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Nic Marks: el Índice de Planeta Feliz – Charla TEDGlobal 2010

Charla «Nic Marks: el Índice de Planeta Feliz» de TEDGlobal 2010 en español.

El estadístico Nic Marks pregunta por qué medimos el éxito de una nación por la productividad, en lugar de hacerlo por la felicidad y el bienestar de su pueblo. Presenta el Índice de Planeta Feliz, que indica el bienestar nacional en función del uso de recursos (porque una vida feliz no tiene que costar la Tierra). ¿Qué países están mejor ubicados en el IPF? Tal vez te sorprenda.

  • Autor/a de la charla: Nic Marks
  • Fecha de grabación: 2010-07-16
  • Fecha de publicación: 2010-08-30
  • Duración de «Nic Marks: el Índice de Planeta Feliz»: 1009 segundos

 

Traducción de «Nic Marks: el Índice de Planeta Feliz» en español.

Martin Luther King no dijo: «tengo una pesadilla», al inspirar los movimientos de derechos civiles.

Dijo: «tengo un sueño».

Y yo tengo un sueño.

Sueño con que dejemos de pensar que el futuro será una pesadilla; y esto es un desafío porque si uno piensa en las películas principales de los últimos tiempos, casi todas ven la Humanidad de forma apocalíptica.

Creo que la película «The Road» (La carretera)es representativa de los tiempos modernos.

Es una bella obra cinematográfica, pero todo está desolado, todo está muerto.

Sólo el padre y el hijo tratando de sobrevivir, caminando por la carretera.

Y creo que el movimiento ecologista, del cual formo parte, ha sido cómplice en la creación de esta visión del futuro.

Durante demasiado tiempo hemos difundido una visión catastrófica de lo que iba a suceder.

Nos hemos centrado en el peor de los casos.

En los problemas.

Y no hemos pensado lo suficiente en las soluciones.

Hemos utilizado el miedo, si se quiere, para captar la atención de la gente.

Y cualquier psicólogo les dirá que el miedo en el organismo está vinculado al mecanismo de vuelo.

Es parte del mecanismo de lucha y vuelo que cuando un animal está asustado…

piensen en un ciervo.

Un ciervo se queda muy, muy quieto, a punto de salir corriendo.

Y creo que eso es lo que hacemos cuando pedimos a la gente que siga nuestro plan en torno a la degradación ambiental y el cambio climático.

La gente se paraliza y sale corriendo porque usamos el miedo.

Y creo que el movimiento ecologista tiene que madurar y empezar a pensar qué es el progreso.

¿Qué tal si mejorásemos la condición humana?

Y el problema al que nos enfrentamos, creo, es que las únicas personas que han acaparado el discurso en materia de progreso son los que definen progreso en términos financieros una definición económica de progreso…

que, de alguna manera, si hacemos crecer los indicadores adecuados vamos a estar mejor, ya sea en el mercado de valores, ya sea con el PBI y el crecimiento económico, la vida, de alguna manera, va a mejorar.

Esto es, en cierto modo, apelar a la codicia humana en lugar del miedo…

de que más es mejor.

Vamos.

En el mundo occidental ya tenemos suficiente.

Quizá en otras partes del mundo no, pero nosotros tenemos suficiente.

Y sabemos desde hace mucho que esta no es una buena medida de bienestar de las naciones.

De hecho, el arquitecto de nuestro sistema contable nacional, Simon Kuznets, en la década de 1930, dijo que «El bienestar de una nación apenas puede inferirse de su ingreso nacional».

Pero hemos creado un sistema contable nacional firmemente basado en la producción, en la producción de bienes.

Y, en efecto, esto es probablemente histórico, y tuvo su momento.

En la Segunda Guerra Mundial teníamos que producir muchas cosas.

Y, de hecho, tuvimos tanto éxito produciendo determinado tipo de cosas que destruimos gran parte de Europa y luego tuvimos que reconstruirla.

Por lo que nuestro sistema contable nacional quedó fijo en lo que podemos producir.

Pero ya en 1968 este hombre visionario, Robert Kennedy, al inicio de su fallida campaña presidencial, dio la deconstrucción más elocuente del producto interior bruto que jamás se ha dado.

Y terminó su discurso con la frase: «El producto interior bruto mide todo menos eso que hace que la vida valga la pena».

¿Qué locura es esa, que nuestra medida de progreso, nuestra medida dominante de progreso en la sociedad, consiste en medir todo menos eso que hace que la vida valga la pena?

Creo que, si hoy Kennedy viviera, le pediría a los estadísticos como yo salir y averiguar qué es lo que hace que la vida valga la pena.

Nos estaría pidiendo que rediseñemos nuestro sistema contable nacional para basarlo en cosas tan importantes como la justicia social, la sustentabilidad, y el bienestar de las personas.

Y, de hecho, los científicos sociales ya han empezado a preguntar esto en todo el mundo.

Esto es de una encuesta mundial.

Se le pregunta a la gente qué quieren.

Y, como era de esperar, la gente de todo el mundo dice que lo que quiere es la felicidad para ellos, para sus familias, sus hijos, sus comunidades.

Bien, creen que el dinero es algo importante.

Está ahí, pero no es tan importante como la felicidad, y no es tan importante como el amor.

Todos necesitamos amar y ser amados en la vida.

No es tan importante como la salud.

Queremos tener salud y vivir una vida plena.

Estas parecen ser aspiraciones humanas naturales.

¿Por qué no miden esto los estadísticos?

¿Por qué no estamos pensando el progreso de las naciones en estos términos en lugar de medir sólo la cantidad de cosas que tenemos?

Y realmente, esto es lo que he hecho en mi vida adulta…

pensar cómo medimos la felicidad, cómo medimos el bienestar, cómo podemos hacerlo dentro de los límites ambientales.

Y creamos, en la organización en la que trabajo, la New Economics Foundation (Fundación Nueva Economía), algo llamado Happy Planet Index (Índice de Planeta Feliz) porque creemos que la gente debería ser feliz y el planeta también.

¿Por qué no crear un indicador de progreso que muestre eso?

Y lo que hacemos es decir que el resultado final de una nación es lo exitosa que es para crear una vida feliz y saludable para sus ciudadanos.

Ese debería ser el objetivo de las naciones del planeta.

Pero tenemos que recordar que hay un insumo fundamental para eso que es cuántos recursos del planeta usamos.

Tenemos un solo planeta.

Tenemos que compartirlo.

Es el recurso escaso de última instancia, el planeta que compartimos.

Y la economía se interesa mucho en la escasez.

Cuando se tiene un recurso escaso que quiere convertir en un resultado deseable, se valora en términos de eficiencia.

En términos de cuánto provecho sacamos a nuestro dinero.

Y este es un indicador de cuánto bienestar obtenemos al usar los recursos del planeta.

Es una medida de eficiencia.

Y, probablemente, la manera más fácil de verlo es mostrándoles este gráfico.

En el eje horizontal, en la gráfica, vemos la «huella ecológica», que se refiere a los recursos que usamos y de la presión que ejercemos sobre el planeta.

Más es malo.

Hacia arriba, en vertical, hay una métrica llamada «años de vida feliz».

Tiene que ver con el bienestar de las naciones.

Es como una expectativa de vida ajustada a la felicidad.

Es una especie de calidad y cantidad de vida en las naciones.

Y el punto amarillo que ven es el promedio mundial.

Hay un gran grupo de naciones en torno al promedio mundial.

Hacia la parte superior derecha de la gráfica, están los países a los que les va razonablemente bien y producen bienestar pero están usando muchos recursos para lograrlo.

Son los EE.UU.

otros países occidentales en esos triángulos y algunos estados del Golfo.

Por el contrario, en la parte inferior izquierda de la gráfica, están los países que no producen mucho bienestar…

por lo general, el África subsahariana.

En términos de Hobbes, allí la vida es corta y brutal.

La esperanza media de vida en muchos de estos países es de sólo 40 años.

La malaria, el VIH/SIDA, mata a muchas personas en estas regiones del mundo.

Pero ahora las buenas noticias.

Hay algunos países, en los triángulos amarillos, a los que les va mejor que a la media, que se dirigen hacia la parte superior izquierda del gráfico.

Este es un gráfico aspiracional.

Queremos estar arriba a la izquierda, donde vivir bien no es a costa del planeta.

Son de América Latina.

El país de la parte superior es un lugar en el que no he estado.

Quizá algunos de Uds sí.

Costa Rica.

Costa Rica…

la esperanza media de vida es de 78 años y medio.

Eso es más que en los EE.UU.

Es, según la encuesta mundial más reciente de Gallup, el país más feliz del planeta más que nadie; más que Suiza y Dinamarca.

Son el lugar más feliz.

Lo logran con un cuarto de los recursos usados generalmente en el mundo occidental…

un cuarto de los recursos.

¿Qué está pasando?

¿Qué está pasando en Costa Rica?

Podemos ver algunos de los datos.

El 99% de su electricidad proviene de recursos renovables.

Su gobierno es uno de los primeros en cumplir para ser neutro en carbono para el año 2021.

Se abolió el ejército en 1949, 1949.

E invirtieron en programas sociales…

Salud y educación.

Tienen una de las tasas de alfabetización más altas en América Latina y del mundo.

Y tienen ese toque latino,

¿no es así?

Tienen ese «don» social.


(Risas)
El desafío es que, posiblemente, y lo tendremos que pensar…

es que el futuro podría no ser América del Norte, podría no ser Europa occidental.

Podría ser América Latina.

Y el desafío, en realidad, es llevar la media mundial hasta aquí.

Eso es lo que tenemos que hacer.

Y si lo vamos a hacer Debemos tirar de los países de la parte inferior y de los países de la derecha de la gráfica.

Y entonces comenzaremos a crear un planeta feliz.

Esa es una manera de verlo.

Otra es observar las tendencias temporales.

No tenemos buenos datos históricos de todos los países del mundo pero sí de algunos de los países más ricos, el grupo de la OCDE.

Y esta es una tendencia en el bienestar durante ese tiempo, un pequeño aumento, pero esta es la tendencia de la huella ecológica.

Y, así, en estricta metodología de planeta feliz, nos hemos vuelto menos eficientes para convertir el recurso escaso en el resultado que queremos.

Y la idea es en realidad, creo, probablemente que todos en esta sala deseamos que la sociedad llegue al 2050 sin que suceda algo apocalíptico.

En realidad no falta mucho.

Estamos a media vida humana de distancia.

Un niño que entra hoy a la escuela tendrá mi edad en el 2050.

Este no es un futuro muy lejano.

Así se ve el objetivo del gobierno británico sobre el carbono y las emisiones de efecto invernadero.

Y mantengo que no es un tema como cualquier otro.

Eso está cambiando nuestras actividades.

Está cambiando la manera como creamos nuestras organizaciones, como hacemos política de gobierno y como vivimos nuestras vidas.

Y la idea es que tenemos que seguir incrementando el bienestar.

Nadie puede ir a las urnas y decir que la calidad de vida se reducirá.

Nadie, creo, quiere que se detenga el progreso humano.

Creo que queremos que continúe.

Creo que deseamos que la condición humana siga mejorando.

Y creo que aquí es donde entran en juego los escépticos y negadores del cambio climático.

Creo que esto es lo que quieren.

Quieren que siga aumentando la calidad de vida.

Quieren conservar lo que tienen.

Y si queremos implicarlos creo que es lo que tenemos que hacer.

Y eso significa que tenemos que aumentar la eficiencia un poco más.

Es muy fácil dibujar gráficos y cosas similares, pero la idea es que tenemos que revertir esas curvas.

Y en este punto es donde creo que podemos aprovechar ideas de la teoría de sistemas, de los ingenieros de sistemas; ellos crean bucles de retroalimentación, ponen la información correcta en el momento exacto.

Los seres humanos estamos motivados por el «ahora».

Uno pone un medidor inteligente en casa y ve cuánta electricidad está usando ahora mismo cuánto le está costando a uno, los niños van y apagan las luces de inmediato.

¿Cómo se proyecta eso en la sociedad?

Por qué será que en las noticias de la radio en la tarde oigo el FTSE 100, el Dow Jones, la relación de libras a dólares…

ni siquiera sé en qué punto la libra en dólares es una buena noticia.

¿Y por qué oigo eso?

¿Por qué no oigo cuánta energía usó Gran Bretaña ayer, o cuánta usaron en EE.UU.

ayer?

¿Cumplimos nuestro objetivo anual del 3% de reducción de emisiones de carbono?

Así es como se crea un objetivo colectivo.

Se lo instala en los medios de comunicación y se empieza a pensar en ello.

Y necesitamos ciclos de retroalimentación positiva para aumentar el bienestar.

A nivel gubernamental tienen que contabilizar el bienestar.

A nivel empresarial se puede mirar el bienestar de los empleados, que sabemos está estrechamente vinculado a la creatividad, a la innovación, y necesitaremos mucha innovación para hacer frente a los problemas ambientales.

A nivel personal, también necesitamos estos empujones.

Quizá no tanto los datos, pero sí necesitamos recordatorios.

En el R.U.

tenemos un fuerte mensaje de salud pública de 5 frutas y verduras al día y la cantidad de ejercicio que debemos hacer…

jamás fue mi fuerte.

¿Cuál es el equivalente para la felicidad?

¿Cuáles son las 5 cosas que uno debería hacer todos los días para ser más feliz?

Hicimos un proyecto para la Oficina Gubernamental de la Ciencia hace un par de años, un gran programa llamado Foresight (previsión) muchas personas, muchos expertos involucrados, todo basado en pruebas…

un gran libro.

Pero un trabajo fue sobre 5 acciones positivas que se pueden hacer para mejorar el bienestar en la vida de uno.

Y la idea de esto es que hay, no del todo, secretos de la felicidad, pero hay cosas, creo, de las que fluirá la felicidad.

Y la primera de estas es «conectarse», es que las relaciones sociales son los pilares fundamentales de la vida.

¿Inviertes el tiempo en tus seres queridos, el tiempo y la energía necesarios?

Sigue construyendo el vínculo.

La segunda es «estar activo».

La manera más eficaz contra el mal humor es salir, ir a caminar, encender la radio y bailar.

Estar activo es ideal para un estado de ánimo positivo.

La tercera es «tomar nota».

¿Cuán al tanto estás de las cosas que suceden en el mundo del cambio de estaciones, de las personas que te rodean?

¿Sientes eso que llevas dentro y que intenta salir?

Basado en un montón de evidencia pro-atención, y terapia cognitivo-conductual, ambas son decisivas en nuestro bienestar.

La cuarta es «seguir aprendiendo» y es importante seguir…

aprendiendo durante toda la vida.

Las personas mayores que siguen aprendiendo y son curiosas tienen mucho mejores resultados que aquellos que empiezan a cerrarse.

Pero no tiene por qué ser un aprendizaje formal; no se basa en el conocimiento.

Es más la curiosidad.

Puede consistir en aprender a preparar un nuevo plato, retomar un instrumento que se dejó en la niñez.

Seguir aprendiendo.

Y la última es la más anti-económica de las actividades: «dar».

Nuestra generosidad, nuestro altruismo, nuestra compasión, todas están relacionadas con el mecanismo de recompensa del cerebro.

Nos sentimos bien si damos.

Se puede hacer un experimento en el que uno da a dos grupos de personas 100 dólares en la mañana.

Se le pide a unos que se lo gasten en ellos mismos y a los otros en otra gente.

Al medir la felicidad al final del día; los que gastaron en otras personas son mucho más felices que los que gastaron en sí mismos.

Y estas 5 maneras, que ponemos en estas postales yo diría, no tienen que costar la Tierra.

No tienen ningún contenido de carbono.

No necesitan gran cantidad de bienes materiales para cumplirse.

Por lo que creo que es realmente bastante factible que la felicidad no cueste la Tierra.

Ahora bien, Martin Luther King, en la víspera de su muerte, dio un discurso increíble.

Dijo: «Sé que hay desafíos por delante, puede haber problemas más adelante, pero no temo a nadie.

No me importa.

He estado en la cima de la montaña, y he visto la Tierra Prometida».

Y él era un predicador, pero creo que el movimiento ecologista y, de hecho, la comunidad empresarial, el gobierno, tienen que ir a la cima de la montaña, tienen que mirar y tienen que ver la Tierra Prometida o la tierra de promisión, y tienen que tener una visión de un mundo que todos queremos.

Y no sólo eso, tenemos que crear una gran transición para llegar allí y tenemos que preparar muy bien esa transición con cosas buenas.

Los seres humanos queremos ser felices.

Pavimentemos con las 5 maneras.

Y tenemos que tener señales indicadoras que reúnan a la gente y apunten a ellos, algo como el Índice de Planeta Feliz.

Y entonces, creo, que todos podemos crear un mundo deseado en el que la felicidad no cueste la Tierra.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/nic_marks_the_happy_planet_index/

 

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