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Paul Nicklen: cuentos de tierras maravillosas rodeadas de hielo – Charla TED2011

Charla «Paul Nicklen: cuentos de tierras maravillosas rodeadas de hielo» de TED2011 en español.

Buceando bajo el hielo antártico para acercarse al tan temido leopardo marino (también llamada foca leopardo), el fotógrafo Paul Nicklen halló una nueva y extraordinaria amiga. Comparte sus historias hilarantes y apasionadas de los paraísos polares, ilustradas con magníficas imágenes de animales que viven sobre y debajo del hielo.

  • Autor/a de la charla: Paul Nicklen
  • Fecha de grabación: 2011-03-02
  • Fecha de publicación: 2011-05-09
  • Duración de «Paul Nicklen: cuentos de tierras maravillosas rodeadas de hielo»: 1075 segundos

 

Traducción de «Paul Nicklen: cuentos de tierras maravillosas rodeadas de hielo» en español.

Mi travesía para volverme especialista en polos, fotografiando, especializandome en regiones polares, comenzó a mis 4 años cuando mi familia se mudó del sur de Canadá al norte de la isla de Baffin, cerca de Groenlandia.

Allí vivíamos con los inuit (esquimales).

En la diminuta comunidad inuit de 200 personas éramos una de las tres familias no inuit.

En esta comunidad no teníamos televisión; no teníamos computadoras, obviamente, ni radio.

Ni siquiera teníamos teléfono.

Pasaba todo mi tiempo afuera con los inuit, jugando.

La nieve y el hielo eran mi arenero y los inuit eran mis maestros.

Y allí fue que me obsesioné realmente con las cuestiones del polo.

Y supe que algún día haría algo que tuviese que ver con la difusión de eso con su protección.

Me gustaría compartir con Uds, sólo 2 minutos, algunas imágenes, una muestra de mi trabajo, acompañado por la música de Brandi Carlile: «Have you ever» (Alguna vez…).

No sé por qué National Geographic hizo esto, nunca lo han hecho antes, me han permitido mostrarles unas imágenes de un reportaje que acabo de terminar que aún no se ha publicado.

National Geographic no suele hacer esto, así que estoy muy entusiasmado de poder compartirlas.

Estas imágenes son…

las van a ver al principio de la presentación (hay sólo 4 imágenes) de un osito de ‘La selva del Gran Oso’ (norte de Canadá).

Es todo blanco, pero no es un oso polar.

Es un oso de espíritu u oso Kermode.

Sólo quedan 200 de estos osos.

Son menos frecuentes que el oso panda.

Me pasé 2 meses a la vera del río sin ver ni siquiera uno.

Pensé que era el fin de mi carrera.

Yo le propuse esta tonta idea a National Geographic.

¿En qué diantres estaba pensado?

Así que pasé 2 meses allí sentado imaginando distintas cosas para hacer en mi próxima vida al dejar la fotografía, porque me iban a despedir.

Porque National Geographic es una revista; nos lo recuerdan todo el tiempo: publican fotos, no excusas.


(Risas)
Y después de 2 meses de espera…

un día, pensando que todo había terminado, apareció este gran macho blanco justo a mi lado, a un metro de distancia, atrapó un pez y se fue a la selva a comérselo.

Y después pasé todo el día cumpliendo mi sueño de la infancia de caminar con este oso por el bosque.

Atravesó este antiguo bosque, se sentó al lado de este árbol de 400 años, modificado culturalmente, y se durmió.

Y yo, de verdad, dormí a un metro del oso en pleno bosque, y lo fotografié.

Por eso estoy muy entusiasmado de poder mostrarles estas imágenes y una muestra de mi trabajo realizado en los polos.

¡Que lo disfruten! (Música) Brandi Carlile: ♫

¿Anduviste alguna vez solo por el bosque?

