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Charla «Israel e Irán: ¿Una historia de amor?» de TEDxJaffa 2012 en español.
Cuando la guerra entre Irán e Israel parecía inminente. El diseñador gráfico israelí Ronny Edry publicó un cartel en Facebook de sí mismo y su hija con un sencillo mensaje: «iraníes, los amamos». Rápidamente, otros israelíes crearon sus propios carteles con el mismo mensaje, y los iraníes respondieron del mismo modo. Ese sencillo acto de comunicación dio pie a comunidades sorprendentes de Facebook como «Israel ama a Irán», «Irán ama a Israel», e incluso «Palestina ama a Israel».
- Autor/a de la charla: Ronny Edry
- Fecha de grabación: 2012-09-06
- Fecha de publicación: 2012-12-21
- Duración de «Israel e Irán: ¿Una historia de amor?»: 897 segundos
Traducción de «Israel e Irán: ¿Una historia de amor?» en español.
El 14 de marzo de este año publiqué este cartel en Facebook.
Es una imagen mía y de mi hija sosteniendo la bandera israelí.
Intentaré explicar el contexto del porqué y el cuándo lo publiqué.
Unos días antes estaba sentado esperando en la cola de la tienda y el dueño y uno de los clientes estaban charlando.
El dueño le explicaba al cliente que íbamos a recibir 10 000 misiles en Israel.
Y el cliente decía: no, 10 000 al día.
(Risas)
(«10 000 misiles»).
Este es el contexto.
Así estamos en Israel.
Estamos viendo venir la guerra con Irán desde hace 10 años, y la gente está, digamos, asustada.
Es como si cada año fuera la última oportunidad que tenemos para hacer algo acerca de la guerra con Irán.
Es como que, si no actuamos ahora será demasiado tarde, y así desde hace 10 años.
Así que, de alguna manera, eso me hizo reaccionar.
Soy diseñador gráfico, así que hice carteles con este tema y publiqué el que les acabo de mostrar.
Gran parte del tiempo hago carteles, los publico en Facebook, a mis amigos les gustan, no les gustan, casi nunca les gustan, no los comparten, no hacen nada, y es solo otro día que pasó.
Así que me fui a la cama y me olvidé de ello.
En mitad de la noche me desperté porque siempre me despierto en mitad de la noche, me fui al ordenador y vi todos esos puntos rojos, en Facebook, ya saben, que nunca había visto antes.
(Risas)
Y me dije: «
¿Qué está pasando?
» Así que me acerqué al ordenador y empecé a mirar y descubrí a mucha gente hablándome, a muchos de los cuales no conocía, y algunos de ellos eran de Irán.
Y me dije:
¿Qué es esto?
Porque tienen que entender que en Israel no hablamos con gente de Irán.
No conocemos a nadie de Irán.
Es como si en Facebook sólo tuvieras amigos de…
es como si sólo tus vecinos pudieran ser tus amigos en Facebook.
Y resulta que ahora gente de Irán me estaba hablando.
Así que empecé a responder a esta chica, que me decía que había visto el cartel y le había dicho a su familia que viniese, como no todos tienen ordenador, le pidió a su familia que fuesen a ver el cartel, y estaban todos llorando en el salón.
Y yo pensé: «¡Un momento!» Le dije a mi esposa que viniese.
Le dije: «tienes que ver esto, la gente está llorando».
Y ella vino, leyó el texto y empezó a llorar.
Ahora todos estábamos llorando.
(Risas)
No supe que hacer.
Mi primer impulso, como diseñador gráfico, fue mostrarle a todo el mundo lo que acababa de ver y la gente empezó a verlos y a compartirlos, y así empezó todo.
Al día siguiente, cuando ya habíamos hablado mucho, me dije a mi mismo, y mi esposa me dijo: yo también quiero un cartel.
Allí está ella.
(Risas)
Ya que está funcionando, ponme ahora a mí en un cartel.
Ahora en serio; yo pensé: «Bien, estos funcionan, pero no soy yo, es la gente de Israel que quiere decir algo».
Así que voy a fotografiar a toda la gente que conozco, si lo quieren, y haré un cartel con ellos y lo compartiré.
Fui a ver a mis vecinos, a mis amigos, a estudiantes y les dije denme una foto, les haré un cartel.
Así empezó todo.
Así fue como en realidad se desató el asunto porque, de repente, la gente de Facebook, amigos y otros, entienden que pueden participar.
No es solo un tipo que hace un cartel, es: «
¿podemos ser parte?
