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Charla «Mae Jemison: Integración de la enseñanza de las artes y las ciencias» de TED2002 en español.
Mae Jemison es astronauta, doctora, coleccionista de arte, bailarina… Cuenta historias de su propia educación y de sus viajes al espacio, y pide a los educadores que enseñen las artes y las ciencias, la intuición y la lógica como un todo… para crear mentes audaces.
- Autor/a de la charla: Mae Jemison
- Fecha de grabación: 2002-02-02
- Fecha de publicación: 2009-05-05
- Duración de «Mae Jemison: Integración de la enseñanza de las artes y las ciencias»: 888 segundos
Traducción de «Mae Jemison: Integración de la enseñanza de las artes y las ciencias» en español.
Lo que quiero hacer hoy es tomarme un tiempo para hablar acerca de algo que me ha causado un poco de ansiedad existencial, no encuentro una mejor palabra, en el último par de años.
Básicamente estas tres citas expresan lo qué pasa.
«Cuando Dios creó el color púrpura, Dios estaba alardeando», escribió Alice Walker en «El color púrpura» y Zora Neale Hurston escribió en «Dust Tracks On A Road» (Huellas de polvo en el camino): «la investigación es una curiosidad formalizada.
Es hurgar y husmear con un propósito».
Finalmente, cuando pienso en el futuro próximo, saben, tenemos esta actitud de lo que será, será,
¿cierto?
Así que eso va con el Gato de Cheshire, que dice: «Si no te importa mucho a dónde quieres llegar, no importa mucho qué camino tomes».
Pero creo que sí importa qué camino tomamos y por dónde nos vamos, porque cuando pienso en el diseño en el futuro próximo, en lo que pienso es en las cuestiones más importantes; lo que es realmente crucial y vital es lo que necesitamos para revitalizar las artes y las ciencias ya mismo, en el 2002.
(Aplausos)
Si describimos el futuro cercano, como dentro de 10, 20, 15 años, eso significa que lo que hacemos hoy será sumamente importante pues en el año 2015, y en el año 2020, 2025, el mundo sobre el cual nuestra sociedad se construirá, el conocimiento básico e ideas abstractas, los descubrimientos que presentamos hoy, así como todas estas cosas maravillosas que oímos en las conferencias TED y que damos por sentado en el mundo hoy, fueron conocimiento e ideas que surgieron en los años 50, 60 y 70.
Ese es el sustrato que explotamos hoy, así sea el internet, la ingeniería genética, escáneres de laser, misiles guiados, fibra óptica, televisión de alta definición, detección, teledetección desde el espacio y las fotos maravillosas de teledetección que vemos en tejido de 3D, programas de TV como Tracker, y Enterprise, unidades de CD reescribibles, pantalla plana, la danza Suite Otis de Alvin Ailey, o la canción de Sarah Jones «Your Revolution Will Not Be Between These Thighs» (Tu revolución no ocurrirá entre estos muslos), la que, por cierto, fue prohibida por la CFC (Comisión Federal de Comunicaciones), o el ska; todas estas cosas sin duda, casi sin excepción, están basadas en ideas, abstracción y creatividad de hace años.
Tenemos que preguntarnos:
¿Cuál es nuestra contribución hoy a ese legado?
Cuando pienso en eso, de veras me preocupo.
Para ser honesta, me preocupo.
No creo que estemos haciendo gran cosa.
De algún modo, no logramos actuar en el futuro.
Resueltamente, estamos siendo unos rezagados.
Nos estamos quedando atrás.
Frantz Fanon, un psiquiatra de la Martinica, dijo: «Cada generación debe, de la relativa oscuridad, descubrir su misión y satisfacerla o traicionarla».
¿Cuál es nuestra misión?
¿Qué debemos hacer?
Pienso que nuestra misión consiste en reconciliar, reintegrar la ciencia y las artes pues hoy existe un cisma en la cultura popular.
Saben, la gente tiene la idea de que la ciencia y las artes son dos cosas distintas.
Las consideramos como cosas separadas y diferentes.
Esta idea probablemente surgió hace siglos, pero hoy se ha vuelto una cuestión crítica porque todos los días tomamos decisiones acerca de nuestra sociedad que, si seguimos pensando que las artes están separadas de la ciencia, y seguimos pensando que está bien decir «No entiendo nada de esto, no entiendo nada de aquello», entonces tendremos problemas.
Sé que nadie aquí en TED piensa eso.
Todos ya sabemos que están muy conectadas, pero les cuento que hay gente allá afuera que cree que no es así.
Piensan que es buenísimo decir «Saben, los científicos y la ciencia no son creativos.
Tal vez los científicos sean ingeniosos pero no creativos».
Los orientadores profesionales y otras personas tenemos la tendencia a decir cosas como: «los artistas nos son analíticos.
Tal vez sean ingeniosos pero no analíticos».
Cuando estos conceptos son la base de nuestra enseñanza y lo que pensamos del mundo, tenemos un problema pues obstaculizamos la ayuda para todo.
Al aceptar esta dicotomía, así sea en tono de burla, cuando intentamos acomodarlo en nuestro mundo e intentamos construir nuestra base para el mundo, estamos desbaratando el futuro pues,
¿quién quiere ser poco creativo?
¿Quién quiere ser ilógico?
El talento provendría de uno de estos campos si tuviera que escoger uno.
Llegarán a un punto en donde piensan: «Bueno, puedo ser creativo y lógico al mismo tiempo».
Ahora bien, crecí en los años 60 y lo admito, de hecho mi niñez abarcó los años 60, y quería ser hippy y siempre resentí el hecho de que en realidad no era lo suficientemente vieja para ser hippy.
Sé que hay gente aquí, la generación más joven que quiere ser hippy, pero la gente habla de los años 60 todo el tiempo, y hablan de la anarquía de la época pero cuando pienso en los años 60, lo que me quedó fue que había esperanza en el futuro.
Pensamos que todos podían participar.
Había ideas increíbles, maravillosas que siempre estaban difundiéndose, y mucho de lo que hoy está de moda en realidad está basado en algunos de estos conceptos, así sea gente que intenta usar la primera directiva de Star Trek, involucrarse en cosas, o de nuevo ese tejido de tercera dimensión y las máquinas de fax de las que leo en mis revistas semanales; la tecnología y la ingeniería apenas empezaban.
Pero los años 60 me dejaron un problema.
Siempre supuse que iría al espacio pues seguí todo esto, pero también me gustaron las artes y las ciencias.
Cuando era niña y luego cuando era adolescente, me gustaba diseñar y hacer ropa para perros y quería ser diseñadora de modas.
Estudié arte y cerámica.
Me encantaba bailar.
Lola Falana.
Alvin Ailey.
Jerome Robbins.
También seguí ávidamente los programas Géminis y Apolo.
Tuve proyectos científicos y leí toneladas de libros de astronomía.
También tomé cursos de cálculo y filosofía.
Me hacía preguntas acerca del infinito y de la teoría del Big Bang.
Cuando estuve en Stanford, en mi último año, me especialicé en ingeniería química; la mitad de la gente pensaba que me había especializado en ciencia política y artes escénicas, lo que era casi verdad pues era la presidenta del Sindicato de Estudiantes Afroamericanos y sí me especialicé en otras cosas.
Los últimos cuatro meses, me vi haciendo malabares con los procesos de separación de la ingeniería química, clases de lógica, espectroscopia de resonancia magnética nuclear y también produciendo y haciendo la coreografía de una producción de danza.
Estaba a cargo de la luz y del diseño e intentaba decidir si ir a Nueva York para convertirme en una bailarina profesional o ir a la facultad de medicina.
Mi madre me ayudó a tomar esa decisión.
(Risas)
Pero cuando fui al espacio, llevé varias cosas conmigo.
Me llevé un cartel de Alvin Ailey; ya se pueden dar cuenta, me encanta la compañía de danza.
Un cartel de Alvin Ailey, en el cual Judith Jamison bailaba «Cry», dedicado a todas las mujeres afroamericanas de todas partes.
Una estatua de Bundu de la Sociedad de Mujeres de Sierra Leona y un certificado para que los estudiantes de las escuelas públicas de Chicago trabajaran para mejorar sus habilidades matemáticas y científicas.
La gente me preguntaba: «
¿Por qué tomó esos cursos?
» Y yo respondía, «Porque representan la creatividad humana, la creatividad que nos permite, que debemos tener para concebir, construir y lanzar la nave espacial, la creatividad que brota de la misma fuente que la imaginación y el análisis necesarios para esculpir la estatua Bundu.
O el ingenio necesario para diseñar, y poner en escena la coreografía de «Cry».
Cada uno de ellos son manifestaciones, encarnaciones diferentes de la creatividad, avatares de la creatividad humana, y eso es lo que debemos reconciliar en nuestras mentes, cómo pueden estas cosas encajar juntas.
La diferencia entre las artes y las ciencias no es analítica versus intuitiva,
¿cierto?
E=MC al cuadrado requería un salto intuitivo y entonces después se tenía que hacer el análisis.
Einstein dijo, de hecho, «Lo más bello que podemos experimentar es lo misterioso.
Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos».
La danza nos pide que expresemos y que queramos expresar el júbilo de la vida, pero luego Ud.
debe averiguar, exactamente qué movimiento hago para asegurarme de que lo exprese de la manera correcta.
La diferencia entre las artes y las ciencias no es tampoco constructiva versus deconstructiva,
¿cierto?
Mucha gente piensa en las ciencias como deconstructivas.
Se desbaratan las cosas.
Sí, la física subatómica es deconstructiva.
Literalmente se intenta despedazar los átomos para entender lo que hay dentro de ellos.
Pero la escultura, por lo que entiendo de los grandes escultores, es deconstructiva pues usted ve una pieza y quita lo que no tiene que estar allí.
La biotecnología es constructiva.
Los arreglos orquestales son constructivos.
Así que de hecho, usamos técnicas constructivas y deconstructivas para todo.
La diferencia entre ciencia y las artes no es que sean diferentes lados de una misma moneda, o aún partes diferentes del mismo continuo, sino más bien manifestaciones de lo mismo.
¿Son diferentes estados cuánticos de un átomo?
Tal vez, si quiero estar más acorde con el siglo XXI, podría decir que son diferentes resonancias harmónicas de una supercuerda.
Pero dejemos eso.
(Risas)
Surgen de la misma fuente.
Las artes y las ciencias son avatares de la creatividad humana.
Es nuestro intento como humanos por construir un entendimiento del universo, del mundo a nuestro alrededor.
Es nuestro intento por influenciar las cosas, nuestro universo interno y externo.
Las ciencias, para mí, son manifestaciones de nuestro esfuerzo por expresar o compartir nuestro entendimiento, nuestra experiencia, influir en el universo externo a nosotros.
No requiere de nosotros como individuos.
Es el universo, tal como todos lo perciben, y las artes manifiestan nuestro deseo, nuestro intento por compartir o influenciar a otros a través de las experiencias que son particulares a nosotros como individuos.
Déjenme decirlo otra vez, de otra manera; la ciencia proporciona un entendimiento de una experiencia universal y la artes proporcionan un entendimiento universal de una experiencia personal.
Eso es lo que tenemos que pensar, que son parte de nosotros, son parte de un continuo.
No son solo las herramientas, no son solo las ciencias, es decir, las matemáticas y la parte numérica y la estadística, pues oímos bastante sobre esta etapa; la gente decía que la música era matemática,
¿cierto?
El arte no es solo usar arcilla; los artistas no son los únicos que usan arcilla, luz, sonido y movimiento.
También usan el análisis.
Así que la gente puede decir, bueno, todavía estoy de acuerdo con lo intuitivo versus lo analítico porque todo el mundo quiere hablar del hemisferio derecho e izquierdo del cerebro,
¿cierto?
A todos se nos ha acusado de usar más el lado derecho o el lado izquierdo del cerebro en algún momento dependiendo de quién no esté de acuerdo con nosotros.
(Risas)
La gente dice que lo intuitivo es estar en contacto con la naturaleza, en contacto con usted mismo y sus relaciones.
Y lo analítico es poner la mente a trabajar.
Les voy a contar un pequeño secreto.
Todos ustedes ya saben esto, pero algunas veces la gente usa esta idea del análisis, que las cosas están fuera de nosotros, para decir que esto es lo que vamos a elevar como la verdad, las ciencias son lo más importante,
¿cierto?
Pero también están los artistas y todos saben que esto también es verdad.
Los artistas dirán cosas de los científicos porque dicen que son muy concretos, que no están conectados con el mundo.
Sin embargo, hemos visto eso inclusive aquí en escena, así que no pretendan que no saben de lo que hablo.
(Risas)
Hemos tenido gente aquí que habla de la Sociedad de la Tierra Plana y gente que hace arreglos florales.
Así que existe toda esta dicotomía que aún cargamos con nosotros, aún cuando sepamos más.
Y algunas personas creen que tenemos que elegir entre ambos.
Pero no tendría sentido escoger uno u otro,
¿cierto?
¿Lo intuitivo versus lo analítico?
Es una elección tonta, es como tratar de escoger entre ser realista e idealista.
Los dos son necesarios en la vida.
¿Por qué la gente hace esto?
Voy a citar a un biólogo molecular, Sydney Brenner, que tiene 70 años y puede decir esto.
Dijo: «Es importante distinguir entre la castidad y la impotencia».
Ahora bien…
(Risas)
Quiero compartir con ustedes una pequeña ecuación,
¿bueno?
¿Cómo el entendimiento de la ciencia y del arte encaja en nuestras vidas?
Y
¿qué es lo que ocurre y de lo que estamos hablando hoy en la conferencia de diseño?
Esto es algo que se me ocurrió: el entendimiento y nuestros recursos y nuestra voluntad hacen que tengamos resultados.
Nuestro entendimiento es nuestra ciencia, nuestro arte, nuestra religión, la manera cómo vemos el universo alrededor, nuestros recursos, nuestro dinero, nuestro trabajo, minerales, todas esas cosas que hay en el mundo con las que tenemos que trabajar.
Pero lo más importante es nuestra voluntad.
Esta es nuestra visión, nuestras aspiraciones del futuro, nuestras esperanzas, nuestros sueños, nuestras luchas y nuestros temores.
Nuestros éxitos y fracasos afectan lo que hacemos con todos ellos, y para mí, el diseño y la ingeniería, la artesanía y el trabajo calificado son todas las cosas que funcionan para obtener nuestro resultado, que es nuestra calidad humana de vida.
¿En dónde queremos que esté el mundo?
¿Y adivinen qué?
Sin importar cómo miremos esto, si pensamos que las artes y las ciencias están separadas o son distintas, ambas están siendo afectadas en este momento y ambas están teniendo problemas.
Llevé a cabo un proyecto llamado S.E.E.ing in the Future: Science, Engineering and Education (Viendo hacia el futuro: ciencias, ingeniería y educación) acerca de cómo usar de manera más efectiva los fondos gubernamentales.
Tenemos un grupo de científicos en distintos niveles en sus profesiones.
Llegaron a Dartmouth College, en donde yo enseñaba, y hablaron con teólogos y financistas de algunos problemas de la financiación pública para la investigación de la ingeniería y la ciencia.
¿Qué es lo más importante de esto?
Creo que algunas de las ideas que surgieron tienen paralelos poderosos con las artes.
Lo primero que dijeron fue que las circunstancias en las que estamos hoy en las ciencias y la ingeniería, que nos hicieron líderes mundiales, es muy diferente a las de los años 40, 50, 60 y 70, cuando surgimos como líderes mundiales, pues ya no competimos con el fascismo o el comunismo estilo soviético.
Por cierto, esa competencia no fue solo militar, también era social y política.
Eso nos permitió mirar al espacio como una de esas plataformas para probar que nuestro sistema social era mejor.
Otra cosa de la que hablaron fue que la infraestructura que da apoyo a las ciencias se está volviendo obsoleta.
Miramos a las universidades, universidades comunitarias, pequeñas y grandes, en todo el país, y vemos que sus laboratorios se están volviendo obsoletos, y es aquí en donde preparamos a la mayoría de nuestros trabajadores científicos e investigadores, y, por cierto, a nuestros maestros.
Hay medios que apoyan únicamente la diseminación de la información más mundana e inane.
Está la llamada pseudociencia, los círculos de cosechas, la autopsia alienígena, las casas embrujadas, o los desastres.
Eso es lo que vemos.
Esa no es realmente la información que uno necesita para funcionar en el día a día y para darse cuenta de cómo participar en esta democracia y saber lo que ocurre.
También dijeron que hay un cambio en la mentalidad corporativa.
Mientras que el dinero del gobierno siempre había estado disponible para la investigación básica de ciencias e ingeniería, también contábamos con que algunas compañías hicieran investigación básica.
Pero lo que ha pasado ahora es que las compañías dedican más energía al desarrollo de productos a corto plazo que a la investigación básica de ciencia e ingeniería.
La educación no está a la altura.
De preescolar al último grado de bachillerato, los estudiantes no toman laboratorios húmedos.
Piensan que si ponemos un computador en la habitación, este va a reemplazar a la realidad.
Mezclamos los ácidos y cultivamos papas.
El financiamiento del gobierno disminuye y luego dicen «hagamos que las corporaciones asuman la financiación, y eso no es verdad.
La ayuda del gobierno por lo menos debería hacer cosas como reconocer el costo-beneficio de la investigación básica de la ciencia y la ingeniería.
Tenemos que saber que tenemos una responsabilidad como ciudadanos mundiales.
Debemos mirar a la educación de los humanos.
Debemos construir nuestros recursos hoy para asegurarnos de que los estudiantes sean formados de manera que entiendan la importancia de estas cosas.
Debemos apoyar la vitalidad de las ciencias, lo cual no quiere decir que todo tiene que tener algo que vaya a continuar o que sepamos exactamente cuál va a ser el resultado, pero que apoyamos la vitalidad y la curiosidad intelectual que viene con ello.
Si piensan en esos paralelos con las artes, la competencia con el Ballet Bolshoi alentó a la compañía de ballet Jeoffrey y al Ballet de Nueva York a mejorar.
La infraestructura de museos, teatros, salas de cine en todo el país está desapareciendo.
Hay menos para ver en televisión, hemos gastado más dinero reescribiendo viejos programas de televisión para el cine.
Hoy tenemos financiación corporativa que, cuando va a alguna compañía, cuando apoya a las artes, casi que es necesario que el producto sea parte de la pintura que el artista pinte.
Tenemos estadios que las corporaciones nombran una y otra vez.
En Houston, tratamos de averiguar qué hacer respecto al asunto del estadio Enron.
(Risas)
Las bellas artes y la educación están desapareciendo en las escuelas.
Tenemos un gobierno que parece extraerle las vísceras a la Fundación Nacional de las Artes y a otros programas.
Así que tenemos que ponernos a pensar,
¿qué es lo que intentamos hacer con las ciencias y las artes?
Hay necesidad de revitalizarlas.
Tenemos que prestar atención a esto.
Solo quiero contarles rápidamente lo que estoy haciendo.
(Aplausos)
Quiero contarles lo que he estado haciendo desde…
que siento esta necesidad de integrar algunas de las ideas que he tenido y con las que me he encontrado a lo largo del tiempo.
Una de las cosas que he encontrado es que hay una necesidad de reparar la dicotomía entre la mente y el cuerpo también.
Mi madre siempre me dijo siempre debes ser observadora, saber lo que sucede en tu mente y cuerpo, y como bailarina tuve esta enorme fe en mi habilidad para conocer mi cuerpo, justamente como sabía percibir los colores.
Luego fui a la facultad de medicina y se suponía que debía seguir lo que la máquina decía acerca de los cuerpos.
Saben, yo le hacía preguntas a los pacientes y algunas personas me decían: «No, no, no le pongas atención a lo que los pacientes dicen».
Sabemos que los pacientes conocen y entienden sus cuerpos mejor pero actualmente tratamos de separarlos de esa idea.
Debemos reconciliar el conocimiento que el paciente tiene de su cuerpo con las mediciones del médico.
Tuvimos a alguien que habló de medir las emociones y conseguir máquinas
¿para averiguar qué?
Para evitar que nos volvamos locos,
¿cierto?
No, no debemos medir, no debemos usar máquinas para medir la furia de la carretera y hacer algo para no tenerla.
Tal vez tengamos máquinas que nos ayuden a reconocer que tenemos ira de carretera y luego haya que saber cómo controlarla sin máquinas.
Inclusive tenemos que ser capaces de reconocer eso sin máquinas Lo que me preocupa de verdad es
¿cómo reafirmamos nuestra auto consciencia como humanos, como organismos biológicos?
Michael Moschen habló de tener que enseñar y aprender cómo sentir con los ojos y ver con las manos.
Tenemos toda clase de posibilidades para usar nuestros sentidos, y eso es lo que tenemos que hacer.
Eso es lo que quiero hacer: tratar de usar la bioinstrumentación, esas cosas para ayudar a los sentidos en lo que hacemos.
Ese es el trabajo que he estado haciendo como una compañía llamada Corporación BioSentient.
Le hago propaganda porque soy una empresaria; porque el empresario dice que es alguien que hace lo que quiere hacer porque tiene suficiente dinero como para no tener un trabajo de verdad.
(Risas)
Pero ese es el trabajo que hago con la Corporación BioSentinent, intento averiguar cómo integrar estas cosas.
Déjenme terminar diciendo que mi propósito personal de diseño para el futuro es integrar, pensar en lo intuitivo y en lo analítico.
Las artes y las ciencias no están separadas.
Una lección de física de secundaria antes de que se vayan.
Los maestros de física de secundaria solían levantar una pelota y decían que esa pelota tenía energía potencial.
Pero nada le sucedía; no podía hacer ningún trabajo hasta que la dejaban caer y cambiaba de estado.
Me gusta pensar que las ideas son energía potencial.
Son realmente maravillosas pero nada ocurrirá hasta que nos arriesguemos a llevarlas a la práctica.
Esta conferencia está llena de ideas maravillosas.
Vamos a compartir muchas cosas con la gente pero nada sucederá hasta que nos arriesguemos a llevar las ideas a la acción.
Hay que revitalizar las artes y las ciencias de hoy; hay que responsabilizarse del futuro.
No podemos escondernos y decir es solo para el beneficio de la compañía, o es simplemente un negocio, o soy un artista o un académico.
Es así como usted juzga lo que hace.
Hablé del balance entre lo intuitivo y lo analítico.
Fran Lebowitz, mi cínico favorito, hizo las tres preguntas más importantes; ahora voy a agregar el diseño; estas son: «
¿Es atractivo?
» Es intuitivo.
«
¿Es divertido?
» Es analítico.
«Y
¿conoce su lugar?
» El equilibrio.
Muchas gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/mae_jemison_teach_arts_and_sciences_together/