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La energía no es magia, solo estamos desconectados – Charla TEDxMileHighWomen

Charla «La energía no es magia, solo estamos desconectados» de TEDxMileHighWomen en español.

En el siglo XXI, nuestra relación con la energía es como la magia: accionamos un interruptor y la luz se enciende. Pero nos enfrentamos a grandes desafíos energéticos, como el cambio climático. ¿Cómo podemos empezar a abordarlos si hemos perdido el contacto? La periodista Jordan Wirfs-Brock está aquí para reavivar la llama.

Una apasionada narradora de historias que ama encontrar formas elegantes de comunicar problemas complejos, Jordan encuentra narrativas donde otros solo pueden ver el caos. A lo largo de su carrera, como reportera de Inside Energy, Jordan ha cubierto todo, desde fugas de gas hasta basura y productos lácteos. Ella pasa su tiempo libre elaborando cerveza y participando en ultramaratones.

Esta charla se dio en un evento TEDx utilizando el formato de conferencia TED, pero organizada de forma independiente por una comunidad local. Obtenga más información en http://ted.com/tedx

  • Autor/a de la charla: Jordan Wirfs-Brock
  • Fecha de grabación: 2016-10-28
  • Fecha de publicación: 2018-12-06
  • Duración de «La energía no es magia, solo estamos desconectados»: 859 segundos

 

Traducción de «La energía no es magia, solo estamos desconectados» en español.

Soy periodista en energía y una autoproclamada nerd en energía, pero hoy si les interesa, me gustaría probar una nueva carrera, y Uds.

serán mis conejillos de indias.

Tomaré el papel de consejera de relaciones.

Bien, bien.

Hablo de nuestra relación con la energía, con la electricidad, gasolina, turbinas de viento, todo eso.

O más bien, para la mayoría de nosotros, de la falta de relación.

Nosotros y la energía no hablamos.

Estamos desconectados, distanciados.

Aquí hay un ejemplo: Cuando empecé a cubrir la energía, le pregunté a un montón de amigos qué preguntas tenían.

Uno de mis mejores amigos, un profesor de física muy listo, preguntó: «

¿Aún seguimos quemando carbón?

«.

Y yo pensé: «Eh,

¿todavía quemamos carbón?

«.

Aquí estábamos, un doctor en física y una periodista de la energía con un grado de ingeniería, perplejos.

Porque esta es la cuestión, «

¿aún seguimos quemando carbón?

» es una pregunta muy razonable.

Es tan fácil pasar por la vida usando energía cada día, cada momento, no sabiendo nada sobre ello.

La energía hace posible todo lo que hacemos, y, aun así, la tratamos como algo insignificante.

Porque nosotros y la energía, en realidad, no hablamos, nos avergonzamos incluso a hacer preguntas como: «

¿Aún seguimos quemando carbón?

«.

Y en caso de que sean curiosos: sí lo hacemos y mucho.

Como periodista, tengo esta increíble licencia para hacer preguntas, pero básicas.

Pasé casi tres años haciendo preguntas a todos desde ingenieros de red eléctrica hasta economistas energéticos.

¿Qué he aprendido?

El problema es que muchos de nosotros no nos entendemos con la energía.

No les tengo que recordar que estamos afrontando retos energéticos importantes, no los podemos resolver si tratamos a la energía como algo insignificante.

Pero hay buenas noticias.

Las herramientas que necesitamos para reavivar la relación ya están aquí.

Para comenzar nuestra sesión de terapia, retrocedamos y averigüemos cómo terminamos con este distanciamiento energético, esta ruptura de la comunicación.

¿Qué es la energía?

Es un buen lugar para comenzar.

La definición física en cinco palabras: Energía es la capacidad para trabajar.

Que significa que cualquier cosa que tenga que moverse o cambiar, es la energía la que lo hace posible.

Viene en muchas formas.

Enfriar una cerveza en su refrigerador, eso requiere energía.

La cerveza misma, energía también, calorías.

Mientras toman la cerveza, piensan en que harán en Halloween, las neuronas se están moviendo en su cerebro usando energía.

Haciendo ese lindo disfraz de Oompa Loompa.


(Risas)
Más energía.

Sí, esa soy yo.


(Risas)
No, esto es importante: podemos mover la energía, cambiarla de una forma a otra, como cuando quemamos carbón para hacer electricidad, pero nunca podemos crearla o destruirla.

Avances pendientes en los viajes espaciales, lo que hay en la Tierra y lo que proviene del Sol, es todo lo que tenemos.

