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Charla «Nuestra sociedad solitaria hace que sea difícil volver a casa tras la guerra» de TED Talks Live en español.
Sebastian Junger ha visto la guerra de cerca, y sabe el impacto que el trauma de la guerra sobre los soldados. Pero él sugiere que existe otra causa importante que provoca dolor a los veteranos cuando llegan a casa: la experiencia de dejar la cercanía de la tribu de los militares y retornar a una alienación y a la sociedad moderna amargamente dividida. «A veces nos preguntamos si podemos salvar a los veteranos», dice Junger. «Creo que la verdadera pregunta es si podemos salvarnos a nosotros mismos».
- Autor/a de la charla: Sebastian Junger
- Fecha de grabación: 2015-11-04
- Fecha de publicación: 2016-05-18
- Duración de «Nuestra sociedad solitaria hace que sea difícil volver a casa tras la guerra»: 808 segundos
Traducción de «Nuestra sociedad solitaria hace que sea difícil volver a casa tras la guerra» en español.
He trabajado como reportero de guerra durante 15 años antes de darme cuenta de que realmente tenía un problema.
Había algo muy errado en mí.
Fue cerca de un año antes del 11-S, y EE.UU.
aún no estaba en guerra.
No hablábamos del trastorno de estrés postraumático.
Todavía no hablábamos del efecto del trauma y la guerra en la psique humana.
Yo había estado en Afganistán un par de meses con la OTAN que luchaba contra los talibanes.
Y en ese momento los talibanes tenían una fuerza aérea, tenían aviones de combate, tanques, artillería, y realmente nos dieron bastante duro un par de veces.
Vimos algunas cosas muy feas.
Pero realmente no creo que eso me afectara.
No pensé mucho al respecto.
Llegué a casa a Nueva York donde vivo.
Entonces un día bajé al metro, y por primera vez en mi vida, conocí el miedo real.
Tuve un ataque de pánico masivo.
Estaba mucho más asustado de lo que había estado nunca en Afganistán.
Todo lo que estaba viendo parecía que me iba a matar, pero no podía explicar por qué.
Los trenes iban demasiado rápido.
Había demasiada gente.
Las luces eran demasiado brillantes.
Todo era demasiado alto, todo se movía demasiado rápido.
Retrocedí contra una columna y simplemente esperé.
Cuando no pude aguantar más, corrí fuera de la estación de metro y me dirigí a dondequiera que fuese.
Más tarde, descubrí que tenía TEPT a corto plazo: trastorno de estrés postraumático.
Hemos evolucionado como animales, como primates, para sobrevivir períodos de peligro, y si su vida ha estado en peligro, uno desea reaccionar a ruidos desconocidos.
Uno desea dormir superficialmente, uno se despierta fácilmente.
Uno quiere tener pesadillas y flashbacks de lo que le podría matar.
Uno quiere estar enojado porque eso predispone a luchar, o deprimido, porque lo mantiene un poco fuera de circulación.
Lo mantiene a salvo a uno.
No es muy agradable, pero es mejor que ser devorado.
La mayoría de las personas se recuperan de esto bastante rápido.
Se tarda unas pocas semanas, unos meses.
Seguí teniendo ataques de pánico, pero con el tiempo desaparecieron.
No tenía ni idea de que eso tenía relación con la guerra que había visto.
Solo pensé que me estaba volviendo loco, y luego pensé, ahora no me voy a volver más loco.
Alrededor del 20 % de la gente, sin embargo, tiene trastorno de estrés postraumático crónico a largo plazo.
Ellos no están adaptados a un peligro temporal.
Están mal adaptados a la vida cotidiana, a menos que obtengan ayuda.
Sabemos que las personas vulnerables al TEPT a largo plazo son personas que de niños se abusó de ellas, que sufrieron un trauma siendo niños, las personas con bajos niveles de educación, las personas con trastornos psiquiátricos en su familia.
Si uno sirvió en Vietnam y su hermano es esquizofrénico, tiene más probabilidad de tener TEPT a largo plazo por Vietnam.
Así que empecé a estudiar esto como periodista, y me di cuenta de que pasaba algo muy extraño.
Los números parecían ir en la dirección equivocada.
Cada guerra que hemos luchado como país, comenzando con la Guerra Civil, ha rebajado la intensidad del combate.
