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La verdadera razón por la que el empleo manufacturero está desapareciendo – Charla TED@UPS

Charla «La verdadera razón por la que el empleo manufacturero está desapareciendo» de TED@UPS en español.

Hemos escuchado una gran cantidad de retórica que sugiere que países como los Estados Unidos están perdiendo empleos de fabricación bien pagados hacia mercados de bajo costo como los de China, México y Vietnam y que el proteccionismo es la mejor manera de avanzar. Pero esos empleos no han desaparecido por las razones que pudieras pensar, dice el especialista en fronteras y logística Augie Picado. Él nos da una visión realista del comercio global, y cómo la producción compartida y las fronteras abiertas nos ayudan a hacer productos de mayor calidad a menor costo.

  • Autor/a de la charla: Augie Picado
  • Fecha de grabación: 2017-07-20
  • Fecha de publicación: 2017-09-14
  • Duración de «La verdadera razón por la que el empleo manufacturero está desapareciendo»: 722 segundos

 

Traducción de «La verdadera razón por la que el empleo manufacturero está desapareciendo» en español.

Cuando alguien menciona Cuba,

¿en qué piensa?

¿Autos clásicos?

¿Unos buenos puros, quizá?

Quizá en un jugador de béisbol famoso.

¿Y cuándo alguien menciona Corea del Norte?

Piensa en estas pruebas de misiles quizás en su célebre líder o en su buen amigo, Dennis Rodman.


(Risas)
Algo que probablemente no les pase por la cabeza es la visión de un país, una economía libre, donde sus ciudadanos tienen acceso a un gran número de productos económicos.

No estoy aquí para discutir cómo estos países llegaron hasta aquí.

Simplemente quiero utilizarlos como ejemplos de país y de ciudadanos que han sido afectados, negativamente afectados, por una política que restringe las importaciones y protege la industria local.

Hace poco hemos escuchado a cierto número de países hablar sobre restringir las importaciones y proteger su industria local y nacional.

Esto puede ser un buen titular, pero en realidad es proteccionismo.

Se ha hablado mucho de esto en la campaña presidencial de 2016.

Lo hemos oído durante los debates del brexit y más recientemente en las elecciones francesas.

De hecho, ha sido un tema realmente importante del que se ha hablado en todo el mundo, y muchos aspirantes a líderes políticos ven al proteccionismo como algo bueno.

Puedo entender por qué creen que el proteccionismo es bueno, porque a veces parece que el comercio es injusto.

Algunos han culpado al comercio de algunos de los problemas que tenemos aquí en los EE.UU.

Durante años se ha hablado de la pérdida de empleos de fabricación bien pagados en EUA.

Muchos piensan que la fabricación está en declive en los EUA porque las empresas están llevando sus operaciones fuera del país a mercados con mano de obra más barata como China, México y Vietnam.

También piensan que a veces los acuerdos de comercio no son justos, como TLCAN (NAFTA) y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación económica, porque estos acuerdos permiten a las empresas reimportar esos artículos producidos a bajo precio en los EUA y en otros países donde se perdieron puestos de trabajo.

Parece como si los exportadores ganasen y los importadores perdiesen.

Pero la realidad es que la producción en el sector manufacturero estadounidense está creciendo, pero estamos perdiendo empleos.

Estamos perdiendo muchos.

De hecho, de 2000 a 2010, se perdieron 5.7 millones de empleos de fabricación.

Pero no se pierden por las razones que Uds.

puedan pensar Mike Johnson en Toledo, Ohio no perdió su trabajo en la fábrica en favor de Miguel Sánchez en Monterrey, México.

No.

Mike perdió su trabajo por una máquina.

87% de los empleos de fabricación perdidos han sido eliminados porque hemos hecho mejoras en nuestra productividad mediante la automatización.

Quiere decir que uno de cada 10 empleos perdidos fue debido a la deslocalización.

Esto no ocurre solo en los EE.UU.

No.

De hecho, la automatización se está llevando a cada cadena de montaje en todos los países del mundo.

Pero miren, lo entiendo: Si pierde su empleo y lee en el periódico que tu antigua empresa acaba de firmar un acuerdo con China es fácil creer que has sido sustituido en un uno contra uno.

Cuando escucho estas historias, creo que la gente imagina es que el comercio solo ocurre entre dos países.

Los productores en un país producen productos y los exportan a consumidores en otros países, y parece como si los países productores ganasen y los países importadores perdiesen.

La realidad es algo diferente.

Soy experto en cadenas de suministros y vivo y trabajo en México.

Trabajo en medio de una red de productores altamente conectada en la que todos colaboran de forma global para producir muchos de los productos que utilizamos hoy.

Lo que veo desde mi asiento en primera fila de Ciudad de México en realidad se parece más a esto.

Esta es una representación más precisa de cómo es realmente el comercio.

He tenido la suerte de poder ver cuántos productos diferentes se producen, desde palos de golf hasta ordenadores portátiles servidores de internet, automóviles e incluso aviones.

Y creanme, nada de ello ocurre en una producción lineal.

Les pondré un ejemplo.

Hace unos meses estaba visitando la planta de fabricación de una multinacional aeroespacial en Querétaro, México, y el vicepresidente de logística señaló un conjunto de cola terminado.