Siguiendo con la historia de la relación, la versión de montaje de la película.

Pasemos a los seres humanos preagrícolas, hace 50 000 años o más, tomamos energía como alimento, plantas y animales, la usamos haciendo cosas: cortando madera, yendo a caminar.

Nosotros los seres humanos éramos nuestro propio complejo industrial.

Una planta de energía, fábrica, supercomputadora, todo en un cuerpo.

Nuestro uso de energía era limitado por la cantidad que podríamos comer y cuánto nos podríamos mover: unos miles de calorías al día.

Luego, un gran avance: domesticamos a los animales, utilizándolos como baterías, sobre todo para almacenar energía para nosotros.

Ahora, estamos dominando la energía fuera de nuestros cuerpos.

Luego la rueda de agua, molino de viento, inventamos la máquina de vapor, quemamos carbón, y en 1900 no hace mucho tiempo, estamos aquí, utilizando 12 000 calorías al día por persona.

Luego construimos la nueva red eléctrica, la máquina más grande del mundo, hallamos la energía nuclear, tenemos la capacidad de mandar a los seres humanos a la Luna, finalmente, la revolución digital, esos servidores gigantes de datos en el desierto y boom: aquí estamos en 2016, donde cada norteamericano usa el equivalente a 208 000 calorías al día.

En serio.

Es como si cada uno tuviera un batallón de 100 personas a nuestra disposición.

Está en el orden de la energía de un rayo.

¡Somos Zeus! Y muchos de esos cambios, pasaron en poco más de un siglo.

Mientras nos convertimos en Zeus,

¿cómo cambió nuestra relación?

Les puedo contar exactamente como se vivía en la era pre-Zeus.

No, no viajo en el tiempo, pero corro ultramaratones.

El mes pasado, ¡sí! Corrí una carrera de cien millas en las montañas de Idaho, de arriba para abajo, sobre pedregales, a través del lodo.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
(Ovación) Por casi 29 horas, quemando casi 15 000 calorías, Durante ese calvario, la energía y yo estábamos superunidos.

Tuve mi ingesta calórica planeada al minuto, siempre veía como estaba.

Come este gel ahora, reduce el ritmo, toma más agua, ve por esa colina, no, no tan rápido, te estás hinchando, ¡oh! ¡Ahí viene el vómito!
(Risas)
Solo puedes forzar un poco a una planta de energía humana antes de que falle.

Para evitar que eso pase, tuve que conectarme íntimamente con mi energía.

Me imagino que tal vez eso era ser un ser humano, hace cientos de años.

Al dispararse nuestro uso energético, crecimos menos conscientes de ello.

Dejamos de preguntar cómo iba todo, empezamos a confiar ciegamente en nuestra energía.

Pasamos de usar cosas que podíamos ver y tocar, a usar máquinas que funcionan a cientos de kilómetros de distancia.

Digamos que quieren una malteada de banano y manteca de maní, encienden la licuadora.

La licuadora se conecta a un enchufe, la subestación de la calle, las líneas de transmisión; es una cadena ininterrumpida que va de regreso a una central eléctrica.

Cuando Uds.

empiezan a licuar, un generador en esa central eléctrica gira ligeramente más rápido o más lento para satisfacerlos.

¡En serio! Pero, no ven eso,

¿verdad?

Solo ven la malteada.

Ese sistema invisible es como magia.

Confían en que funciona.

Durante el siglo pasado, dejamos atrás la conciencia instintiva de la energía, comenzamos a confiar ciegamente en nuestra energía.

Mientras lo hicimos, dimos esa relación por hecho.

Así es cómo la energía se convirtió en nuestra pareja insignificante.

Así que, las implicaciones…

Mientras crecemos creyendo menos en nuestros sistemas de energía, también crecemos para depender más de ellos.

Esa dependencia solo se muestra cuando no hay energía, cuando se apaga la electricidad y te encuentras comiendo una lata fría de frijoles para la cena.

Aquí está lo peligroso: no solo que nuestro apetito por la energía ha crecido, sino que la mayoría de nosotros no se da cuenta cuánto ha crecido, o de lo que incluso son nuestros apetitos de energía, para que cuando necesitamos abordar retos involucrando nuestra energía, estamos tan desconectados, no tenemos idea por dónde empezar.

Cuando corrí esa carrera de cien millas, tuve algunas complicaciones de energía.

¿Recuerdan el vómito?

Pero, pude manejarlas, ya que estaba conectada a mi energía.