Como resultado, los índices de víctimas han bajado.
Sin embargo, las tasas de discapacidad han subido.
Deberían ir en la misma dirección, pero van en direcciones diferentes.
Las recientes guerras en Irak y Afganistán han producido, gracias a Dios, una tasa de bajas de un tercio con respecto a las de Vietnam.
Pero también se han creado, han producido tres veces las tasas de discapacidad.
Un 10 % de los militares de EE.UU.
participa activamente en el combate, 10 % o menos.
Disparan a gente, matan a gente, reciben disparos, ven morir a sus amigos.
Es increíblemente traumático.
Pero es solo el 10 % de nuestros militares.
Pero cerca de la mitad de las fuerzas armadas ha obtenido algún tipo de compensación del gobierno debido al TEPT.
Y el suicidio ni siquiera encaja en esto de una manera muy lógica.
Todos hemos oído la trágica estadística de 22 veteranos al día, en promedio, en este país, que se suicida.
La mayoría de las personas no se da cuenta de que la mayoría de los suicidas son veteranos de la guerra de Vietnam, esa generación.
Y su decisión de quitarse la vida, en realidad, no puede estar relacionada con la guerra que libraron 50 años antes.
No hay una conexión estadística entre el combate y el suicidio.
Si estás en el ejército y en muchos combates, no hay más probabilidades de suicidio que si no se está en muchos combates.
De hecho, un estudio encontró que si se está desplegado en Irak o Afganistán, se tiene, en realidad, menos propensión a cometer suicidio después.
Estudié antropología en la universidad.
Hice mi trabajo de campo en la reserva de los navajos.
Escribí la tesis sobre los corredores de larga distancia navajos.
Y, recientemente, mientras investigaba el trastorno de estrés postraumático, tuve este pensamiento.
Volví a pensar en el trabajo que hice cuando era joven, y pensé, apuesto a que los navajos, apaches, comanches…
Se trata de naciones muy guerreras.
Y apuesto a que no tienen el trastorno de estrés postraumático como nosotros.
Cuando sus guerreros regresaron de la lucha contra los militares de EE.UU.
o de luchas entre sí, apuesto a que se acoplaron de nuevo a la vida de la tribu.
Y tal vez lo que determina la tasa de trastorno de estrés postraumático a largo plazo no es lo que pasó allí, sino el tipo de sociedad al que vuelven.
Y tal vez si uno vuelve a una sociedad, cohesiva, tribal, uno puede lograr sobreponerse del trauma con bastante rapidez.
Y si uno vuelve a una sociedad alienante, moderna, uno puede quedar traumatizado de por vida.
En otras palabras, tal vez el problema no son ellos, los veteranos.
Tal vez el problema somos nosotros.
Ciertamente, la sociedad moderna es dura para la psique humana por todas las métricas que tenemos.
A medida que sube la riqueza en una sociedad, la tasa de suicidios aumenta en vez de bajar.
Si uno vive en la sociedad moderna, uno tiene hasta ocho veces más probabilidad de sufrir de depresión en su vida que si uno vive en una sociedad pobre, agraria.
La sociedad moderna ha producido, probablemente, las tasas más altas de suicidio, depresión, ansiedad, soledad y abuso infantil en la historia de la humanidad.
Vi un estudio que comparaba las mujeres de Nigeria, uno de los países más caóticos, violentos, corruptos y pobres de África, con las mujeres de América del Norte.
Y las tasas más altas de depresión eran mujeres urbanas en América del Norte.
Era también el grupo más adinerado.
Volvamos a los militares de EE.UU.
El 10 % está en combate.
Alrededor del 50 % ha solicitado compensación por TEPT.
Así que el 40 % de los veteranos, en realidad, no se traumatizaron en el extranjero.
Pero al volver a casa, descubren que están alienados y deprimidos peligrosamente.
Entonces, ¿qué les sucede? ¿Qué les pasa a las personas, el cómputo de 40 % preocupados, pero que no entienden el porqué? Tal vez sea esto: Tal vez tuvieron una experiencia de tipo de cercanía tribal en su unidad cuando estaban en el extranjero.
Comían juntos, dormían juntos, hacían las tareas y misiones juntos.
Ellos confiaban el uno en el otro con sus vidas.
