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La historia de la primera superheroína ‘queer’ y latina de Marvel – Charla TED Salon: Radical Craft

Charla «La historia de la primera superheroína ‘queer’ y latina de Marvel» de TED Salon: Radical Craft en español.

Para la «América Chávez» de Marvel, Gabby Rivera escribió un nuevo tipo de superheroína… una que puede abrir a golpes portales a otras dimensiones pero que también tiene un aspecto dulce, ridículo y tierno. En una charla graciosa y personal, Rivera nos cuenta cómo su propia niñez en el Bronx como puertorriqueña ‘queer’ inspiró esta nueva narrativa, y nos muestra imágenes del cómic que nos revela lo que ocurre cuando una superheroína acepta su humanidad. Tal como Gabby nos dice: «Ese mito de que tienes que enfrentarlo sola y tienes que ser fuerte no funciona».

  • Autor/a de la charla: Gabby Rivera
  • Fecha de grabación: 2018-11-08
  • Fecha de publicación: 2018-11-29
  • Duración de «La historia de la primera superheroína ‘queer’ y latina de Marvel»: 676 segundos

 

Traducción de «La historia de la primera superheroína ‘queer’ y latina de Marvel» en español.

En ningún momento pensé que las superheroínas serían algo tan importante en mi vida.

De niña las miraba y eran todo lo que yo no era.

Tenían grandes músculos, eran atractivas como supermodelos y poseían poderes cósmicos fenomenales.

¿Y yo?

Yo era así, solo que más pequeña y con el cabello más rizado y nunca me sentí poderosa.

Siempre fui una gran masa de energía dócil y nerviosa, y entre los superhéroes, que eran como los chicos malos de la escuela, no había sitio para mí.

Así que me mantenía al margen.

Además,

¿quién necesita superhéroes cuando vives rodeada de mujeres puertorriqueñas del Bronx?


(Risas)
Mis tías eran policías y paramédicas, mis abuelas eras costureras y vendían bisutería en la calle, y mi madre obtuvo una maestría en educación y fue maestra de kínder en las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York por más de 30 años.

Así que yo me sentaba a la mesa a comer con superheroínas.

No sé qué tanto Uds.

conocen a las mujeres puertorriqueñas del Bronx, pero también somos unas de las mejores narradoras del mundo.

Me sentaba a la mesa del comedor de mi abuela y escuchaba a las mujeres de mi familia sobre sus vidas llenas de aventuras peligrosas y salvajes en el Bronx.

Y quería ser como ellas, aunque no era tan fuerte.

Así que casi siempre solo escuchaba y lo absorbía todo, y me vi atraída por las partes más tiernas de sus historias, y las anotaba.

Lo gracioso, lo ridículo, lo tierno…

eso fue lo que me llevó a contar historias, tanto es así que escribí una novela juvenil titulada «Juliet Takes a Breath» [Julieta se toma un respiro], sobre una chica puertorriqueña regordeta y ‘queer’ del Bronx que explora su sexualidad, su familia y su identidad.

Gracias a la popularidad de Juliet, Marvel Comics we contactó para escribir una serie dedicada exclusivamente a la primera superheroína latina lesbiana, América Chávez.

¡Pues sí! (Vítores)
(Risas)
Oigan bien.

Creada por Joe Casey y Nick Dragotta para la miniserie «Venganza» de Marvel, América Chávez había sido parte del universo de Marvel por más de siete años.

Es dura, latina, y tiene tanta fuerza que puede abrir a golpe portales hacia otras dimensiones.


(Risas)
Genial,

¿cierto?


(Risas)
Y la gente estaba emocionada porque finalmente alguien con sus mismas características —’queer’ y latina— escribiría su historia.

Eso lo vi, pero al observar a América también noté a una joven latina tratando de sobrevivir.

Las madres de América se habían sacrificado por el universo cuando era niña y desde entonces estuvo sola.

Por eso tenía que ser fuerte.

Y el hecho de tener que ser fuerte me afectó profundamente.

Como les dije anteriormente, soy del Bronx, que es muy duro.

Es tan duro que ves monumentos para víctimas en las aceras y debes esquivar puestos policiales de camino al tren.

Cuando ocurre alguna desgracia, la gente dice: «Hay que seguir adelante, en la lucha.

No llores, no dejes que te afecte».

Y nunca vi a mi mamá, mis tías o mis abuelas tomarse un momento para descansar o darse un tiempo para a sí mismas.

¿Y su ternura?

Nunca salió de casa.

Así que eso fue lo primero que quise darle a América, eso que habría deseado darles a mis abuelas y a mis tías, y que trato de darle ahora a mi mamá: permiso para no ser fuerte.

Que está bien sentarse en silencio y emprender un viaje para descubrirte a ti misma, que el dolor te desmorone, que caigas y que necesites pedir ayuda, y eso está bien, porque ser vulnerables es bueno.

Claro que no llegué a toda esta idea de la compasión y la sanación de la nada, y cuando escribí la historia de América quise darle un espacio para ser humana, para equivocarse y descubrir su debilidad.

