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Jaqueline Novogratz: Pensando una tercera vía sobre ayuda – Charla TED@State

Charla «Jaqueline Novogratz: Pensando una tercera vía sobre ayuda» de TED@State en español.

El debate sobre ayuda al exterior frecuentemente se entrampa entre quienes dudan sobre hacer «caridad» contra aquellos que desconfían de los mercados. Jacqueline Novofratz propone un camino intermedio que denomina «Capital Paciente», y señala ejemplos prometedores de innovación empresarial que conducen al cambio social.

  • Autor/a de la charla: Jacqueline Novogratz
  • Fecha de grabación: 2009-06-03
  • Fecha de publicación: 2009-09-25
  • Duración de «Jaqueline Novogratz: Pensando una tercera vía sobre ayuda»: 1024 segundos

 

Traducción de «Jaqueline Novogratz: Pensando una tercera vía sobre ayuda» en español.

Sin duda vivimos en un momento de crisis Es posible que los mercados financieros nos hayan fallado y que el sistema de ayuda está haciendo lo propio Y aún así me posiciono firmemente del lado de los optimistas que creen que quizá nunca haya existido un momento más excitante para vivir.

debido a ciertas tecnologías de las que hemos hablado, debido a los recursos, a las habilidades, y ciertamente debido la oleada de talento que vemos en todo el mundo con la mentalidad adecuada para crear un cambio.

Y ahora que tenemos un presidente que se ve a sí mismo como ciudadano global, que reconoce que ya no hay una superpotencia única, sino que debemos comprometernos con el mundo de otra manera.

Y por definición, cada uno de ustedes presentes en esta sala debe considerase a sí mismo como un alma global, un ciudadano global.

Ustedes trabajan en el frente.

Y han visto lo mejor y lo peor que los seres humanos pueden hacer por otros o hacerle a otros.

Y sin importar en qué país vivan o trabajen, también han visto las cosas extrarodinarias que los individuos son capaces de hacer, incluso en su mayor cotidianeidad.

Hoy existe un candente debate acerca de la mejor manera de sacar a la gente de la pobreza y de liberar sus energias Por un lado, hay gente que dice que el sistema de ayuda está tan quebrado que debemos deshecharlo.

Por otro, hay quien dice que el problema es que se necesita más ayuda.

Y les quiero hablar sobre algo que complementa ambos sistemas.

Lo llamamos «Capital Pacente».

Los críticos señalan los 500 mil millones de dólares gastados en África desde 1970 y dicen, ¿Qué hemos obtenido sino es degradación ambiental, y niveles increíbles de pobreza y corrupción rampante? Utilizan el caso Mobutu como metáfora y su receta política es hacer al gobierno más responsable, que rinda cuentas, que se centre en los mercados de capital, que invierta y no regale nada.

Por otro lado, como he dicho, están aquellos que señalan que el problema es que necesitamos más dinero.

Que si se trata de los ricos, les brindaremos apoyo y les ofreceremos todo tipo de ayuda Pero si se trata de nuestros hermanos pobres no queremos tener mucho que ver con ellos Ellos ilustran los éxitos de la ayuda: la erradicación de la viruela, y la distribución de decenas de millones de redes antimosquitos contra la malaria y retrovirales.

Ambas perspectivas están bien.

Y el problema es que ninguna escucha a la otra Y aún más problemático, no están escuchando a las mismas personas pobres.

Después de trabajar 25 años en asuntos de pobreza e inovación, afirmo que probablemente no haya individuos más orientados hacia el mercado que las personas de bajos ingresos.

Ellos deben navegar los mercados diariamente, haciendo docenas y docenas de micro-decisiones, para hacerse camino en la sociedad E incluso si un sólo problema catastrófico de salud afectara a su familia, podrían volver a la pobreza, a veces durante generaciones.

Y por ello necesitamos a ambos, tanto al mercado como a la ayuda ayuda.

El Capital Paciente trabaja enmedio, y trata de tomar lo mejor de ambos.

Se trata de dinero que se invierte en emprendedores que conocen sus comunidades y que se dedican a construir soluciones para el cuidado de la salud, agua, vivienda, energía alternativa, tratando a las personas de bajos ingresos, no como receptores pasivos de caridad, sino como clientes individuales, consumidores, clientes, personas que quieren tomar decisiones en sus propias vidas.

El Capital Paciente requiere que nosotros tengamos una tolerancia al riesgo increíble, un horizonte de largo plazo a fin de permitir a esos emprendedores tiempo para experimentar, para utilizar el mercado como el mejor dispositivo de escucha que tenemos, y la expectatva de rendimientos inferiores al mercado, pero de un impacto social mayúsculo.

Reconoce que el mercado tiene sus límites.

Y así el Capital Paciente también trabaja como un subsidio inteligente que extiende los beneficios de una economía global, para incluir a todas las personas.

Por tanto, los emprendedores necesitan el Capital Paciente por tres razones.

Primero, ellos tienden a trabajar en mercados donde los individuos ganan uno, dos, tres dólares diarios y toman todas sus decisiones dentro de ese nivel de ingresos.

Segundo, las zonas en las que trabajan tienen infraestrucutras muy deficientes Ausencia de carreteras, cortes de electricidad, y altos niveles de corrupción Tercero, con frecuencia se crean mercados.

Incluso si llevas agua potable por primera vez a poblados rurales, es algo nuevo.

Y tantas personas de bajos ingresos han visto tantas promesas fallidas, rotas, y visto tantos engaños y recibido ofertas ocasionales de medicinas, que construir confianza con ellos toma mucho tiempo, requiere mucha paciencia.

También requiere estar conectado a mucho apoyo administrativo.

No sólo para construir los sistemas, los modelos de negocio que nos permitan alcanzar a la población de bajos ingresos de manera sostenible, sino también para conectar esos negocios a otros mercados, gobiernos, corporaciones — socios reales si queremos darle dimensión real a los proyectos.

Quiero contarles una historia acerca de una innovación llamada irrigación por goteo.

En 2002 conocí a un emprendedor fantástico llamado Amitabha Sadangi, de la India, quien había trabajado más de 20 años con algunos de los granjeros más pobres.

y expresaba su frustración de que el mercado de ayuda había ignorado a los granjeros de bajos ingresos a pesar del hecho de que 200 millones de granjeros en India ganan menos de un dólar al día.

El programa incluía la creación de subsidios bien para para granjas grandes, o les daban insumos a los granjeros que los funcionarios pensaban que debían usar, en lugar de aquellos que los granjeros querían usar.

Al mismo tiempo Amitabha estaba obsesionado con esta tecnología de irrigación por goteo que se había inventado en Israel.

Es una forma de llevar pequeñas cantidades de agua directamente al tallo de la planta.

Y así podrían transformar franjas de tierra desierta en campos de verde esmeralda.

Pero el mercado también había ignorado a los granjeros de bajos ingresos.

Porque estos sistemas eran muy caros, y construídos para campos de gran tamaño.

La parcela familiar promedio de un granjero pequeño ocupa 0.8 hectáreas o menos.

Así que Amitabha decidió que tomaría esa innovación y que la rediseñaría desde la persepectiva de los propios granjeros pobres.

Porque pasó tantos años escuchando lo que ellos necesitaban que ahora pensaba que sabía lo que debían tener.

Y utilizó tres principios fundamentales El primero fue la miniaturización.

El sistema de irrigación por goteo debía ser suficientemente pequeño como para que un granjero tuviera que arriesgar tan solo 1000 m2, incluso si tenía 8000 m2, porque la idea generaba cierto temor, dado todo lo que ponía en riesgo.

Segundo, tenía que ser extremadamente barato.

En otras palabras, que ese riesgo en 1000 m2 necesitaba ser recuperado en una sóla cosecha.

O nadie se arriesgaría a probar.

Y tercero, tenía que ser lo que Amitabha llama infinitamente expandible.

Lo que significa que de los beneficios de los primeros 1000 m2, los granjeros podrían comprar equipo para otros mil, y así sucesivamente.

Hoy día, IDE India, la organziación de Amitabha ha vendido a más de trescientos mil granjeros estos sistemas y han visto sus cosechas e ingresos duplicarse o triplicarse de promedio.

Pero esto no ocurrió de la noche a la mañana.

De hecho, cuando rastreas el origen del proyecto, no tuvieron inversionistas privados que estuvieran dispuestos a asumir riesgos en crear una nueva tecnología para un tipo de mercado que aporta menos de un dolar diario, a las personas más reluctantes al riesgo de este mundo.

y que trabajaban en uno de los sectores más arriesgados, la agricultura.

Y también requería avales.

Y utilizó fondos importantes para investigar, experimentar y fallar, para innovar e intentar de nuevo.

Y cuando tenía un prototipo y un mejor entendimiento de cómo negociar con los granjeros, fue cuándo el Capital Paciente pudo entrar.

Y le ayudamos a construir una compañía, orientada al rendimiento, que se constituiría basada en el conocimiento de IDE y que empezara a buscar ventas y exportaciones, y fuera capaz de conseguir otros tipos de capital.

