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Jessica Green: Estamos cubiertos de gérmenes. Diseñemos para ello. – Charla TED2013

Charla «Jessica Green: Estamos cubiertos de gérmenes. Diseñemos para ello.» de TED2013 en español.

Nuestros cuerpos y hogares están cubiertos de microbios – algunos son buenos para nosotros y otros malos. A medida que vamos aprendiendo sobre los gérmenes y microbios que comparten nuestros espacios, la TED Fellow Jessica Green pregunta: ¿Podemos diseñar edificios que fomenten ambientes microbianos felices y sanos?

  • Autor/a de la charla: Jessica Green
  • Fecha de grabación: 2013-02-25
  • Fecha de publicación: 2013-03-25
  • Duración de «Jessica Green: Estamos cubiertos de gérmenes. Diseñemos para ello.»: 523 segundos

 

Traducción de «Jessica Green: Estamos cubiertos de gérmenes. Diseñemos para ello.» en español.

Todo está cubierto por ecosistemas invisibles compuestos por formas de vida diminutas: bacterias, virus y hongos.

Nuestros escritorios, ordenadores, lápices y edificios contienen paisajes de microbios residentes.

Cuando diseñamos estas cosas, podríamos pensar en diseñar estos mundos invisibles, y también en cómo interactúan con nuestros ecosistemas personales.

Nuestros cuerpos albergan millones y millones de microbios y estas criaturas definen quienes somos.

Los microbios intestinales pueden influir en el peso y estado de ánimo.

Los microbios de la piel pueden estimular el sistema inmunitario.

Los microbios de la boca pueden refrescar el aliento, o no, y la clave está en que nuestros ecosistemas personales interactúan con los ecosistemas de todo lo que tocamos.

Por ejemplo, cuando tocamos un lápiz, ocurre un intercambio de microbios.

Si podemos moldear los ecosistemas invisibles a nuestro alrededor, se abre un camino para influir en nuestra salud de formas nunca vistas.

Constantemente me pregunta la gente: «¿Es realmente posible diseñar ecosistemas microbianos?» Y creo que la respuesta es que sí.

Creo que ya lo estamos haciendo, pero de manera inconsciente.

Voy a compartir unos datos con ustedes de un aspecto de mi investigación que se centra en la arquitectura que demuestra cómo, a través de diseños conscientes e inconscientes, tenemos un impacto sobre estos mundos invisibles.

Este es el Complejo Empresarial Lillis en la Universidad de Oregón, donde trabajé con un equipo de arquitectos y biólogos para tomar muestras en más de 300 habitaciones Queríamos conseguir algo como un registro fósil del edificio y para ello, tomamos muestras del polvo.

Del polvo extrajimos células bacterianas, las abrimos, y comparamos sus secuencias genéticas.

Lo que quiere decir que mis compañeros de grupo pasaron a menudo la aspiradora durante este proyecto.

Esta es una foto de Tim, que, justo cuando saqué esta foto, me recordó: «Jessica, en el último grupo de laboratorio con el que trabajé hacía trabajo de campo en el bosque tropical de Costa Rica, y para mí las cosas han cambiado drásticamente».

Así que primero les voy a enseñar lo que descubrimos en las oficinas, y para ello usaré una herramienta de visualización en la que he estado trabajando en colaboración con Autodesk.

Para leer esta información, primero, miren por la parte de fuera del círculo.

Verán grandes grupos bacterianos, y si se fijan en la forma de este lóbulo rosa, nos dice algo sobre la abundancia relativa de cada grupo.

A las 12 en punto, verán que las oficinas tienen muchas protobacterias alfa, y a la 1 en punto comprobarán que las bacilli son relativamente escasas.

Veamos lo que pasa en los diferentes tipos de espacio en este edificio.

Si nos fijamos en el interior de los baños, todos tienen ecosistemas muy parecidos, y si miráramos dentro de las aulas, también ahí encontramos ecosistemas similares.

Pero si comparamos estos tipos de espacio, podemos ver que son totalmente distintos entre ellos.

Me gusta ver los baños como un bosque tropical.

Le dije a Tim: «Si tan solo pudieras ver los microbios, es casi como estar en Costa Rica, casi».

Y también me gusta imaginar las oficinas como las praderas de las zonas templadas.

Esta perspectiva es muy poderosa para los diseñadores, porque pueden aplicar los principios de la ecología, y uno de los principios más importantes de la ecología es la dispersión, la forma en la que los organismos se mueven.

