Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » Mentiras explicadas a mujeres embarazadas – Charla TEDxOmaha

Mentiras explicadas a mujeres embarazadas – Charla TEDxOmaha

Charla «Mentiras explicadas a mujeres embarazadas» de TEDxOmaha en español.

«Cuando decimos a las mujeres que no vale la pena arriesgarse a tener sexo durante el embarazo, estamos diciendo que su placer sexual no importa… que ella, de hecho, no importa», dice la investigadora Sofia Jawed-Wessel. En esta reveladora charla, Jawed-Wessel cuestiona nuestros puntos de vista sobre el embarazo y el placer para poner en evidencia la relación entre mujer, sexo y sistemas de poder.

  • Autor/a de la charla: Sofia Jawed-Wessel
  • Fecha de grabación: 2016-10-08
  • Fecha de publicación: 2017-01-06
  • Duración de «Mentiras explicadas a mujeres embarazadas»: 896 segundos

 

Traducción de «Mentiras explicadas a mujeres embarazadas» en español.

Vamos a compartir muchos secretos hoy, Uds.

y yo, y al hacer esto, espero poder disipar algo de la vergüenza que muchos sentimos acerca del sexo.

¿Cuántos aquí alguna vez han sido piropeados por un extraño?

Montones de mujeres.

Para mí, la vez que recuerdo mejor es cuando ese extraño era uno de mis estudiantes.

Se me acercó después de clase esa noche y sus palabras confirmaron lo que yo ya sabía: «Lo siento tanto, profesora.

Si hubiera sabido que era Ud., nunca habría dicho esas cosas».


(Risas)
Para él, yo no fui persona hasta que me convertí en su profesora.

Este concepto, llamado deshumanización, es el cimiento del sexismo, y lo vemos reforzado en todo aspecto de nuestras vidas.

Lo vemos en el gobierno que se rehúsa a castigar a los hombres que violan a mujeres.

Lo vemos en la publicidad.

¿Cuántos de Uds.

han visto un anuncio que usa senos de mujer para vender un producto no relacionado?

¿O película tras película que solo representa a las mujeres como objetos de interés amoroso?

Estos ejemplos pueden parecer intrascendentes e inofensivos, pero son insidiosos, y paulatinamente e integran a una cultura que no quiere ver a las mujeres como personas.

Lo vemos en la escuela que envía a casa a una niña de 10 años porque su ropa era una distracción para los niños que intentan aprender, o el gobierno que rehúsa castigar a los hombres violadores una y otra vez, o la mujer asesinada porque le pidió a un hombre que no se frotara contra ella al bailar.

Los medios tienen un gran rol en perpetuar la deshumanización de la mujer.

Consideremos la clásica comedia romántica.

Normalmente se nos presenta a dos tipos de mujeres en estos filmes, dos tipos de mujeres deseables.

La primera es la mujer sensual.

Es una mujer increíblemente bella, con el cuerpo perfecto.

Nuestro protagonista no tiene problema en identificarla e incluso le es fácil tener sexo con ella.

La segunda es nuestra protagonista, la bella pero tímida mujer de quien el protagonista se enamora a pesar de no poner atención al principio o de que no le gustara si lo hizo.

La primera es la zorra.

Sirve para ser consumida e ignorada.

Está demasiado disponible.

La segunda es deseable pero modesta, y por ello digna de los futuros bebés de nuestro protagonista.

Material de matrimonio.

Se nos dice que las mujeres tienen dos roles, pero es muy difícil que puedan existir dentro de la misma mujer.

Las pocas veces en que comparto con un nuevo conocido que estudio el sexo, si no terminan la conversación ahí mismo usualmente quedan muy intrigados.

«Oh, cuéntame más».

Así que les cuento.

«Estoy muy interesada en estudiar los comportamientos sexuales de parejas embarazadas y en posparto».

En este punto, obtengo un tipo diferente de respuesta.


(Risas)
«Oh.

Ah.

¿Las personas embarazadas tienen sexo?

¿Has pensado en estudiar el deseo sexual o los orgasmos?

Eso sería interesante y sexy».

Díganme.

¿Qué primeras palabras les vienen a la mente al imaginar una mujer embarazada?

