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Charla «Mechai Viravaidya: ¿Cómo hizo el Sr. Condón de Tailandia un lugar mejor?» de TEDxChange en español.
En TEDxChange el «Sr. Condón» de Tailandia, Mechai Viravaidya, nos guía por el plan audaz de su país para elevar el nivel de vida, que comenzó en la década de 1970. El primer paso fue el control de la población. Y eso implica hablar mucho y de manera franca, divertida y muy eficaz, sobre los preservativos.
- Autor/a de la charla: Mechai Viravaidya
- Fecha de grabación: 2010-09-20
- Fecha de publicación: 2010-09-30
- Duración de «Mechai Viravaidya: ¿Cómo hizo el Sr. Condón de Tailandia un lugar mejor?»: 830 segundos
Traducción de «Mechai Viravaidya: ¿Cómo hizo el Sr. Condón de Tailandia un lugar mejor?» en español.
Bienvenidos a Tailandia.
Cuando yo era joven, hace 40 años, el país era muy, muy pobre y mucha, mucha, mucha gente vivía en la pobreza.
Decidimos hacer algo al respecto pero no empezamos con un programa de bienestar o de reducción de la pobreza.
Empezamos con un programa de planificación familiar después de varias actividades en salud materno infantil muy exitosas.
Básicamente, nadie aceptaría la planificación familiar si sus hijos no sobrevivieran.
El primer paso fue llegar a los niños, llegar a las madres, y luego seguir con la planificación familiar.
No sólo la mortalidad infantil; se necesita también la planificación familiar.
Déjenme regresar a la razón por la que lo hicimos.
En mi país esa era el caso en 1974.
Siete hijos por familia.
Un crecimiento tremendo del 3,3%.
No había futuro.
Teníamos que reducir la tasa de crecimiento de la población.
Así que dijimos: «Hagámoslo».
Las mujeres dijeron: «De acuerdo, usaremos píldoras, pero necesitamos un médico que recete las píldoras».
Y teníamos muy pocos médicos.
No aceptamos un no como respuesta; adoptamos un no como pregunta.
Fuimos a ver a las enfermeras y parteras, también mujeres, e hicimos un trabajo fantástico explicándoles cómo usar la píldora.
Era algo maravilloso pero cubría sólo un 20% del país.
Pero,
¿qué hacíamos con el otro 80%?
¿los dejábamos a su suerte por falta de personal?
No, decidimos hacer algo más.
Fuimos a ver a la gente común que veían.
Debajo de ese cartel amarillo, me gustaría que no lo hubiesen borrado, porque decía «Coca-Cola».
Éramos mucho más grandes que Coca-Cola en esos días.
No había diferencia, ellos elegían la misma gente que nosotros.
Ellos eran bien conocidos en la comunidad; sabían que los clientes siempre tenían la razón, eran fabulosos y practicaban la planificación familiar por sí mismos.
Ellos podían suministrar píldoras y condones por todo el país, en cada pueblo del país.
Allí estamos, viendo como la gente tildada como causa del problema era la solución.
Dondequiera que hubiera gente y pueden ver los botes con mujeres vendiendo cosas, en el mercado flotante, vendiendo plátanos y cangrejos y también anticonceptivos; donde hay personas, hay anticonceptivos en Tailandia.
Y luego decidimos apelar a la religión porque en Filipinas la Iglesia Católica era muy fuerte y los tailandeses eran budistas.
Fuimos a verlos y decían: «
¿podrían ayudarnos?
» Yo estoy allí, soy el de azul no el de amarillo, sosteniendo una taza con agua bendita para que el monje rocíe agua bendita sobre píldoras y condones por la santidad de la familia.
Y esta imagen recorrió el país.
Así, algunos de los monjes en las aldeas hacían lo mismo por su cuenta.
Y las mujeres decían: «no es de extrañar que no tenga efectos secundarios.
Están bendecidos».
Esa era su percepción.
Y luego con los profesores.
