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Charla «John Bohannon: Danza vs PowerPoint, una modesta propuesta» de TEDxBrussels en español.
Utilicemos bailarines en vez de PowerPoint. Esa es la «modesta propuesta» del escritor científico John Bohannon’s, que en esta fascinante charla coreografiada propone su caso como ejemplo, ayudado por bailarines del Black Label Movement. (Filmado en TEDxBrussels.)
- Autor/a de la charla: John Bohannon
- Fecha de grabación: 2011-11-22
- Fecha de publicación: 2011-11-30
- Duración de «John Bohannon: Danza vs PowerPoint, una modesta propuesta»: 677 segundos
Traducción de «John Bohannon: Danza vs PowerPoint, una modesta propuesta» en español.
(Música) Buenas tardes.
Como todos saben, nos enfrentamos a tiempos económicos difíciles.
Les traigo una modesta propuesta para aligerar la carga financiera.
Esta idea se me ocurrió hablando con un físico amigo mío del MIT.
Le estaba costando explicarme una cosa: un bonito experimento que usa láseres para enfriar materia.
Me confundió desde el principio, porque la luz no enfría las cosas.
Las calienta.
Está pasando ahora mismo.
La razón de que me puedan ver aquí de pie es que esta sala está llena de más de 100 quintillones de fotones que se mueven al azar a través del aire, a una velocidad cercana a la de la luz.
Son todos de distintos colores, vibran a distintas frecuencias, y rebotan en todas las superficies, incluyéndome a mí, y algunos vuelan directamente a sus ojos, y por eso sus cerebros forman una imagen de mí aquí de pie.
Pero un láser es distinto.
También usa fotones, pero todos están sincronizados, y si los enfocamos en un rayo, lo que tenemos es una herramienta increíblemente útil.
El control de un láser es tan preciso que se puede realizar una cirugía dentro de un ojo, se puede usar para almacenar cantidades enormes de datos, y se puede usar en este bonito experimento que mi amigo intentaba explicar.
Para empezar, atrapamos átomos en un frasco especial.
Usa campos electromagnéticos para aislarlos del ruido ambiental.
Y los átomos en sí son bastante violentos, pero si disparamos láseres sintonizados exactamente a la frecuencia correcta, un átomo absorbe brevemente esos fotones, que tienden a ralentizarse.
Poco a poco se va enfriando hasta que finalmente se acerca al cero absoluto.
Y si usamos la clase correcta de átomos y los enfriamos lo suficiente, ocurre algo realmente raro.
Ya no es un sólido, un líquido o un gas.
Entra en un nuevo estado de la materia llamado superfluido.
Los átomos pierden su identidad individual y las reglas del mundo cuántico toman el mando, y eso es lo que da esas propiedades espeluznantes a los superfluidos.
Por ejemplo, si dirigimos una luz a través de un superfluido es capaz de ralentizar los fotones a 60 kilómetros por hora.
Otra propiedad espeluznante es que fluye sin nada de viscosidad o fricción, de forma que si destapáramos el frasco, no se quedaría dentro.
Una fina película treparía por la pared interior, se derramaría por el borde y seguiría por fuera.
Por supuesto, en el momento que entra en contacto con el ambiente exterior y su temperatura aumenta en una fracción de grado, inmediatamente vuelve a transformarse en materia normal.
Los superfluidos son una de las cosas más frágiles que jamás hayamos descubierto.
Y esta es la gran satisfacción de la ciencia: la derrota de la intuición a través de la experimentación.
Pero la historia no termina con el experimento, porque aún queda transmitir ese conocimiento a otras personas.
Tengo un doctorado en biología molecular.
Pero apenas entiendo de qué hablan la mayoría de los científicos.
Así que cuando mi amigo intentó explicarme este experimento, me parecía que cuanto más hablaba él, menos entendía yo.
Porque si se intenta darle a alguien una idea general de algo muy complejo, para captar lo esencial, cuantas menos palabras se utilicen, mejor.
De hecho, lo mejor podría ser no utilizar ninguna palabra.
Recuerdo pensar que mi amigo podría haber explicado el experimento entero con un baile.
Por supuesto, parece que nunca hay bailarines por ahí cuando los necesitas.
La idea no es tan descabellada como parece.
Hace 4 años puse en marcha un concurso llamado Baila tu Doctorado.
En vez de explicar la investigación con palabras, los científicos deben hacerlo con danza.
Sorprendentemente, parece que funciona.
La danza realmente puede facilitar la comprensión de la ciencia.
Pero no se lo crean sólo porque lo diga yo.
