi inmediatamente.
La lucha nos pertenecía a mí y a mi papá,
¿saben?
Entonces ahí estaba, sentado en el vestuario, alistándome para una combate tras unos días del fallecimiento de mi papá.
Se había ido.
Y yo sentado solo, sentía que me escondía.
Pero también sentía que necesitaba estar ahí.
Un luchador que había estado en ese lugar hacía mucho tiempo, sabía lo que estaba pasando, y vino a ver cómo lo estaba sobrellevando.
No pude decir las palabras.
Solo dije: «No se lo que estoy haciendo.» Y luego solo nos sentamos en silencio.
Solo…
en silencio.
Antes de levantarse y alistarse para su propio combate, me dio un consejo, que cambiaría toda la dirección de mi vida.
Me dijo que los mejores luchadores son ellos mismos pero «potenciados».
Dijo que los luchadores exitosos hallan los rasgos en sí mismos, en lo que son más fuertes.
Y hacen que sea el enfoque de quien se convierten en el cuadrilatero.
Entonces me senté ahí.
Un adolescente asustado, que no sabía quién era, ni por qué aún estaba luchando.
Miré a otros luchadores alrededor del vestuario, y pensé: «Soy tan diferente.
¿Cómo puedo ser cómo ellos?
» Y luego eso me golpeó.
En ese momento me dí cuenta que no tenía que ser como ellos.
Lo que sí debía hacer era averiguar:
¿Qué significaba ser yo?
,
¿qué me hacía único?
, y
¿cómo podía usarlo como ventaja?
Sabía que no era un atleta esculpido como algunos de esos hombres, pero no me importaba.
Así que lo primero que pensé fue: «
¿Cómo potenciar algo tan simple como estar cómodo con mi propio cuerpo?
» No lo sabía.
Y luego pensé: Speedo.
(Risas)
(Aplausos)
O «bañadores,» como los llamamos en la lucha.
Sí, bañadores.
Yo podría ser el chico grande, que se sintiera cómodo usando bañadores, ante desconocidos.
Y me deshice de mi camiseta y mis pantalones de camuflaje.
Y nació el nuevo vestuario de Gator.
(Risas)
También era muy bueno dibujando caricaturas.
Así que me pregunté si podía potenciarlo.
Podía diseñar mis propios trajes de lucha.
Y cada par de bañadores tendría un único diseño y color.
Todos eran completamente diferentes, y extremadamente cómodos, por cierto.
(Risas)
También era el chico divertido en la escuela, crean o no.
Así que pensé que tal vez lo podría potenciar.
Tal vez podría convertirme del chico que divertía a sus amigos, al hombre que podría congregar a cientos o miles.
Así que me propuse algo.
Mi personaje no iba a ser tan temible como otros.
Sería muy divertido nada más entrar en el estadio.
Con cada combate, me profundicé más.
Descubrí que podía reírme de mí mismo.
Así que bailaba y cantaba mi música de entrada, hasta llegar al cuadrilátero.
Eso era bailar, por cierto.
(Risas)
Me di cuenta que era un luchador aceptable, pero era aún mejor entreteniendo.
Y el fortalecerme me hizo ser inolvidable para los aficionados.
Estaba intentando encontrar esos aspectos de mí, las cosas simples que eran especiales.
Y me preguntaba: «
¿Cómo podría potenciarlos?
» Yo sabía que quería que mi personaje fuera un machote como mi papá.
Pensé: «
¿Qué hay más de un machote que un vaquero?
» Entonces fue cuando Gator se convirtió en «Cowboy», Gator.
Sí, necesitaba un apellido.
Pensé tanto que me dolió la cabeza.
No se me ocurría nada.
Una noche, estaba viendo la TV, cambiando los canales, y apareció un comercial sobre un cantante de Country que ganó un premio de Entertainer of the Year.
Tim McGraw.
Es un vaquero genial con un gran apellido.
Y me gustaba su música.
Todo era sólo parte de mi proceso.
Pero seguía fortaleciendome, hasta que me convertí en ¡Cowboy Gator Magraw!
(Risas)
(Aplausos)
Y sabía que si seguía potenciándome y esforzándome más, las oportunidades vendrían.
Y entonces finalmente pasó.
A media noche, recibí una llamada.
Fue la llamada que desearía que mi padre estuviera ahí para oírlo.
La WWE, la organización de lucha libre más grande en el mundo, querían que yo viniera a ser parte de un Monday Night Raw.
Sí.
Todo mi esfuerzo y todo el camino recorrido por fin estaban dando frutos.
