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Los datos de su compañía podrían acabar con el hambre en el mundo – Charla TED@UPS

Charla «Los datos de su compañía podrían acabar con el hambre en el mundo» de TED@UPS en español.

Su compañía puede haber donado dinero para ayudar a resolver problemas humanitarios, pero quizás tenga algo mucho más importante que ofrecer: sus datos. Mallory Soldner nos muestra cómo las compañías del sector privado pueden ayudar a generar un verdadero progreso con respecto a los grandes problemas — desde la crisis de refugiados hasta el hambre en el mundo — al donar datos no aprovechados y científicos de decisión. ¿Qué puede hacer su compañía para contribuir?

  • Autor/a de la charla: Mallory Freeman
  • Fecha de grabación: 2016-09-15
  • Fecha de publicación: 2016-11-02
  • Duración de «Los datos de su compañía podrían acabar con el hambre en el mundo»: 675 segundos

 

Traducción de «Los datos de su compañía podrían acabar con el hambre en el mundo» en español.

Junio de 2010.

Aterricé por primera vez en Roma, Italia.

No estaba allí de paseo.

Estaba allí para resolver el hambre en el mundo.


(Risas)
Así es.

Era una estudiante de doctorado de 25 años armada con una herramienta prototipo desarrollada en mi universidad, e iba a ayudar al Programa Mundial de Alimentos a arreglar el hambre.

Entonces entré a zancadas al edificio sede y mis ojos escanearon la fila de banderas de la ONU, y sonreí mientras pensaba: «Ya llegó la ingeniera».


(Risas)
Denme su información.

Voy a optimizarlo todo.


(Risas)
Díganme qué comida han comprado, hacia dónde va y cuándo necesita estar allí, y yo les diré las mejores rutas, las más cortas, rápidas y baratas para llevar la comida.

Vamos a ahorrar dinero, vamos a evitar retrasos e interrupciones, y, en definitiva, vamos a salvar vidas.

De nada.


(Risas)
Pensé que eso llevaría unos 12 meses.

Bueno, tal vez incluso 13 meses.

No salió así precisamente.

Apenas un par de meses desde el inicio del proyecto, mi jefe francés me dijo: «Sabes, Mallory, es una buena idea, pero la información que necesitas para tus algoritmos no existe.

Es la idea correcta en el momento incorrecto, y la idea correcta en el momento incorrecto es la idea incorrecta».


(Risas)
Se acabó el proyecto.

Estaba destrozada.

En retrospectiva, en relación a ese primer verano en Roma, veo los cambios que se han dado en estos últimos seis años, es una transformación absoluta.

Es un mundo nuevo para la transición de datos al mundo humanitario.

Es emocionante.

Es inspirador.

Pero aún no estamos allí.

Y agárrense bien, ejecutivos, porque voy a estar poniendo a compañías en el banquillo de los acusados para que cumplan con su papel.

Mis experiencias en Roma prueban que aprovechando los datos se pueden salvar vidas.

Bueno, no ese primer intento, pero eventualmente lo logramos.

Les describiré la imagen.

Imaginen que tienen que planificar desayuno, almuerzo y cena para 500 000 personas, y que solo cuentan con cierto presupuesto para hacerlo, digamos USD 6,5 millones al mes.

Bueno,

¿qué deberían hacer?

¿Cuál es la mejor manera de manejarlo?

¿Se debería comprar arroz, trigo, garbanzos, aceite?

¿Cuánto?

Suena simple.

No lo es.

Tienen 30 alimentos diferentes, y tiene que elegir cinco de ellos.

Ya serían más de 140 000 combinaciones diferentes.

Luego, para cada tipo de comida que se elija, necesitan decidir cuánto comprar, de dónde se obtendrá, dónde se almacenará, cuánto tiempo tomará llevarla hasta allí.

Necesitarán analizar todas las rutas de transporte distintas también.

Ya esas serían más de 900 millones de opciones.

Si consideraran cada opción por un segundo nada más, les llevaría más de 28 años estudiarlas todas.

900 millones de opciones.

Por lo tanto, creamos una herramienta que permite a los que toman las decisiones procesar las 900 millones de opciones en cuestión de días.

Resultó ser increíblemente exitosa.