En cualquier relación, los problemas aparecerán.

Con la energía, incluyen cambios climáticos, la economía, la geopolítica, la pobreza energética.

El meollo de una buena relación es poder enfrentar los problemas, juntos.

Pero al tratarse de nuestra energía,

¿cómo podemos confrontar problemas si ni siquiera hablamos?

Hay muchos tipos de arreglos tecnológicos allá afuera, pero serán inútiles si no podemos cambiar la relación.

Relájense, respiren.

No los voy a dejarlos en tristeza.

Como consejera de relaciones energéticas, tengo algunos consejos prácticos, pero como dije, este es un nuevo papel para mí, así que consulte la guía ilustrada de WikiHow sobre cómo arreglar una relación en cuatro fáciles pasos.

Eso existe,

¿no?

Bien.

Paso uno: entender el problema.

Bueno, solo al estar aquí, hicieron un gran comienzo.

Con la energía, un problema clave es que crecimos acostumbrados a tener un compañero fabuloso y confiable, un compañero que damos por sentado, dejamos de ver cómo va la relación.

Lo que nos lleva al segundo paso: aprender a discutir mejor.


(Risas)
No hay necesidad de ocultar esas preguntas sobre energía.

Está bien preguntar: «

¿Aún seguimos quemando carbón?

» o «

¿Puedo poner una turbina de viento sobre mi casa?

«.

Pueden practicar algunas habilidades de escucha también.

Tal vez el siguiente mes, lean la factura de energía eléctrica, la que tienen en débito automático.


(Risas)
Está bien, yo también lo hago.

La comunicación tiene dos lados, y esa mala comunicación a la que nos acostumbramos, en realidad, no es su culpa.

Hasta hace poco, era casi imposible tener una verdadera discusión con su energía incluso en su propia casa.

Las empresas de servicios rastrean la electricidad de una planta a su casa, pero su casa es una caja negra en sí.

No hay una lista detallada en esa cuenta que reciben, de cuánto va a su computadora, sus luces, o ¡poof!, se disipó como calor perdido,

¿quién sabe?

Eso está cambiando.

Avances como los medidores inteligentes y aparatos inteligentes, nos permiten dar un vistazo dentro de esa caja negra.

Pero la información sola no reparará nuestra relación rota, así que el paso tres: tienen que reconectarse.

Las cosas como tomarse las manos y verse a los ojos, pueden recorrer un largo camino para reavivar la llama.

Seamos honestos, la energía no es la única relación en nuestras vidas así que esas formas de reconectarse deben ser sencillas, no se pueden agregar a nuestra sobrecargada información.

Aquí hay algo gracioso que he estado intentando: regresando a las 208 000 calorías al día que consumimos, escojan una actividad, como ver la temporada completa de Orange is the New Black.

Ahora piensen, si tuvieran que comer esa cantidad de calorías que coincide con la energía que usa mi TV, sería un rico gran pedazo de pastel de chocolate, y eso sin contar esos servidores de datos en el desierto.

Por lo tanto, no necesitan la tecnología avanzada para reconectarse, solo necesitan una mente abierta y creativa.

Pónganse sus lentes de energía y empiecen a ver esas conexiones que están en el mundo, eso cambiará su relación.

Hemos entendido el problema, lo estamos discutiendo mejor, estamos practicando esa conexión.

Estamos listos para el paso cuatro: averiguar cómo avanzar.

Estoy muy emocionada por el futuro.

Nuestra relación con la energía cambia a nivel personal y a nivel social también.

La red del siglo XX fue diseñada para ser mágica e invisible, para mantener la energía a distancia.

Pero las innovaciones que se dan ahora nos pueden traer de vuelta a la relación.

Las cosas como los precios de electricidad que cambian dinámicamente, la capacidad de generar y almacenar energía en la propia casa, datos detallados de nuestro comportamiento energético, estas cosas pueden reducir drásticamente nuestro uso energético y los costos, pero hacerlo bien requiere que todos nosotros tomemos un rol más activo en nuestra relación.

No tienen que ser como yo, correr una carrera de cien millas y estar obsesionados constantemente sobre su energía.

Pero pueden ver cómo están de vez en cuando.

Porque cuando tratamos la energía como la pareja ideal, un verdadero socio, en lugar de ver los problemas de energía, podemos ver las soluciones de energía.

¡Gracias!
(Aplausos)
¡Gracias!

https://www.ted.com/talks/jordan_wirfs_brock_the_four_things_you_need_to_know_about_the_energy_you_use/

 

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