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Charla «Lo que el movimiento por los derechos de los gays aprendió del movimiento por los derechos civiles» de TED2014 en español.
Como miembro de la comunidad afroamericana y la comunidad LGBT, la cineasta Yoruba Richen está fascinada con las superposiciones y las tensiones entre los derechos de los homosexuales y los movimientos por los derechos civiles. Ella explora cómo las dos luchas se entrelazan y se impulsan mutuamente hacia adelante y, en un argumento ineludible, se disipa un mito acerca de sus puntos de conflicto. Un poderoso recordatorio de que todos tenemos participación en la igualdad.
- Autor/a de la charla: Yoruba Richen
- Fecha de grabación: 2014-03-13
- Fecha de publicación: 2014-06-06
- Duración de «Lo que el movimiento por los derechos de los gays aprendió del movimiento por los derechos civiles»: 1062 segundos
Traducción de «Lo que el movimiento por los derechos de los gays aprendió del movimiento por los derechos civiles» en español.
La noche de las elecciones en el 2008 fue una noche que me partió por la mitad.
La noche en que Barack Obama fue elegido.
143 años después del fin de la esclavitud, y 43 años después de la aprobación de la Ley de Derechos Electorales, un afroamericano fue elegido presidente.
Muchos de nosotros nunca pensamos que esto sería posible hasta el momento en que ocurrió.
Y en muchos sentidos, fue el punto culminante del movimiento negro por los derechos civiles en EEUU.
Yo estaba en California esa noche, la zona cero en el momento de otro movimiento: el movimiento por el matrimonio igualitario.
El matrimonio gay estaba en la papeleta en el formulario de la Proposición 8, y a medida que llegaban los resultados de las elecciones se hizo evidente que el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio, concedido por los tribunales de California, iba a anularse.
En la misma noche que Barack Obama ganó la histórica presidencia, la comunidad gay y lesbiana sufrió una de nuestras derrotas más dolorosas.
Y luego aún empeoró.
Casi de inmediato, los afroamericanos comenzaron a ser culpados por la aprobación de la Proposición 8.
Esto se debió principalmente a una encuesta incorrecta que decía que los negros habían votado a favor en 70 % aproximadamente.
Esto resultó no ser cierto, pero esta idea de la extendida homofobia negra se instauró, y fue utilizada por los medios.
Yo no podía apartarme de la cobertura.
Escuché a un comentarista gay decir que la comunidad afroamericana era notoriamente homófoba, y ahora que los derechos civiles se habían logrado para nosotros, queríamos quitárselos a otras personas.
Incluso hubo informes de epítetos racistas lanzados a algunos de los participantes de las concentraciones por los derechos gay que tuvieron lugar después de las elecciones.
Y por otro lado, algunos afroamericanos desestimaron o ignoraron la homofobia existente como hecho real en nuestra comunidad.
Y otros se ofendieron por esta comparación entre los derechos de los homosexuales y civiles, y una vez más, la sensación de hundimiento porque dos grupos minoritarios de los cuales yo soy parte competían entre sí en lugar de apoyarse entre sí me abrumó y, francamente, me molestó.
Soy cineasta de documentales, así que después de mi etapa de bronca fuera del escenario y gritando en la TV y la radio, mi siguiente reacción fue hacer una película.
Y lo que me guió al hacer esta película fue, cómo es que esto sucedía.
¿Cómo fue que el movimiento por los derechos de los homosexuales se enfrentó contra el movimiento de los derechos civiles?
Y esto no era sólo una cuestión abstracta.
Soy beneficiaria de ambos movimientos, así que esto era en realidad algo personal.
Pero entonces sucedió algo más tras las elecciones del 2008.
La marcha por la igualdad gay se aceleró a un ritmo que sorprendió y conmocionó a todos, y aún está transformando nuestras leyes y nuestras políticas, nuestras instituciones y nuestro país entero.
Y así comenzó a ser cada vez más claro para mí que esta fisura entre los dos movimientos, uno contra el otro, en realidad no tenía sentido, y que estaban, de hecho, mucho más interconectados, y que, de hecho, parte de la forma en que el movimiento gay ha podido realizar los increíbles logros tan rápidamente es por utilizar algunas de las tácticas y estrategias que se pusieron en marcha primero por el movimiento de los derechos civiles.
