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John Delaney: El cableado de un océano interactivo – Charla Mission Blue Voyage

Charla «John Delaney: El cableado de un océano interactivo» de Mission Blue Voyage en español.

El oceanógrafo John Delaney construye una red de cámaras de alta definición y sensores que convertirán al océano en un laboratorio interactivo mundial, desatando una explosión de valiosa información acerca del mundo de las profundidades.

  • Autor/a de la charla: John Delaney
  • Fecha de grabación: 2010-04-14
  • Fecha de publicación: 2010-07-28
  • Duración de «John Delaney: El cableado de un océano interactivo»: 1250 segundos

 

Traducción de «John Delaney: El cableado de un océano interactivo» en español.

Quisiera por un momento proyectar algo en la pantalla de su imaginación.

Es el s.XVII, estamos en Japón en la costa oeste, en donde un monje pequeño y arrugado se apronta a medianoche hacia la cima de una colina.

Alcanza finalmente la cima chorreando agua.

Se queda inmóvil y mira hacia la isla Sado.

Estudia el océano todo, dirige la vista al cielo y se dice en un murmullo: -[Mar agitado] [Extiende hasta Sado] [La Vía Láctea]- Basho era un hombre brillante.

Capaz de decir más con menos como ningún otro ser humano del que yo haya sabido.

Basho, en 17 sílabas yuxtapuso un océano turbulento sacudido por una tormenta pasada, y capturó la casi imposible belleza de nuestra galaxia con millones de estrellas, y probablemente cientos de planetas, tal vez incluso un océano al que quizá llamaremos Sylvia.

Hacia el final de su vida sus discípulos y seguidores no dejaban de preguntarle: -¿Cuál es el secreto? ¿Cómo puedes crear tan rápidamente poemas haiku tan bellos?- Y hacia su fin, el dijo: -Si pudieras conocer el pino, ve hacia él.- Nada más.


(Risas)
Sylvia nos dice que empleemos todas nuestras facultades para conocer los océanos.

Si pudiéramos conocer los océanos, debemos de ir a los océanos.

Y de lo quiero hablar un poco hoy es de transformar la relación, o la interacción entre seres humanos y océanos con una nueva facultad que aún no es cotidiana.

Espero que algún día lo sea.

Hay un par de puntos clave, uno es que los océanos son esenciales para la calidad de la vida en la Tierra.

Otro es que existen nuevas maneras de estudiar los océanos que aún no hemos aprovechado bien.

Y la última de estas nuevas maneras que estamos investigando como comunidad va a transformar nuestra visión de nuestro planeta y nuestros océanos, y probablemente hasta la manera en que conducimos al planeta en todos sus aspectos.

Entonces los científicos inicialmente comienzan con el sistema.

Definen qué es el sistema.

No es la Bahía de Chesapeake, no es el Arco de Caro, ni siquiera el vasto Pacífico.

Es el planeta entero, continentes y océanos juntos.

Ese es el sistema.

Y básicamente nuestro desafío es optimizar los beneficios y mitigar los riesgos de vivir en un planeta dirigido por dos únicos procesos, dos fuentes de energía, una es solar, que genera los vientos, las olas, las nubes, las tormentas y la fotosíntesis.

La otra es energía interna.

Y las dos están en conflicto casi permanentemente.

Cadenas montañosas, placas tectónicas, que desplazan los continentes, forman depósitos de mena.

Los volcanes erupcionan.

Ese el es planeta en el que vivimos.

Es inmensamente complejo.

Sin pretender que se fijen en todos los detalles quiero que ustedes vean que esto es un 10 por ciento de los procesos que operan dentro de los océanos casi continuamente, desde hace 4.000 millones de años.

Hace mucho que este sistema viene operando.

Y han co-evolucionado.

¿Qué quiero decir con eso? Interactúan entre ellos constantemente.

Todos interactúan con todos.

Así que la complejidad de este sistema, la parte dirigida por el sol, sobretodo la parte superior, y la parte inferior es en parte conducida por el influjo de calor desde abajo y por otros procesos.

Esto es muy, muy importante porque este es el sistema, es el crisol de donde proviene la vida en el planeta.

Y es hora de que lo entendamos.

Debemos entenderlo.

Ese es uno de los temas que Sylvia nos recuerda: entender éste, nuestro océano, el sistema vital básico, el sistema vital dominante en el planeta.