Resulta que estos conjuntos se ensamblan a partir de paneles que se manufacturan en Francia, y se ensamblan en México utilizando componentes importados de los Estados Unidos.

Cuando se terminan los conjuntos de cola, se exportan en camión a Canadá a la planta principal de montaje donde se unen con otras miles de partes, como las alas y los asientos y las pequeñas persianas sobre las pequeñas ventanas, todo para formar parte de un nuevo avión.

Piénsenlo.

Estos nuevos aviones, antes incluso de tomar su primer vuelo, tienen más sellos en sus pasaportes que Angelina Jolie.

Esta estrategia de producción sucede en todo el mundo para manufacturar muchos de los productos que utilizamos a diario, de cremas para la piel a aviones.

Cuando vayan a casa esta noche, miren en su casa.

Podrían sorprenderse al encontrar una etiqueta como esta: «Hecho en EE.UU.

con piezas de EAU y del extranjero.» El economista Michael Porter describió mejor lo que ocurre aquí.

Hace muchas décadas, dijo que para un país es más beneficioso centrarse en producir los productos que puede producir de forma más eficiente y comerciar con el resto.

De lo que habla es de la producción compartida, y la eficiencia es la norma.

Probablemente hayan visto ejemplos en casa o en el trabajo.

Tomemos un ejemplo.

Piensen en cómo se hizo su casa o cómo se renovó su cocina.

Por lo general hay un jefe de obra que es responsable de coordinar las actividades del resto de proveedores: el arquitecto que dibuja los planos, una constructora que cave los cimientos, un fontanero, un carpintero y así sucesivamente.

¿Y por qué el jefe de obra no elige una única empresa para hacer toda la obra?

Por ejemplo, el arquitecto.

Porque es ridículo.

El jefe de obra selecciona expertos porque lleva años aprender y dominar cada una de las tareas necesarias para hacer una casa o renovar una cocina, algunas necesitan formación especializada.

Piense en ello:

¿Querría que su arquitecto instalase su inodoro?

Por supuesto que no.

Apliquemos este proceso al mundo corporativo.

Hoy en día las empresas se centran en la producción en lo que producen mejor y de forma más eficiente, y comercian con todo lo demás.

Significa que dependen de una red global de productores, independiente, interconectada, para producir estos productos.

De hecho, la red está tan interconectada que resulta casi imposible desmantelarla y producir productos en sólo un país.

Echemos un vistazo a la web interconectada que vimos hace unos momentos, y centrémonos en un solo hilo entre Estados Unidos y México.

El Instituto Wilson dice que la producción compartida representa el 40% del medio billón de dólares del comercio entre EUA y México.

Es cerca de 200 000 millones de dólares, o lo que es lo mismo, el PIB de Portugal.

Así que imaginemos que Estados Unidos decide imponer un impuesto del 20% a todas las importaciones de México.

Está bien.

¿Cree que México permitiría que eso suceda?

No, de ninguna manera.

Como represalia imponen un impuesto similar en todos los bienes importados de los Estados Unidos, y le sigue el toma y daca, imagínese que los impuestos del 20% se añaden a cada bien, producto, componente que cruza la frontera de un lado a otro, y tendríamos un aumento de más del 40% de los impuestos, o 80 000 millones de dólares.

No se engañen, estos costes se van a distribuir entre Uds.

y yo.

Ahora pensemos en el impacto que puede tener en algunos productos, o los precios de los productos, que compramos cada día.

Si se aprobase un incremento del 30% en los impuestos veríamos un considerable aumento de los precios.

Un Lincoln MKZ pasaría de 37 000 dólares a 48 000.

Y el precio de un televisor Sharp HD de 60 pulgadas pasaría de 898 dólares a 1167 dólares.

Y el precio de un hidratante para la piel de 16 onzas pasaría de 13 dólares a 17 dólares.

Recuerden, estamos tomando solo un hilo de la cadena de producción entre Estados Unidos y México, ahora multiplíquenlo por todos los hilos.

El impacto podría ser considerable.

Piensen ahora en esto: incluso aunque fuésemos capaces de desmantelar esta red y producir productos en solo un país, que por cierto es más fácil decirlo que hacerlo, solamente salvaríamos o rescataríamos uno de cada 10 empleos de fabricación.

Porque, recuerden, la mayoría de esos empleos, el 87% se perdieron por mejoras en nuestra propia productividad.

Y desafortunadamente, estos empleos se han ido para siempre.

La verdadera pregunta es,

¿Tiene sentido que subamos los precios hasta el punto que muchos de nosotros no podamos permitirnos productos básicos con el fin de salvar un trabajo que de todos modos podría eliminarse en un par de años?

La verdad es que la producción compartida nos permite manufacturar productos de mayor calidad a precios más bajos.

Es así de sencillo.

Nos permite sacar más provecho de los limitados recursos y conocimientos que tenemos y al mismo tiempo beneficiarnos de precios más bajos.

Es muy importante recordar que para que sea efectiva la producción compartida, tiene que basarse en un comercio transfronterizo de materias primas, componentes y productos finales.

Recuerden esto: la próxima vez que escuchen a alguien intentar convencerles de que la idea de que el proteccionismo es una buena idea, simplemente no lo es.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/augie_picado_the_real_reason_manufacturing_jobs_are_disappearing/

 

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