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Charla «Pankaj Ghemawat: En realidad, el mundo no es plano.» de TEDGlobal 2012 en español.
Puede parecer que vivimos en un mundo sin fronteras donde las ideas, los bienes y las personas fluyen libremente de nación a nación. No estamos siquiera cerca de esta realización, dice Pankaj Ghemawat. Con excelentes datos y una reveladora encuesta, él sostiene que hay un delta entre la percepción y la realidad de un mundo que quizás no está tan hiperconectado a pesar de todo.
- Autor/a de la charla: Pankaj Ghemawat
- Fecha de grabación: 2012-06-28
- Fecha de publicación: 2012-10-22
- Duración de «Pankaj Ghemawat: En realidad, el mundo no es plano.»: 1023 segundos
Traducción de «Pankaj Ghemawat: En realidad, el mundo no es plano.» en español.
Estoy aquí para hablarles acerca de qué tan globalizados estamos, qué tan globalizados no estamos, y por qué es importante ser precisos al hacer este tipo de afirmaciones.
Y el punto de vista más aceptado en esto, ya sea medido por la cantidad de libros vendidos, menciones en prensa o encuestas que he llevado a cabo con grupos desde mis alumnos a los delegados de la Organización Mundial del Comercio, es esta apreciación de que las fronteras nacionales realmente ya no importan mucho, la integración transfronteriza está cerca de ser completa, y vivimos en un único mundo.
Y lo que es interesante acerca de este punto de vista es que, nuevamente, es una visión sostenida por aquellos que favorecen la globalización como Tom Friedman, autor del libro del cual esta cita ha sido extraída, pero también es sostenida por los opositores de la globalización, quienes ven este gigante tsunami de la globalización a punto de destrozar nuestras vidas si es que no lo ha hecho ya.
La otra cosa que quisiera agregar es que este no es un nuevo punto de vista.
Soy historiador aficionado, así que he pasado tiempo en el pasado, tratando de ver la primera mención de este tipo de asuntos.
Y la mejor y más antigua mención que he podido encontrar es una de David Livingstone, escrita en 1850 acerca de como el ferrocarril, el barco a vapor y el telégrafo lograban la perfecta integracion de África Oriental con el resto del mundo.
Entonces, es claro que David Livingstone estaba un poquito adelantado a su tiempo pero sí que parece útil preguntarnos, «exactamente,
¿Cuán globales somos?
» antes de pensar dónde vamos a partir de aquí.
La mejor manera que encontré de tratar que la gente se tome en serio la idea de que el mundo podría no ser plano, podría no estar ni cerca de ser plano, es con algo de información.
Así que una de las cosas que he hecho durante los últimos años es realmente reunir información sobre qué podría pasar dentro de las fronteras nacionales o fuera de ellas, y he mirado al componente transfronterizo como un porcentaje del total.
No presentaré toda la información que tengo hoy aquí pero déjenme darles ejemplos.
Hablaré un poco acerca de un tipo de flujo de información, un tipo de flujo de gente, un tipo de flujo de capital, y, por supuesto, el comercio de productos y servicios.
Así que empecemos con el ya conocido servicio de telefonía.
De todos los minutos de llamadas de teléfono en el mundo el año pasado,
¿qué porcentaje creen que corresponde a llamadas transfronterizas?
Elijan un porcentaje en sus mentes.
La respuesta resulta ser un 2%.
Si incluimos telefonía por Internet, seríamos capaces de empujar esta cifra a un 6 ó 7%, pero esto no está remotamente cercano a lo que la gente tiende a estimar.
O fijémonos en la gente que se mueve a través de las fronteras.
Una cosa en particular que tendríamos que mirar, en términos de flujo de gente a largo plazo, es qué porcentaje de la población mundial se corresponde con la primera generación de inmigrantes Nuevamente, elijan un porcentaje.
Resulta ser un poco más alto.
Es de aproximadamente un 3%.
O piensen acerca de la inversiones.
Tomen todas las inversiones reales que ocurrieron en el mundo en el 2010.
¿Qué porcentaje de eso corresponde a la inversión directa extranjera?
No llega al 10%.
Y por último, el dato estadístico que sospecho que varias personas en esta sala han visto: la relación de las exportaciones con el PIB.
Si miran las estadísticas oficiales, ellas típicamente indican que está un poco por encima del 30%.
Pero, hay un gran problema con las estadísticas oficiales, ya que si, por ejemplo, un fabricante de piezas japonés envía algo a China para ser puesto en un iPod, y luego el iPod se envía a EE.UU., esa pieza termina siendo contada múltiples veces.
Así que nadie sabe que tan mala esta desviación en las estadísticas oficiales realmente es, así que pensé que debería preguntar a la persona que lidera el esfuerzo de generar información en esto, Pascal Lamy, el Director de la Organización de Comercio Mundial, cuál sería su mejor conjetura respecto a las exportaciones como porcentaje del PIB sin el doble o triple conteo, y es probablemente un poco por debajo del 20%, más que el 30%, y más de lo que estábamos hablando Así que está bastante claro que si miramos estos números o todos los otros números de los que hablo en mi libro, «Mundo 3.0», que estamos muy, pero muy lejos de la referencia del efecto sin fronteras, lo que implicaría niveles de internacionalización en el orden del 85, 90, 95%.
