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¿Los Illuminatis existen? – Charla TED-Ed

Charla «¿Los Illuminatis existen?» de TED-Ed en español.

Mira la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/are-the-illuminati-real-chip-berlet

Era el año 1776. En Baviera, los nuevos ideales del racionalismo, la libertad religiosa y los derechos humanos universales competían con la fuerte influencia de la Iglesia católica por el terreno de la opinión pública. Adam Weishaupt, un profesor de Derecho frustrado por la ideología de la Iglesia, decidió diseminar sus ideas a través de una sociedad secreta: los Iluminados. Chip Berlet nos cuenta la historia, los ideales y los rituales de este infame grupo.

Lección de Chip Berlet, dirigida por Brett Underhill.

  • Autor/a de la charla: Chip Berlet
  • Fecha de grabación: 2019-10-31
  • Fecha de publicación: 2019-10-31
  • Duración de «¿Los Illuminatis existen?»: 274 segundos

 

Traducción de «¿Los Illuminatis existen?» en español.

Era el año 1776.

En Baviera, los nuevos ideales del racionalismo, la libertad religiosa y los derechos humanos universales competían con la fuerte influencia de la Iglesia católica por el terreno de la opinión pública.

Al otro lado del Atlántico, una nueva nación exigía su independencia con base en estos ideales.

Pero en Baviera los intentos del profesor Adam Weishaupt de enseñar filosofía secular seguían viéndose frustrados.

Weishaupt decidió entonces diseminar sus ideas a través de una sociedad secreta que expondría las falencias de la ideología de la Iglesia.

Llamó a esta sociedad secreta los «Illuminati».

Weishaupt moldeó algunos aspectos de su sociedad secreta basándose en los masones, una comunidad de canteros originada a finales de la Edad Media.

Los masones habían pasado de transmitir el oficio de la piedra a promover los ideales del conocimiento y la razón.

Con el tiempo, se convirtieron en una orden exclusiva y semisecreta que incluía a muchos individuos influyentes y acaudalados, y con elaborados rituales secretos de iniciación.

Weishaupt creó una sociedad paralela a la vez que era miembro de los masones y reclutaba desde su posición allí.

Adoptó el pseudónimo de Espartaco, por el afamado líder de la rebelión de los esclavos romanos.

Los primeros miembros conformaron el consejo de los Illuminatis, o «Areópago».

Uno de ellos, Adolph Knigge, también era masón y se convirtió en uno de los reclutadores más influyentes.

Con la ayuda de Knigge, los Illuminatis aumentaron sus filas, obtuvieron influencia en varios círculos masónicos e incorporaron rituales de los masones.

Para el año 1784, tenían más de 600 miembros, entre ellos pensadores y políticos influyentes.

Mientras los Illuminatis crecían cada vez más, la revolución en Estados Unidos también consiguió impulso.

Thomas Jefferson mencionaría a Weishaupt como inspiración más tarde.

Las monarquías y el clero en Europa temían rebeliones similares en sus territorios.

Por esa época, la existencia de los Illuminatis se había vuelto un secreto a voces.

Tanto ellos como los masones contaban exclusivamente con el dinero de las clases altas.

Es decir, se codeaban constantemente con miembros de los principales grupos políticos y religiosos.

Muchos en el gobierno y en la Iglesia pensaban que ambos grupos tenían la intención de socavar la fe y la religión de la gente.

Pero estos grupos no se oponían a la religión de forma directa, simplemente pensaban que debía separarse del gobierno.

Aun así, el gobierno de Baviera comenzó a mantener registros de los supuestos miembros de los Illuminatis.

Cuando comenzaron a ocupar puestos importantes en los gobiernos locales y en las universidades, en 1784 Carlos Teodoro, duque de Baviera, prohibió por decreto todas las sociedades secretas.

Si bien la prohibición de sociedades claramente secretas puede ser difícil de implementar, en este caso funcionó.

Apenas nueve años tras su fundación, el grupo se disolvió, sus registros se incautaron y Weishaupt fue exiliado.

Los Illuminatis serían más famosos después de su disolución que durante su breve existencia.

Una década más tarde, tras la Revolución francesa, autores conservadores afirmaban que los Illuminatis habían sobrevivido a su destierro y habían orquestado el plan para derrocar la monarquía.

En EE.

UU.

el orador Jedidiah Morse sostenía ideas similares sobre una conspiración de los Illuminatis contra el gobierno.

Si bien la idea de que una sociedad secreta pueda orquestar una insurrección política continúa hasta el día de hoy, no hay evidencias de que la sociedad sobreviviese, se haya reformado u ocultado.

Sus actividades están documentadas en los registros gubernamentales de Baviera y en los registros de los masones aún activos.

Y especialmente en estas dos fuentes no se ha registrado nada desde entonces.

En honor al racionalismo que los Illuminatis promulgaban, debemos concluir que ya no existen.

Pero las ideas que motivaron a Weishaupt a fundar la sociedad aún se difunden y se han vuelto las bases de muchos gobiernos de Occidente hoy día.

Dichas ideas no nacieron ni murieron con los Illuminatis, sino que se trató de una comunidad que representó una ola de cambio que ya estaba en desarrollo cuando esta se fundó y que continúa después de haber desaparecido.

https://www.ted.com/talks/chip_berlet_are_the_illuminati_real/

 

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