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Mi carta de amor al cosplay – Charla TED2016

Charla «Mi carta de amor al cosplay» de TED2016 en español.

Adam Savage hace las cosas y construye experimentos, y usa trajes para añadir humor, color y claridad a las historias que cuenta. Hace un recuento de su amor de toda la vida por los disfraces, desde un casco espacial infantil hecho de una vaso de helado hasta un disfraz sin rostro que llevaba en la Comic-Con. Savage explora el mundo del cosplay y el significado que genera en su comunidad. «Estamos conectando con algo importante dentro de nosotros», dice. «Los disfraceses son cómo nos mostramos recíprocamente».

  • Autor/a de la charla: Adam Savage
  • Fecha de grabación: 2016-02-16
  • Fecha de publicación: 2016-07-15
  • Duración de «Mi carta de amor al cosplay»: 787 segundos

 

Traducción de «Mi carta de amor al cosplay» en español.

Hay algo que me encanta que he leído alguna vez, el hecho que una de las cosas que han contribuido al éxito del Homo sapiens como especie es nuestra falta de vello corporal.

Que nuestra falta de pelo, nuestra desnudez combinada con nuestra invención de la ropa, nos da la capacidad de modular la temperatura del cuerpo y, por lo tanto, podemos sobrevivir en cualquier clima elegido.

Y hemos evolucionado hasta el punto que no podemos sobrevivir sin ropa.

Y va más allá de la utilidad, es su vía de comunicación.

Todo lo que elegimos para poner en una narrativa, una historia sobre lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo, o lo que queremos ser.

Yo era un niño solitario.

Y no me fue fácil encontrar amigos con los que jugar, y terminé haciendo en gran parte mi propio juego.

He hecho muchos de mis propios juguetes.

Comenzó con el helado.

Había una tienda de Baskin-Robbins en mi ciudad natal, y servían helados detrás del mostrador en esos recipientes gigantes de cartón de 19 litros.

Y alguien me dijo, yo tenía 8 años, que cuando se acababan esos recipientes, los lavaban y guardaban en la parte posterior, y si alguien pedía una se la daban.

Me tomó un par de semanas reunir el valor, pero lo hice y me la dieron.

Me dieron una.

Me fui a casa con ese hermoso recipiente de cartón.

Intentaba averiguar qué hacer con este material exótico, con un anillo de metal en la parte superior e inferior.

Empecé a darle la vuelta a la cabeza, y me di cuenta de que mi cabeza realmente encajaba allí dentro».


(Risas)
Sí, abrí un agujero puse un poco de acetato y me hice un casco espacial.


(Risas)
Necesitaba un lugar para llevar el casco de espacio, encontré la caja de un refrigerador, a un par de cuadras de casa.

la llevé a casa, y el armario de la habitación de invitados de mis padres, lo convertí en una nave espacial.

Empecé con un panel de control de cartón.

Corté un agujero para la pantalla radar y puse una linterna debajo para encenderlo.

Puse una pantalla de visualización, fuera de la pared del fondo y aquí es donde pensaba que era realmente inteligente, sin permiso, pinté la pared del fondo del armario de negro y puse un campo de estrellas, que iluminé con luces de Navidad que encontré en el desván, y me fui a misiones espaciales.

Un par de años más tarde, salió la película «Tiburón».

Era demasiado pequeño para verla, pero estaba atrapado en la fiebre «Tiburón», como todos en EE.UU.

en ese momento.

Había una tienda en mi ciudad con un disfraz de «Tiburón» en el escaparate, y mi madre debió haberme oído hablar con alguien sobre lo maravilloso que era para mí el disfraz, porque un par de días antes de Halloween, me volvió loco al regalarme este disfraz de «Tiburón».

Reconozco que es un tropo para las personas de cierta edad que se quejan de que los niños hoy no tienen idea de lo bien que lo tienen, pero permítanme mostrarles algunos disfraces de los niños que se pueden comprar en línea en este momento…

Y este es el disfraz de «Tiburón» que mi mamá me compró.


(Risas)
Esta es una máscara de tiburón de papel fino y un babero de vinilo con el letrero de «Tiburón».


(Risas)
Y me encantó.

Un par de años más tarde, mi padre me llevó a ver una película llamada «Excalibur».

De hecho, me llevó dos veces, lo que no es poco, pues es una película catalogada como dura.

Pero no fueron los intestinos y la sangre o los senos lo que me hacía quererla ver de nuevo.

Sí que ayudaron…


(Risas)
Fue la armadura.

La armadura de «Excalibur» era embriagadoramente hermosa para mí.

Eran, literalmente, caballeros de brillante armadura y pulido espejo.

Y los caballeros de «Excalibur» llevan su armadura a todas partes.

Todo el tiempo, en la cena, en la cama.


(Risas)
Yo pensaba «

¿están leyendo mi mente?

¡Quiero llevar armadura todo el tiempo!»
(Risas)
Así que volví a mi material favorito, la pócima para la fabricación, cartón corrugado, e hice una armadura, repleta de escudos para el cuello y un caballo blanco.