♫ ♫ Y todo allí era como debiera ser ♫ ♫ Eras allí parte de la vida ♫ ♫ Eras parte de algo bueno ♫ ♫ Si has andado solo por el bosque ♫ ♫ Ooh, ooh, ooh, ooh ♫ ♫ Si has andado solo por el bosque ♫ ♫

¿Viste alguna vez un cielo estrellado?

♫ ♫ Recostado de espalda, uno se pregunta ♫ ♫

¿Cuál es el propósito?

♫ ♫ Me pregunto:

¿Quién soy?

♫ ♫ Si viste un cielo estrellado ♫ ♫ Ooh, ooh, ooh, ooh ♫ ♫ Aah, ah, aah ♫ ♫ Ah, oh, oh, ah, ah, oh, oh ♫ ♫

¿Has visto alguna vez un cielo estrellado?

♫ ♫

¿Has salido alguna vez a caminar en la nieve?

♫ ♫

¿Trataste de volver al punto de partida?

♫ ♫ Tú siempre terminas ♫ ♫ sin saber a dónde ir ♫ ♫ si alguna vez has salido a caminar en la nieve ♫ ♫ Ooh, ooh, ooh, ooh ♫ ♫ Aah, ah, aah, ah, aah ♫ ♫ Ah, ah, oh, ah, ah, oh, ah ♫ ♫ Oh, ah, ah, ah ♫ ♫ Ah, ah, oh, ah, ah, oh, oh ♫ ♫ Si alguna vez saliste a caminar, lo sabrás ♫
(Aplausos)
Paul Nicklen: Muchas gracias.

El show no terminó.

El tiempo corre.

Bueno, paremos.

Muchas gracias.

Lo agradezco.

Nos inundan de noticias todo el tiempo con que el hielo desaparece del mar y que está en su nivel más bajo.

Y de hecho, los científicos decían al principio que el hielo del mar iba a desaparecer en los próximos 100 años, luego dijeron 50 años.

Ahora dicen que el hielo del mar del Ártico, por la extensión del verano, va a desaparecer en 4 a 10 años.

¿Y eso qué significa?

Después de un tiempo de leerlo, se vuelve una noticia más.

No le prestamos atención.

Lo que trato de hacer con mi trabajo es materializarlo.

Quiero que la gente entienda y se haga a la idea: si perdemos el hielo perderemos un ecosistema entero.

Hay proyecciones que indican que los osos polares pueden extinguirse en los próximos 50 a 100 años.

Y no hay otra especie de megafauna mejor, más sensual y carismática para usar como símbolo en mi campaña.

Los osos polares son cazadores increíbles.

Este es un oso con el que me senté un tiempo en la rivera.

No había hielo alrededor sólo un trozo de hielo en el agua con una foca encima.

Y este oso nadó hasta la foca -una foca de 360 kilos- la atrapó, la trajo nadando y se la comió.

Y estaba tan lleno, tan feliz y tan orondo comiéndose esa foca que, a medida que me acercaba a unos 6 metros para tomar la foto su única defensa fue seguir comiéndose la foca.

Y mientras comía estaba tan lleno -probablemente tenía unos 90 kilos en la barriga- que por un lado de la boca comía y por el otro regurgitaba.

Entonces, mientras los osos tengan hielo van a sobrevivir pero el hielo está desapareciendo.

Cada vez encontramos más osos muertos en el Ártico.

Cuando trabajaba como biólogo con osos polares hace 20 años nunca encontrábamos osos muertos.

En los últimos 4 ó 5 años estamos encontrando osos muertos por todos lados.

Los estamos viendo en el mar de Beaufort flotando en el océano donde el hielo se ha derretido.

El año pasado encontré un par en Noruega.

Los vemos en el hielo.

Estos osos ya están dando signos de estrés por la desaparición del hielo.

Esta es una madre con su cría de 2 años; íbamos en un barco a unas 100 millas náuticas mar adentro en el medio de la nada y ellos estaban en ese trozo de hielo glacial que para ellos es grande; están seguros así.

No se van a morir de hipotermia.