Sabemos que los microbios se dispersan a través de la gente y del aire.

Así que lo primero que quisimos hacer en este edificio era examinar el sistema de aire.

Los ingenieros mecánicos diseñan unidades de tratamiento del aire para asegurarse de que la gente esté a gusto, de que la corriente de aire y la temperatura sean perfectas.

Y lo consiguen basándose en los principios de física y de química, pero también podrían utilizar la biología.

Si examinamos los microbios en una de las unidades de tratamiento de aire en este edificio, comprobaremos que son todos muy parecidos.

Y si los comparamos con los microbios en una unidad de tratamiento de aire diferente, veremos que son sustancialmente distintos.

Las habitaciones en este edificio son como las islas de un archipiélago, y esto quiere decir que los ingenieros mecánicos son como ingenieros ecológicos, y son capaces de estructurar como quieran los biomas en este edificio.

Otra forma en la que los microbios se dispersan es mediante las personas, y los arquitectos a menudo agrupan las habitaciones para facilitar la interacción entre personas, o el intercambio de ideas, como en laboratorios y oficinas.

Sabiendo que los microbios se transportan con las personas, podríamos esperar que habitaciones contiguas tengan biomas muy parecidos.

Y eso es justamente lo que descubrimos.

Si nos fijamos en aulas contiguas, tienen ecosistemas muy similares, pero si vamos a una oficina que esté a una cierta distancia, el ecosistema es notablemente diferente.

Y cuando veo el poder que tiene la dispersión en estos modelos biogeográficos, me hace pensar que es posible enfrentarse a problemas realmente serios como infecciones intrahospitalarias.

Creo que esto se debe, en parte, a un problema de construcción ecológica.

Bueno, les voy a contar una historia más sobre este edificio.

Estoy colaborando con Charlie Brown.

Es arquitecto, y Charlie está muy preocupado por el cambio climático global.

Ha dedicado su vida al diseño sostenible.

Cuando me conoció y se dio cuenta de que podía estudiar de forma cuantitativa cómo sus decisiones de diseño afectaban a la ecología y biología de este edificio, se entusiasmó mucho, porque aportaba una nueva dimensión a su trabajo.

Pasó de pensar solo en la energía a empezar a pensar también en la salud.

Ayudó a diseñar algunas de las unidades de tratamiento del aire en este edificio, y la forma en la que se ventila.

Así que lo primero que les voy a enseñar son las muestras de aire que tomamos en el exterior del edificio.

Lo que están viendo es la marca de las comunidades bacterianas en el aire exterior, y cómo varían con el tiempo.

Lo siguiente que les voy a enseñar es lo que pasó cuando manipulamos experimentalmente las aulas.

Las cerramos por la noche de forma que no tuvieran ventilación Muchos edificios funcionan así, probablemente en su lugar de trabajo, y las empresas lo hacen para ahorrar costes en la factura de energía.

Lo que descubrimos fue que estas aulas se mantenían relativamente estancadas hasta el sábado, cuando volvimos a abrir los respiraderos.

Cuando entrábamos a esas aulas, olían fatal, y nuestros datos apuntan a que tenía que ver con la sopa de bacterias transmitidas por aire de la gente del día anterior.

Comparémoslo con las habitaciones que se crearon con una estrategia de diseño pasivo donde el aire entraba desde el exterior por las persianas.

En estas habitaciones, el aire seguía el rastro del aire exterior relativamente bien, y cuando Charlie vio esto, se emocionó mucho.

Tenía la sensación de haber tomado una buena decisión en el proceso del diseño, porque tanto era eficiente en el uso de energía como era limpio el paisaje de microbios residentes del edificio.

Los ejemplos que les acabo de dar son sobre arquitectura, pero son relevantes al diseñar cualquier cosa.

Imaginen diseñar con los tipos de microbios que queramos en un avión o en un teléfono.

Hay un nuevo microbio, lo acabo de descubrir.

Se llama BLIS, y se ha demostrado que rechaza agentes patógenos y proporciona buen aliento.

¿No sería fantástico que todos tuviéramos BLIS en nuestros teléfonos? Un enfoque de diseño con conciencia, que voy a llamar diseño bioinformado, y creo que es posible.

Gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/jessica_green_we_re_covered_in_germs_let_s_design_for_that/

 

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