Así que tuvo que dejar su trabajo.

¿Saben a qué me refiero?

Tenía que darle un sabático de superheroína,
(Risas)
y lo primero que hice fue inscribirla en la Universidad Juez Sonia Sotomayor.


(Risas)

(Aplausos)
Porque

¿en qué otra parte se sentiría segura, representada y liberada sino en una universidad dedicada a la primera mujer puertorriqueña nominada a la Corte Suprema de EE.

UU.?

Y su primera clase fue «Los revolucionarios intergalácticos y tú» y América estaba tan emocionada que estaba lista para mostrar su poder: su habilidad para abrir portales a golpes;
(Risas)
pero inmediatamente le quité ese mecanismo de protección.

Limité sus poderes, la mudé a otro sitio, y sacudí su mundo porque eso es lo que ocurre en la universidad,
(Risas)
sobre todo si estás sola.

Pero no quise que América estuviera sola por mucho tiempo, así que gracias a una tarea que le salió mal, termina en un campo de batalla con los X-Men.


(Risas)
Porque cuando yo estaba en la universidad, mi mentor fue el reverendo Kelly Brown Douglas, y allí supe que América Chávez también necesitaría uno.

¿Y quién podría ser un mejor mentor para América Chávez que Tormenta, la primera superheroína negra y uno de los miembros más poderosos de los X-Men?

Nadie, solo ella.


(Risas)
Tormenta le enseña a América a calmar su mente dentro de un portal estelar, y cuando América lo logra, consigue abrir otras dimensiones, y en ese silencio puede escucharlo todo y a todos.

Nadie le había enseñado que el silencio y la reflexión profunda eran una forma de poder.

Al principio lo rechaza, pero con la motivación de Tormenta lo consigue, y América logra silenciar el mundo que la rodea, y se deja envolver por una profunda vulnerabilidad.

¡Hasta llega abraza a Tormenta! Genial.

Y eso fue gracias a mis mentores, que me quisieron lo suficiente para incentivarme a descubrirme a mí misma y a mis ancestros.

Cuando tienes 19 años,

¿cómo sabes siquiera lo que significa eso?

La historia de mi gente no la aprendí en la universidad.

La historia de mi gente la aprendí sentada en el regazo de mi abuela cuando sacaba el álbum de fotos y nombraba a todos los que estaban aquí y a los que se quedaron en la isla.

Así que a América Chávez, le tenía que llegar de sorpresa una abuela, aunque no una abuela cualquiera…

sino una abuela luchadora, grande y fuerte, una que la amara tanto que la llevara al Plano Ancestral donde América Chávez viera la historia de su gente proyectada en el cielo.

Y América llega a ver al Planeta Fuertona, el planeta donde nació su abuela, y ve cuando el planeta es invadido, y luego ve a su abuela y a su madre cuando huyen.

También ve la alegría que sintieron cuando un nuevo hogar las recibió con los brazos abiertos y les ofreció muchísimo cariño.

América vio que frente al dolor recibieron una gran compasión, junto a la gran fuerza de su familia.

Así que cada vez que pude, le dejé pequeñas notas de afecto para ella y para todos los otros jóvenes ‘queer’ de color que tratan de ser fabulosos.

Como cuando te sientes perdido, buscas dentro del pasado de tu familia y allí conseguirás las respuestas.

También recuerda que el no ser fuerte no te da derecho a aislarte, esconderte, callarte o acobardarte.

El no ser fuerte también nos empuja a ser responsables.

Como cuando América llega a la Segunda Guerra Mundial, y se encuentra frente a frente con Hitler y le da una golpiza de las buenas…


(Risas)
así como el Capitán América lo hizo en 1941, y quién diría que América Chávez continuaría combatiendo nazis en el 2018.


(Risas)

(Aplausos)

(Risas)
Y aun cuando ese acto justificado la afecta un poco, así que quise que se conectara con su mejor amiga para hablar de sus sentimientos, y juntas viajan por la carretera y a todo pulmón cantan «Just a Girl» de No Doubt .


(Risas)
Y cuando Midas, una empresa siniestra que toma el control de Sotomayor amenaza cerrar los portales y casi mata a América…

sus ancestros se conectan con ella porque saben que los necesita para sanar.

Y es ese cariño, esa sanación, lo que le da la energía para vencer a Midas y recuperarse.

Porque ese mito de que tienes que enfrentarlo sola y tienes que ser fuerte…

no funciona.

América Chávez es una verdadera supeheroína pero aun así necesita un equipo que la apoye para encontrarse a sí misma.

Y ella necesitaba de esa ternura, el tipo de ternura que está enraizada en la compasión, y está conectada con la justicia y la liberación.

Es en ese espacio donde la vulnerabilidad, la debilidad y la fuerza se encuentran donde logramos trascender y convertirnos en algo mucho mejor, algo majestuoso e incluso, algo súper.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/gabby_rivera_the_story_of_marvel_s_first_queer_latina_superhero/

 

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