Van a llegar a tierra.

Pero, lamentablemente, el 95% de los glaciares del Ártico está mermando en este momento al punto de que el hielo termina en la tierra sin inyectar hielo nuevamente al ecosistema.

Estas focas anillares son las «golosinas» del Ártico.

Estos pequeños trozos de grasa, 70 kilos de grasa, son el sustento del oso polar.

Y no son como las focas del puerto que tenemos aquí.

Estas focas tienen todo su ciclo de vida asociado y conectado al hielo marino.

Tienen sus crías en el hielo, y se alimentan con el bacalao ártico que vive bajo el hielo.

Esta es una foto de hielo enfermo.

Es un fragmento multiestrato de 12 años de antigüedad.

Los científicos no predijeron que, a medida que se derrite el hielo, se forman grandes bolsones de agua negra que absorben la energía solar y aceleran así el derretimiento.

Y aquí nos sumergimos en el mar de Beaufort.

Con 180 mts de visibilidad; tenemos las cuerdas de seguridad; el hielo se mueve por todos lados.

Desearía poder pasar media hora contándoles la forma en que casi morimos en esta inmersión.

Pero lo importante de esta foto es que tenemos un fragmento de hielo multiestrato, ese gran trozo de hielo de la esquina.

En ese simple trozo de hielo hay 300 especies de microorganismos.

Y en primavera, cuando el sol regresa al hielo, se forma el fitoplancton que crece bajo el hielo y luego estratos más grandes de algas y después el zooplancton que se alimenta de toda esa vida.

Así el hielo hace las veces de jardín.

Funciona como el suelo en un jardín.

Es un jardín al revés.

Perder ese hielo es como perder el suelo en un jardín.

Aquí estoy en mi oficina.

Espero que valoren la de Uds.

Después de una hora bajo el hielo no siento los labios; la cara está congelada; No siento las manos; no siento los pies.

Y subí y todo lo que quería era salir del agua.

Después de una hora en esas condiciones es todo tan extremo que cuando bajo casi siempre vomito en mi regulador porque el cuerpo no soporta semejante frío en la espalda.

Y me pone muy feliz que termine la inmersión.

Tengo que pasarle la cámara a mi asistente lo miro y le digo «Woo.

Woo.

Woo».

Lo que significa: «Toma mi cámara».

Y él piensa que digo: «Tómame una foto».

Y es cuando tenemos ese problemita de comunicación.


(Risas)
Pero vale la pena.

Les voy a mostrar unas fotos de ballenas de beluga, ballenas de Groenlandia, narvales, osos polares y leopardos marinos; pero esta foto de aquí significa mucho más para mí que las otras.

Me metí en ese hoyo de hielo, el que acaban de ver, y miré desde abajo la superficie del hielo, y me sentía mal; tenía vértigo.

Me puse muy nervioso — no tenía cuerda de seguridad, y todo el mundo se movía a mi alrededor- entonces pensé: «Estoy en problemas».

Pero resultó que debajo del hielo había miles de millones de anfípodos y copépodos que se movían y alimentaban bajo el hielo procreando y viviendo toda su vida allí.

Esta es la base de toda la cadena alimenticia del Ártico, justo aquí.

Y cuando disminuye la producción de hielo merma la población de copépodos.

Esta es una ballena de Groenlandia.

Aparentemente la ciencia dice que podría ser el animal vivo más antiguo de la tierra.

Esta ballena de aquí podría tener más de 250 años.

Podría haber nacido cerca del principio de la Revolución Industrial.

Pudo haber sobrevivido a 150 años de cacerías.

Y ahora su mayor amenaza es la desaparición del hielo en el norte debido al estilo de vida que llevamos en el sur.

Estos majestuosos narvales con sus colmillos de marfil de 2,5 m no tienen que estar aquí; podrían estar en el mar abierto.

Pero se están auto-obligando a entrar en esos diminutos hoyos de hielo donde pueden respirar, tomar un suspiro, porque justo debajo del hielo están los cardúmenes de bacalao.