«, así que empezaron a mandarme fotos y a pedirme: «Hazme un cartel.
Publícalo.
Dile a los iraníes que en Israel también los queremos».
En un momento dado todo se volvió muy, muy intenso.
Quiero decir, eran muchas fotos, así que les pedí a mis amigos, muchos de ellos diseñadores gráficos, que vinieran a hacer carteles conmigo porque yo no daba abasto.
Era una cantidad enorme de fotos.
Durante unos días mi salón tenía este aspecto.
Recibimos carteles israelíes, fotos de israelíes y también muchos comentarios, muchos mensajes desde Irán.
Con esos mensajes hicimos carteles porque conozco a la gente: no lee, mira fotos.
Si es una imagen, puede que la lean.
Aquí tenemos algunos de ellos.
(«Eres mi primer amigo israelí.
Ojalá ambos pudiésemos deshacernos de nuestros políticos idiotas.
Como sea, ¡encantado de conocerte!») («Amo ese azul.
Amo esa estrella.
Amo esa bandera.») Este me emociona especialmente porque es la historia de una chica que creció en Irán pisando la bandera de Israel al entrar en su colegio todas las mañanas.
Y, ahora, viendo los carteles que estamos mandando dice que cambió su mentalidad y ahora ama ese azul, esa estrella, y esa bandera, hablando de la bandera de Israel, y dice que ojalá pudiésemos hacernos una visita, y eso poco después de publicar el primer cartel.
Al día siguiente, los iraníes empezaron a responder con sus propios carteles.
Tienen diseñadores gráficos.
¿Cómo?
(Risas)
Qué locura.
Como ven aún son muy tímidos, no quieren mostrar su rostro.
Pero quieren difundir el mensaje.
Quieren contestar.
Quieren decir lo mismo.
Ahora sí hay comunicación.
Es bidireccional.
Son israelíes e iraníes que se mandan el mismo mensaje mutuamente.
(«Amigos israelíes: no os odio.
No quiero la guerra».) Esto jamás había sucedido antes y estos dos pueblos, que se suponía que eran enemigos, que estaban a punto de entrar en guerra, de repente en Facebook empiezan a decir: «Me gusta este tipo.
Me gusta esta gente».
El asunto se volvió muy importante.
Y se convirtió en noticia.
Porque cuando se habla de Oriente Medio sólo se conocen las malas noticias.
Y, de repente, sucedía algo que eran buenas noticias.
Así que la prensa dijo: «Bueno, vamos a hablar de ello».
Y vinieron, y fue muy importante.
Recuerdo que un día Michal estaba hablando con una periodista y le preguntó: «
¿Quién va a ver el programa?
» Y él respondió: «todos».
Ella dijo: «
¿Todos en Palestina?
¿En dónde?
¿En Israel?
» «
¿Quiénes son todos?
» «Todos».
Dijeron: «
¿Siria?
» «Siria», le respondió.
«
¿Líbano?
» «Líbano».
En algún momento él dijo: «Hoy te verán 40 millones de personas».
«Todos».
Los chinos.
La historia apenas comenzaba.
También sucedió algo loco.
Cada vez que un país empezaba a hablar de ello, como Alemania, EE.UU., donde fuese, surgía una página de Facebook con el mismo logo con las mismas historias, así que al principio teníamos «Irán-ama-a-Israel», que es de un iraní en Teherán que piensa: «Bien,
¿Israel ama a Irán?
, pues aquí tienes: Irán-ama-a-Israel».
Está Palestina-ama-a-Israel.
Está Líbano, desde hace unos pocos días.
Y ésta es la lista completa de páginas de Facebook dedicadas al mismo mensaje, a gente que envía su amor unos a otros.
El momento en el que verdaderamente entendí que algo estaba pasando, fue cuando un amigo me dijo: «Teclea en Google: ‘Israel'».
Y eran las primeras imágenes de aquellos días que aparecían en Google al teclear «Israel» o «Irán».
Realmente cambiamos el modo en que la gente ve el Oriente Medio.
Porque uno no está en Oriente Medio.
Está en cualquier otro lado y, en algún momento, uno quiere ver Oriente Medio, entra a Google y escribe «Israel» y hay malas noticias.
Pero por unos días aparecieron esas imágenes.
Hoy, la página Israel-ama-a-Irán es este número: 80 831, y en la última semana dos millones de personas visitaron la página y la compartieron, pusieron su «Me gusta», o comentaron alguna de las fotos.
