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Julio Gil habla en TED@UPS – Charla TED@UPS

Charla «Julio Gil habla en TED@UPS» de TED@UPS en español.

Julio Gil habla en TED@UPS

  • Autor/a de la charla: Julio Gil
  • Fecha de grabación: 2017-07-20
  • Fecha de publicación: 2017-09-27
  • Duración de «Julio Gil habla en TED@UPS»: 667 segundos

 

Traducción de «Julio Gil habla en TED@UPS» en español.

Hoy, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades.

El proceso de urbanización comenzó a finales del siglo XVIII, y ha seguido creciendo desde entonces.

La predicción es que para el 2050, el 66 % de la población vivirá en ciudades.

Organizaciones como las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud o el Foro Económico Mundial nos están previniendo: Si no prevemos el aumento de densidad, los problemas de nuestras ciudades, como falta de igualdad, atascos, crimen… solo podrán empeorar.

Como resultado, planificadores y desarrolladores urbanos están invirtiendo grandes esfuerzos y creatividad en diseñar las ciudades futuras, más grandes y densas.

Pero yo opino otra cosa.

Creo que la urbanización está llegando al final de su ciclo, y ahora la gente va a empezar a mudarse de vuelta al campo.

Y pensarán:

¿y qué pasa con la tendencia estadística?

La verdad es que las tendencias socioeconómicas no duran para siempre.

Hace unos 12 000 años, todo el mundo estaba encantado de vagar por la tierra, cazando y recolectando… y luego, la tendencia cambia y ahora vivir en una granja y tener ganado es lo último… …hasta que cambia otra vez, al llegar la Revolución Industrial.

De hecho, eso es lo que da comienzo al proceso de urbanización.

¿Y, qué lo provoca?

La máquina de vapor, las máquinas, nuevos procesos químicos… En dos palabras, innovación tecnológica.

Y creo que la tecnología también puede cerrar este ciclo.

Me he pasado la mayoría de mi carrera trabajando en innovación.

Me encanta, me encanta mi trabajo.

Me permite trabajar con drones, impresoras 3D, gafas inteligentes, y no solo esas que puedes comprar en la tienda, también prototipos.

A veces es muy divertido.

Algunas de esas tecnologías abren nuevas posibilidades que van a cambiar por completo el modo en que hacemos muchas cosas.

En pocos años, puede que nos permitan disfrutar de los beneficios de la vida en la ciudad desde cualquier sitio.

Piénsenlo bien.

Si pudiéramos vivir en un lugar con menos criminalidad y más espacio, con menor coste de vida y menos tráfico.

Claro que mucha gente lo preferiría.

Pero tienen la sensación de que no pueden elegir.

Tienen que vivir en la ciudad.

En el pasado, la gente se mudó a la ciudad no porque amaran la ciudad en sí misma, sino por las cosas que podían tener allí.

Más oportunidades de empleo, fácil acceso a bienes y servicios y una intensa vida social.

Así que entremos en detalle.

Más oportunidades de empleo.

¿Es eso verdad hoy en día?

Los trabajadores de las oficinas están empezando a darse cuenta de que “trabajar” en la oficina y “estar” en la oficina ya no es lo mismo.

De acuerdo con Global Workplace Analytics, más del 80 % de los trabajadores en EE.UU.

dice que le gustaría trabajar desde casa.

¿Y saben lo que les cuesta a las empresas tener oficinas?

Unos USD 11 000 por empleado y año.

Si tan solo la mitad de esos trabajadores pudieran teletrabajar, aunque fuera el 50 % del tiempo, los ahorros nacionales superarían los USD 500 000 millones, y podrían reducir la emisión de gases de efecto invernadero en 54 millones de toneladas.

Eso es el equivalente a 10 millones de coches menos durante un año.

Pero aunque la mayoría prefiere trabajar desde casa, la tecnología de teletrabajo actual hace de ello una experiencia aislante No es cómoda.

No es lo mismo que estar allí.

Pero eso va a cambiar con la convergencia de dos tecnologías: La realidad aumentada y los robots de telepresencia.

Hoy en día, la realidad aumentada nos permite llevar la oficina a cualquier lugar.

Todo lo que necesitas es un ordenador “wearable”, unas gafas inteligentes, y pueden llevarse tus emails y hojas de cálculo donde quiera que vayan.

Además, las videollamadas se han vuelto comunes hoy por hoy, pero aún necesitan mejoras.

Todas esas caras pequeñitas, en una pantalla plana… a veces no se sabe ni quién está hablando.

Pero hoy en día tenemos algo mucho mejor que las videollamadas estáticas: el robot de telepresencia.

O, como yo lo llamo, “tableta-pinchada-en-un-palo”.


(Risas)
Al menos se puede mover por ahí y se puede controlar hacia dónde mira.

Es mucho mejor, pero aún está lejos de ser perfecto.

¿No dicen que la mayor parte de la comunicación es no-verbal?

El robot no te da nada de eso.

Parece un marciano.

Pero gracias a los avances en realidad aumentada, va a ser posible esconder al robot tras un holograma que se parece y se mueve como una persona.

