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Maria Bezaitis: La sorpresiva necesidad de extraños – Charla TED@Intel

Charla «Maria Bezaitis: La sorpresiva necesidad de extraños» de TED@Intel en español.

En nuestro mundo digital, las relaciones sociales se han vuelto mediadas por datos. Sin apenas darnos cuenta, nosotros mismos estamos poniendo barricadas contra los extraños, personas e ideas que no encajan en los patrones de lo que ya sabemos, lo que ya nos gusta y donde ya hemos estado. Un llamado a la tecnología para entregarnos a lo que necesitamos, aunque sea desconocido. (Filmado en TED@Intel).

  • Autor/a de la charla: Maria Bezaitis
  • Fecha de grabación: 2013-04-07
  • Fecha de publicación: 2013-05-14
  • Duración de «Maria Bezaitis: La sorpresiva necesidad de extraños»: 480 segundos

 

Traducción de «Maria Bezaitis: La sorpresiva necesidad de extraños» en español.

«No hables con extraños».

Han escuchado esa frase dicha por sus amigos, familia, escuelas y medios de comunicación durante décadas.

Es una norma.

Es una norma social.

Pero es un tipo especial de norma social, porque es una norma social que quiere decirnos con quién podemos relacionarnos y con quién no debemos.

«No hables con extraños», dice, «Aléjate de cualquier persona que no conozcas.

Sigue con la gente que conoces.

Sigue con gente como tú».

¿Qué tan atractivo es esto? ¿No es realmente lo que hacemos cuando estamos en nuestro cénit? Cuando estamos en nuestro mejor momento, llegamos a la gente que no son como nosotros, porque cuando lo hacemos, aprendemos de personas que no son como nosotros.

Mi frase para este valor de estar con quien «es diferente a nosotros» es la «extrañeza», y mi punto es que en el mundo digital intensivo de hoy, los extraños muy francamente no son el punto.

De lo que debemos estar preocupados es, ¿cuánto extrañeza estamos recibiendo? ¿Por qué extrañeza? Porque nuestras relaciones sociales son cada vez más mediadas por datos, y los datos convirtieron nuestras relaciones sociales en relaciones digitales, y eso significa que nuestras relaciones digitales ahora dependen extraordinariamente de la tecnología para darle una sensación de solidez, una sensación de descubrimiento, una sensación de sorpresa e imprevisibilidad.

¿Por qué no extraños? Porque los extraños forman parte de un mundo de límites muy rígidos.

Pertenecen a un mundo de personas que conozco frente a personas que no conozco, y en el contexto de mis relaciones digitales, ya estoy haciendo las cosas con personas que no conozco.

La pregunta no es si te conozco o no.

La pregunta es, ¿qué puedo hacer contigo? ¿Qué puedo aprender contigo? ¿Qué podemos hacer juntos que nos beneficie a los dos? Paso mucho tiempo pensando en cómo está cambiando el panorama social, cómo las nuevas tecnologías crean nuevas restricciones y nuevas oportunidades para las personas.

Los cambios más importantes que enfrentamos hoy tienen que ver con los datos y lo que los datos están haciendo para dar forma a los tipos de relaciones digitales que nos serán posibles en el futuro.

Las economías del futuro dependen de esto.

Nuestra vida social en el futuro depende de esto.

La amenaza que preocupa no son los extraños.

La amenaza que preocupa es si estamos dando nuestra parte justa de extrañeza o no.

Los psicólogos y sociólogos del siglo XX pensaban en los extraños, pero no pensaban tan dinámicamente en las relaciones humanas, y pensaron en los extraños en el contexto de las prácticas de influencia.

Stanley Milgram de los 60 y 70, el creador de los experimentos del mundo pequeño, que más tarde se convirtió en el popular ‘seis grados de separación’, sostuvo que dos personas seleccionadas arbitrariamente probablemente estaban conectadas de cinco a siete pasos intermedios.

Su punto era que los extraños están ahí.

Podemos llegar a ellos.

Hay caminos que nos permiten llegar a ellos.

Mark Granovetter, sociólogo de Stanford, en 1973 en su ensayo seminal «La fuerza de los lazos débiles», puntualizó que estos lazos débiles son parte de nuestras redes, estos extraños, son más efectivos para difundirnos información que nuestros lazos fuertes, las personas más cercanas a nosotros.

Él hace una crítica adicional a nuestros lazos fuertes cuando dice que estas personas que están tan cerca de nosotros, estos lazos fuertes en nuestras vidas, realmente tienen un efecto homogeneizador en nosotros.

Producen uniformidad.

Mis colegas y yo en Intel hemos pasado los últimos años mirando las maneras en que las plataformas digitales están remodelando nuestra vida cotidiana, qué tipo de nuevas rutinas son posibles.

Hemos estado buscando específicamente en las clases de plataformas digitales que nos han permitido tomar nuestras posesiones, aquellas cosas que solían estar muy restringidas a nosotros y nuestros amigos en nuestras casas, y ponerlas a disposición de la gente que no conocemos.

Sea nuestra ropa, nuestros carros, nuestras bicicletas, nuestros libros o música, somos capaces ahora de tomar nuestras posesiones y hacerlas disponibles para personas que nunca hemos conocido.

Y concluimos una percepción muy importante, que así como las relaciones de las personas con las cosas en sus vidas cambian, cambian sus relaciones con otras personas.

Y sin embargo, un sistema de recomendación tras otro continúa fallando.

Continúa intentando predecir lo que necesito basado en algunas características pasadas de lo que soy, de lo que ya he hecho.

Tecnología de seguridad tras otra sigue diseñando la protección de datos en términos de amenazas y agresiones, manteniéndome encerrada en clases muy rígidas de relaciones.

Categorías tales como «amigos» y «familia» y «contactos» y «colegas» no me dicen nada sobre mis relaciones reales.

Una forma más efectiva de pensar en mis relaciones podría ser en términos de proximidad y distancia, donde en un momento dado en el tiempo, con cualquier persona, estoy a la vez cerca y lejos de ese individuo, todo en función de lo que tengo que hacer ahora mismo.

Las personas no son cercanas o distantes.

Siempre son una combinación de las dos, y esa combinación está cambiando constantemente.

¿Qué pasa si las tecnologían pudieran intervenir para alterar el equilibrio de ciertos tipos de relaciones? ¿Qué pasa si las tecnologías pudieran intervenir para ayudar a encontrar a la persona que necesito ahora? La extrañeza es la calibración de proximidad y distancia que me permite encontrar la gente que necesito ahora, me permite encontrar las fuentes de intimidad, de descubrimiento y de inspiración que necesito ahora.

La extrañeza no es sobre conocer extraños.

Simplemente plantea lo que necesitamos para alterar nuestras zonas de familiaridad.

Correr hasta esas zonas de familiaridad es una forma de pensar sobre la extrañeza, y es un problema no solo para el individuo de hoy, sino también para las organizaciones, las organizaciones que tratan de adoptar masivamente nuevas oportunidades.

Sea un partido político insistiendo para su detrimento en una noción muy rígida de quién pertenece y quién no; sea el gobierno protegiendo instituciones sociales como el matrimonio y restringiendo el acceso a esas instituciones a unos pocos; sea el adolescente en su cuarto que trata de alejar a sus padres, la extrañeza es una manera de pensar sobre cómo allanarnos el camino a nuevos tipos de relaciones.

Tenemos que cambiar las normas.

Tenemos que cambiar las normas para permitir nuevos tipos de tecnologías como base para nuevos tipos de empresas.

¿Qué preguntas interesantes nos esperan en este mundo sin extraños? ¿Cómo podríamos pensar de forma diferente sobre nuestras relaciones con la gente? ¿Cómo podríamos pensar de forma diferente sobre nuestras relaciones con otros grupos de personas? ¿Cómo podríamos pensar diferente sobre nuestras relaciones con las tecnologías, cosas que efectivamente se convierten en participantes sociales por derecho propio? La gama de relaciones digitales es extraordinaria.

En el contexto de esta amplia gama de relaciones digitales, buscando con seguridad la extrañeza podría muy bien ser una nueva base para la innovación.

Gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/maria_bezaitis_why_we_need_strangeness/

 

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