Se necesita de todo el mundo para tratar de dar lo que sea que haga de la Humanidad un mundo mejor.
Fuimos a ver a los profesores.
A más de 1/4 de millón se le enseñó sobre planificación familiar con un nuevo alfabeto: A y B – nacimiento, C – condón, I – DIU, V – vasectomía.
Y luego teníamos el juego de serpientes y escaleras; uno arroja el dado; si cae en algo pro planificación familiar, avanza.
Algo como: «mamá toma la píldora todas las noches.
Muy bien mamá.
Avanzar.
El tío compra un condón.
Muy bien tío.
Avanzar.
El tío se emborracha, no usa condón.
Regresar, empezar de nuevo».
(Risas)
De nuevo: educación, entretenimiento en clase.
Y los niños lo hacen en la escuela también.
Teníamos carreras de relevos con condones.
Teníamos el campeonato de inflado de condones.
Y en poco tiempo el condón es el mejor amigo de las chicas.
En Tailandia, para los pobres, los diamantes no son opción.
Así, el condón es el mejor amigo de las chicas.
En 1975 presentamos el primer programa de microcréditos y las mujeres que lo organizaron dijeron: «Sólo queremos prestar a las mujeres que practican la planificación familiar.
Si está embarazada, cuide de su embarazo.
Si no lo está, puede tomar un préstamo nuestro».
Fue dirigido por ellas.
Y luego de 35 o 36 años todavía está en curso.
Es parte del Banco de Desarrollo Rural.
No es un banco real, pero es un fondo…
microcrédito.
No requeríamos gran organización para dirigirlo.
Lo dirigían los propios aldeanos.
Y difícilmente encontráramos un hombre tailandés allí.
Siempre las mujeres, las mujeres, las mujeres…
Luego pensamos que nos ayudaría EE.UU.
porque EE.UU.
ayuda a todos, lo necesiten o no.
(Risas)
Esto es el 4 de julio.
Decidimos brindar la vasectomía a todos los hombres; en particular, los estadounidenses al frente de la fila hasta la residencia del embajador durante su [poco claro].
Y el hotel nos dio el salón de baile.
Una sala muy apropiada.
(Risas)
Y ya que estaba cerca la hora del almuerzo dijeron: «Muy bien, les daremos algo de comer.
Claro, con bebida cola de EE.UU.
Hay dos marcas: Coca y Pepsi.
Y para comer hamburguesas o salchichas».
Yo pensé que una salchicha era algo más simbólico.
(Risas)
Y aquí está este joven llamado Willy Bohm que trabajaba para la USAID.
Obviamente, le hicieron la vasectomía porque su salchicha está a medio comer y está muy feliz.
Fue noticia en EE.UU.
y enfureció a algunos también.
Yo les dije: «No se preocupen.
Vengan que para Uds también hay».
(Risas)
¿Y qué sucedió?
En todo esto, de 7 hijos a 1,5 hijo.
La tasa de crecimiento de 3,3 a 0,5.
Podrían llamarlo enfoque Coca-Cola, si quieren.
Era exactamente lo mismo.
No estoy seguro de si Coca-Cola nos siguió, o nosotros seguimos a Coca-Cola pero somos buenos amigos.
Y ese es el caso de todos lo que se sumaron.
No teníamos un gobierno fuerte.
No teníamos muchos médicos.
Pero es tarea de todos el cambio de actitud y comportamiento.
Luego vino el SIDA y golpeó a Tailandia y tuvimos que dejar de hacer un montón de cosas buenas para combatir el SIDA.
Desafortunadamente el gobierno tenía una negación, una negación.
Nuestro trabajo no se vio afectado.
Yo pensé: «Bien, si no podemos ir al gobierno, vayamos a los militares».
Así, fui a los militares y les pedí 300 estaciones de radio.
Tenían más que el gobierno, y más armas que el gobierno.
Así que les pregunté:
¿podrían ayudarnos en la lucha contra el VIH?
Y luego les proporcioné estadísticas.
Dijeron: «Sí.
Está bien.
Puede utilizar todas las emisoras de radio y canales de TV».
Y así nos metimos en las ondas radiales.
Y poco después tuvimos un nuevo primer ministro que me dijo: «Mechai,
¿podrías sumarte?
Pidió que participe porque le gustaba mucho mi mujer.
Le dije: «Bueno».
Se convirtió en presidente de la Comisión Nacional del SIDA e incrementó el presupuesto en 50 veces.
Cada ministerio, incluso el judicial, tenía que educar sobre el SIDA.
Todo el mundo.
El público, las instituciones, las instituciones religiosas, las escuelas, todos estaban involucrados.
Aquí, todo el personal de los medios tenía que ser entrenado en VIH.
Le dimos a cada estación medio minuto extra para publicidad, para ganar más dinero.
Así que estaban felices con eso.
Y luego la educación sobre SIDA en las escuelas, comenzando por la universidad.
Estos son alumnos de secundaria enseñándole a otros alumnos.
Las mejores profesoras eran las muchachas, no los chicos.
Eran fabulosas.
Estas chicas que iban formando en el sexo seguro y el VIH eran conocidas como Madre Teresa.
Y luego dimos un paso más.
Estos son niños de primaria, de tercero, cuarto grado, yendo a cada casa de la aldea, a cada casa en toda Tailandia, brindando información sobre SIDA y un condón en cada casa, entregado por estos jóvenes.
Y los padres no se opusieron porque estábamos tratando de salvar vidas y esto era un salvavidas.
Dijimos: «Todos tienen que involucrarse».
Teníamos que hacer que las compañías entiendan que el personal enfermo no trabaja, y los clientes muertos no compran.
Por eso todos capacitaban.
Y luego estaba el Capitán Condón, con su MBA de Harvard, yendo a escuelas y centros nocturnos.
Lo amaban.
Los símbolos son necesarios.
En cada país, cada programa, se necesita un símbolo, y esto es probablemente lo mejor que haya hecho con su MBA.
(Risas)
Y luego repartimos condones por todas partes en la calle, por todos lados, en todos lados.
En los taxis, condones.
Y también en el tráfico: los policías te dan condones; es el programa «poli y condones».
(Risas)
¿Se imaginan a los policías Nueva York repartiendo condones?
Yo claro que sí.
Y lo disfrutarían muchísimo.
Los veo caminado por ahí ahora, en todos lados.
Imaginen si tuvieran condones para darle a todo tipo de personas.
Y luego, nuevo cambio: diademas, prendas de vestir, y el condón para el móvil para la temporada de lluvia.
(Risas)
Presentamos estos condones.
Uno dice: «arma de protección masiva».
La encontramos.
Alguien aquí buscaba el arma de destrucción masiva, pues nosotros encontramos el arma de protección masiva: el condón.
Y aquí dice, con la bandera de EE.UU.: «No salgas de casa sin él».
Tengo algunos para repartir después.
Pero son de tamaño tailandés, así que tengan cuidado.
(Risas)
Como pueden ver los condones pueden hacer varias cosas.
Miren este.
Le di este a Al Gore y también a Bill Senior.
Para el calentamiento global: usa condones.
Y esta es la foto que les mencioné: el arma de protección masiva.
Y permitamos a los Juegos Olímpicos salvar vidas.
¿Por qué sólo correr?
(Risas)
Y, finalmente, en Tailandia somos budistas, no tenemos un Dios, por eso decimos: «En el condón confiamos».
(Risas)
como pueden ver, hemos sumado todo a nuestro esfuerzo para hacerle la vida mejor a la gente.
Teníamos condones en todos los refrigeradores de los hoteles y escuelas, porque el alcohol afecta el juicio.
¿Y qué sucedió después?
Después de todo este tiempo se sumaron todos.
Según la ONU, los nuevos casos de VIH disminuyeron en un 90%.