En una operación en Irak, nos ahorramos 17 % de los costos, lo cual significa que hubo la capacidad de alimentar a otras 80 000 personas.

Todo es gracias al uso de complejos sistemas de datos y modelado.

Pero no lo hicimos solos.

El equipo con el que trabajé en Roma, ellos eran únicos.

Creyeron en la colaboración.

Incluyeron al mundo académico.

Incluyeron a compañías.

Y si de verdad queremos hacer un gran cambio en grandes problemas como el hambre mundial, necesitaremos que todos sean parte.

Necesitamos que la gente que maneja los datos en organizaciones humanitarias sean los líderes del proceso, y que organicen los compromisos correctos y precisos con académicos, con gobiernos.

Y aquí resalta un grupo que no ha sido aprovechado de la manera que debería.

¿Lo han adivinado?

Las compañías.

Las compañías tienen un gran papel para arreglar los grandes problemas del mundo.

Yo he estado en el sector privado durante dos años hasta ahora.

He visto lo que las compañías pueden hacer, y lo que las compañías no están haciendo.

y creo que hay tres formas principales para poder cubrir ese vacío: Donando información, donando científicos de decisión y donando tecnología para recolectar nuevas fuentes de información.

Esto se llama filantropía de datos, y es el futuro de la responsabilidad social corporativa.

Además, tiene sentido desde una perspectiva de negocios.

Las compañías de hoy en día recolectan montañas de datos, por lo que comenzar a donar esos datos es lo primero que pueden hacer.

Algunas compañías ya lo están haciendo.

Piensen, por ejemplo, en una compañía de telecomunicaciones.

Ellos liberaron sus datos en Senegal y Costa de Marfil y los investigadores descubrieron que si se analiza los patrones en los pings a las torres de servicio móvil, se podrá ver hacia dónde está viajando la gente.

Y eso le puede decir cosas como hacia dónde se puede propagar la malaria, y realizar predicciones en base a eso.

O, por ejemplo, una innovadora compañía de satélites.

Ellos liberaron sus datos y los donaron, y con esa información se puede registrar cómo las sequías impactan a la producción de comida.

Con eso se pueden activar fondos de ayuda antes de que ocurra una crisis.

Este es un gran comienzo.

Hay conocimientos importantes atrapados entre los datos de las compañías.

Y sí, se necesita tener cuidado.

Se debe respetar el tema de privacidad, por ejemplo, al anonimizar los datos.

Pero incluso si se abren todas las puertas, e incluso si todas las compañías donaran sus datos a académicos, a ONGs, a organizaciones humanitarias, no sería suficiente para aprovechar el impacto total de los datos para fines humanitarios.

¿Por qué?

Para desbloquear estos conocimientos en los datos, necesitará científicos de decisión.

Los científicos de decisión son personas como yo.

Ellos toman los datos, los depuran, los transforman y los colocan dentro de un algoritmo útil para tomar la mejor decisión y enfrentar la necesidad del negocio del momento.

En el mundo de la ayuda humanitaria existen muy pocos científicos de decisión.

La mayoría de ellos trabajan para compañías.

Por lo tanto, eso es lo segundo que pueden hacer las compañías.

Además de donar sus datos, necesitarán donar a sus científicos de decisión.

Ahora, las compañías dirán «¡Ah! No nos quiten a nuestros científicos de decisión.

Necesitamos cada segundo de su tiempo».

Pero hay una manera.

Si una compañía fuera a donar un bloque del tiempo de un científico de decisión, en realidad, tendría más sentido extender ese bloque de tiempo por un período largo de tiempo, digamos, por ejemplo, cinco años.

Esto significaría quizás un par de horas al mes, que no sería gran pérdida para una compañía, pero que permitiría algo muy importante: alianzas a largo plazo.

Las alianzas a largo plazo permiten forjar relaciones, ir conociendo los datos, de verdad entenderlos y comenzar a entender las necesidades y retos que la organización humanitaria está enfrentando.

En Roma, en el Programa Mundial de Alimentos, esto nos tomó cinco años, cinco años.

Esos primeros tres años, bien, no había forma de evitarlos.

Luego hubo dos años después de eso para refinar e implementar la herramienta, como en las operaciones en Irak y otros países.

No considero que ese sea un plazo poco realista en lo que respecta a usar datos para hacer cambios operacionales.

Es una inversión.

Requiere paciencia.

Pero los tipos de resultados que pueden ser producidos son incuestionables.

En nuestro caso, se trató de alimentar a decenas de miles de personas.

Entonces, hemos donado datos, hemos donado científicos de decisión, y hay una tercera forma en la que pueden ayudar las compañías: donando tecnología para captar nuevas fuentes de datos.

Verán, hay muchas cosas sobre las que no tenemos datos.

Ahora mismo, hay refugiados sirios desbordándose sobre Grecia, y en la agencia de refugiados de la ONU no tienen un respiro.

El sistema actual para rastrear a la gente es con papel y lápiz, lo cual significa que cuando una madre y sus cinco hijos entran en un campamento, la central queda básicamente ciega en este momento.

Todo eso va a cambiar en las próximas semanas, gracias a la colaboración del sector privado.

Va a haber un nuevo sistema basado en un paquete con tecnología de rastreo, donado a la compañía de logística para la que trabajo.

Con este nuevo sistema habrá un rastro de datos, por lo que se podrá conocer el momento exacto en el que esa madre y sus hijos entran al campamento.

E incluso, se podrá saber y ella tendrá provisiones para este mes y el siguiente.

La visibilidad de la información impulsa a la eficiencia.

Para las compañías, el uso de la tecnología para recolectar datos importantes, es el pan nuestro de cada día.

Ellos lo han estado haciendo por años, y eso ha llevado a importantes mejoras de la eficiencia operacional.

Solo trate de imaginar a su compañía de refrescos favorita tratando de planificar su inventario sin saber cuántas botellas hay en los estantes.

Es absurdo.

Los datos llevan a mejores decisiones.

Ahora, si uno está representando a una compañía, y es pragmático y no solo idealista, quizás esté pensando: «Ok, todo esto está muy bien, Mallory, pero,

¿por qué querría estar involucrado?

» Bueno, para empezar, más allá de la buena publicidad, la ayuda humanitaria es un sector de USD 24 000 millones, y hay más de 5000 millones de personas, quizás sus próximos clientes, que viven en el mundo en vías de desarrollo.

Luego, las compañías que se involucran en la filantropía de datos están descubriendo nuevos conocimientos atrapados en su información.

Consideren, por ejemplo, a una compañía de tarjetas de crédito que ha abierto un centro que funciona como una sede para académicos, ONGs y gobiernos, todos trabajando juntos.

Ellos buscan información en las lecturas de tarjetas de crédito y usan esos datos para conocer más sobre cómo los hogares en la India viven, trabajan, ganan y gastan.

Para el mundo humanitario, esto brinda información sobre cómo se puede sacar a la gente de la pobreza.

Pero para las compañías, esto brinda conocimientos sobre los clientes y clientes potenciales en la India.

Todos ganan aquí.

En mi caso, lo que me parece emocionante de la filantropía de datos — donar datos, donar científicos de decisión y donar tecnología — es lo que importa para jóvenes profesionales como yo que decidimos trabajar en compañías.

Lo estudios muestran que para la próxima generación de la fuerza laboral es importante que su trabajo genere un impacto mayor.

Queremos hacer la diferencia, y con la filantropía de datos, las compañías pueden ayudar a involucrar y a retener a sus científicos de decisión.

Y eso es un asunto importante para una profesión que está en alta demanda.

La filantropía de datos tiene sentido comercialmente, y también puede impulsar una revolución en el mundo humanitario.

Si coordinamos nuestra planificación y logística a lo largo de las facetas más importantes de la operación humanitaria, podríamos alimentar, vestir y acoger a otros cientos de miles de personas, y las compañías necesitan dar el paso y tomar el papel que sé que pueden tomar para hacer realidad esa revolución.

Quizás hayan escuchado la expresión «alimento para el cerebro».

Bueno, esto es, literalmente, usar el cerebro para alimentar.

Finalmente se trata de la idea correcta en el momento correcto.


(Risas)
Très magnifique.

Muchas gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/mallory_freeman_your_company_s_data_could_help_end_world_hunger/

 

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