Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » La razón sorpresiva por la que nuestros músculos se cansan – Christian Moro – Charla TED-Ed

La razón sorpresiva por la que nuestros músculos se cansan – Christian Moro – Charla TED-Ed

Charla «La razón sorpresiva por la que nuestros músculos se cansan – Christian Moro» de TED-Ed en español.

Ver la lección completa en: https://ed.ted.com/lessons/the-surprising-reason-our-muscles-get-tired-christian-moro

Estás levantando pesas. La primera vez se siente fácil, pero cada levantamiento requiere más y más esfuerzo, hasta que no puedes continuar. Dentro de tus brazos, los músculos responsables del levantamiento ya no pueden contraerse. ¿Qué ocurre? Christian Moro explica exactamente cómo operan nuestros músculos, y que es lo que causa que se fatiguen.

Una lección de Christian Moro, dirigida por Nichola Lazgo.

  • Autor/a de la charla: Christian Moro
  • Fecha de grabación: 2019-04-18
  • Fecha de publicación: 2019-04-24
  • Duración de «La razón sorpresiva por la que nuestros músculos se cansan – Christian Moro»: 252 segundos

 

Traducción de «La razón sorpresiva por la que nuestros músculos se cansan – Christian Moro» en español.

Estás levantando pesas.

La primera vez se siente fácil, pero cada vez requiere más esfuerzo, hasta que no puedes continuar.

Dentro de los brazos, los músculos encargados del levantamiento ya no pueden contraerse.

¿Por qué se fatigan los músculos? A menudo culpamos al ácido láctico o a la falta de energía, pero esos factores por sí mismos no justifican la fatiga muscular.

Existe otro contribuyente importante: la capacidad del músculo para responder a las señales del cerebro.

Para entender el origen de la fatiga muscular, es bueno saber cómo se contrae un músculo en respuesta a una señal de un nervio.

Estas señales van desde el cerebro hasta los músculos en una fracción de segundo a través de unas células largas y delgadas llamadas neuronas motoras.

La neurona motora y la célula muscular están separadas por un espacio pequeño, y el intercambio de partículas a través de este espacio permite la contracción.

A un lado del espacio, la neurona motora contiene un neurotransmisor llamado acetilcolina.

Al otro lado, unas partículas cargadas, o iones, revisten la membrana de la célula muscular: potasio en el interior y sodio en el exterior.

En respuesta a una señal del cerebro, la neurona motora libera acetilcolina, y esto hace que se abran los poros de la membrana celular.

El sodio entra y el potasio sale.

Este flujo de partículas cargadas es crucial para la contracción muscular: el cambio en la carga crea una señal eléctrica llamada potencial de acción que se esparce a través de la célula muscular y estimula la liberación del calcio almacenado en ella.

Esta inundación de calcio causa la contracción del músculo ya que permite que las proteínas dentro de las fibras musculares se junten y se traben, tirando del músculo con fuerza.

La energía usada para la contracción proviene de una molécula llamada TFA.

La TFA también ayuda a bombear de vuelta a los iones a través de la membrana, restableciendo el equilibrio de sodio y potasio en cada lado.

Todo este proceso se repite cada vez que se contrae un músculo.

Con cada contracción, la energía en forma de TFA se agota, se generan productos de desecho como el ácido láctico y algunos iones se alejan de la membrana de la célula muscular dejando atrás un grupo cada vez más pequeño.

Aunque las células musculares reducen la TFA al contraerse repetidas veces, siempre están produciendo más, por ende, la mayoría del tiempo, incluso los músculos más fatigados, no terminan de agotar esta fuente de energía.

Y aunque muchos productos de desecho son ácidos, los músculos fatigados aún mantienen el pH dentro de los límites normales, lo que indica que el tejido elimina efectivamente estos desechos.

Pero al final, durante el transcurso de contracciones repetidas, quizá no haya concentraciones suficientes de iones de potasio, sodio o calcio disponibles inmediatamente cerca de la membrana celular para reiniciar el sistema de manera adecuada.

Así que, aunque el cerebro envíe una señal, la célula no puede generar el potencial de acción necesario para contraerse.

Aun cuando los iones como el sodio, potasio o calcio están agotados dentro o alrededor de la célula, abundan en todas partes del cuerpo.

En poco tiempo, volverán a las zonas donde se necesitan, a veces con la ayuda de las bombas activas de sodio y potasio.

Así que, si paras y descansas, la fatiga muscular desaparecerá cuando el músculo se reabastezca de esos iones.

Cuanto más ejercites de forma regular, más tardará en establecerse la fatiga muscular.

Esto se debe a que cuánto más fuerte seas, menos veces debe repetirse este ciclo de señales nerviosas desde el cerebro hacia la contracción del músculo para levantar una cierta cantidad de peso.

Menos ciclos significa menos agotamiento de los iones.

Entonces, al mejorar tu estado físico, puedes ejercitar durante más tiempo con la misma intensidad.

Muchos músculos crecen con el ejercicio, y los músculos más grandes tienen mayores reservas de TFA y una mayor capacidad para eliminar los desechos, lo que aleja a la fatiga aún más en el futuro.

https://www.ted.com/talks/christian_moro_the_surprising_reason_our_muscles_get_tired/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *