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Las ventajas de ser un pirata – Charla TEDxSydney

Charla «Las ventajas de ser un pirata» de TEDxSydney en español.

En esta encantadora y humorística charla, el DJ y autoproclamado pirata Tom Nash medita sobre cómo el enfrentarse a la adversidad debido a su discapacidad trajo a su vida la paciencia, la ambición y el pragmatismo de formas inesperadas y reveladoras. Cuenta que «todos tenemos puntos débiles. Si somos honestos con ello, podemos aprender a sacarles el mayor provecho».

  • Autor/a de la charla: Tom Nash
  • Fecha de grabación: 2019-05-23
  • Fecha de publicación: 2020-01-14
  • Duración de «Las ventajas de ser un pirata»: 535 segundos

 

Traducción de «Las ventajas de ser un pirata» en español.

Cuando estoy en la calle, a menudo algún niño se queda mirando.

Y si ese niño es valiente se acercará y me preguntará: «¿Eres un pirata?»
(Risas)
A lo que debo responder, una vez más, «Sí».


(Risas)
A ver.

Seamos honestos: Tengo dos garfios, piernas protésicas y afición a las bebidas destiladas.


(Risas)
Solo me falta un parche y un loro y tengo el set completo.


(Risas)
Me gusta ser un pirata.

Le veo muchas ventajas a tener una discapacidad, y no hablo solo del dinero que me ahorro en guantes …


(Risas)
o la magnífica y legítima excusa para no dominar los palillos chinos.


(Risas)
Hablo de ventajas reales que creo que he conseguido al pasar por la adversidad física.

Cuando tenía 19 años contraje una enfermedad que me provocó la pérdida de los antebrazos hasta los codos, de las piernas hasta las rodillas y que me dejó cicatrices en la cara que ponen celoso a Freddy Krueger.


(Risas)
No soy capaz de comunicarme en la lengua de signos, pero mi resiliencia y mi habilidad para resolver problemas se han agudizado a fuerza de pensar de forma lateral para vencer problemas que la mayoría no tiene.

Fue una de las primeras cosas que aprendí después de la ardua y dolorosa tarea de aprender a volver a caminar, pero me estaré beneficiando de ello el resto de mi vida.

Pasó cuando intenté subir una acera.

Por muy sencilla que sea esta acción para la mayoría, subir a una acera es un desafío para quienes no tienen movimiento de tobillo.

Así que intenté subir a la acera como sabía hacerlo, de frente, durante días enteros sin éxito, hasta que fue obvio que el tiempo y el esfuerzo que invertía en ello era desproporcionado al beneficio de su resultado.


(Risas)
Así que decidí analizar el problema desde otro ángulo.

Si no podía usar el tobillo para conseguir el movimiento necesario para subir a la acera tendría que usar otra articulación, como la cadera.

Puse el cuerpo perpendicular a la acera, levanté el pie de lado y pude subir de inmediato.

En cinco minutos no se me resistía ninguna escalera.


(Risas)
Ese mismo día subí tres tramos de escalera, algo de lo que estaba impresionado, hasta que me di cuenta de que no sabía cómo volver abajo.


(Risas)
Fue un fin de semana largo …


(Risas)
En mi pasado como persona sin discapacidad tocaba la guitarra.

Era bueno tocando, pero no lo llevé más allá.

Nunca formé una banda ni di muchos conciertos.

No obstante, la música es mi pasión y al perder los antebrazos la idea de que no volvería a ser parte de mi vida desafió mis ganas de seguir viviendo.

Pero, la idea que emergió tras salir del hospital fue: «Si Ray Charles toca el piano estando más ciego que un topo, trabajemos en solucionar el problema con la guitarra».

Así que, con un ingeniero, diseñé un sistema de desplazamiento enganchado al garfio izquierdo y concebí un sistema de sujeción de púa enganchado al derecho.

Si funcionase, tocaría la guitarra en mi regazo como un tobogán, con acordes abiertos.

Tras semanas de pruebas y cambios al fin tuve los accesorios para volver a tocar la guitarra y volví a antes de perder las manos, recibiendo quejas de mis vecinos a causa del ruido, obviamente.


(Risas)
Esta vez, fui más allá.

Formé una banda con mis amigos.

Escribimos y grabamos canciones.

Incluso tocamos para gente de verdad.

No tanta como hay aquí.


(Risas)
Pero, aunque solo fuera un pequeño paso, fue un gran avance respecto a lo que conseguí cuando estaba de una pieza.

Pese que reaprender cada acción que uno haya aprendido alguna vez parezca una tarea significativa, que lo es en un corto plazo, tuvo también un impacto positivo en cuanto a cómo afrontaba el resto de cosas en mi vida.

No solo cambió mi capacidad para resolver problemas, sino que me hizo más pragmático, menos sensible a los obstáculos, más paciente en algunos casos y, por arte de magia, cambió la capacidad de la gente para ofrecer su asiento en los transportes.


(Risas)
Los obstáculos banales se atenuaron, comparados a los retos que ya había vencido.

Y esto me permitió afrontarlos con calma y con mesura, mantenerlos en perspectiva e incluso encontrar mejores formas de superar dichos retos.

Los beneficios de no afligirse por lo malo y simplemente hacer lo que tienes que hacer se hicieron evidentes.

Incluso me animó a escoger trayectorias más gratificantes que de otro modo se hubieran desaconsejado.

¿Quién habría pensado que un trabajo adecuado para mí implicaría un uso meticuloso de equipamiento electrónico en lugares inaccesibles para proveer música dance a gente bajo la influencia del alcohol?
(Risas)
Yo no.

En la competitiva industria donde los DJs están continuamente perfeccionándose, desesperados por actuar y mandando demos a los clubs, mi mejor amigo y yo lo hicimos de otra forma y abrimos nuestro propio club, donde nos contratamos como DJs.


(Risas)
Y así, fuimos cabeza de cartel.


(Risas)
Cuando abrimos el club no podía ser DJ.

La primera vez que me puse tras la mesa fue en la inauguración, delante de cientos de personas.

Acababa de aprender dónde estaba el botón de encendido.


(Risas)
Al haber afrontado tantos ultimatums uno acaba siendo astuto para adaptarse a nuevas situaciones.

El club acabó siendo el club semanal más duradero de Sidney, y nosotros llegamos a tocar en los festivales más importantes.

Así que, o aprendía muy rápido o el nivel de los clubes estaba por los suelos.


(Risas)
Estar a las puertas de la muerte es una experiencia muy educativa.

Es cierto que las prioridades cambian de cierto modo tras algo así.

También es verdad que algunas prioridades se responden con urgencia.

Otra revelación más importante que sale a la luz es lo trivial de las propias arrogancia y vergüenza.

Comprender hasta qué punto tu sentido del ridículo te impide aprovechar las oportunidades debería permitir a la gente tomar riesgos que no tomarían.

Solo somos un instante en la línea temporal del universo.

Actúen como tal.

Las ideas que hoy les presento me fueron infundidas por alguna que otra circunstancia desafortunada, pero están latentes en la vida de quien quiera aprovecharse de ellas.

Si entendemos que todos tenemos debilidades y somos honestos sobre estas aprenderemos cómo sacarles partido al máximo.

Ya sea subir a una acera, presentar un informe de ventas o la incapacidad de gestionar nuestro dinero de forma eficiente, estoy mirando a ese tipo …


(Risas)
Permanece la capacidad de aprender, de adaptarse e incluso la de cambiar la respuesta a las dificultades.

La adversidad es positiva y tiene el potencial de hacerte más fuerte.

Y, en última instancia, puedes espantar a los niños si pareces un pirata.

Gracias.

(Aplausos y vítores)

https://www.ted.com/talks/tom_nash_the_perks_of_being_a_pirate_feb_2019/

 

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