Como está totalmente vendido, muestro esta foto de la armadura que hice.


(Risas)

(Aplausos)
Este es solo el primer juego de armadura que hice inspirado en «Excalibur».

Un par de años más tarde, convencí a mi padre para embarcarse en hacerme un disfraz adecuado de armadura.

Durante aproximadamente un mes, me graduó desde cartón hasta láminas de aluminio para techos así como de uno de mis materiales de fijación favorito de todos los tiempos los remaches pop.

Cuidadosamente, durante ese mes, construimos un traje de armadura de aluminio articulado con curvas compuestas.

Perforamos agujeros en el casco para que pudiera respirar, y terminé justo a tiempo para Halloween y lo llevé a la escuela.

Esta es lo único en esta charla de lo que no tengo una diapositiva para mostrar, por no existir la foto de esta armadura.

La llevé puesta a la escuela, había un fotógrafo del anuario patrullando los pasillos, pero nunca me encontró, por razones que enseguida quedarán claras.

Había cosas que no anticipé en relación a llevar un disfraz completo de armadura de aluminio a la escuela.

En la tercera parte de matemáticas, estaba de pie en el fondo de la clase, y de pie en la parte posterior de la clase porque la armadura me impedía sentarme.


(Risas)
Esta es la primera cosa que no esperaba.

Y entonces mi maestro me mira algo preocupado en mitad de la clase y dice: «

¿Te sientes bien?

» Y yo pensaba: «

¿Lo dices en serio?

¿Que si me siento bien?

¡Estoy usando una armadura! Es el momento de mi…» Y a punto de decirle lo bien que me siento, es cuando la clase comienza a ponerse a la izquierda y a desaparecer por un túnel largo, para luego despertar en la enfermería.

Me había desmayado de agotamiento por calor, vistiendo la armadura.

Y cuando desperté, no estaba avergonzado por lo sucedido en clase, me preguntaba: «

¿Quién tomó mi armadura?

¿Dónde está mi armadura?

» Ahora avanzo rápido un montón de años, a algunos colegas y a mí nos contratan para hacer un espectáculo para Discovery Channel, denominado «MythBusters».

Y en más de 14 años he aprendido a construir metodologías experimentales y a contar historias sobre ellas para la TV.

También aprendo desde el principio que el vestuario puede desempeñar un papel clave en esta narración.

Uso los trajes para añadir humor, comedia, color y claridad narrativa a las historias que estamos contando.

Y luego hacemos un episodio llamado «salto del contenedor» y aprendo un poco más sobre las consecuencias más profundas de lo que significa para mí el vestuario.

En el episodio «salto del contenedor» la pregunta que intentábamos responder es:

¿Está saltando en un contenedor seguro como nos hacen creer las películas?


(Risas)
El episodio tenía dos partes distintas.

Una era donde se recibía entrenamiento para saltar edificios por un doble de acción dentro de una bolsa de aire.

Y la segunda, la graduación para el experimento: queríamos llenar un contenedor de basura con material y saltar sobre él.

Quería separar visualmente ambos elementos, y pensé: «Para la primera parte nos entrenamos, por lo que debemos usar sudaderas, ¡Oh! Vamos a poner ‘Stunt Juvenil’ en la parte posterior de los buzos.

Eso es para la formación».

Sin embargo, para la segunda parte, queríamos algo visualmente impactante.

«¡Ya sé! Voy a vestir como Neo de ‘The Matrix'».


(Risas)
Así que fui a la calle Haight.

Compré hermosas botas de hebilla altas hasta la rodilla.

Encontré un abrigo largo en eBay.

Tengo gafas de sol, con las que uso lentes de contacto para poderlas llevar.

El día de la sesión experimental aparecí, y salí del auto con este traje, y mi equipo me echa un vistazo y comienza a reprimir las risitas de iglesia.

Son así: (Sonido de risa) Y sentí dos cosas distintas en este momento.

Total vergüenza por el hecho de que es tan claro para mi equipo que estoy completamente a gusto con este disfraz.


(Risas)
Pero el productor en mí me recuerda que en el tiro de alta velocidad en cámara lenta, el abrigo volando se va a ver hermoso detrás de mí.


(Risas)
Tras cinco años de producir los «MythBusters», nos invitaron a aparecer en la Comic-Con de San Diego.

Sabía de la Comic-Con hacía años y nunca había tenido tiempo de ir.

Esto era para grandes ligas, era la meca de los disfraces.

La gente vuela desde todo el mundo para mostrar sus creaciones sorprendentes en San Diego.

Y quería participar.

Yo decidí que iba a armar un disfraz elaborado que me cubriera por completo, para caminar por la pasarela de la Comic-Con de San Diego de forma anónima.

¿El disfraz que elegí?

Hellboy.

Ese no es mi disfraz, que en realidad es Hellboy.


