Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » La determinación del sexo: más complicado de lo que pensabas – Charla TED-Ed

La determinación del sexo: más complicado de lo que pensabas – Charla TED-Ed

Charla «La determinación del sexo: más complicado de lo que pensabas» de TED-Ed en español.

Desde algo tan pequeño y tan complejo como un cromosoma a algo aparentemente tan simple como el clima, los sistemas para determinar el sexo varían significativamente en todo el reino animal. El biólogo y profesor Aaron Reedy nos muestra las diferencias sorprendentes entre las especies cuando se trata de la determinación del sexo.

Lección de Aaron Reedy, animación por BuzzCo (http://buzzzco.com).

  • Autor/a de la charla: Aaron Reedy
  • Fecha de grabación: 2012-04-24
  • Fecha de publicación: 2020-01-30
  • Duración de «La determinación del sexo: más complicado de lo que pensabas»: 336 segundos

 

Traducción de «La determinación del sexo: más complicado de lo que pensabas» en español.

(Música) Mi esposa está encinta de nuestro primer hijo, y cuando la gente la ve con su enorme panza, la primera pregunta que hacen casi todos es: «¿Niño o niña?» Hay algunos supuestos detrás de esa pregunta que damos por sentado debido a nuestra familiaridad con nuestra propia biología humana.

Para los bebés humanos, damos por hecho que hay una posibilidad de 50/50 de que sea chico o chica.

Pero ¿por qué es así? Bueno, la respuesta depende del sistema de determinación del sexo que ha evolucionado para nuestra especie.

Para la mayoría de los mamíferos, el sexo de la cría es determinado genéticamente por los cromosomas XY.

Los mamíferos tienen un par de cromosomas sexuales, uno transmitido por la madre y otro por el padre.

Un par de X nos da una hembra, y una X e Y juntas nos da un macho.

Dado que las hembras solo contienen X en sus óvulos, y los machos pueden aportar una X o Y en sus espermatozoides, el sexo es determinado por el padre y la probabilidad de producir un macho o una hembra es 50/50.

Este sistema ha funcionado bien para los mamíferos, pero a lo largo del árbol de la vida, podemos ver otros sistemas que han funcionado igual de bien para otros animales.

Existen otros grupos de animales que también tienen el sexo determinado genéticamente, pero sus sistemas pueden ser muy diferentes de los nuestros.

Las aves y algunos reptiles tienen el sexo determinado por los genes, pero en lugar de ser el padre el que decide el sexo, es la madre quien lo hace.

En esos grupos, un par de cromosomas sexuales Z producen un macho, así que estos machos sólo transmiten Z.

Sin embargo, en estos animales, un cromosoma Z y un W juntos, como pareja, producen una hembra.

La probabilidad de un macho o una hembra sigue siendo 50/50, solo depende de si la madre pone una Z o W a su huevo.

Algunos grupos han tomado la determinación genética del sexo en direcciones completamente diferentes.

Las hormigas, por ejemplo, tienen uno de los métodos más interesantes para la determinación del sexo, y por esto, si eres una hormiga macho, no tienes papá.

En una colonia de hormigas, hay divisiones drásticas del trabajo.

Hay soldados que defienden la colonia, hay obreras que recogen la comida, limpian el nido y cuidan a los jóvenes, y hay una reina y un pequeño grupo de machos reproductores.

Ahora, la reina se aparea y luego almacena el esperma de los machos.

Y aquí es donde el sistema se pone realmente interesante.

Si la reina utiliza el esperma almacenado para fertilizar un huevo, entonces ese huevo crecerá para convertirse en hembra.

Sin embargo, si pone un huevo sin fertilizarlo, entonces ese huevo seguirá creciendo hasta ser una hormiga, pero siempre será un macho.

Como puedes ver, es imposible que las hormigas machos tengan papá.

Y las hormigas machos viven su vida así, con una única copia de cada gen, parecido a un gameto ambulante.

Este sistema se denomina haplodiploidía, y no sólo lo vemos en las hormigas, sino también en otros insectos altamente sociales como las abejas y las avispas.

Ya que nuestro sexo está determinado por los genes, y sabemos de otros animales que tienen el sexo determinado por los genes, es fácil suponer que para todos los animales el sexo de sus crías es decidido por la genética.

Sin embargo, en algunos animales, la cuestión de si será macho o hembra no tiene nada que ver con los genes, y puede depender de algo como el clima.

Son animales como los cocodrilos y la mayoría de las tortugas.

En ellos, el sexo de un embrión de un huevo en desarrollo está condicionado por la temperatura.

En estas especies, el sexo de la cría no se determina cuando se pone el huevo, permanece indeterminado hasta que alcanza un momento crítico en el período de desarrollo general.

Y en este momento, el sexo es completamente determinado por la temperatura del nido.

En las tortugas pintadas, por ejemplo, altas temperaturas que sobrepasen la temperatura crítica producirán hembras dentro del huevo, y temperaturas bajas producirán machos.

No estoy realmente seguro a quién se le ocurrió esto, pero puedes recordar que cuando de tortugas pintadas se trata, todas son chicas ardientes y chicos fríos.

Para algunos peces tropicales, la cuestión de si será macho o hembra se resuelve incluso más tarde en la vida.

En los peces payasos, todos comienzan su vida como machos.

Sin embargo, a medida que maduran, se convierten en hembras.

También pasan sus vidas en pequeños grupos con una estricta jerarquía, donde solo el macho y la hembra más dominantes se reproducen.

Y, sorprendentemente, si la hembra dominante del grupo muere, entonces el macho más grande y dominante se convierte rápidamente en hembra y toma su lugar, y todos los demás machos suben un rango en la jerarquía.

En otro animal marino muy diferente, el gusano Bonellia viridis, el sexo de las larvas se determina por un aspecto completamente diferente del medio ambiente.

Para esta especie, es simplemente cuestión de azar, de donde caiga la larva en el fondo del mar.

Si la larva cae en el fondo marino, entonces se convertirá en hembra.

Pero si cae sobre una hembra, entonces se convertirá en macho.

Así que para algunas especies, la cuestión de macho o hembra es respondida por la genética.

Para otras, es respondida por el medio ambiente.

Y a otras ni siquiera les importa la cuestión.

Tomemos los lagartos de cola látigo, por ejemplo.

Para esos lagartos del desierto, la respuesta es fácil.

Es hembra.

Es siempre una hembra.

Es una especie casi toda femenina, y aunque todavía es ovípara, sus huevos eclosionan en sus clones femeninos.

Entonces ¿será hembra o macho? A lo largo de todo el reino animal, eso realmente depende del sistema de determinación del sexo.

Para los seres humanos, el sistema genético es XY.

Y en el caso de mi mujer y yo, descubrimos que va a ser un niño.

https://www.ted.com/talks/aaron_reedy_sex_determination_more_complicated_than_you_thought/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *