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Charla «La psicología del trastorno del estrés postraumático» de TED-Ed en español.
Vea la lección completa en: https://ed.ted.com/lessons/the-psychology-of-post-traumatic-stress-disorder-joelle-maletis
Muchos de nosotros experimentaremos algún tipo de trauma durante nuestra vida. A veces, escapamos sin efectos a largo plazo. Pero para millones de personas, estas experiencias perduran, causando síntomas como reviviscencias, pesadillas y pensamientos negativos que interfieren con su día a día. Joelle Rabow Maletis detalla la ciencia detrás del trastorno del estrés postraumático o TEPT.
- Autor/a de la charla: Joelle R Maletis
- Fecha de grabación: 2018-06-25
- Fecha de publicación: 2018-06-25
- Duración de «La psicología del trastorno del estrés postraumático»: 310 segundos
Traducción de «La psicología del trastorno del estrés postraumático» en español.
Muchos de nosotros experimentaremos algún tipo de trauma en nuestra vida, A veces, escapamos sin efectos a largo plazo.
Pero para millones de nosotros, esas experiencias perduran, causando síntomas como reviviscencias, pesadillas, y pensamientos negativos que interfieren con nuestro día a día.
Este fenómeno se llama trastorno de estrés postraumático, o TEPT, y no es un fallo personal; más bien, es el mal funcionamiento tratable de mecanismos biológicos que nos permite hacer frente a experiencias peligrosas.
Para entender el TEPT, primero necesitamos comprender cómo el cerebro procesa un rango de experiencias penosas, como la muerte de un ser querido, violencia doméstica, lesión o enfermedad, abuso, violación, guerra, accidentes de tráfico y desastres naturales.
Estos eventos pueden causar sentimientos de peligro e impotencia, que activan el sistema de alarma cerebral, conocido como la respuesta de «lucha, escape o bloqueo».
Cuando la alarma suena, el hipotálamo, la pituitaria y sistemas suprarrenales, conocido como el eje HHA, trabajan juntos para enviar señales al sistema nervioso parasimpático.
Esta red comunica las glándulas suprarrenales y órganos internos que ayudan a regular funciones como el ritmo cardíaco la digestión y la respiración.
Estas señales empiezan una cascada química que inunda el cuerpo con varias hormonas de estrés diferentes, causando cambios psicológicos que preparan al cuerpo para defenderse.
Nuestro ritmo cardíaco se acelera la respiración se acelera y los músculos se tensan.
Incluso cuando acaba la crisis, los niveles elevados de hormonas de estrés pueden durar por días, que provocan sentimiento nerviosos, pesadillas y otros síntomas.
Para la mayoría, estas experiencias desaparecen en una o dos semanas mientras los niveles hormonales se estabilizan.
Pero un pequeño porcentaje de los que experimentan trauma tienen problemas persistentes que a veces desaparecen temporalmente para resurgir meses después.
No comprendemos por completo qué está pasando en nuestro cerebro pero una teoría es que la hormona del estrés, el cortisol, puede estar continuamente activando la respuesta «lucha, huida, bloqueo» reduciendo el funcionamiento general del cerebro dando lugar a síntomas negativos.
Estos síntomas a menudo se divide en 4 categorías: pensamientos intrusivos, como sueños o reviviscencias evitando recordatorios del trauma, pensamientos y sentimientos negativos, como el miedo, furia y culpa, y síntomas «reactivos» como irritabilidad y dificultad para dormir.
No todos tienen los mismos síntomas, o los experimenta en la misma medida o intensidad.
Cuando los problemas duran más de un mes, a menudo se diagnostica TEPT.
Los factores genéticos, el estrés abrumador continuo, y muchos factores de riesgo, como enfermedades mentales preexistentes, o la falta de soporte emocional, jugarán un rol importante determinante en aquel que experimentará TEPT.
Pero la causa subyacente sigue siendo un misterio médico.
Un gran desafío para sobrellevar el TEPT es sensibilidad a desencadenantes, estímulos físicos y emocionales que el cerebro asocia con el trauma original.
Estas pueden ser sensaciones cotidianas no peligrosas pero reacciones físicas y emocionales rápidas y peligrosas.
Por ejemplo, el olor de una fogata podría evocar la memoria de estar atrapado en una casa en llamas.
Para alguien con TEPT, la memoria activa la misma cascada neuroquímica como en el evento original.
Se despiertan los mismos sentimientos de miedo e impotencia como si experimentásemos el trauma otra vez.
Intentar evitar los desencadenantes, a veces impredecibles, pueden llevar al aislamiento.
Eso puede dejar a la gente sintiéndose invalidado, ignorada, o incomprendida, como si el botón vital de pausa hubiera sido apretado mientras el resto del mundo continúa a su alrededor.
Pero hay opciones.
Si crees que puedes sufrir TEPT, el primer paso es una evaluación con un profesional de salud mental que pueda dirigirte hacia los muchos recursos disponibles.
La psicoterapia puede ser muy efectiva para el TEPT, ayudando a los pacientes a comprender estos desencadenantes.
Ciertos medicamentos pueden hacer los síntomas manejables como prácticas de autoayuda, como meditación y ejercicio regular.
¿Has notado los síntomas del TEPT en un amigo o familiar? Conciencia social, aceptación y empatía son claves para la recuperación.
Déjalos saber que crees en su importancia o en lo que experimentan y no los culpes por sus reacciones.
Si están abiertos a ello, anímalos a buscar evaluación y tratamiento.
El TEPT ha sido llamado «la herida escondida» porque no conlleva signos físicos externos.
Pero incluso si se trata de un trastorno invisible, no tiene que ser silencioso.
https://www.ted.com/talks/joelle_rabow_maletis_the_psychology_of_post_traumatic_stress_disorder/