Hice esta pregunta en una encuesta a más de 500 adultos, y la mayoría respondieron «barriga», «redonda» o «adorable».

Esto no me sorprendió mucho.

¿Qué más etiquetamos como «adorable»?

Bebés.

Cachorros.

Gatitos.

Ancianos.

¿Cierto?


(Risas)
Cuando decimos que un adulto es adorable, sin embargo, le quitamos gran parte de su inteligencia, su complejidad.

Lo reducimos a características infantiles.

También les pedí a hombres heterosexuales que imaginaran a sus parejas embarazadas; luego les pedí a las mujeres que imaginaran estar embarazadas, y que me dijeran lo primero que se les viniera a la mente al imaginarse teniendo sexo.

La mayoría de las respuestas fueron negativas.

«Asqueroso».

«Complicado».

«No sensual».

«Extraño».

«Incómodo».

«

¿Cómo?

»
(Risas)
«No vale la pena la molestia».

«No vale la pena el riesgo».

Esto último se me quedó grabado.

Podríamos pensar que al separar a embarazadas y madres de la sexualidad estamos quitando las amarras de la cosificación sexual.

Ellas experimentan menos sexismo.

¿Cierto?

No exactamente.

Lo que ocurre, en cambio, es un tipo diferente de cosificación.

En mis esfuerzos por explicar esto a otros, me llevó a la Venus de Willendorf, una figura paleolítica que los académicos asumieron que era una diosa del amor y la belleza, de ahí el nombre de Venus.

Esta teoría luego fue revisada, sin embargo, cuando los estudiosos notaron el foco del escultor en las características reproductivas de la figura: grandes senos, considerados ideales para amamantar; una panza redonda y posiblemente embarazada; restos de tinte rojo, aludiendo a la menstruación o al dar a luz.

También asumieron que estaba hecha para sostenerla o ponerla acostada, ya que sus pequeños pies no permiten que pueda estar de pie.

Tampoco tenía rostro.

Por esta razón, se asumió que era una representación de la fertilidad y no el retrato de una persona.

Era un objeto.

En la historia de su interpretación, pasó de ser un objeto de belleza ideal y amor a objeto de reproducción.

Creo que esta transición habla más acerca de los expertos que interpretaron su propósito que del real propósito de la figura misma.

Cuando una mujer se embaraza, deja el reino del deseo sexual masculino y entra a su rol reproductivo y de crianza.

Al hacer esto, también se convierte en propiedad de la comunidad, considerada muy importante, pero solo porque está embarazada.

¿Cierto?

He llamado a esto el «efecto Willendorf», y una vez más lo vemos reforzado en varios aspectos de su vida.

¿Alguien aquí ha estado visiblemente embarazada alguna vez?


(Risas)
Sí.

Muchas de Uds.,

¿verdad?

¿Cuántas han tenido a un extraño tocándoles la panza durante el embarazo, incluso quizás sin pedirles permiso antes?

¿O les han dicho lo que pueden y no pueden comer alguien que no es su doctor?

¿Su proveedor de salud?

¿O les han preguntado sobre su plan de parto?

¿Y luego les han dicho por qué sus elecciones están mal?

Sí, a mí también.

¿O un camarero ha rehusado a traerles una copa de vino?

Esto quizás les sorprenda; lo sé, pero escuchen.

Este es un gran secreto.

De hecho, es seguro beber con moderación durante el embarazo.

Muchos no sabemos esto porque los médicos no quieren confiarles a las embarazadas este secreto,
(Risas)
especialmente si tienen poca formación o son mujeres de color.

Lo que esto nos dice es que este efecto Willendorf también es clasista y racista.

Está presente cuando el Gobierno recuerda a las mujeres con cada nueva ley antielección que los contenidos de sus úteros no son suyos, o cuando un ginecólogo dice «si bien es seguro tener sexo durante el embarazo, nunca se sabe.

Mejor prevenir que curar,

¿cierto?

» Se le niega privacidad y autonomía corporal básica bajo el pretexto de «sé una buena madre».

No confiamos en que tome sus propias decisiones.

Ella es adorable,

¿recuerdan?

Cuando les decimos a las mujeres que el placer sexual, disculpen.

