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Lo que nos falta en el debate sobre la inmigración – Charla TED Residency

Charla «Lo que nos falta en el debate sobre la inmigración» de TED Residency en español.

Entre 2008 y 2016 Estados Unidos deportó a más de tres millones de personas. ¿Qué pasa con los que quedan? El periodista Duarte Geraldino recoge la historia de la deportación cuando el Estado abandona. Sepa más sobre el gran impacto de la expulsión de un país cuando Geraldino explica cómo la ausencia repentina de una madre, de un dueño de negocio local o de un estudiante de la secundaria influye en el entorno y hace estragos en las relaciones que sostienen unidas a nuestras comunidades.

  • Autor/a de la charla: Duarte Geraldino
  • Fecha de grabación: 2017-06-06
  • Fecha de publicación: 2017-09-19
  • Duración de «Lo que nos falta en el debate sobre la inmigración»: 476 segundos

 

Traducción de «Lo que nos falta en el debate sobre la inmigración» en español.

Ma estaba tratando de explicarme algo sobre la abuela y cuando eran pequeños, pero no podía prestarle atención porque yo tenía cinco años y estaba petrificado.

Acabo de ver a la señora verde.

Una semana antes había visto esa película «Godzilla», el de esa enorme bestia lagartija que asalta una ciudad importante, y pensar que un monstruo verde viniera a por mí, me tenía obsesionado.

Y sin embargo allí estaba yo, en la punta del Bajo Manhattan con mi mamá, mirándola fijamente: sus cuernos, sus músculos, todo me asustó.

Y no sabía si ella era un monstruo o una heroína.

Así que decidí consultar el Google de la época.

«¡Ma! ¡Ma!»
(Risas)
Mi madre me explicó que la señora verde era en realidad la Estatua de la Libertad y que estaba saludando a los inmigrantes.

La parte de su explicación que de verdad se me metió en mi joven cabeza fue el hecho de que, según mamá, mucho antes de nosotros, la señora verde era realmente marrón, marrón como yo y que cambió de color a lo largo de los años, como EE.UU.

Y la parte que realmente intriga al respecto es que al cambiar de color, me hizo pensar en mí.

Todo tenía sentido para mí, porque como primera generación de estadounidense, yo estaba rodeado de inmigrantes.

De hecho, en mi círculo social inmediato de las personas que me apoyan, que enriquecen mi vida, al menos dos son nacidos en el extranjero.

Mi vida como ciudadano de EE.UU.

está, de muchas maneras, moldeada por los recién llegados, y probablemente la de Uds.

también.

Hay más de 40 millones de inmigrantes en EE.UU.

Según datos del censo, una cuarta parte de los hijos de la nación tienen al menos un padre nacido en el extranjero.

Conozco todas estas estadísticas porque estudio los patrones de migración global.

Soy periodista y, durante los últimos años, he documentado las vidas de los ciudadanos estadounidenses que han perdido gente por la deportación.

Y los números son enormes.

De 2008 a 2016 «se ordenó la expulsión» de más de tres millones de personas, ese es el término técnico para «ser deportado».

Hay un costo económico, político, psicológico y emocional por esas deportaciones…

en esos momentos en los que se rompen los círculos.

Una vez le pregunté a una soldado estadounidense: «

¿Por qué te alistaste voluntaria para pelear esta guerra?

» Y ella me dijo: «Porque estoy orgullosa de defender a mi país».

Pero presioné para saber más.

«Realmente, cuando estás en la base, y oyes las bombas explotar, y ves soldados que vuelven gravemente heridos, en ese momento sabes que podrías ser el siguiente,

¿Qué significa ‘mi país’?

» Ella me miró: «Mi país es mi esposa, mi familia, mis amigos, mis soldados.

Lo que ella me estaba diciendo es que «mi país» es una colección de estas fuertes relaciones; estos círculos sociales.

Cuando los círculos sociales se debilitan, un país es más débil.

Falta un aspecto crucial en el debate sobre la política de inmigración.

En lugar de centrarse en los individuos, debemos centrarnos en los círculos que los rodean, porque estas son las personas que se quedan atrás: los votantes, los contribuyentes, los que están sufriendo esa pérdida.

Y no solo los hijos de los deportados se ven afectados.

Uds.

tienen hermanos y hermanas separados por fronteras.

Compañeros de clase, maestros, oficiales de policía, técnicos, científicos, médicos, que están luchando para dar sentido a las nuevas realidades cuando sus círculos sociales están rotos.

Son las vidas reales que hay detrás de todas estas estadísticas las que dominan las discusiones sobre la política de inmigración.

Pero a menudo no pensamos en ellos.

Y estoy tratando de cambiar eso.

Esta es solo una de las historias de la vida real que he recopilado.

Y todavía me persigue.

Conocí a Ramón y a su hijo en 2016, el mismo año que se ordenó a ambos salir del país.

Ramón fue deportado a Latinoamérica, mientras que su hijo, que era sargento en el Ejército estadounidense, fue destinado.

Deportado, destinado.

Si observan el caso de Ramón, no estaría claro cuán profundamente conectado al país está.

Pero piensen en su hijo: un ciudadano estadounidense que defiende un país que destierra a su padre.

El círculo social es la clave aquí.

Aquí hay otro ejemplo que ilustra esos vínculos críticos.

Un grupo de ciudadanos de Filadelfia estaban preocupados por sus trabajos, porque el propietario legal del restaurante donde trabajaban era un inmigrante indocumentado, y unos funcionarios de inmigración lo habían ido a buscar.

Se organizaron en su apoyo.

Un abogado de inmigración argumentó que era demasiado importante para la comunidad local como para ser deportado.

En la audiencia, incluso presentaron reseñas del restaurante.

¡Reseñas del restaurante! Al final, un juez ejerció lo que se llama «discreción judicial» y le permitió permanecer en el país, pero solo por haber tenido en cuenta el círculo social.

Hay 23 millones de no ciudadanos en EE.UU.

según los datos federales verificables.

Y eso no incluye a los indocumentados, porque el número de esa población son, en el mejor de los casos, estimaciones complejas.

Trabajemos con lo que tenemos.

Eso es 23 millones de círculos sociales, cerca de 100 millones de personas cuyas vidas podrían verse afectadas por la deportación.

Y el estrés de todo esto penetra en la población.

Una encuesta realizada en 2017 por la UCLA a residentes del condado de Los Ángeles encontró que el 30 % de los ciudadanos en el condado de Los Ángeles sufrían estrés por la deportación, no porque ellos mismos pudieran ser deportados sino porque los miembros de su círculo social estuvieran en peligro.

No estoy sugiriendo que no se deporte a nadie, no me malinterpreten.

Pero sí digo que tenemos que mirar el panorama más amplio.

Si están atentos al sonido de mi voz, quiero que cierren los ojos por un momento y examinen su propio círculo social.

¿Quiénes son nacidos en el extranjero?

¿Cómo se sentirían si se rompiera el círculo?

Compartan su historia.

Estoy construyendo un archivo global de historias en primera persona para vincularlas con la tecnología cartográfica, y así poder ver exactamente dónde se rompen estos círculos, porque esto no es solo una cuestión estadounidense.

Hay unos 250 millones de inmigrantes en todo el mundo; personas que viven, aman y aprenden en países donde no nacieron.

Y en mi carrera, en mi vida, he sido uno de ellos: en China, en África, en Europa.

Y cada vez me convierto en uno de estos extranjeros, uno de estos muchachos de aspecto extraño en una nueva tierra.

No puedo dejar de pensar en ese día cuando estaba en el Bajo Manhattan con mi madre hace todas esas décadas, cuando yo estaba asustado, y acababa de ver a esa dama verde.

Y supongo que la pregunta en la que sigo pensando cuando la veo y todas las réplicas más jóvenes de ella que son tan obviamente marrones, e incluso las pinturas que la exhiben al principio cuando no era muy verde.

Cuando miro todo eso, la pregunta que mi investigación intenta responder se convierte en la misma que me confundió hace tantos años:

¿Ella es un monstruo o una heroína?

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/duarte_geraldino_what_we_re_missing_in_the_debate_about_immigration/

 

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