Entren en internet y busquen «Baila tu Doctorado».
Les esperan cientos de científicos bailando.
Lo más sorprendente que ha ocurrido llevando este concurso es que ahora hay científicos que trabajan directamente con bailarines en la investigación.
Por ejemplo, en la Universidad de Minnesota, hay un ingeniero biomédico llamado David Odde que trabaja con bailarines para estudiar el movimiento de las células.
Se mueven cambiando de forma.
Cuando una señal química se debilita en un lado, provoca que la célula se expanda por ese lado, porque la célula toca y tira constantemente del entorno.
Y eso permite que las células se deslicen en la dirección correcta.
Pero lo que parece tan lento y agraciado visto desde fuera parece más un caos desde dentro, porque las células controlan su forma con un esqueleto de fibras proteicas rígidas, y esas fibras se destruyen constantemente.
Pero tan pronto explotan, más proteínas se adhieren a los extremos y las alargan, así que cambia constantemente pero permanece exactamente igual.
Bueno, David hace modelos matemáticos de esto y los analiza en el laboratorio, pero antes de hacer eso, trabaja con bailarines para decidir en primer lugar qué clase de modelos crear.
En general es una lluvia de ideas eficiente, y cuando visité a David para informarme sobre su investigación, utilizó bailarines para explicármelo, en vez del método normal: PowerPoint.
Y eso me lleva a mi modesta propuesta.
Creo que las malas presentaciones de PowerPoint son una amenaza grave para la economía global.
(Risas)
(Aplausos)
Evidentemente depende de cómo se calcule, pero una estimación sitúa las pérdidas a unos 250 millones de dólares por día.
Esa estimación supone presentaciones de media hora para un público medio de cuatro personas con salarios de 35 mil dólares, y de forma tradicional supone que casi una cuarta parte de las presentaciones son una pérdida de tiempo absoluta, y dado que aparentemente se crean 30 millones de presentaciones de PowerPoint cada día, esto representaría una pérdida anual de 100 mil millones de dólares.
Por supuesto, este sólo es el tiempo que perdemos aguantando presentaciones.
Hay otros costes, porque PowerPoint es una herramienta, y como cualquier herramienta, se puede abusar de ella, y se abusa.
Tomando prestado un concepto de la CIA, te ayuda a ablandar a la audiencia.
Los distrae con imágenes bonitas y datos irrelevantes.
Te permite crear una ilusión de competencia, una ilusión de simplicidad, y lo más destructivo, una ilusión de comprensión.
De modo que mi país tiene una deuda de 15 billones de dólares.
Nuestros líderes se están esforzando al máximo para intentar encontrar formas de ahorrar.
Una de sus ideas es reducir drásticamente la financiación pública de las artes.
Por ejemplo, el Fondo Nacional para las Artes, con su presupuesto de 150 millones de dólares.
Eliminar ese programa reduciría inmediatamente la deuda nacional en una milésima parte.
Las cifras hablan por sí solas.
Sin embargo, si eliminamos la financiación pública de las artes, habrá algunos retrocesos.
Los artistas callejeros aumentarán las filas de los desempleados.
Muchos recurrirán a las drogas y la prostitución, lo que sin duda reducirá el valor de la propiedad en los vecindarios urbanos.
Y todo eso podría liquidar los ahorros que esperaban conseguir en primer lugar.
Por lo tanto, voy a proponer humildemente mis propias ideas, que espero no provocarán la menor objeción.
Una vez que hayamos eliminado la financiación pública de los artistas, pongámoslos a trabajar empléandolos en lugar de PowerPoint.
Como ensayo propongo que empecemos con bailarines estadounidenses.
Al fin y al cabo son los más perecederos de la especie, propensos a lesiones y de curación muy lenta a causa de nuestro sistema de salud.
Más que bailar nuestros doctorados, deberíamos usar la danza para explicar cualquier problema complejo.
Imaginen nuestros políticos utilizando la danza para explicar por qué debemos invadir otro país o rescatar un banco de inversión.
Seguro que ayudaría.
Está claro que, en el futuro, se podría inventar una tecnología de persuasión aún más potente que PowerPoint, haciendo que los bailarines sean innecesarios como herramientas de la retórica.
Sin embargo, estoy convencido que para entonces, habremos superado esta calamidad financiera.
Puede que para entonces podamos permitirnos el lujo de sentarnos en un público sin otro motivo que el de observar la forma humana en movimiento.
(Música)
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/john_bohannon_dance_vs_powerpoint_a_modest_proposal/