Y el bacalao está allí porque se alimenta de copépodos y anfípodos.

Muy bien, mi parte favorita.

Cuando esté en mi lecho de muerte voy a recordar una historia por sobre las otras.

Si bien la experiencia con ese oso de espíritu fue emocionante no creo que vaya a tener otra experiencia como la vivida con estos leopardos marinos.

Los leopardos marinos, desde la época de Shackleton, han tenido mala reputación.

Tienen esa sonrisa irónica.

Tienen esos ojos negros siniestros y esas manchas en el cuerpo.

Tienen aspecto prehistórico y dan un poco de miedo.

Y, trágicamente, en 2004 capturaron a una científica, se ahogó y se la comieron los leopardos marinos.

Y la gente decía: «Sabíamos que eran feroces.

Lo sabíamos».

A la gente le gusta hacerse opiniones.

Y ahí fue que se me ocurrió la idea: quiero ir a la Antártida, meterme en el agua con tantos leopardos marinos como sea posible y darles una oportunidad…

descubrir si son animales feroces o si es que no los comprenden.

Esta es esa historia.

Ah, también suelen comer El Pingüino.


(Risas)
Como especie, como humanos, nos gusta decir que los pingüinos son adorables por ende si los leopardos marinos comen pingüinos, entonces son feos y malos.

No es así como funcionan las cosas.

El pingüino no sabe que es adorable.

Y el leopardo marino no sabe que es grande y monstruoso.

Es la cadena alimentaria en acción.

También son grandes.

No son estas foquitas del puerto.

Miden 3,5 m y pesan 450 kilos.

Y son curiosamente agresivas.

Pongamos 12 turistas en un Zodiac que flota en estas aguas heladas y aparecerá un leopardo marino que morderá el gomón.

El gomón se va a empezar a hundir y los leopardos se precipitarán y la gente volverá a casa contando historias del ataque.

Todo lo que el leopardo marino hacía…

era morder un globo.

Ven un gran globo en el océano – no tienen manos – le van a dar un mordisquito, el bote se pincha, y allá van.


(Risas)
Después de 5 días de travesía por el Pasaje de Drake

¿no es hermoso?

Después de 5 días de travesía por el Pasaje de Drake finalmente llegamos a la Antártida.

Estoy con mi asistente y guía sueco.

Su nombre es Goran Ehlme, de Suecia.

Goran.

Tiene mucha experiencia con leopardos marinos.

Yo nunca he visto uno.

Arribamos a la ensenada con nuestro gomoncito y estaba este monstruoso leopardo marino.

E incluso con su voz, dice: «Es una tremenda foca, sí».


(Risas)
Y esta foca está tomando al pingüino por la cabeza llevándolo de un lado a otro.

Está tratando de obtener el revés del pingüino para separar la carne de los huesos y luego se va y consigue otro.

Y luego atrapa otro pingüino viene por debajo del bote, el Zodiac, empieza a golpear el casco del bote.

Y nosotros tratamos de no caernos al agua.

Nos sentamos, y fue cuando Goran me dijo: «Definitivamente, es una buena foca.

Es hora de que te metas al agua».


(Risas)
Y miré a Goran y le dije: «Olvídalo».

Aunque creo más bien que lo que le dije fue una palabra grosera.

Pero tenía razón.

Me regañó y dijo: «Para eso estamos aquí.

Fuiste tú quien le propuso esta tonta historia a National Geographic.

Ahora tienes que cumplir.

No puedes publicar excusas».

Yo tenía la boca seca – tal vez no tanto como ahora – pero tenía la boca muy, muy seca.

Me temblaban las piernas.

No podía sentir mis piernas.

Me puse las aletas.

Apenas podía abrir los labios.

Me puse el snorkel en la boca y me zambullí al agua por uno de los lados del Zodiac.

Y esto es lo primero que ella hizo.