Y luego vuelven a casa y tienen que renunciar a todo eso y vuelven de nuevo a una sociedad moderna, difícil incluso para personas que ni siquiera estuvieron en el ejército.
Es simplemente difícil en todo el mundo.
Y seguimos centrados en el trauma, trastorno de estrés postraumático.
Sin embargo, para muchas de estas personas, tal vez no es un trauma.
Es decir, desde luego, los soldados están traumatizados y los que están tienen que ser tratados.
Pero muchos de ellos, tal vez lo que les preocupa es, en realidad, una especie de alienación.
Es decir, tal vez solo tenemos la palabra equivocada para algunos y solo cambiando nuestra terminología y comprensión, ayudaría un poco.
«Trastorno de alienación postdespliegue».
Tal vez incluso solo denominándolo así, a algunas de estas personas les permitiría dejar de imaginar un trauma que, en realidad, no sucede para explicar la sensación de lo que realmente sucede.
Y, de hecho, es una sensación extremadamente peligrosa.
Esa alienación y depresión puede llevar al suicidio.
Estas personas están en peligro.
Es muy importante entender por qué.
El ejército israelí tiene una tasa de TEPT de alrededor del 1 %.
La teoría es que todo el mundo en Israel se supone que debe servir en el ejército.
Cuando los soldados vuelven del frente, ellos no van de un entorno militar a un entorno civil.
Están volviendo a una comunidad donde todo el mundo entiende al ejército.
Todo el mundo ha estado en él o va a estar en él.
Todo el mundo entiende la situación en la que están todos.
Es como si todos pertenecieran a una gran tribu.
Sabemos que si se toma una rata de laboratorio se traumatiza y se coloca en una jaula sola, uno puede mantener los síntomas del trauma casi indefinidamente.
Y si se toma esa rata de laboratorio y se coloca en una jaula con otras ratas, después de un par de semanas, está más o menos bien.
Después del 11-S, la tasa de homicidios en la ciudad de Nueva York se redujo en un 40 %.
La tasa de suicidios bajó.
El índice de crímenes violentos en Nueva York bajó tras el 11-S.
Incluso los veteranos de combate de guerras anteriores que sufrían de TEPT dijeron que sus síntomas se redujeron tras el 11-S.
La razón es que si traumatizas a toda una sociedad, no se descompone y se conectará el uno con el otro.
Nos juntamos.
Nos unimos.
Básicamente, nos tribalizamos, y ese proceso de unificación hace bien y es tan bueno para nosotros, que incluso ayuda a las personas que están luchando con problemas de salud mental.
Durante el bombardeo de Londres, las admisiones en hospitales psiquiátricos descendieron durante los bombardeos.
Durante un tiempo, ese era el tipo de país al que los soldados estadounidenses volvían, un país unificado.
Estaban juntos como una piña.
Intentando comprender la amenaza contra nosotros.
Intentando ayudarnos a nosotros mismos y al mundo.
Pero eso ha cambiado.
Ahora, los soldados estadounidenses, veteranos estadounidenses regresan a un país dividido tan amargamente que los dos partidos políticos se acusan entre sí, literalmente, de traición, de ser un enemigo del estado, de tratar de socavar la seguridad y el bienestar de su propio país.
La brecha entre ricos y pobres es la más grande de lo que nunca fue.
Se está haciendo peor.
Las relaciones raciales son terribles.
Hay manifestaciones e incluso disturbios en las calles a causa de la injusticia racial.
Los veteranos saben que cualquier tribu que se trata a sí misma así, de hecho, cualquier pelotón que se tratara a sí mismo de esa manera, no sobreviviría.
Nos hemos acostumbrado a esto.
Los veteranos se han ido y volverán y verán su propio país con nuevos ojos.
Y verán lo que está pasando.
Este es el país por el que lucharon.
No es de extrañar que estén deprimidos.
No es de extrañar que tengan miedo.
A veces, nos preguntamos si podemos salvar a los veteranos.
Creo que la verdadera pregunta es si podemos salvarnos a nosotros mismos.
Si podemos, creo que los veteranos estarán bien.
Es hora de que este país se una, aunque sea para ayudar a los hombres y mujeres que lucharon para protegernos.
Muchas gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/sebastian_junger_our_lonely_society_makes_it_hard_to_come_home_from_war/