Veamos algunas de estas estrategias.
Primero, es realmente interesante ver, realmente ver, lo rápido que ha avanzado el movimiento gay, si nos fijamos en algunos de los principales eventos en un plazo de tiempo de los dos movimientos de liberación.
Ahora hay toneladas de hitos en el movimiento por los derechos civiles, pero el primero con el que comenzaremos fue el boicot a los autobuses de Montgomery en 1955.
Esa fue una campaña de protesta contra Montgomery, la segregación de Alabama en su sistema de transporte público, y que comenzó cuando una mujer llamada Rosa Parks se negó a ceder su asiento a una persona blanca.
La campaña duró un año, y impulsó el movimiento de los derechos civiles como nada antes.
Y llamé a esta estrategia la estrategia «Estoy cansada de que me pisen».
Así que los gays y las lesbianas han estado en la sociedad desde el inicio de las sociedades, pero hasta la mitad del siglo XX, los actos homosexuales seguían siendo ilegales en la mayoría de los estados.
Así que sólo 14 años tras el boicot a los autobuses de Montgomery, un grupo de gente de LGBT tomó esa misma estrategia.
Es conocido como Stonewall, en 1969, y es que un grupo de patrones de LGBT luchó contra los golpes de la policía en un bar de Greenwich Village que provocó tres días de disturbios.
Por otra parte, las personas negras y latinas de LGBT estaban a la vanguardia de esta rebelión, y es un ejemplo muy interesante de la intersección de nuestras luchas contra el racismo, la homofobia, la identidad de género y la brutalidad policial.
Después de Stonewall, grupos de liberación gay surgieron por todo el país, y el movimiento moderno de los homosexuales como lo conocemos, prosperó.
El siguiente momento en el que fijarse es la marcha de 1963 en Washington.
Este fue un evento seminal en el movimiento por los derechos civiles donde los afroamericanos exigían justicia civil y económica.
Y es, por supuesto, donde Martin Luther King pronunció su famoso discurso «Tengo un sueño», pero lo que, en realidad, es menos conocido es que esta marcha fue organizada por un hombre llamado Bayard Rustin.
Bayard era un conocido gay, y es considerado uno de los estrategas más brillantes del movimiento de derechos civiles.
Más tarde en su vida se convirtió en un firme defensor de los derechos LGBT también, y su vida es un testimonio de la intersección de las luchas.
La Marcha de Washington es uno de los puntos álgidos del movimiento, donde había una ferviente creencia de que los afroamericanos también podrían ser parte de la democracia estadounidense.
Yo llamo a esto la estrategia del «Somos visibles y muchos en números».
Algunos de los primeros activistas gays estaban en realidad inspirados directamente por la marcha, y algunos participaron en ella.
El gay pionero Jack Nichols dijo: «Marchamos con Martin Luther King, siete de nosotros, de la Sociedad Mattachine,» organización pionera de los derechos de los gays, «y a partir de ese momento, teníamos nuestro propio sueño sobre una marcha por los derechos de los gays de similares proporciones».
Varios años más tarde, hubo una serie de marchas, cada una ganando impulso en la lucha por la libertad gay.
La primera fue en 1979, y la segunda tuvo lugar en 1987.
La tercera se celebró en 1993.
Casi un millón de personas se hicieron presentes, y la gente estaba tan excitada y emocionada por lo que estaba ocurriendo, que volvió a sus propias comunidades y comenzó sus propias organizaciones políticas y sociales, lo que aumentó aún más la visibilidad del movimiento.
El día de esa marcha, el 11 de octubre, luego se declaró Día para salir del armario, y todavía se celebra en todo el mundo.
Estas marchas establecen las bases para los cambios históricos que vemos sucediendo hoy en día en los EEUU.
Y, por último, la estrategia del «Loving» [Amoroso].
El nombre habla por sí mismo.
En 1967, la Corte Suprema dictaminó en el pleito Loving contra Virginia, invalidando todas las leyes que prohibían el matrimonio interracial, considerado uno de los casos emblemáticos por los derechos civiles de la Corte Suprema.