(Risas)
Pero pasé meses montando el traje más Hellboy para pantalla con la mayor precisión que pude, desde las botas hasta la cinta a los pantalones y la mano derecha de la fatalidad.

Me encontré con un tipo que me hizo una cabeza protésica Hellboy y el pecho y me los puse.

Incluso tenía lentes de contacto graduadas para mí.

Me lo puse en el suelo en la Comic-Con y ni siquiera puedo contar las bolas de calor dentro de ese disfraz.


(Risas)
¡Transpiración! Debería haber recordado esto.

Sudaba a cubos y las lentes de contacto me dañaban los ojos, y nada de esto importaba, porque estaba totalmente enamorado.


(Risas)
No solo con el proceso de poner el disfraz a punto y de caminar con él, sino también con el resto de la comunidad.

No es solo disfrazarse en la Comic-Con, esto se llama «cosplay».

Superficialmente, cosplay significa que las personas que se disfrazan de sus personajes favoritos de cine y televisión y también de personajes animados, pero es mucho más que eso.

Estos no son solo personas que encuentran un disfraz y se lo ponen.

Las mezclan.

Los moldean a su voluntad.

Los cambian para ser los personajes que desean que estén en esas producciones.

Son superinteligentes y geniales.

Dejaron su bandera anormal volar y es hermoso.


(Risas)
Pero más que eso, ensayan sus disfraces.

En la Comic-Con o cualquier otra Con, uno empieza a tomar fotos de personas caminando por ahí.

Uno va allí y dice: «Oye, me gusta tu disfraz,

¿puedo tomar una foto?

» Y luego se les da tiempo para que encuentren su postura.

Han trabajado duro en su postura para que el disfraz se vea excelente ante la cámara.

Y es muy bonito de ver.

Y tomo esto en serio.

En la siguiente Con, aprendí a arrastrar los pies de Heath Ledger como el Joker de «The Dark Knight».

Aprendí a ser un Espectro del Anillo terrorífico del «El Señor de los Anillos» y, en realidad, asusté a algunos niños.

Aprendí el «hrr, hrr, hrr», esa risa cabezuda que hace Chewbacca.

Y entonces me disfracé de Sin Cara de «El viaje de Chihiro».

Si no saben nada de «El viaje de Chihiro» y su director, Hayao Miyazaki, en primer lugar, están invitados.


(Risas)
Es una obra maestra y una de mis películas favoritas de todos los tiempos.

Se trata de una niña llamada Chihiro que se pierde en el mundo de los espíritus en un parque temático japonés abandonado.

Y ella encuentra de nuevo su camino de regreso con la ayuda de un par de amigos que ella hace: un dragón llamado Haku capturado y un demonio solitario llamado Sin Cara.

Sin Cara se siente solo y quiere hacer amigos, y cree que la manera de hacerlo es atrayéndolos a él y produciendo oro en su mano.

Pero esto no va muy bien, y así termina todo en un alboroto hasta que Chihiro lo salva, lo rescata.

Por eso creé un disfraz de Sin Cara, y me lo puse en la Comic-Con.

Y he practicado mucho cuidado los gestos de Sin Cara.

Resolví que no hablaría nada en este disfraz.

Cuando la gente me preguntaba si podían tomar mi foto, asentía y me ponía con timidez a su lado.

Ellos sacaban la foto y luego descubría de detrás de la bata una moneda de oro de chocolate.

Y al final del proceso de la foto, me gustaba hacerla aparecer para ellos.

Y la gente «¡Ah, ah, ah!» así.

La gente se volvía loca.

«¡Oh! ¡Oro de Sin Cara! ¡Oh, Dios mío, esto es genial!» Y siento que estoy desfilando en la pasarela y es fantástico.

En unos 15 minutos en algo sucede.

Alguien agarra la mano, y me pone la moneda de nuevo.

Y creo que tal vez me da la moneda para devolverme el regalo, pero no, no es esta una de las monedas que yo repartía.

No sé por qué.

Y sigo adelante, tomo algunas fotos más.

Y entonces sucede otra vez.

Entiendan no puedo ver nada dentro de este disfraz.

Puedo ver a través de la boca.

Puedo ver los zapatos de las personas.

Puedo escuchar lo que dicen y puedo ver sus pies.

Pero a la tercera vez que alguien me devuelve una moneda, quiero saber lo que está pasando.

Así que inclino la cabeza hacia atrás para tener una mejor vista, y veo a alguien que se aleja de mí así.

Y entonces me golpea: es la mala suerte de tomar el oro de Sin Cara.

En la película «El viaje de Chihiro» la mala suerte cae sobre aquellos que toman el oro de Sin Cara.

No es una relación intérprete-público; esto es resultado de cosplay.

Somos, todos nosotros en ese piso, la inyección de nosotros mismos en una narrativa que significaba algo para nosotros.

lo estamos haciendo nuestra propia.

Estamos conectando con algo importante dentro de nosotros.

Y los disfraces son cómo nos revelamos el uno al otro.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/adam_savage_my_love_letter_to_cosplay/

 

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