Contenidos
Charla «Nalini Nadkarni: La vida científica en prisión» de TED2010 en español.
Nalini Nadkarni desafía nuestro punto de vista sobre los árboles y las prisiones; dice que ambos pueden ser más dinámicos de lo que pensamos. Mediante una asociación con el estado de Washington, lleva las clases de ciencias y programas de conservación a los reclusos, con resultados inesperados.
- Autor/a de la charla: Nalini Nadkarni
- Fecha de grabación: 2010-02-11
- Fecha de publicación: 2010-07-08
- Duración de «Nalini Nadkarni: La vida científica en prisión»: 307 segundos
Traducción de «Nalini Nadkarni: La vida científica en prisión» en español.
Los árboles simbolizan el estancamiento.
Los árboles echan raíces en el suelo en un lugar por muchas generaciones humanas.
Pero si cambiamos nuestra perspectiva del tronco a las ramas, los árboles se vuelven entes muy dinámicos, moviéndose y creciendo.
Decidí explorar ese movimiento convirtiendo a los árboles en artistas.
Simplemente até una brocha a una rama.
Sosteniendo una tela, esperé a que soplara el viento.
Y eso produjo arte.
La pieza de arte que veis a vuestra izquierda está pintada por un cedro rojo del oeste y ése a la derecha, por un abeto de Douglas.
Y aprendí que las diferentes especies tienen diferentes firmas, como un Picasso contra un Monet.
Pero también me interesaba el movimiento de los árboles y cómo este arte podría capturarlo y cuantificarlo.
Así que para medir la distancia que un árbol de arce de vid, el cual produjo esta pintura, se había movido en sólo un año, simplemente medí y sumé cada una de esas líneas.
Y las multipliqué por el número de ramitas por ramal y el número de ramales por árbol y lo dividí por el número de minutos por año.
Y así pude calcular cuánto se movía un solo árbol cada año.
Puede que tengáis alguna idea.
La respuesta es de hecho 300.207 kilómetros, o siete veces la vuelta al mundo.
Así que simplemente moviendo nuestra perspectiva desde un solo tronco hasta las muchas y dinámicas ramitas, vemos que los árboles no son simples entes estáticos, sino extremadamente dinámicos.
Y comencé a analizar maneras de aplicar esta lección de los árboles, en otras entidades estáticas y detenidas, que piden a gritos cambio y dinamismo.
Y una de ellas son nuestras cárceles.
En donde aquellos que violan la ley quedan detenidos, confinados detrás de barrotes.
Y nuestro sistema carcelario en sí está detenido.
Estados Unidos tiene unos 2,3 millones de hombres y mujeres encarcelados.
Y ese número está subiendo.
De cada cien encarcelados que son liberados, 60 volverán a prisión.
Fondos para educación, capacitación y rehabilitación están cayendo.
Y así continúa el ciclo de encarcelación.
Decidí así investigar si la lección que yo había aprendido de los árboles y los artistas podría aplicarse a instituciones estáticas como nuestras cárceles.
Y creo que la respuesta es «sí».
En 2007 me uní en sociedad con el Departamento Correccional del estado de Washington.
A cuatro cárceles estatales les acercamos proyectos de conservación, prácticas sostenibles, la ciencia y los científicos.
Ofrecimos charlas sobre ciencia.
Y los presos prefieren venir a nuestras charlas de ciencia a mirar TV o hacer pesas.
Eso, yo creo, es movimiento.
Nos asociamos con «The Nature Conservancy» para que los internos del Correccional de Stafford Creek cultiven especies de plantas de pradera en riesgo y trabajen en la restauración de praderas en el estado de Washington.
Eso, yo creo, es movimiento.
Con el Departamento de Pesca y Vida Silvestre del estado de Washington criamos especies de ranas en riesgo, la rana a pintitas de Oregon para introducirla en pantanos protegidos.
Eso, yo creo, es movimiento.
Y recientemente, comenzamos a trabajar con aquellos hombres segregados en lo que llamamos las instalaciones «Supermax».
Han cometido delitos de violencia y sido violentos con los guardacárceles y con otros presos.
Se los encierra en celdas vacías como ésta durante 23 horas por día.
Cuando se reúnen con los profesionales en salud mental deben permanecer inmóviles en cabinas como ésta.
Durante una hora diaria acuden a áreas deportivas lúgubres.
Y si bien no podemos traerles árboles, plantas de pradera o ranas, les traemos a estas áreas deportivas imágenes de la naturaleza, y las exhibimos en las paredes, para que al menos tengan contacto con imágenes de la Naturaleza.
Este es el Sr.
López, quien ha estado confinado por 18 meses.
Él colabora sugiriendo ejemplos de imágenes que él cree pueden ayudar a los presos a sentirse más calmos, más serenos, y menos proclives a la violencia.
Esto demuestra, yo creo, que pequeñas iniciativas de cambio grupales tal vez puedan movilizar una entidad tal como nuestro sistema carcelario en la dirección de la esperanza.
Sabemos que los árboles son entidades estáticas con sólo mirar sus troncos.
Pero si los árboles pueden crear arte, si pueden dar la vuelta al mundo siete veces en un año.
si los presos pueden plantar y criar ranas, entonces tal vez existan otras entidades estáticas dentro de nosotros mismos como el duelo, las addicciones, el racismo, que también pueden cambiar.
Muchas gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/nalini_nadkarni_life_science_in_prison/