Caminé en la rampa de entrada de la WWE Raw transmitida en vivo,
(Risas)
pero vestido de un guardía de seguridad falso,
(Risas)
para acompañar a otro luchador al cuadrilátero.
(Risas)
Claro, estaba decepcionado.
No conseguí luchar.
Pero muy pocos luchadores reciben llamadas de la WWE.
Tal vez uno en pocos cientos.
Y ser Cowboy Gator Magrow fue lo que me llevó hasta ahí.
Así que en vez de irme ese día, decidí fortalecerme otra vez, y convertirme en el mejor guardia de seguridad.
De hecho, lo hice muy bien.
Era el único guardia en primer plano de la TV, esa noche.
Eso sí es una gran cosa,
¿saben?
(Risas)
Y me senté detrás de escena todo el día, con algunos de los más famosos luchadores profesionales del mundo.
Algunos fueron mis héroes desde mi niñez.
Y pude escucharlos y aprender de ellos.
Y por ese día, fui aceptado como uno de ellos.
Tal vez mi experiencia con la WWE no fue ideal.
Quiero decir, no logré luchar.
Pero eso me hizo trabajar más, potenciándome más año tras año.
convirtiéndome en mi versión más grande en el cuadrilátero, y otros se daban cuenta.
Antes de darme cuenta, había logrado luchar de una vez cada mes en Minnesota a cuatro veces por semana en todo EE.
UU.
en el circuito de lucha independiente.
Literalmente, estaba viviendo mi sueño.
Mientras luchaba, tuve una lesión muy fuerte en mi hombro, casi al mismo tiempo que mi esposa y yo supimos que estábamos esperando nuestro primer hijo.
Sé lo que estan pensando.
Pero créanme, esos dos eventos no están relacionados para nada.
(Risas)
Pero necesitaba una cirugía de mi hombro, y quería estar con mi familia.
Era hora de cumplir mi rol de padre.
Entonces el 27 de julio de 2007 luché mi último combate y me retiré de la lucha profesional, para iniciar un nuevo capítulo.
Y con el paso del tiempo, lo más extraño empezó a suceder.
Descubrí que después de potenciarse, es muy difícil debilitarlo.
Dejé el cuadrilátero pero no a Gator, y aplico la versión potenciada de mí mismo cada día.
Mi bella esposa ha estado conmigo durante todo este trayecto.
Y a propósito, a ella no le gusta la lucha libre.
(Risas)
Para nada.
Pero siempre fue mi gran aficionada.
Y aún lo es.
Sabe que siempre habrá una parte de Gator Magrow aquí.
Y quiere que nuestra hija e hijos descubran quiénes son, como yo lo hice, pero probablemente con menos golpes en el cuerpo y silletazos en la cabeza.
Es decir,
¿saben cuántas veces ella me recordaba que no intentara ahorcar a los árbitros en los partidos de mi hija?
(Risas)
Es decir, era la única vez, y mi hija, evidentemente, recibió una ¡falta!
(Risas)
Ya como padre, me dí cuenta que mi papá quería algo más valioso que un fondo de jubilación.
Como muchos padres, él quería que sus hijos alcanzaran su máximo potencial.
Estoy intentando enseñar a mis hijos que potenciarse no es solo una idea perfecta para ser genial, es una forma de vida, constantemente buscando lo que te hace diferente, y cómo puedes intensificarlo para que el mundo lo vea.
Por cierto, a mis hijos tampoco les gusta la lucha.
(Risas)
Pero está bien, porque cada uno tiene un talento único que puede ser potenciado así como todos nosotros.
Mi hijo es un genio en la electrónica.
Y tal vez si le ayudo a potenciarse, se convertiría en el nuevo Steve Jobs.
Mi otro hijo y mi hija, son geniales en el arte.
Y tal vez si les ayudo a potenciar sus dones, se convertirían en el nuevo Pablo Picasso.
Nunca se sabe cuál es tu habilidad hasta que lo profundizas.
Y no tengan miedo de estar frente al público.
Es decir, miren alrededor.
Dicen que si te pones nervioso frente al público, solo imagínenlos en calzoncillos.
Pero luego pienso: «Oye, yo luché con menos ropa.»
(Risas)
(Aplausos)
Miren, el circo de la lucha no necesita venir a su ciudad, antes que te inviten a ser quién realmente eres.
La versión más grande e increible de ti mismo, no necesariamente proviene de nuestros padres.
Potenciarse significa mirar internamente hacia nuestro yo verdadero, y escuchar la voz que dice: «Tal vez, solo tal vez, soy más de lo que pensaba que era.» Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/mike_kinney_a_pro_wrestler_s_guide_to_confidence/