Miren esta complejidad aquí.

Esta es sólo una variable.

Si ustedes pueden ver la complejidad podrán ver cómo diminutos remolinos y grandes remolinos y el movimiento…

y esto es sólo la temperatura de la superficie del mar pero es inmensamente complicado.

Ahora vemos una capa más adentro, los otros dos o trescientos procesos que interactúan.

en parte en función de la temperatura o en función de todos los otros factores, y nos encontramos con un sistema realmente complejo.

Nuestro desafío es comprender el sistema de una nueva y fenomenal manera.

Y de manera urgente.

Y digo urgente porque unas 1.000 millones de personas en este planeta hoy padecen hambre y desnutrición.

Y parte del asunto es por Cody, quién está por aquí.

Tiene 16 años, y tengo permiso para mencionar este número.

Cuando en 40 años Cody tenga la edad de Nancy Brown en este planeta vivirán otros 2.500 millones de personas.

No podemos resolver todos los problemas con sólo observar los océanos, pero si no comprendemos el sistema vital fundamental de este planeta más profundamente de lo que lo comprendemos hoy, entonces sufriremos enorme estrés, y Cody también, e incluso Nancy, que tendrá 98, será muy difícil para todos.

Bien, hablemos de otro aspecto de la importancia de los océanos.

Este diagrama muestra aguas templadas en rojo, aguas frías en azul, y lo que se ve verde en los continentes indica el crecimiento de vegetación, y en verde oliva, el deterioro de vegetación.

Y abajo a la izquierda hay un reloj que va de 1982 a 1998 de manera cíclica.

Verán ustedes que el ritmo del crecimiento de la vegetación, del cual la comida en los continentes es un subconjunto, está directamente vinculado al ritmo de la temperatura de la superficie de los océanos.

Los océanos controlan, o al menos influyen en gran medida, se co-relacionan con los patrones de crecimiento de vegetación y de las sequías y con los patrones de lluvias en los continentes.

Por eso la gente en Kansas, en un campo de trigo, debe entender que los océanos son primordiales también para ellos.

Otra complejidad: esta es la era de los océanos.

Sobre esta imagen voy a superponer las placas tectónicas.

La era de los océanos, placas tectónicas, generan un fenómeno totalmente nuevo del que ya hemos oído en esta conferencia.

Y les muestro un video de muy alta definición que produjimos en tiempo real.

Apenas segundos luego de su filmación gente en Pekín, en Sydney, en Amsterdam, en Washington, ya estaban mirando este video.

Habrán oído ustedes acerca de fuentes hidrotermales.

Pero el otro descubrimiento es que bajo el suelo marino, existe una vasta reserva de actividad microbiana que hemos descubierto apenas recientemente y que casi no tenemos manera de analizar.

Algunas personas han estimado que la biomasa contenida en estos microbios que viven en las grietas del suelo marino y aún más abajo es mayor que la cantidad total de biomasa que vive en la superficie del planeta.

Conocer esto es asombroso, y sólo recientemente lo hemos descubierto.

Esto es muy, muy apasionante.

Puede ser la próxima jungla para crear medicinas.

Sabemos muy poquito acerca de ella.

Bien, Marcel Proust ha maravillosamente dicho que «El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos caminos, sino en tener nuevos ojos.» Nuevas maneras de mirar las cosas, una nueva perspectiva.

Muchos de ustedes recordarán los comienzos de la oceanografía cuando debíamos utilizar lo que había a nuestro alcance.

Y no era sencillo en aquel tiempo.

Algunos de ustedes lo recordarán, estoy seguro.

Y ahora tenemos un juego enorme de herramientas que son realmente poderosas: barcos, satélites, amarraderos.

Pero no nos otorgan lo que buscamos.

Y el programa del que yo quería hablarles ha sido financiado e incluye vehículos autónomos como el que se ve avanzando en la base de esta imagen.

A la derecha vemos una compleja maqueta virtual A la izquierda, un tipo nuevo de amarradero que les mostraré enseguida.

Y en la base de varios puntos los océanos son complejos, y primordiales para la vida en la Tierra.

Cambian rápidamente, pero de manera impredecible.

Y las maquetas que se necesitan para predecir el futuro no poseen información suficiente para perfeccionarlos.

El poder de la computación es sorprendente.

Pero sin información, estas maquetas no podrán jamás ser predichas.

Y eso es lo que realmente necesitamos.

