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La diferencia entre el condicionamiento clásico y operante Peggy Andover – Charla TED-Ed

Charla «La diferencia entre el condicionamiento clásico y operante Peggy Andover» de TED-Ed en español.

Vea la lección completa en: http://ed.ted.com/lessons/the-difference-between-classical-and-operant-conditioning-peggy-andover

¿Por qué los humanos reaccionan al estímulo con ciertos comportamientos? ¿Pueden los comportamientos cambiar en respuesta a consecuencias? Peggy Andover explica cómo el cerebro puede asociar estímulos sin relación con respuestas, probadas en los famosos experimentos de 1890 de Ivan Pavlov y cómo el reforzamiento y el castigo pueden ocasionar cambios de comportamiento.

Lección de Peggy Andover, animación de Alan Foreman.

  • Autor/a de la charla: Peggy Andover
  • Fecha de grabación: 2013-03-07
  • Fecha de publicación: 2019-01-31
  • Duración de «La diferencia entre el condicionamiento clásico y operante Peggy Andover»: 242 segundos

 

Traducción de «La diferencia entre el condicionamiento clásico y operante Peggy Andover» en español.

Cuando pensamos en aprender, a menudo imaginamos estudiantes en un aula o sala de clase libros abiertos sobre sus escritorios, escuchando atentamente al profesor delante del aula.

Pero en psicología, aprender significa algo más.

Para los psicólogos, aprender es un cambio del comportamiento a largo plazo basado en la experiencia.

Dos de los tipos principales de aprendizaje se llaman condicionamiento clásico y condicionamiento operante o instrumental.

Hablemos del primero, condicionamiento clásico.

Sobre el 1890, un psicólogo ruso de nombre Ivan Pavlov hizo algunos experimentos muy famosos con perros.

Mostraba comida a los perros y tocaba una campana simultáneamente.

Tras un tiempo los perros asociaban la campana con la comida.

Aprendían que cuando la campana sonaba, les darían comida.

Con el tiempo, con solo tocar la campana los perros salivaban.

Aprendieron a esperar la comida con el sonido de la campana.

Ves, bajo condiciones normales, ver y oler la comida hacia al perro salivar.

Decimos que la comida es un estímulo incondicional y que la salivación es la respuesta incondicional.

Nadie entrena a un perro a saliviar por un bistec.

Pero cuando emparejamos un estímulo incondicional con algo que previamente era neutral, como el repicar de una campana, el estímulo neutral se convierte en uno solo condicionado.

Así se descubrió el condicionamiento clásico.

Vemos lo que sucede con animales, ¿pero cómo es en los humanos? Es exactamente igual.

Digamos que un día vas al médico a inyectarte.

La médica dice, «No te preocupes, no te dolerá nada», y luego te pone la inyección más dolorosa que hayas recibido.

Unas semanas después vas al dentista para una revisión.

Mete el espejo en tu boca para examinar tus dientes, y dice, «No te preocupes, no te dolerá nada».

Aun cuando sabes que el espejo no duele, saltas de la silla y huyes gritando del consultorio.

Cuando fuiste a inyectarte, las palabras, «Esto no te dolerá nada», se convirtieron en un estímulo condicionado al relacionar con el dolor de la inyección, el estímulo incondicional, seguido de tu respuesta condicionada de salir huyendo del lugar.

Condicionamiento clásico en acción.

El condicionamiento operante explica cómo las consecuencias conducen a cambios voluntarios del comportamiento.

¿Cómo funciona el condicionamiento operante? Hay dos componentes principales en el condicionamiento operante: reforzamiento y castigo.

Los reforzadores harán más probable que repitas algo y los castigadores que lo hagas menos.

Reforzamiento y castigo pueden ser positivos o negativos, pero esto no implica bueno o malo.

Positivo significa la suma de un estímulo, como que te den postre después de acabarte tus verduras, y negativo significa la eliminación de un estímulo, como que no te den trabajo en casa porque pasaste bien un examen.

Veamos un ejemplo de condicionamiento operante.

Después de cenar con tu familia, limpias la mesa y lavas la vajilla.

Cuando terminas, tu mamá te da un gran abrazo y dice, «Gracias por ayudarme».

En esta situación, la respuesta de tu mamá es reforzamiento y hace más probable que repitas la respuesta operante, que es limpiar la mesa y lavar la vajilla.

El condicionamiento operante está por doquier en nuestras vidas cotidianas.

No hay mucho que hagamos que no esté influido en cierto modo por el condicionamiento operante.

Incluso vemos condicionamiento operante en algunas situaciones extraordinarias.

Un grupo de científicos mostró el poder del conocimiento operante enseñando a palomas a ser conocedoras de arte.

Usando alimento como un reforzador positivo, los científicos habían enseñado a palomas a seleccionar pinturas de Monet sobre las de Picasso.

Cuando les mostraron trabajos de otros artistas, los científicos observaron estímulo generalizado de las palomas en elegir a los impresionistas sobre los cubistas.

Quizá la próxima vez condicionen a las palomas a pintar sus propias obras maestras.

https://www.ted.com/talks/peggy_andover_the_difference_between_classical_and_operant_conditioning/

 

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