Y ya estaría.

O mejor, olvídense del robot, nos metemos en realidad virtual y todo el mundo se reúne en el ciberespacio.

En un par de años va a parecer tan real que no notarán la diferencia.

Hablemos ahora de la siguiente razón: acceso a bienes y servicios.

Hoy, pueden tener todo eso a través de Internet.

Según un estudio de comScore, el año pasado los internautas en EE.UU.

hicieron más de la mitad de sus compras en la red.

El mercado global del comercio electrónico se estima en al menos USD 2 billones, y se espera que alcance los USD 2,38 billones a finales del 2017, según eMarketer.

Desde un punto de vista logístico, la densidad es buena para el reparto.

Suministrar productos a un centro comercial es fácil.

Pueden hacer grandes envíos a los comercios, y los clientes se llevan las cosas a su casa ellos mismos.

Pero, el comercio electrónico implica enviar paquetitos, y entregarlos en los hogares.

Eso ya es más caro.

Es la diferencia entre hacer una fiesta de cumpleaños para 20 personas, o llevarles a cada uno de tus 20 amigos un pedazo de la tarta a su casa.

Pero en la ciudad, al menos viven cerca uno de otro.

La densidad, ayuda.

¿Y las entregas de comercio electrónico en el campo?

Esas llevan muchísimo tiempo.

El camión a menudo tiene que recorrer kilómetros entre una casa y otra.

Esas son las entregas más caras de todas.

Ya existe una solución para eso: los drones.

Un camión con un escuadrón de drones.

El conductor hace algunas de las entregas y los drones van y vienen, haciendo otras mientras el camión se mueve.

De esa forma, el coste por entrega baja y voilà, servicios de comercio electrónico, baratos, en el campo.

Ya lo verán, los nuevos hogares de nuestros teletrabajadores probablemente tendrán una pista de aterrizaje para drones en el patio.

Una vez que la distribución capilar no sea problema, ya no se necesitará estar en la ciudad para comprar cosas.

Y van dos.

Ahora, veamos la tercera razón: una intensa vida social.

¿Hace falta estar en la ciudad para eso?

Porque hoy en día, la gente hace amistades, chatea, cotillea y liga desde el confort de su sofá,
(Risas)
y en pijama.


(Risas)
Hay 2000 millones de usuarios de redes sociales activos en el mundo.

De alguna forma, parece indicar que estamos conectados, sin importar dónde estemos.

Pero vale, no del todo.

También necesitamos contacto humano real.

Irónicamente, la ciudad y su densidad de población no siempre es lo mejor para eso.

De hecho, a medida que los grupos sociales se hacen más pequeños, se hacen también más fuertes.

Un estudio reciente hecho en el Reino Unido por la Oficina de Estadística Nacional muestra un mayor grado de satisfacción en las personas que viven en zonas rurales.

Y a medida que más gente se muda al campo, necesitarán alimentos, frutas, verduras y servicios de mantenimiento.

Se necesitarán pequeños talleres, compañías de servicios y manitas.

Quizá, algunos de los trabajadores desplazados por la automatización industrial en las ciudades, encontrarán oportunidades de empleo aquí, y se mudarán también.

Si la gente empieza a mudarse al campo,

¿cómo cambiarían las cosas?

Piensa en chalets autónomos, desconectados de la red eléctrica, con paneles solares, generadores eólicos y sistemas de reciclaje de resíduos.

Nuevos hogares produciendo energía y recargando el auto familiar.

Las ciudades siempre se han visto como más eficientes energéticamente, pero repoblar el campo también puede ser “ecológico”.

Y, probablemente ahora estés pensando en las ventajas de vivir en el campo.


(Risas)
A mí me pasó.

Hace seis años, mi mujer y yo empaquetamos todo.

Vendimos nuestro pequeño apartamento en España, y por el mismo dinero nos compramos un chalet.

Con jardín.

Y pequeños pajaritos que vienen a cantarnos por las mañanas.


(Risas)
Se está muy bien aquí.

Y eso que vivimos en un pueblo pequeño, no en el campo.

Ese va a ser mi próximo paso.

Una granja restaurada.

No demasiado lejos de una ciudad, pero no demasiado cerca.

Y me aseguraré de tener un buen sitio para que aterrizen los drones.


(Risas)
Pero, ese soy yo.

No tiene por qué ser para Uds.

Porque podría parecer que estoy intentando convencer a alguien de que se venga al campo.

Para nada.


(Risas)
No necesito que venga más gente.


(Risas)
Solo pienso que lo harán, cuando se den cuenta de que pueden tener las ventajas de la ciudad.

Pero si no les gusta el campo, también tengo buenas noticias.

Las ciudades no van a desaparecer, pero a medida que la gente se vaya, una densidad menor les ayudará a recuperar su balance.

En fin, imagino que les he dado algo en lo que pensar:

¿Aún creen que tienen que vivir en la ciudad?

Y lo que es más importante:

¿Quieren?

¡Muchas gracias!
(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/julio_gil_future_tech_will_give_you_the_benefits_of_city_life_anywhere/

 

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