Así que claramente, los autores de mentalidad apocalíptica han exagerado el caso.
Pero no son solo los apocalípticos, como me gusta llamarlos, los que están predispuestos a este tipo de exageraciones.
También he pasado tiempo estudiando a las audiencias en diferentes partes del mundo acerca de qué conjeturas tienen sobre estos números Déjenme compartir con Uds.
el resultado de una encuesta que el «Harvard Business Review» fue tan amable de realizar entre sus lectores en cuanto a cuáles eran realmente las predicciones de la gente sobre estas medidas.
Un par de observaciones destacan para mi en esta diapositiva.
En primer lugar, se sugiere que hay algún error.
Bien.
(Risas)
En segundo lugar, estos errores son muy grandes.
Para cuatro cantidades cuyos valores promedio son menores de 10%, tenemos a gente suponiendo niveles tres, o cuatro veces mayores.
A pesar de que soy un economista, para mí este es un error bastante grande.
Y en tercer lugar, esto no está limitado a los lectores del «Harvard Business Review».
He realizado varias docenas de encuestas similares en diferentes partes del mundo, y en todos los casos, excepto uno, hubo un grupo que subestimó el ratio de las exportaciones como porcentaje del PIB, la gente tiene esta tendencia hacia la sobre-estimación, y es por eso que me pareció importante darle un nombre a esto, y yo lo llamo «globaloney» (globatonería), la diferencia entre las barras azul oscuras y las barras gris claras.
Especialmente porque sospecho que algunos de Uds.
aún siguen un poco escépticos respecto a estas reclamaciones, creo que es importante pasar un poco más de tiempo pensando acerca del porqué somos propensos a la globatonería.
Se me vienen un par de razones a la cabeza.
En primer lugar, hay una escasez real de datos en el debate.
Déjenme darles un ejemplo.
Cuando publiqué por primera vez hace unos años algunos de estos datos en una revista llamada «Foreign Policy», una de esas personas que escribió en respuesta, no totalmente de acuerdo, fue Tom Friedman.
Y ya que el título de mi artículo era «Porqué el mundo no es plano», esto no fue muy sorprendente,
(Risas)
Lo que fue muy sorprendente para mí fue que la crítica de Tom era, «La información de Ghemawat es limitada».
Y esto hizo que me rascara la cabeza, porque a medida que repasaba los cientos de páginas de su libro, no podía encontrar una sola cifra, gráfico, tabla, referencia o nota a pie de página.
Así que mi punto es, no he presentado muchos datos aquí para convercerles de que estoy en lo cierto, pero me gustaría pedirles que vayan y busquen sus propios datos para tratar y corroborar si alguno de esos puntos de vista sacados de la manga con los cuales nos bombardean son en realidad correctos.
Así que la escasez de datos en el debate es una razón.
La segunda razón tiene que ver con la presión del grupo.
Recuerdo, que decidí escribir mi artículo «Porqué el mundo no es plano», porque estaba siendo entrevistado en la TV en Mumbai, y la primera pregunta de la entrevistadora fue, «Profesor Ghemawat,
¿por qué usted sigue creyendo que el mundo es redondo?
» Yo empecé a reir, porque nunca me había encontrado con una formulación semejante.
(Risas)
Y mientras me reía, pensaba, realmente necesito una respuesta más coherente, especialmente ya que estoy en TV nacional.
Debo escribir algo respecto a esto.
(Risas)
Pero lo que no puedo realmente transmitirles fue la pena e incredulidad con la cual la entrevistadora realizó su pregunta.
La perspectiva era, aquí esta este pobre profesor.
Claramente ha estado en una cueva durante los últimos 20.000 años.
Realmente no tiene idea de lo que realmente está pasando en el mundo.
Prueben esto con sus amigos y conocidos, si lo desean.
Verán que está muy de moda hablar acerca del mundo siendo uno, etc.
Si hacen preguntas acerca de esa formulación, serán considerados una antigüedad.
Y luego, la razón final, que menciono, especialmente a una audiencia TED, con cierto miedo, tiene que ver con lo que yo llamo «tecno-trances».
Si uno escucha música tecno por largos periodos de tiempo la actividad de las ondas cerebrales se ve afectada.
(Risas)
Algo similar parece que pasa con concepciones exageradas de como la tecnología va a sobrepasar en el futuro inmediato todas las barreras culturales, las barreras políticas, todas las barreras geográficas, porque llegados a este punto sé que no se les permite hacerme preguntas, pero cuando llego a este punto de mi disertación con mis alumnos, las manos se levantan y me preguntan, «Si, pero
¿Y qué pasa con Facebook?