En 1996, el Presidente Clinton firmó la Ley de Defensa del Matrimonio, conocida como DOMA, y eso hizo que el gobierno federal sólo tuviera que reconocer los matrimonios entre un hombre y una mujer.
En el pleito EEUU contra Windsor, una lesbiana de 79 años de edad, de nombre Edith Windsor demandó al gobierno federal cuando se vio obligada a pagar impuestos inmobiliarios sobre la propiedad de su esposa fallecida, algo que las parejas heterosexuales no tienen que hacer.
Y a medida que el caso se abría paso a través de los tribunales inferiores, el caso Loving fue citado repetidamente como precedente.
Cuando llegó a la Corte Suprema en 2013, la Corte Suprema estuvo de acuerdo, y el DOMA fue anulado.
Fue increíble.
El movimiento del matrimonio gay ha ido ganando desde hace años.
A la fecha, 17 estados han aprobado leyes que permiten el matrimonio igualitario.
Se ha convertido en la batalla de facto por la igualdad gay, y parece que todos los días, las leyes están siendo cuestionadas en los tribunales, incluso en lugares como Texas y Utah, donde nadie lo vio venir.
Así que muchas cosas han cambiado desde aquella noche de 2008 cuando me sentía desgarrada.
Yo avancé para hacer esta película.
Es una película documental, y se llama «El Nuevo Negro», y analiza cómo la comunidad afroamericana está lidiando con los derechos de los gays a la luz del movimiento del matrimonio gay y esta lucha sobre el significado de los derechos civiles.
Y yo quería capturar algo de este cambio increíble que estaba pasando, Y por suerte la política debía afrontar otra batalla por el matrimonio, esta vez en Maryland, donde los afroamericanos representan el 30 % del electorado.
Así que esta tensión entre los derechos de los homosexuales y los derechos civiles comenzó a burbujear, una vez más, y tuve la suerte de capturar cómo algunas personas estaban haciendo la conexión entre los movimientos de ese momento.
Este es un clip de Karess Taylor-Hughes y Samantha Masters, dos personajes de la película, cuando salen a las calles de Baltimore y tratan de convencer a los votantes potenciales.
(Video) Samantha Masters: Eso es lo que pasa, aquí hay un hombre justo.
Bueno,
¿está registrado para votar?
Hombre: No.
KTH:
¿Edad?
Hombre: 21.
KTH:
¿21?
Debes votar.
Tenemos que registrarte para votar.
Hombre: No votaré ninguna mierda gay.
SM: Bueno,
¿por qué?
¿Qué pasa?
Hombre: No estoy con eso.
SM: Eso no es cool.
Hombre:
¿Qué hizo que seas gay?
SM:
¿Y qué te hizo ser heterosexual?
Entonces,
¿qué te hizo ser heterosexual?
Hombre 2: No se puede responder a esa pregunta.
(Risas)
KSM: Solía no tener los mismos derechos que tú, pero sé que porque un hombre negro como tú se puso de pie por una mujer como yo, ahora tengo las mismas oportunidades.
Así que, como hombre negro, tienes la oportunidad de defender a alguien más.
Tanto si eres gay o no, estos son sus hermanos y hermanas aquí, y necesitan que los representes.
Hombre 2:
¿Quién eres para decirle a alguien con quien no puede tener relaciones sexuales, con quien no puede estar?
No tienen ese poder.
Nadie tiene el poder de decir que no puedes casarte con esa joven.
¿Quién tiene el poder?
Nadie.
SM: Pero
¿sabes qué?
Nuestro estado ha puesto el poder en tus manos, y por lo tanto lo que necesitamos es votos a favor, que votes por 6.
Man 2: Te sigo.
SM: Vota por 6,
¿de acuerdo?
Man 2: Te entiendo.
KSM: Muy bien,
¿Uds.
necesitan horas de servicio comunitario?
Bueno, siempre pueden ser voluntarios con nosotros para obtener horas de servicio comunitario.
¿Quieren hacer eso?
Les damos comida.
Les traemos pizza.
(Risas)
(Aplausos)
Yoruba Richen: Gracias.