Cuando les decimos que el sexo no vale el riesgo durante el embarazo, lo que decimos es que su placer sexual no importa.

Lo que decimos es que ella no importa, a pesar de que las necesidades de su feto no están en conflicto con las suyas.

Así que los proveedores de salud, como el Colegio estadounidense de obstetras y ginecólogos, tienen la oportunidad de educar sobre lo seguro del sexo durante el embarazo.

¿Y qué es lo que dicen los expertos?

El CAOG de hecho carece de declaración oficial sobre la seguridad del sexo durante el embarazo.

La guía de la Cínica Mayo es generalmente positiva, pero se presenta con una advertencia: «Si bien la mayoría de las mujeres pueden tener sexo seguro durante el embarazo, a veces es mejor ser precavido».

Algunas mujeres no quieren tener sexo durante el embarazo, y eso está bien.

Algunas mujeres sí quieren tener sexo durante el embarazo, y esto también está bien.

Lo que debe acabar es que la sociedad diga a las mujeres lo que pueden y no pueden hacer con sus cuerpos.


(Aplausos)
Las mujeres embarazadas no son vasijas de reproducción anónimas que no pueden pararse en sus propios pies.

Pero la verdad es, el real secreto es que les decimos a las mujeres que su placer sexual no importa.

Nos negamos a admitir que las mujeres que tienen sexo con otras mujeres o las mujeres que no quieren tener hijos sí existen.

«Oh, es solo una etapa…

solo necesita que llegue el hombre adecuado».

Cada vez que una mujer tiene sexo simplemente porque se siente bien, es algo revolucionario.

Ella es una revolucionaria.

Está yendo en contra de la sociedad que insiste en que solo existe para el placer masculino o para la reproducción.

Una mujer que prioriza su deseo sexual asusta, porque una mujer que prioriza su deseo se prioriza a sí misma.


(Aplausos)
Esa es una mujer que demanda ser tratada con igualdad.

Es una mujer que insiste en que le hagas sitio en la mesa del poder, y eso es lo más atemorizante de todo, porque no podemos hacerle sitio sin que algunos de nosotros tengamos que ceder nuestro espacio extra.


(Aplausos)
Les tengo un último secreto.

Soy madre de dos niños y nos serviría su ayuda.

A pesar de que mis hijos me escuchan decir con frecuencia que es importante que los hombres vean a las mujeres como iguales, y ven a su padre como modelo, necesitamos que lo que ocurra en el mundo refuerce lo que ocurre en nuestro hogar.

Este no es un problema de hombres o de mujeres.

Es un problema de todos, y todos tenemos un rol en desmantelar sistemas de desigualdad.

Para empezar, debemos dejar de decirles a las mujeres lo que pueden y no pueden hacer con sus cuerpos.


(Aplausos)
Esto incluye no tratar a las embarazadas como propiedad comunal.

Si no la conoces, no pidan tocar su panza.

No se lo pedirían a nadie.

No le digan lo que puede y no puede comer.

No pidan detalles privados sobre sus decisiones médicas.

Esto incluye entender que incluso si estás en contra del aborto, aún puedes luchar por el derecho de las mujeres a decidir.

Si se trata de la equidad de las mujeres, ambas no se deben oponer.

Si eres alguien que tiene sexo con mujeres, prioriza su placer.

Si no sabes cómo, pregunta.

Si tienes hijos—
(Risas)
ten conversaciones sobre sexo lo antes posible, porque los niños ya no buscan s-e-x-o en el diccionario.

Lo buscan en internet.

Y al tener esas conversaciones, no se centren el tema solo en la reproducción.

La gente tiene sexo por muchas razones, algunos porque quieren un bebé, pero la mayoría de nosotros porque se siente bien.

Admítanlo.

Y sin importar si una quiere tener hijos o no, apoyen una educación sexual completa, que no humille a nuestros adolescentes.


(Aplausos)
Nada positivo resulta de humillar a adolescentes por sus deseos sexuales o comportamiento, aparte de tests de ETS y embarazo positivos.

Cada día se nos da la oportunidad de interrumpir patrones de inequidad.

Creo que todos podemos estar de acuerdo en que vale la pena hacerlo.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/sofia_jawed_wessel_the_lies_we_tell_pregnant_women/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *