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Lo que aprendí sobre la libertad, después de escapar de Corea del Norte – Charla TED2019

Charla «Lo que aprendí sobre la libertad, después de escapar de Corea del Norte» de TED2019 en español.

«Corea del Norte es inconcebible» dice la defensora de los derechos humanos Yeonmi Park, quien escapó de su país a los 10 años. Al compartirnos las desgarradoras historias de su infancia, nos muestra lo frágil que es la libertad y cómo se puede lograr un cambio, incluso en los lugares más oscuros del planeta.

  • Autor/a de la charla: Yeonmi Park
  • Fecha de grabación: 2019-04-15
  • Fecha de publicación: 2019-08-30
  • Duración de «Lo que aprendí sobre la libertad, después de escapar de Corea del Norte»: 648 segundos

 

Traducción de «Lo que aprendí sobre la libertad, después de escapar de Corea del Norte» en español.

Nací en 1993 al norte de Corea del Norte, en un pueblo llamado Hyesan que está en la frontera con China.

Tenía padres amorosos y una hermana mayor.

Antes de siquiera tener 10 años enviaron a mi padre a un campo de trabajos forzados por haberse involucrado en comercio ilegal.

Este «comercio ilegal» era vender zuecos, azúcar, arroz y, posteriormente, cobre para alimentanos.

En 2007, mi hermana y yo decidimos escapar.

Ella tenía 16 años y yo tenía 13.

Me gustaría que entendieran lo que significa «escapar» en el contexto de Corea del Norte.

Todos moríamos de hambre, y el hambre equivale a muerte en Corea del Norte.

Así que era nuestra única opción.

Yo ni siquiera entendía el concepto de «escapar», pero podía ver las luces nocturnas de China y me preguntaba si yendo a donde había luz podría encontrar un tazón de arroz.

No teníamos un gran plan o mapas.

No teníamos ni idea de lo que estaba por suceder.

Imaginen que su apartamento se está incendiando.

¿Qué harían?

¿Se quedarían para quemarse dentro o saltarían por la ventana y verían qué sucede?

Eso fue lo que hicimos.

Saltamos para salir de la casa en vez de quedarnos en el fuego.

Corea del Norte es inconcebible.

Para mí es muy difícil cuando la gente me pregunta cómo se siente vivir ahí.

Siendo honesta, déjenme decirles que no pueden ni imaginárselo.

En cualquier idioma, las palabras no pueden describirlo porque es un planeta completamente distinto.

Al igual que, en este momento, no pueden describir su vida en Marte.

Por ejemplo, la palabra «amor» solo tiene un significado: Amor hacia el «Querido Líder».

El concepto romántico de amor no existe en Corea del Norte.

Y si no conoces las palabras, significa que no entiendes el concepto.

Eso hace que ni siquiera veamos al concepto como algo posible.

Permítanme darles otro ejemplo.

Al crecer en Corea del Norte en verdad creemos que nuestro Querido Líder es un dios todopoderoso que incluso puede leer mis pensamientos.

Incluso me daba miedo pensar en Corea del Norte.

Nos dicen que él pasa hambre por nosotros, que trabaja sin cesar por nosotros y mi corazón se apiadó de él.

Cuando escapé a Corea del Sur, la gente me dijo que, en realidad, él es un dictador, que tiene autos, muchísimos recursos y una vida llena de lujos.

Entonces recuerdo haber visto una foto suya, dándome cuenta por primera vez, de que, en esa foto, él era el hombre más grande.


(Risas)
Y me cayó de golpe.

Finalmente, me di cuenta de que él no pasaba hambre.

Pero eso no lo podía ver antes, hasta que alguien me dijo que estaba gordo.


(Risas)
De verdad, alguien tuvo que mostrarme que estaba gordo.

Si nunca has practicado el razonamiento crítico entonces simplemente ves lo que te dicen que veas.

Lo que más me pregunta la gente es: «

¿Por qué no hay una revolución dentro de Corea del Norte?

«.

¿Somos tontos?

¿Por qué no hay una revolución contra 70 años de opresión?

Y yo respondo: «Si no sabes que eres un esclavo, si no sabes que estás aislado u oprimido,

¿cómo luchas para ser libre?

«.

Si sabes que estás aislado, quiere decir que en realidad no lo estás.

El no saber es la verdadera definición del aislamiento, y es por ello por lo que nunca supe que estaba aislada cuando estaba en Corea del Norte.

Literalmente, creía que estaba en el centro del universo.

Así que esta es mi idea que vale la pena difundir: mucha gente piensa que los humanos sabemos por naturaleza lo qué está bien o está mal, la diferencia entre justicia e injusticia, qué merecemos y qué no merecemos.

Les digo: pura mi…


(Risas)

(Aplausos)
Todo, todo debe ser aprendido, incluyendo la compasión.

Si ahora veo a alguien muriendo en la calle, haría lo que fuera para salvar a esa persona.

Pero cuando estaba en Corea del Norte, veía a gente muriendo y a gente muerta en las calles.

No sentía nada.

No porque sea una psicópata, sino porque nunca me enseñaron el concepto de compasión.

Solo sentí compasión, empatía y simpatía en mi corazón hasta que aprendí la palabra «compasión» y su concepto.

Ahora siento todo eso.

Ahora vivo en EE.

UU.

como una persona libre.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
Y recientemente, el líder del país libre, nuestro presidente Trump, se reunió con mi antiguo dios y decidió que los derechos humanos no son tan importantes como para incluirlos en sus agendas y no habló sobre ello.

Eso me asusta.

Hoy en día, vivimos en un mundo en el que un dictador es alabado por ejecutar a su tío, por matar a su medio hermano, y matar a miles de norcoreanos.

Eso es digno de alabarse, y me hizo pensar: «Tal vez todos necesitamos aprender algo nuevo sobre la libertad».

La libertad es frágil.

No quiero alarmarlos, pero lo es.

Solo se necesitaron tres generaciones para convertir a Corea del Norte en el «1984» de George Orwell.

Solo se necesitaron tres generaciones.

Si no luchamos por los derechos humanos, por la gente oprimida, que ahora no tiene una voz, como la gente libre aquí,

¿quién peleará por nosotros cuando no seamos libres?

¿Las máquinas?

,

¿los animales?

No lo sé.

Creo que es maravilloso que nos preocupe el cambio climático, los derechos de los animales, la igualdad de género y todas estas cosas.

El hecho de que nos preocupemos por los derechos de los animales muestra lo bello que es nuestro corazón y que nos preocupamos por quienes no tienen una voz.

Los norcoreanos, en este momento, no pueden hablar por sí mismos.

No tienen internet en pleno siglo XXI.

No tienen electricidad y es el lugar más oscuro de la Tierra.

Quiero decirles algo a mis compañeros norcoreanos que viven en esa oscuridad.

Puede que no se lo crean, pero quiero decirles que es posible llevar una vida distinta.

Sean libres.

En mi experiencia, literalmente, todo es posible.

Fui comprada y vendida como esclava.

Pero ahora estoy aquí y por eso creo en los milagros.

Si hay algo que he aprendido de la historia es que en este mundo nada es para siempre.

Y por eso podemos tener esperanza.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/yeonmi_park_what_i_learned_about_freedom_after_escaping_north_korea/

 

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