Vino corriendo hacia mí, se trago toda mi cámara – sus dientes están aquí y aquí – pero Goran, antes de entrar al agua me había dado un consejo genial.

Dijo: «Si te asustas, cierra los ojos y ella se irá».


(Risas)
Eso era todo lo que tenía que hacer en ese momento.

Pero empecé a tomar estas fotos.

Ella continuó con esta amenaza durante unos minutos y luego ocurrió algo asombroso: se relajó por completo.

Se fue a atrapar un pingüino.

Se detuvo a unos 3 metros de mí y allí se quedó con el pingüino, que aleteaba, y lo dejó ir.

El pingüino escapó nadando hacia mí.

Ella atrapó otro.

Lo hizo una y otra vez.

Al final me di cuenta de que trataba de alimentarme con un pingüino.

¿Por qué otra razón arrojaría pingüinos hacia mí?

Y después de hacer esto 4 ó 5 veces nadó a mi lado con esta mirada abatida en su rostro.

No quiero ser demasiado antropomórfico, pero juro que me miró como diciendo: «Este depredador inútil va a morir de hambre en mi océano».


(Risas)
Entonces, viendo que yo no podía atrapar pingüinos en movimiento tomó estos otros pingüinos y me los acercó lentamente sacudiéndolos, así, y soltándolos.

Esto no funcionó.

Me reía tanto y estaba tan emocionado que mi máscara estaba empapada porque yo lloraba bajo el agua porque esto era algo asombroso.

Y eso no funcionó.

Así que tomó otro pingüino e intentó con una danza sensual deslizándose bajo el témpano.

Los llevaba hacia mí, me los ofrecía.

Esto siguió así durante 4 días.

No pasó sólo un par de veces.

Entonces que se dio cuenta de que yo no podía atraparlos vivos así que me trajo pingüinos muertos.


(Risas)
Ahora tenía 4 ó 5 pingüinos flotando sobre mi cabeza y me quedaba allí tomando fotos.

A menudo se detenía con esta mirada abatida en su rostro como diciendo: «

¿Es en serio?

» Ella no podía creer que yo no podía comer este pingüino.

Porque en su mundo o te apareas o te alimentas y yo no me estoy apareando.


(Risas)
Y eso no fue todo; empezó a mover los pingüinos sobre mi cabeza.

Trataba de alimentarme a la fuerza.

Me presionaba para que lo hiciera.

Trataba de alimentar a mi cámara por la fuerza que es el sueño de todo fotógrafo.

Se frustraba y me arrojaba burbujas en la cara.

Creo que quería decirme que me iba a morir de hambre.

Pero no se detuvo ahí.

No dejaría de intentar alimentarme con pingüinos.

Y en el último día con esta hembra pensé que la había llevado demasiado lejos me puse nervioso porque se acercó a mí, giró sobre su espalda e hizo un sonido profundo y gutural de martillo neumático, este gokgokgokgok.

Y pensé que estaba a punto de morder.

Está por demostrarme que está muy frustrada por mi culpa.

Lo que había sucedido era que otra foca se había colado por mi espalda por eso hizo esa demostración de poder.

Persiguió a esa gran foca y fue a buscar otro pingüino y me lo trajo.


(Risas)
Esa no fue la única foca con la que me encontré.

Estuve en el agua con otros 30 leopardos marinos y jamás tuve un encuentro aterrador.

Son los animales más notables con los que he trabajado y lo mismo digo de los osos polares.

Y al igual que los osos polares estos animales dependen del ambiente glacial.

Me emociono.

Perdón.

Es una historia que llevo en lo profundo del corazón y estoy orgulloso de compartirla con Uds.

Me apasiona tanto esto.

Alguien quiere venir conmigo a la Antártida o al Ártico, los llevo, vamos.

Ahora tenemos que difundir la historia.

Muchas gracias.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)
Gracias.

Muchas gracias.


(Aplausos)
Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/paul_nicklen_animal_tales_from_icy_wonderlands/

 

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