Lo que hacemos desde hace cinco meses, tanto yo como Michal y algunos amigos, es preparar imágenes.
Estamos mostrando una nueva realidad a través de imágenes porque es a través de ellas que nos conoce el mundo.
Ven imágenes nuestras, y son imágenes malas.
Así que intentamos hacer imágenes buenas.
Fin de la historia.
Miren esta.
Es la página Irán-ama-a-Israel.
No es Israel-ama-a-Irán.
No es mi página Aquí está un chico de Teherán el día en que se recuerda al soldado israelí caído poniendo una imagen de un soldado israelí en su página.
Este es el enemigo.
¿Qué?
(«Nuestras más sinceras condolencias a las familias que perdieron a sus seres queridos en el atentado de Bulgaria») Y va en ambos sentidos.
Es como que, mostramos nuestro respeto, de uno hacia el otro.
Y nos estamos entendiendo.
Y muestran compasión.
Y se vuelven amigos.
Y llega un punto en el que se hacen amigos en Facebook y luego amigos en la vida real.
Pueden viajar y conocer gente.
Estuve en Múnich hace unas semanas.
Fui a abrir una exposición sobre Irán y me encontré allí con gente de la página que me había dicho: «Bien, vas a estar en Europa, yo también voy.
De Francia, de Holanda, de Alemania».
Y también fue gente de Israel, por supuesto.
nos reunimos allí por primera vez en persona.
Conocí a gente que supuestamente era mi enemiga por primera vez.
Y simplemente nos dimos la mano, compartimos un café y una buena discusión, y hablamos sobre comida y sobre baloncesto.
Y no fuimos más allá de eso.
¿Recuerdan la imagen del principio?
En un cierto momento nos encontramos en persona, y nos hicimos amigos.
Y también funciona a la inversa.
Una chica a la que conocí en Facebook nunca estuvo en Israel, nació y fue criada en Irán, vive en Alemania, con miedo a los israelíes por lo que ha oído de nosotros, decide, después de unos meses, hablar por Internet con algunos israelíes, visitar Israel, sube a un avión, llega al aeropuerto Ben Gurion y dice: «Bueno, pues no era para tanto».
Hace algunas semanas la tensión comenzó a aumentar, así que empezamos una nueva campaña llamada «No estamos preparados para morir en tu guerra».
Es más o menos el mismo mensaje, pero queríamos darle un tono más agresivo.
Y de nuevo pasó algo sorprendente, algo que no sucedió en la primera ola de la campaña.
Ahora la gente de Irán, los mismos que eran tan tímidos en la primera campaña y solo enviaron sus pies y la mitad de sus caras, ahora están mandando sus rostros completos, y decían: «Bueno, no hay problema, nos comprometemos.
Estamos con Uds.» Miren de dónde es esta gente.
Por cada israelí hay alguien de Irán.
Nada más que gente que manda sus fotos.
Increíble,
¿verdad?
Así que…
(Aplausos)
Así que tal vez te preguntes:
¿quién es este tipo?
Me llamo Ronny Edry, tengo 41 años, soy israelí, estoy casado, tengo dos hijos, y soy diseñador gráfico.
Enseño diseño gráfico.
Y no soy tan ingenuo, porque muchas veces me han dicho, me han preguntado: «Bien, pero, es algo realmente ingenuo, quiero decir, es enviar flores».
Yo estuve en el ejército, en el cuerpo de paracaidistas durante 3 años, y sé cómo se ven las cosas desde adentro.
Sé que pueden tener muy mal aspecto.
Así que para mí, esto es lo más valeroso que puede hacerse tratar de encontrarse con el oponente antes de que sea demasiado tarde, porque cuando sea demasiado tarde, será demasiado tarde.
Y a veces la guerra es inevitable, a veces, pero puede que, con esfuerzo, podamos evitarla.
Tal vez como personas, porque en Israel vivimos en democracia.
Tenemos libertad de expresión, y quizá esa pequeñez pueda cambiar algo.
Todos podemos ser nuestros propios embajadores.
Podemos enviar un mensaje y esperar lo mejor.
Quisiera pedir a Michal, mi esposa, venga aquí al escenario para tomarme una foto con Uds., porque todo se trata de imágenes.
Y quizá esa imagen pueda cambiar algo.
Levanta esto.
Así.
Voy a hacer una foto y la voy a publicar en Facebook con algo así como «israelíes por la paz» o algo así.
Oh, Dios mío.
No lloren.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/ronny_edry_israel_and_iran_a_love_story/