Segundo, queríamos ver si podía exportar esta irrigación por goteo y llevarla a otros países.

Y así conocimos en Pakistán al Dr.

Sono Khangharani Y entonces, de nuevo, requiere paciencia el trasladar una tecnología para los pobres de India hacia Pakistán, aún tan sólo el obtener los permisos.

Con el tiempo fuimos capaces de empezar una compañía con el Dr.

Sono, quien administra una gran organización de desarrollo comunitario en el desierto de Thar que es una de las áreas más remotas y pobres del país.

Y a pesar de ser una compañía que recién se inicia, nuestro supuesto es que allí también veremos el impacto en millones de personas.

Pero la irrigación por goteo no es la única innovación.

Estamos empezando a ver que esto ocurre en todo el mundo.

En Arusha, Tanzania, la empresa «Manufacturas Textiles de A a la Z» ha trabajado en colaboración con nosotros, con UNICEF, con The Global Fund (el Fondo Global), para crear una fábrica que ahora emplea 7,000 personas, principalmente mujeres.

Y producen 20 millones de mosquiteros para camas que salvan vidas de africanos en todo el mundo.

Lifespring Hospital (Hospital «Primavera de Vida») es un proyecto conjunto entre Acumen y el gobierno de la India para ofrecer cuidado neonatal de calidad y accesible para mujeres de bajos ingresos.

Y ha sido tan exitoso que actualmente están construyendo un nuevo hospital cada 35 días.

Y la empresa «1298 Ambulancias» decidió que iba a reinventar una sector totalmente desestructurado, construyendo un servicio de ambulancias en Bombay que utilizara la tecnología de Google Earth, y una tarifa de precios escalada para que todas las personas puedan tener acceso, y con una voluntad pública y muy firme de no involucrarse en ninguna forma de corrupción.

Así que en los ataques terroristas de noviembre fueron los primeros en responder y ahora están comenzando a crecer, gracias a las asociaciones.

Han ganado cuatro contratos gubernamentales para utilizar sus 100 ambulancias, y son ahora una de las más grandes y efectivas compañias de ambulacias en India.

La idea de la escala es crítica.

Porque estamos empezando a ver estas empresas alcanzar a cientos de miles de personas.

Y todas las que he expuesto han alcanzado al menos un cuarto de millón de personas.

Pero obviamente eso no es suficiente.

Y aquí es dónde la idea de asociaciones se vuelve tan importante.

En tanto que al encontrar estas innovaciones que pueden entrar a los mercados de capitales, al gobierno, o asociarse con corporaciones mayores, existe una increíble oportunidad para la innovación.

El Presidente Obama entiende eso.

Recientemente autorizó la creación de un Fondo de Innovación Social para centrarse en lo que funciona en este país, y ver cómo podríamos escalarlo.

Y yo propondría que es tiempo de considerar un fondo de innovación global que encontraría a estos emprendedores de todo el mundo quienes realmente tienen innovaciones, no sólo para su país, sino otras que podríamos usar también en el mundo desarrollado.

Dar asistencia de inversión financiera, pero también asistencia adminsitrativa.

Y entonces medir los resultados, tanto desde una perspectiva financiera, como desde una perspectiva de impacto social.

Cuando pensamos sobre nuevos enfoques sobre la ayuda, es imposible no hablar de Pakistán.

Hemos tenido una relación sólida con ese pais y en total franqueza los Estados Unidos no han sido un socio muy confiable en todos los casos.

Nuevamente diré que éste es nuestro momento para que sucedan cosas extraordinarias.

Y si tomamos esta noción de un fondo de inversión global, podríamos utilizar este tiempo para invertir no directamente en gobiernos, aunque debamos contar con su aval, ni en expertos internacionales, sino en los muchos emprendedores existentes y líderes de la sociedad civil que ya están construyendo innovaciones maravillosas que llegan a personas en todo el país.

Personas como Rashani Zafar.

quien creó uno de los más grandes bancos de micropréstamos del país, y es un verdadero modelo ejemplar para las mujeres dentro y fuera del país.

Y Tasneem Siddiqui, quien desarrollo una alternativa llamada vivienda incremental con la que ha mudado a 40 mil habitantes de suburbios marginales a una vivienda comunitaria, segura y alcanzable.

Inicitaivas educativas como la de DIL y The Citizen Foundation (Fundación Ciudadano) que están construyendo escuelas en todo el país.

Y no exagero al decir que estas instituciones de la sociedad civil y estos emprendedores sociales están construyendo alternativas reales a los Talibán.