Para mí lo increíble de ese clip que filmamos es, que realmente muestra cómo Karess entiende la historia del movimiento de derechos civiles, pero no está limitada por ello.
Ella no sólo se limita a personas de raza negra.
Ella lo ve como un modelo para expandir los derechos de los gays y las lesbianas.
Tal vez porque ella es más joven, tiene como 25, ella es capaz de hacer esto más fácilmente, pero el hecho es que los votantes de Maryland hicieron pasar esa enmienda de igualdad en el matrimonio, y de hecho, era la primera vez que el matrimonio igualitario fue votado directamente y aprobado por los votantes.
Los afroamericanos apoyaron a un nivel superior al que nunca se había registrado.
Fue un giro completo desde esa noche en 2008 cuando se aprobó la proposición 8.
Fue, y se sintió, monumental.
Nosotros en la comunidad LGBT hemos pasado de ser un grupo patologizado denostado y criminalizado a ser vistos como parte de la gran búsqueda del ser humano por la dignidad y la igualdad.
Hemos pasado de tener que ocultar nuestra sexualidad a fin de mantener nuestros trabajos y nuestras familias a conseguir literalmente un lugar en la mesa con el presidente y un grito en su segunda toma de posesión.
Yo sólo quiero leer lo que dijo en esa toma de posesión: «Nosotros, el pueblo, declaramos hoy que la verdad más evidente es que todos somos creados iguales.
Es la estrella que nos guía aún, del mismo modo que guió a nuestros antepasados a través de Seneca Falls y Selma y Stonewall».
Ahora sabemos que no todo es perfecto, especialmente cuando vemos lo que pasa con los derechos LGBT a nivel internacional, pero nos dice algo sobre lo lejos que hemos llegado cuando nuestro presidente pone a la lucha por la libertad gay en el contexto de las otras grandes luchas por la libertad de nuestro tiempo: el movimiento de los derechos de las mujeres y el movimiento de derechos civiles.
Su declaración demuestra no sólo la interconexión de esos movimientos, pero como cada uno se prestó y fue inspirado por el otro.
Así que al igual que Martin Luther King aprendió y tomó prestado de las tácticas de Gandhi sobre la desobediencia civil y la no violencia, que se convirtieron en piedra angular del movimiento de derechos civiles, el movimiento de derechos de los homosexuales vio lo que funcionó en el movimiento de los derechos civiles, y usaron algunas de esas estrategias y tácticas para avanzar a un ritmo aún más rápido.
Tal vez otra razón del relativamente rápido progreso del movimiento por los derechos gay.
Mientras que muchos de nosotros aún vivimos en espacios de segregación racial, la gente LGBT, estamos en todas partes.
Estamos en comunidades urbanas y comunidades rurales, comunidades de color, comunidades de inmigrantes, iglesias y mezquitas y sinagogas.
Somos sus madres y hermanos, hermanas e hijos.
Y cuando alguien que amas o un miembro de la familia sale, puede ser más fácil apoyar su búsqueda de igualdad.
Y de hecho, el movimiento de derechos gay nos pide apoyar la justicia y la igualdad desde un espacio de amor.
Ese puede ser el más grande, el regalo más grande que el movimiento nos ha dado.
Se nos invita a acceder a lo que es más universal y más íntimo: el amor por nuestro hermano y nuestra hermana y nuestro vecino.
Sólo quiero terminar con una cita de uno de los más grandes luchadores por la libertad que ya no está con nosotros, Nelson Mandela de Sudáfrica.
Nelson Mandela lideró Sudáfrica después de los días oscuros y brutales de la segregación racial y de las cenizas de esa discriminación racial legalizada, lideró Sudáfrica para convertirse en el primer país en el mundo en prohibir la discriminación basada en la orientación sexual en su constitución.
Mandela dijo, «Ser libre no es meramente desechar las cadenas de uno, sino vivir de una manera que respete y potencie la libertad de los demás».
Así como estos movimientos continúan, y las luchas por la libertad alrededor del mundo continúan, recordemos que no sólo están interconectados, pero deben apoyarse y mejorar uno al otro para que seamos verdaderamente victoriosos.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/yoruba_richen_what_the_gay_rights_movement_learned_from_the_civil_rights_movement/