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La ciencia de la atracción – Dawn Maslar – Charla TED-Ed

Charla «La ciencia de la atracción – Dawn Maslar» de TED-Ed en español.

Vea la lección completa en: http://ed.ted.com/lessons/the-science-of-attraction-dawn-maslar

La química romántica tiene que ver con sentimientos cálidos y empalagosos que brotan desde las profundidades del corazón, ¿no? No precisamente. En realidad, el verdadero responsable detrás de la atracción es el cerebro que realiza una serie de cálculos muy rápidos y complejos para evaluar a nuestra posible pareja. Dawn Maslar analiza cómo nuestros cinco sentidos contribuyen en este juego de formación de parejas y menciona algunos experimentos bastante alocados en su explicación.

Lección realizada por Dawn Maslar; animación realizada por TOGETHER.

  • Autor/a de la charla: Dawn Maslar
  • Fecha de grabación: 2014-05-08
  • Fecha de publicación: 2019-03-08
  • Duración de «La ciencia de la atracción – Dawn Maslar»: 259 segundos

 

Traducción de «La ciencia de la atracción – Dawn Maslar» en español.

Nos gusta creer que los sentimientos románticos son algo espontáneo e indescriptible que nace del corazón.

Sin embargo, lo que en realidad sucede es que el cerebro realiza una serie de cálculos complejos en cuestión de segundos y esto es la causa determinante de la atracción.

¿No suena muy poético, no? Pero que los cálculos se realicen en el cerebro no quiere decir que esos sentimientos cálidos y difusos sólo estén en tu cabeza.

De hecho, todos los cinco sentidos cumplen una función, cada uno vota a favor o en contra de esa atracción incipiente.

La vista es uno de los primeros ingredientes de la atracción.

Existe una gran variación de los estándares de atracción visual entre culturas y épocas.

Signos de juventud, fertilidad y buena salud, como tener el cabello largo y brilloso o una piel tersa y libre de cicatrices, casi siempre son los de mayor demanda porque se los relaciona con la aptitud reproductiva.

Cuando nuestros ojos detectan algo que les gusta, el instinto nos hace acercarnos para que los otros sentidos puedan investigar.

El aporte del olfato al romance es más complejo que la percepción de perfume o colonia.

El olfato es capaz de detectar señales químicas naturales denominadas feromonas.

Éstas no sólo brindan información importante del físico o la genética de su emisor sino que también pueden activar una respuesta fisiológica o conductual en el receptor.

En un estudio, un grupo de mujeres en distintos momentos de su ciclo ovulatorio usaron la misma camiseta durante tres noches.

Luego, se eligió a un grupo de hombres voluntarios para oler una de las camisetas usadas o una camiseta nueva sin usar.

Las muestras de saliva revelaron un aumento en los niveles de testosterona en aquellos que olieron una camiseta usada por una mujer que ovulaba.

Tal aumento en los niveles de testosterona puede darle a un hombre el empujón necesario para intentar conquistar a una mujer que quizás no hubiera notado de otra manera.

El olfato femenino se siente particularmente atraído por las moléculas CMH, [Complejo Mayor de Histocompatibilidad] que sirven para combatir enfermedades.

En este caso, los opuestos se atraen.

En un estudio en el que se le solicitó a un grupo de mujeres que olieran camisetas que habían sido usadas por distintos hombres, ellas preferían los olores de aquellos hombres cuyas moléculas CMH eran diferentes de las suyas.

Esto es lógico.

Los genes que producen mayor diversidad de inmunidades pueden darle a la descendencia una gran ventaja en la supervivencia.

El oído también condiciona la atracción.

Los hombres prefieren mujeres con una voz aguda, aterciopelada, y con un espaciamiento de formantes amplio porque se relacionan con un menor tamaño corporal.

Las mujeres, en cambio, prefieren voces graves con un espaciamiento de formantes estrecho porque sugieren un mayor tamaño corporal.

Y, como era de esperarse, el tacto también es crucial para el romance.

En un experimento, sin que se dieran cuenta de que el estudio ya había comenzado, se les pidió a los participantes que sujetaran brevemente una taza de café caliente o frío.

Luego, los participantes leyeron una historia acerca de una persona hipotética y se les solicitó que evaluaran su personalidad.

Aquellos que sostuvieron la taza de café caliente percibieron al personaje de la historia como una persona más feliz, más sociable, más generosa y más amable, mientras que los que sostuvieron la taza de café frío, calificaron al personaje como frío, estoico y antipático.

Si una potencial pareja logra aprobar todos estos exámenes, aún queda uno más: el tan temido primer beso.

Un intercambio complejo y variado de señales químicas y táctiles, que incluyen el olor de nuestro aliento y el sabor de nuestra boca.

Este momento mágico es tan crucial que la mayoría de los hombres y mujeres afirman haber perdido la atracción hacia alguien luego de un mal primer beso.

Una vez que la atracción se confirma, el torrente sanguíneo se llena de norepinefrina, que se encarga de activar la reacción de lucha o huida.

El corazón late más rápido, se dilatan las pupilas, y el organismo libera glucosa para obtener energía adicional, no porque estemos en peligro sino porque nuestro organismo nos indica que algo importante está sucediendo.

Para que podamos concentrarnos, la norepinefrina crea una especie de «visión en túnel» que bloquea las distracciones a nuestro alrededor, e incluso es posible que distorsione nuestra noción del tiempo y mejore la memoria.

Esto podría explicar porque nunca olvidamos nuestro primer beso.

La idea de que la atracción esté tan influenciada por sustancias químicas y por la biología evolutiva puede parecer fría y científica en lugar de romántica, pero la próxima vez que veas a alguien que te guste, intenta entender cómo todo tu organismo está jugando al casamentero para decidir si ese bello desconocido es el adecuado para ti.

https://www.ted.com/talks/dawn_maslar_the_science_of_attraction/

 

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