He invertido en Pakistán desde hace siete años y aquellos de ustedes que también han trabajado allí pueden afirmar que los paquistaníes son una población increíblemente trabajadora.

Hay una feroz movilidad social ascendente en su propia naturaleza.

El Presidente Kennedy decía que aquellos que hacen una revolución pacífica imposible hacen la revolución violenta inevitable.

Y yo diría que la viceversa también es cierta.

Estos líderes sociales que están mirando hacia la inovación y extendiendo la oportunidad para el 70% de los pakistaníes que ganan menos de dos dólares diarios, les ofrecen caminos reales a la esperanza.

Y mientras pensamos cómo construimos ayuda para Pakistán, mientras necesitamos fortalecer al poder judicial, contstruir mayor estabilidad, también necesitamos pensar cómo elevar a esos líderes que pueden ser ejemplos para el resto del mundo.

En una de mis últimas visitas a Pakistán le pregunté al Dr.

Sono si podría llevarme a ver proyectos de irrigación por goteo en el desierto de Thar.

Y dejamos Karachi una mañana antes del amanecer.

La temperatura era como de 46 centígrados.

Y manejamos por ocho horas a través de este paisaje semi lunar con muy poco color, exceso de calor, poca charla, pues íbamos exaustos.

Y finalmente, al caer del día pude ver esta delgada línea amarilla a través del horizonte.

Y mientras nos acercábamos su significado se volvió obvio.

Ahí en el desierto estaba un campo de girasoles creciendo más de dos metros.

Porque uno de los más pobres granjeros de la tierra había obtenido acceso a una tecnología que le había permitido cambiar su propia vida.

Su nombre era Raja.

Y tenía estos ojos amables, de un color café avellana brillante, y manos tíbias, expresivas, que me recordaron a las de mi padre.

Él dijo que esa era la primera estación seca en su vida entera en que no había llevado sus 12 hijos y 50 nietos en un viaje de dos días a través del desierto a trabajar como jornaleros en una granja comercial por unos 50 centavos de dólar por día.

Todo porque había realizado estos cultivos.

Y que con el dinero que ganara él podría quedarse este año.

Y que por primera vez en tres generaciones, sus hijos podrían ir a la escuela.

Le pregunté si podría mandar tanto a sus hijas como a sus hijos.

Y dijo: «Por supuesto que lo haré.

Porque no quiero que se les discrimine nunca más».

Cuándo pensamos soluciones a la pobreza no podemos negar a los individuos su dignidad fundamental.

Porque a final la dignidad es más importante para el espíritu humano que la riqueza.

Y lo más excitante es ver a muchos emprendedores en distintos sectores quienes construyen innovaciones que reconocen que las personas desean libertad poder de elección y oportunidad.

Porque es ahí donde la dignidad realmente inicia.

Martin Luther King decía que el amor sin poder es anémico y setimental.

Y que el poder sin amor es imprudente y abusivo.

Nuestra generación ha visto intentos de ambas aproximaciones, y frecuentemente fallan.

Pero creo que nuestra generación también puede ser la primera que tenga el valor de abrazar ambos, amor y poder.

Porque es lo que necesitamos mientras avanzamos al soñar e imaginar qué se necesitará para construir una economía global que nos incluya a todos.

Y para finalmente extender la proposición fundamental de que todos los hombres son creados iguales a todos los demás en el planeta.

Es tiempo para nosotros de empezar a innovar y buscar nuevas soluciones, el cruce de caminos es ahora.

Yo sólo puedo hablar desde mi experiencia propia.

Pero en ocho años de administrar el Fondo Acumen, he visto el poder del Capital Paciente.

No sólo de inspirar innovación y toma de riesgos, sino de realmente construir sistemas que han creado más de 25 mil empleos y entregado decenas de millones de servicios y productos a algunas de las personas más pobres en el planeta.

Sé que funciona.

Pero sé que otras formas de innovar también funcionan.

Y por eso los invito, en cualquier sector en el que trabajen, en cualquier trabajo que hagan, a empezar a pensar la manera en que podríamos construir soluciones que empiecen desde la perspectiva de aquellos a quienes tratamos de ayudar.

En lugar tratar de pensar lo que ellos puedan necesitar.

Quiero abrazar el mundo con ambos brazos.

Y eso implica vivir con un espírtu de generosidad y rendición de cuentas, con un sentido de integridad y perseverancia.

Y aún por las cualidades precisas por las que hombres y mujeres han sido honrados a través de las generaciones.

Y hay mucho bien allí que podemos hacer.

Sólo piensen en esos girasoles en el desierto.

Muchas gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/jacqueline_novogratz_a_third_way_to_think_about_aid/

 

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