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Los refugiados quieren empoderamiento, no limosnas – Charla TEDGlobal 2017

Charla «Los refugiados quieren empoderamiento, no limosnas» de TEDGlobal 2017 en español.

La imagen predominante sobre el lugar donde viven los refugiados es de campamentos temporales en áreas aisladas, pero en realidad, casi el 60 % de ellos en el mundo terminan en áreas urbanas. El TED Fellow Robert Hakiza nos introduce en la vida de los refugiados urbanos y nos muestra cómo las organizaciones como la que él comenzó pueden proporcionarles las habilidades que necesitan para llegar a ser autosuficientes en última instancia.

  • Autor/a de la charla: Robert Hakiza
  • Fecha de grabación: 2017-08-27
  • Fecha de publicación: 2018-02-22
  • Duración de «Los refugiados quieren empoderamiento, no limosnas»: 405 segundos

 

Traducción de «Los refugiados quieren empoderamiento, no limosnas» en español.

Actualmente, la mayoría de los refugiados viven en ciudades en vez de en campos de refugiados.

Nosotros representamos más del 60 % del número de refugiados a nivel mundial.

Con la mayoría de los refugiados viviendo en áreas urbanas, hay una gran necesidad de un cambio de paradigma y un nuevo pensamiento.

En lugar de desperdiciar dinero en la construcción de muros, sería mejor gastarlo en programas para ayudar a los refugiados a ayudarse a sí mismos.

(Aplausos) Siempre tenemos que dejar atrás todas nuestras posesiones.

Pero no nuestras habilidades y conocimiento.

Si se les permite vivir una vida productiva, los refugiados pueden ayudarse a sí mismos y contribuir al desarrollo de su país de acogida.

Nací en la ciudad llamada Bukavu, Kivu del Sur, en la República Democrática del Congo.

Soy el quinto de una familia de 12 hijos.

Mi padre, mecánico de profesión, trabajó muy duro para enviarme a la escuela.

Al igual que otros jóvenes, tenía muchos planes y sueños.

Quería completar mis estudios, conseguir un buen trabajo, casarme, tener mis propios hijos y apoyar a mi familia.

Pero esto no sucedió.

La guerra en mi tierra me obligó a huir a Uganda en 2008, hace nueve años.

Mi familia se unió a un éxodo constante de refugiados que se instaló en la capital de Uganda, Kampala.

En mi país, ya vivía en la ciudad, y sentimos que Kampala era mucho mejor que un campo de refugiados.

A los refugiados en las ciudades siempre se les ha negado asistencia internacional, incluso después de su reconocimiento por la ACNUR en 1997.

Además del problema de la pobreza, como los pobres urbanos locales, nos enfrentamos a desafíos debido a nuestro estado de refugiados, con una barrera del idioma.

En Congo, el idioma oficial es el francés.

Pero en Uganda, es inglés.

No tuvimos acceso a educación y salud.

Fuimos expuestos al acoso, explotación, intimidación y discriminación.

Las organizaciones humanitarias se centraron principalmente en el asentamiento formal en las zonas rurales, y no había nada para nosotros.

Pero no queríamos limosnas.

Queríamos trabajar y apoyarnos a nosotros mismos.

Me uní a mis otros dos colegas en el exilio y establecimos una organización para apoyar a otros refugiados.

YARID, Jóvenes refugiados africanos para el desarrollo integral, comenzó como una conversación dentro de la comunidad congoleña.

Le preguntamos a la comunidad cómo podrían organizarse para resolver estos desafíos.

Los programas de YARID para apoyo evolucionan en etapas, yendo de la comunidad del fútbol, ​​al idioma inglés a crear medios de vida El fútbol cambió la energía de desempleados jóvenes y personas conectadas de diferentes comunidades.

Las clases de inglés gratuitas ayudan a empoderar a las personas para que se relacionen con la comunidad ugandesa, permitiéndoles conocer a sus vecinos y vender artículos.

El programa de formación profesional ofrece habilidades para ganarse la vida, y con ellas, oportunidades importantes para la autosuficiencia económica.

Hemos visto tantas familias volverse autosuficientes.

Hemos visto que ya no necesitan nuestra ayuda.

A medida que los programas de YARID se han expandido, han incluido una creciente gama de nacionalidades, congoleños, ruandeses, burundeses, somalíes, etíopes, sursudaneses.

Hoy, YARID ha apoyado a más de 3000 refugiados en todo Kampala y continúa apoyando más.

(Aplausos) Los refugiados quieren empoderamiento, no limosnas.

Conocemos nuestra comunidad mejor que nadie.

Entendemos los desafíos y las oportunidades que enfrentamos para ser autosuficientes.

Lo sé mejor que nadie que las iniciativas creadas por los refugiados funcionan Necesitan ser reconocidos y apoyados internacionalmente.

Dennos el apoyo que merecemos, y les pagaremos con intereses.

Muchas gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/robert_hakiza_refugees_want_empowerment_not_handouts/

 

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