Y para el Banco Mundial se salvaron 7,7 millones de vidas.
De lo contrario hoy muchos tailandeses no estarían por ahí.
Esto nos muestra que uno podría hacer algo al respecto.
El 90% del financiamiento vino de Tailandia.
Había compromiso político, algo de compromiso financiero, y todo el mundo se sumó a la lucha.
No le dejemos esta tarea a los especialistas, médicos y enfermeras.
Todos tenemos que ayudar.
Después decidimos ayudar a la gente a salir de la pobreza ahora que de alguna manera paleamos el SIDA, esta vez, no sólo con el gobierno sino en cooperación con la comunidad empresarial.
Porque los pobres son empresarios sin habilidades comerciales ni acceso al crédito.
Esas son las cosas que debe proporcionar a la comunidad empresarial.
Estamos tratando de convertirlos en «emprendedores de a pie» pequeños empresarios.
La única manera de salir de la pobreza es con empresas comerciales.
Eso se hizo.
El dinero fue de la empresa al poblado vía la plantación de árboles.
No es un regalo.
Ellos plantan los árboles, y el dinero entra en su fondo de microcréditos, al que llamamos Banco de Desarrollo Rural.
Todos participan y sienten que son dueños del banco porque han puesto el dinero allí.
Y antes de pedir el dinero uno debe recibir entrenamiento.
Y creemos que, si uno quiere ayudar a los pobres, a los que viven en la pobreza, el acceso al crédito debe ser un derecho humano.
El acceso al crédito debe ser un derecho humano.
De otro modo nunca saldrán de la pobreza.
Y antes de conseguir un crédito, uno tiene que ser entrenado.
Esto es lo que llamamos un «MBA de a pie» que le enseña a la gente cómo hacer negocios para que cuando pidan dinero tengan éxito con el negocio.
Estos son algunos de los negocios: hongos, cangrejos, verduras, árboles, frutas, y esto es muy interesante: helados y galletas Nike.
Esta es una aldea auspiciada por Nike.
Ellos dicen: «Deberían dejar de hacer zapatos y ropa.
Mejor hagan esto, porque podemos pagarlos».
Y luego tenemos la seda tailandesa.
Ahora estamos haciendo tartanes escoceses, como se ve a la izquierda, para venderle a la gente con antepasados escoceses.
A quienes estén sentados mirando TV contáctense conmigo.
Y esta es la respuesta tailandesa a Starbucks: «Café y Condones».
Starbucks te despierta, nosotros te mantenemos despierto y con vida.
Esa es la diferencia.
¿Se imaginan si en cada Starbucks se consiguieran condones?
Podríamos pedir los condones con el capuchino.
Y ahora, finalmente, la educación: queremos convertir a la escuela, que está sub-utilizada, en un centro de aprendizaje permanente para todos.
Lo llamamos Desarrollo Rural Integrado en torno a la Escuela.
Y es un centro, de coordinación, para el desarrollo económico y social.
Re hacer la escuela, ponerla al servicio de la comunidad.
Y aquí hay un edificio de bambú.
Todos son de bambú.
Es una cúpula geodésica de bambú.
Y estoy seguro que Buckminster Fuller estaría muy, muy orgulloso de ver una cúpula geodésica de bambú.
Y usamos verduras del terreno de la escuela, así que cultivan sus propias verduras.
Y, para terminar, creo firmemente si queremos que los ODM funcionen, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, tenemos que agregarles la planificación familiar.
Claro, primero la mortalidad infantil y luego la planificación familiar.
Todos necesitan servicios de planificación familiar.
Se utiliza poco.
Hemos encontrado el arma de protección masiva.
Y le pedimos a los próximos Juegos Olímpicos que se involucren en salvar vidas.
Y, finalmente, esa es nuestra red.
Y estos son los tulipanes tailandeses.
(Risas)
Thank you very much indeed.
Muchas gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/mechai_viravaidya_how_mr_condom_made_thailand_a_better_place_for_life_and_love/