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Charla «Lo que la jardinería me enseñó sobre la vida» de TED Residency en español.
Los jardines son los espejos de nuestra vida, dice la artista medioambiental tobacco brown, y debemos cultivarlos cuidadosamente para cosechar su belleza plena. Inspirada en su experiencia en la creación de instalaciones de arte públicas en ciudades alrededor del mundo, brown revela lo que la jardinería nos puede enseñar sobre la creación de vidas con compasión, conexión y gracia.
- Autor/a de la charla: tobacco brown
- Fecha de grabación: 2017-11-28
- Fecha de publicación: 2018-05-31
- Duración de «Lo que la jardinería me enseñó sobre la vida»: 401 segundos
Traducción de «Lo que la jardinería me enseñó sobre la vida» en español.
A los cuatro años encontré un jardín, viviendo debajo del suelo de la cocina.
Se escondía detrás de trozos abandonados de linóleo en el piso gastado que mi madre había hecho sacar.
El hombre estaba ocupado trabajando cuando el jardín captó mi atención.
Mis ojos se pegaron a los patrones de rosas bordadas floreciendo en el paisaje de mi niñez.
Las vi y sentí una sensación de alegría y aventura.
Esta emoción se sentía como una sensación de avanzar hacia algo de lo que no sabía nada.
Mi pasión y conexión con los jardines comenzó en ese mismo momento.
Cuando llegó la primavera corrí rápidamente por la casa, adelantándome a la voz de mi madre.
Me puse mi suéter de pana roja y mi simple gorra tejida de lana gris antes de que mi madre pudiera ponerse su abrigo.
Me catapulté hacia afuera de la puerta delantera y me tiré sobre una fresca carpeta de césped.
Emocionada, me puse de pie e hice tres volteretas más antes de caer a su lado.
Mi querida madre estaba en el jardín muy ocupada arando la tierra, y me senté a su lado, jugando con pasteles de barro en el cantero de flores.
Cuando terminó su trabajo, me recompensó con un vaso helado de limonada agridulce y luego recubrió mis zapatos con ramas de menta para refrescar mis pies.
Mi madre cocinaba con los colores y texturas de su jardín.
Cocinaba boniatos, calabazas, tomates reliquia y zanahorias.
Alimentó con amor a una generación de personas con guisantes de color púrpura y verduras.
Pareciera que durante mi infancia, las flores de los jardines de mi madre curaron todo el camino desde su halo hasta las raíces en las plantas de nuestros pies.
En nuestra última conversación antes de su muerte, me animó para que fuera a cualquier parte del mundo que me hiciera feliz.
Desde entonces, planté sus jardines en instalaciones de arte a través del mundo, en los países de las personas que conocí.
Ahora ellos cubren parques y patios, pintados en paredes, e incluso en parcelas deterioradas de la calle.
Si hubieran estado en Berlín, en Alemania, habrían visto mi jardín en el Centro de Diseño Stilwerk, donde el romero y la lavanda, las hortensias y la melisa trepaban los seis pisos de los ascensores de vidrio.
En el 2009 planté el «Jardín de los Filósofos», un jardín mural, floreciendo en la histórica escuela Frederick Douglas en Memphis, Tennessee.
Este jardín escolar alimentó a una comunidad completa y fue honrada por Eleanor Roosevelt durante la Gran Depresión.
Nuevamente, en el 2011, en el Court Square Park planté seis jardines de acceso con 80 variedades de floribunda deliciosamente perfumada y rosas de té híbridas.
La jardinería me enseñó que plantar y cultivar un jardín es el mismo proceso que crear nuestra vida.
Este proceso de creación empieza en la primavera, cuando uno trabaja la tierra y empieza de nuevo.
Luego es el tiempo de quitar las hojas muertas, los residuos y las raíces del invierno.
Entonces, el jardinero debe asegurar que una buena disposición y los nutrientes apropiados estén mezclados correctamente en el suelo.
Luego es importante airear la capa superior y dejarla distribuida sin apretar sobre la superficie.
Solo conseguirán esas flores hermosas en la vida cuando primero hagan el trabajo correctamente.
Cuando nuestro jardines son balanceados con cuidado, podemos cosechar la belleza de vivir una vida de gracia.
En los bosques, cuando los árboles perciben con sus raíces que otro árbol está enfermo, le envían una parte de sus nutrientes para ayudarlo a curarse.
Nunca piensan en qué les pasará o se sienten vulnerables cuando lo hacen.
Cuando un árbol está muriendo, libera todos sus nutrientes hacia los árboles que más lo necesitan.
Bajo la superficie, todos estamos conectados por nuestras raíces y compartimos los nutrientes entre nosotros.
Solo cuando nos unimos podemos crecer sinceramente.
Es lo mismo para los humanos en el jardín de la adversidad.
En este jardín, cuando la oruga se transforma en una crisálida, eso implica un esfuerzo.
Pero es un desafío con un propósito.
Sin esta lucha penosa para liberarse de las limitaciones del capullo, la mariposa recién formada no puede extender sus alas.
Sin esa batalla, la mariposa muere sin siquiera empezar a volar.
El trabajo de mi vida es ilustrar cómo integrar la conectividad humana en el jardín.
Los jardines están llenos de sabiduría mágica para esta transformación.
La Madre Naturaleza es energía creativa esperando nacer.
Los jardines son un espejo que arrojan su propio reflejo en nuestra vida consciente.
Por lo cual, nutran sus talentos y puntos fuertes al mismo tiempo que aprecian lo que les ha sido dado.
Permanezcan humildes a la sanación.
Y mantengan la compasión por los otros.
Cultiven su jardín para dar y planten esas semillas para el futuro.
El jardín es el mundo que vive profundamente dentro suyo.
Gracias.
(Aplausos) (Vítores) (Aplausos)
https://www.ted.com/talks/tobacco_brown_what_gardening_taught_me_about_life/