Son peligrosos, por varias razones, pero creemos que la OOI, esta Iniciativa de Observación Oceánica.

que la Fundación Nacional de Ciencia ya ha comenzado a financiar, tiene la capacidad de transformar cosas.

Y el objetivo del programa es lanzar una era de descubrimiento científico y comprensión a través y dentro de las cuencas oceánicas utilizando telepresencia interactiva fácilmente accesible.

Es un universo nuevo.

Podremos estar presentes en cada rincón del volumen del océano, a voluntad, y comunicarnos en tiempo real.

Y esto es lo que el sistema comprende, un número de sitios en el hemisferio sur como se ven en esos círculos.

Y en el hemisferio norte, cuatro sitios.

No vamos a discutirlos aquí hoy.

Pero el de la costa oeste, en este cuadrito, es el llamado «nodos de escala regional», antiguamente «Neptuno».

Y les mostraré de qué se trata: Fibra óptica, la comunicación de la nueva generación.

Se pueden ver los extremos de cobre que tienen.

Se puede transmitir energía pero el ancho de banda en esos hilitos diminutos más finos que un cabello…

Y este conjunto aquí puede transmitir unos tres a cinco terabits por segundo.

Un ancho de banda increíble.

Y este es el aspecto del planeta.

Ya está todo cableado Como si fuera un corsé de fibra óptica.

Así luce.

Los cables van de continente a continente.

Un sistema de largo alcance que permite la mayor parte de nuestra comunicación.

Entonces a este sistema me refiero, sobre la costa oeste, coincide con la placa tectónica Juan de Fuca.

Y va a ofrecer gran cantidad de energía y un ancho de banda sin precedentes a través de todo el volumen del océano que lo cubre, sobre el suelo marino y debajo de él.

Ancho de banda y energía y una amplia variedad de procesos en operación.

Este es el aspecto de uno de esos nodos primarios.

Como una sub-estación con energía y ancho de banda que puede cubrir una área del tamaño de Seattle.

Y el tipo de ciencia que se practicará lo determinarán una variedad de científicos que quieren colaborar y aportar instrumentación que conectarán al sistema.

De algún modo será como tiempo en un telescopio excepto que cada uno tendrá su propio puerto.

Cambio climático, acidificación oceánica, oxígeno disuelto, ciclos de carbono, flujos de agua, dinámicas de pesca; el espectro completo de ciencia terrestre y marina en el mismo volumen, simultáneamente.

Entonces cualquier persona accediendo simplemente a la base de datos puede obtener la información que necesita acerca de cualquier evento que haya tenido lugar.

Y este es sólo el primero.

Esto lo armamos junto con nuestros colegas canadienses.

Ahora quiero mostrarles la caldera.

A la izquierda vemos un gran volcán llamado Axial Seamount.

Y vamos a incursionar en Axial Seamount mediante una animación.

El sistema va a tener un aspecto así ya ha sido financiado para ser construido.

Muy potente.

Eso es un elevador que sube y baja constantemente controlado en tierra por los responsables de su operación.

Los que también pueden delegar su control a alguien en India o China que puede reemplazarlos por un rato.

Porque todo va a estar conectado vía internet.

Se podrá enviar una enorme cantidad de información a tierra, para todo aquel a quien le interese usarla.

Esto va a tener mucho más alcance que si tuviéramos un barco aislado en una determinada posición y luego en una nueva posición.

Atravesamos el suelo de la caldera.

Hay unos cuantos sistemas robotizados, hay cámaras que pueden activarse a voluntad, según lo requieran nuestros experimentos.

Los sistemas que habrá allí abajo, los instrumentos que habrá en el suelo marino consisten en, si alcanzan a leer hay cámaras, sensores de presión, fluorómetros, sismómetros.

Un amplio espectro de herramientas.

Bien, ese montículo allí en realidad tiene este aspecto.

Así luce.

Y este es el tipo de actividad que podemos ver con video de alta definición.

Porque el ancho de banda de estos cables es tan grande que podemos tener de cinco a diez sistemas de alta definición en estéreo operando ininterrumpidamente y, otra vez, dirigidos por tecnología robótica desde tierra.

Muy, muy poderoso.

Y estas son las cosas que hoy han sido financiadas.

¿Entonces qué haremos mañana? Estamos a punto de surfear la ola de la oportunidad tecnológica.