» Como me hacen esta pregunta muy frecuentemente pensé que debería investigar un poco acerca de Facebook.
Porque, en cierto modo, es el tipo de tecnología ideal sobre la que pensar.
Teóricamente, hace que establecer amistades a través de medio mundo sea tan fácil como hacerlo con el vecino de al lado.
¿Qué porcentaje de los amigos que la gente tiene en Facebook está realmente localizada en países diferentes a aquellos donde se encuentra la gente que estamos analizando?
La respuesta está entre un 10% y un 15%.
Nada despreciable, entonces no vivimos en un mundo enteramente local o nacional, pero muy lejos del 95% que uno esperaría, y la razón de esto es muy simple.
Nosotros no formamos amistades al azar, o espero que no sea así, en Facebook.
La tecnología está sobrepuesta en una matriz de relaciones nuestras preexistentes, y esas relaciones son lo que la tecnología no termina de desplazar.
Esas relaciones son el porqué tenemos bastante menos del 95% de nuestros amigos que se encuentran en países diferentes al que habitamos.
¿Todo esto importa?
¿O es la globatonería solo una manera inofensiva de hacer que la gente preste más atención a cuestiones relacionadas a la globalización?
Me gustaría sugerir que realmente, la globatonería puede ser muy dañina para la salud.
En primer lugar, reconocer que el vaso está solo un 10% a 20% lleno es decisivo para ver que hay potencial para ganancias adicionales resultado de integraciones adicionales, mientras que si pensamos que ya lo hemos logrado, no habrá ninguna razón individual para seguir esforzándonos.
Es como si no tuviéramos una conferencia sobre apertura radical si pensáramos que ya estamos totalmente abiertos a todo el tipo de influencias acerca de las cuales se está hablando en esta conferencia.
Así que ser precisos acerca de cuan limitados son los niveles de globalización es crítico para poder darnos cuenta que todavía hay lugar para algo más, algo que contribuirá aún más al bienestar global.
Lo que me lleva a mi segundo punto.
Evitar la exageración también es muy útil porque reduce y en algunos casos revierte alguno de los miedos que la gente tiene acerca de la globalización.
Así es que yo me paso la mayor parte de mi libro «Mundo 3.0» trabajando a través de una letanía de errores de mercado y miedos que tiene la gente que teme que la globalización vaya a irse fuera de control.
Obviamente no podré hacer eso con Uds.
hoy, así que déjenme que les presente dos titulares como ilustración de lo que tengo en mente.
Piensen acerca de Francia y el debate actual acerca de la inmigración.
Cuando preguntan a la gente en Francia cuál es el porcentaje de inmigrantes en la población francesa, la respuesta es de aproximandamente 24%.
Esa es su suposición.
Quizás si se dan cuenta de que el número real es de solo 8% eso ayudaría a enfriar algo el discurso sobrecalentado que vemos acerca del tema de la inmigración.
O para tomar un ejemplo aún más llamativo, cuando el Consejo de Relaciones Exteriores de Chicago hizo una encuesta a los estadounidenses, pidiéndoles que adivinaran qué porcentaje de presupuesto federal iba a ayuda exterior, la respuesta fue de un 30%, lo cual es un poco exagerada con respecto a los valores reales — Realmente un 1%—
(Risas)
que el Gobierno de EE.UU.
destina a ayuda exterior.
Lo tranquilizador de esta encuesta en particular fue que, cuando se le indicó a la gente cuan lejos sus estimaciones estaban de los valores reales, algunos de ellos, no todos, se mostraron más dispuestos a considerar un incremento en la ayuda exterior.
Así que la ayuda exterior es en realidad una gran manera de resumir todo aquí, porque si lo piensan, lo que he estado hablando hoy es esta idea —muy polémica entre economistas— de que la mayoría de las cosas son influenciadas por sesgos domésticos.
«La ayuda exterior es la mayor ayuda a la gente pobre», es la expresión más sesgada a nivel doméstico que se pueda encontrar.
Si nos fijamos en los países de la OECD (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) y cuánto gastan por cada persona pobre en sus países y lo comparan con cuánto gastan por cada persona pobre en países pobres, el ratio – Branko Milanovic del Banco Mundial hizo los cálculos – resulta ser de unos 30.000 a 1.
Ahora, por supuesto, alguno de nosotros, si somos realmente cosmopolitas, nos gustaría ver bajar ese ratio a un 1 a 1.
Me gustaría sugerir que no necesitamos aspirar a eso para lograr un progreso sustancial con respecto a donde estamos ahora.
Si simplemente bajamos ese ratio a 15.000 a 1, conseguiríamos llegar a esos objetivos que acordamos en la Cumbre de Río de hace 20 años, y que la cumbre que terminó la semana pasada no logró avanzar.
Así que en resumen, mientras la apertura radical es genial, dado lo cerrados que somos, incluso una apertura gradual puede hacer que las cosas mejoren dramáticamente.
Muchas gracias.
(Aplausos)
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/pankaj_ghemawat_actually_the_world_isn_t_flat/