Existen tecnologías emergentes en disciplinas cercanas a la oceanografía, que incorporaremos a la oceanografía; y a través de esa convergencia transformaremos la oceanografía en algo aún más mágico.

Hoy la robótica es increíble, absolutamente increíble.

Y estaremos incorporando toda clase de robótica a los océanos.

Nanotecnología: vean este generador.

Más pequeño que un sello postal, puede generar energía tan sólo abrochado a la ropa, mientras caminamos.

Al movernos, genera energía.

Hay muchas cosas que pueden utilizarse en el océano, continuamente.

Imágenes: muchos de ustedes saben mucho más que yo sobre esto.

Pero imágenes en estéreo con cuatro veces la definición de un sistema de alta definición HD dentro de cinco años será lo usual.

Y éste es realmente mágico: gracias al genoma humano nos encontramos con que de ciertos eventos que tienen lugar en el océano, como un volcán en erupción o algo así, se puede obtener una muestra.

Extraemos líquido mediante uno de estos sistemas, presionamos un botón, y obtenemos el análisis de su genoma.

Y la información se transmite inmediatamente a tierra.

Así que del volumen oceánico, no sólo conoceremos la física y la químca, sino que la base de la cadena alimenticia no ocultará secretos recibiremos información permanentemente.

El poder de la computación distribuida va a ser extraordinario.

Pronto estaremos usando computación distribuida para hacer prácticamente todo, ajustar información y todo lo relacionado con la información.

La energía se generará en el océano mismo.

Y la fibra de próxima generación será simplemente mágica.

Mucho más avanzada de la que tenemos hoy.

Así que la presencia de la energía y el ancho de banda permitirán que todas estas nuevas tecnologías converjan de una manera sin precedentes.

Por eso en cinco o siete años puedo vislumbrar la capacidad de estar completamente presente a lo largo y ancho del océano y que todo esté conectado a internet, para que la comunicación sea total.

Implementar la energía y el ancho de banda en el océano acelerará la adaptación de manera espectacular.

Les doy un ejemplo: cuando sucede un terremoto enorme cantidad de nuevos microbios emergen del suelo marino.

Tenemos una manera de tratar eso, una nueva manera.

De la actividad sísmica que se ve aquí hemos determinado que ese volcán está en erupción, entonces desplegamos las tropas.

¿Qué tropas? Las de vehículos autónomos, por supuesto.

Y vuelan hacia el volcán Obtienen una muestra de los fluidos emanando del suelo marino durante una erupción, que contiene microbios que nunca antes habían salido a la superficie del planeta.

Los eyectan a la superficie, y flotan, y son recogidos por un avión autónomo y transportados de vuelta al laboratorio dentro de las 24 horas desde la erupción.

Esto es factible.

Las piezas están ahí.

Un laboratorio.

Ustedes se habrán enterado de lo que sucedió el 7 de septiembre.

Ciertos médicos en Nueva York le extrajeron la vesícula a una paciente en Francia.

Podemos realizar trabajos impresionantes en el suelo marino.

Y transmitirlo por TV en vivo, si tenemos cosas interesantes para mostrar.

Podemos ofrecer al mundo telepresencia en todo el océano.

Esto, les he mostrado el suelo marino.

Pero el objetivo aquí es interacción con los océanos desde cualquier parte y en tiempo real.

Será increíble.

Y ahora les mostraré lo que podemos traer al aula, y como si fuera poco, a su bolsillo.

Muchos de ustedes aún no han pensado en esto pero el océano estará en su bolsillo.

No falta mucho tiempo.

Voy a despedirme con unas palabras de otro poeta, si me lo permiten.

En 1943 T.S.

Eliot escribió «Cuatro cuartetos».

Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1948.

en «Little Gidding» escribe, a propósito de la raza humana, supongo, pero de seguro para esta charla de TED y para Sylvia: «No cesaremos en la exploración Y el fin de todas nuestras búsquedas Será llegar adonde comenzamos Conocer el lugar por vez primera.

A través de la puerta desconocida y recordada Cuando lo último por descubrir en la tierra Sea lo que fue nuestro comienzo: En la fuente del río más largo La voz de la oculta cascada La voz no conocida porque nadie la busca Pero escuchada, o semiescuchada en la inmovilidad del mar entre dos olas.» Muchas gracias.

(Aplauso)

https://www.ted.com/talks/john_delaney_wiring_an_interactive_ocean/

 

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