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¿Por qué debemos confiar en los científicos? – Charla TEDSalon NY2014

Charla «¿Por qué debemos confiar en los científicos?» de TEDSalon NY2014 en español.

Muchos de los grandes problemas en el mundo necesita que le preguntemos a los científicos, pero, ¿por qué tenemos que creer en lo que dicen? La historiadora de la ciencia, Naomi Oreskes, piensa en profundidad acerca de nuestra relación con esta creencia y muestra tres problemas con actitudes comunes sobre la investigación científica razonando el porqué deberíamos confiar en la ciencia.

  • Autor/a de la charla: Naomi Oreskes
  • Fecha de grabación: 2014-05-22
  • Fecha de publicación: 2014-06-25
  • Duración de «¿Por qué debemos confiar en los científicos?»: 1154 segundos

 

Traducción de «¿Por qué debemos confiar en los científicos?» en español.

Todos los días enfrentamos problemas como el cambio climático y la seguridad de las vacunas donde tenemos que responder a preguntas cuyas respuestas dependen mucho de la información científica.

Los científicos nos dicen que el planeta se está calentando.

Nos dicen que las vacunas son seguras.

¿Pero cómo sabemos que tienen la razón?

¿Por qué creemos en la ciencia?

La verdad es que muchos no creen en la ciencia.

Las encuestas sobre la opinión pública muestran que una gran mayoría de los estadounidenses no creen que el cambio climático sea debido a las actividades humanas, que haya una evolución por selección natural y no están convencidos de que las vacunas son seguras.

Entonces,

¿por qué tenemos que creer en la ciencia?

A los científicos no les gusta hablar de la ciencia como una creencia.

De hecho, contrastan la ciencia con la fe y dicen que la creencia se relaciona con la fe.

Y la fe está separada y es distinta a la ciencia.

De hecho dirían que la religión está basada en la fe o quizás a lo que le apostó Pascal.

Pascal Blaise fue un matemático del siglo XVII que aplicó el razonamiento científico a la cuestión de creer o no en Dios.

Lo que decía: Si Dios no existe pero decido creer no pierdo mucho.

Quizás unas cuantas horas los domingos.


(Risas)
Pero si sí existe y no creo en él, estoy metido en un gran lío.

Así que Pascal dice que es mejor creer en Dios.

O como uno de mis profesores decía: «Estaba agarrado al barandal de la fe».

Doy ese salto hacia la fe dejando la ciencia y el racionalismo a un lado.

El hecho es que para la mayoría de nosotros creer en muchas de estas afirmaciones científicas es un acto de fe.

No podemos probar la mayoría de estas afirmaciones por nuestra cuenta.

Y esto es verdad incluso para la mayoría de los científicos fuera de su especialización.

Si lo piensan, un geólogo no puede decirte si una vacuna es segura.

La mayoría de los químicos no son expertos en la teoría de la evolución.

Un médico no puede decirte, a pesar de las afirmaciones de algunos, que el tabaco produce cáncer o no.

Así que hasta los científicos tienen que tener fe cuando están fuera de sus áreas de estudio, entonces,

¿por qué aceptan las afirmaciones de otros científicos?

¿Por qué se creen los unos a los otros?

Y,

¿deberíamos creer en esas afirmaciones?

Lo que quiero discutir acá es que sí deberíamos pero no por las razones que la mayoría de nosotros creemos.

A la mayoría nos enseñaron en la escuela que la razón por la que debemos creer en la ciencia es por el método científico.

Nos enseñaron que los científicos siguen un método y que este método garantiza la verdad en sus afirmaciones.

El método que la mayoría aprendió en la escuela, que llamamos el método del texto, es el método de la deducción hipotética.

De acuerdo al modelo estándar, el modelo del texto, los científicos desarrollan unas hipótesis, luego deducen las consecuencias de esas hipótesis, y luego salen y dicen: «Bien,

¿son estas consecuencias verdaderas?

» «

¿Podemos ver que ocurren en el mundo natural?

» Y si ocurren, los científicos dicen: «Fabuloso.

Sabemos que la hipótesis es correcta».

Hay muchos ejemplos famosos en la historia de científicos que hicieron exactamente esto.

Uno de los ejemplos más famosos viene del trabajo de Albert Einstein.

Cuando Einstein desarrolló la teoría de la relatividad, una de las consecuencias de su teoría era que el espacio-tiempo no era un vacío, sino que tenía materia.

Y que esa materia se doblaba en la presencia de objetos con masa como el Sol.

Si la teoría fuera verdadera entonces la luz cuando atraviesa el Sol debería, de hecho, doblarse a su alrededor.

Eso fue una predicción impresionante y pasaron muchos años antes de que los científicos pudiesen probarla, cosa que ocurrió en 1919, y que resultó ser verdadera.

De hecho, la luz de las estrellas se doblan al pasar alrededor del Sol.

Esa fue una gran confirmación de la teoría.

Se consideró la prueba de la veracidad de esta radical nueva idea, y se publicó en muchos periódicos en todo el mundo.

A veces esta teoría o modelo se conoce como el modelo nomológico-deductivo, principalmente porque a los académicos les gusta complicar las cosas.

Pero también porque en el caso ideal se trata de leyes.

Nomológico significa que está relacionado con leyes.

En el caso ideal la hipótesis no solo es una idea: idealmente, es una ley natural.

¿Por qué es importante que sea una ley natural?

Porque si es una ley no puede infringirla.

Si es una ley siempre será verdadera en todos los tiempos y lugares sin importar las circunstancias.

Y todos Uds.

conocen al menos una ley famosa: La famosa ecuación de Einstein, E=mc2, que explica la relación entre la energía y la masa.

Y esa relación siempre será verdadera.

Resulta que hay muchos problemas con este modelo.

El mayor problema es que es erróneo.

Simplemente falso.


(Risas)
Y daré tres razones por la que es erróneo.

La primera es una razón lógica.

Es el problema de la falacia de afirmar una consecuencia.

Esa es una forma más rimbombante o académica de decir que las teorías falsas pueden hacer predicciones verdaderas.

Solo por el hecho de que una predicción se haga realidad no prueba lógicamente que la teoría sea correcta.

Y tengo un buen ejemplo, nuevamente a partir de la historia de la ciencia.

Esta es una imagen del universo de Ptolomeo, con la Tierra en el centro del universo y el Sol y los planetas girando a su alrededor.

Mucha gente inteligente durante muchos siglos, creyeron en el modelo de Ptolomeo.

¿Por qué?

La respuesta es porque muchas de las predicciones se hicieron realidad.

El sistema de Ptolomeo le permitió a los astrónomos hacer predicciones precisas acerca de los movimientos del planeta, incluso más precisas al principio que la teoría de Copérnico, que hoy en día sabemos que es verdadera.

He allí un problema con el modelo de texto.

El segundo problema es un problema práctico, y es el problema de las hipótesis auxiliares.

Las hipótesis auxiliares son supuestos que hacen los científicos que ellos mismos pueden saber o no que hacen.

Un buen ejemplo de esto viene del modelo de Copérnico que al final reemplazó el sistema de Ptolomeo.

Nicolás Copérnico dijo que la Tierra no era el centro del universo, que el Sol era el centro del sistema solar y que la Tierra se mueve alrededor del Sol.

Los científicos le dijeron, bien, Nicolás, si eso es verdad debemos poder detectar el movimiento de la Tierra alrededor del Sol.

Esta diapositiva aquí muestra el concepto que se conoce como el paralaje estelar.

Y los astrónomos dijeron, si la Tierra se mueve y observamos una estrella prominente, digamos, Sirio —ya sé que estoy en Manhattan y Uds.

aquí no ven las estrellas, pero imaginen que están en el campo, que escogieron una vida rural— y vemos una estrella en diciembre, la vemos con el fondo de otras estrellas distantes.

Si hacemos las misma observación 6 meses más tarde, cuando la Tierra se ha movido a esta posición en junio, vemos las misma estrella pero con otro fondo.

Esa diferencia, esa diferencia angular, es el paralaje estelar.

Esta es la predicción que hace el modelo copernicano.

Los astrónomos buscaron el paralaje estelar y no consiguieron nada, nada en absoluto, nada.

Y muchos argumentaban que esta era la prueba de que el modelo copernicano era falso.

¿Qué pasó?

En retrospectiva podemos decir que los astrónomos asumieron dos hipótesis auxiliares las cuales podemos decir ahora que son incorrectas.

La primera fue el supuesto sobre el tamaño de la órbita de la Tierra.

Los astrónomos asumían que la órbita de la Tierra era grande en relación a la distancia a las estrellas.

Hoy en día la ilustraríamos más así, esto viene de la NASA, y pueden ver que la órbita de la Tierra es bastante pequeña.

Incluso mucho más pequeña que lo que se muestra aquí.

Por ello el paralaje estelar es muy pequeño y muy difícil de detectar.

Esto conlleva a la segunda razón por la que la predicción no funcionó, ya que los científicos también asumieron que los telescopios que tenían eran lo suficientemente sensibles para detectar el paralaje estelar.

Cosa que no era cierta.

No fue sino hasta el siglo XIX que los científicos fueron capaces de detectar el paralaje estelar.

También hay un tercer problema.

Es simplemente un problema de facto: mucho de la ciencia no entra dentro del modelo del texto.

Muchas ciencias no son deductivas, sino inductivas.

Eso significa que muchos científicos no necesariamente comienzan con teorías e hipótesis, a menudo son solo observaciones de las cosas que pasan en el mundo.

El ejemplo más famoso es de uno de los científicos más reconocidos que existió, Charles Darwin.

Cuando el joven Darwin salió en su viaje en el Beagle, no tenía una hipótesis o una teoría.

Solo sabía que quería una carrera como científico y comenzó a recolectar datos.

Sabía que odiaba la medicina porque ver sangre lo enfermaba así que tenía que buscar una carrera alternativa.

Así que comenzó a recolectar datos.

Y recolectó muchas cosas, incluyendo sus famosos pinzones.

Los que conseguía los guardaba en un bolso, pero no tenía idea para lo que servirían.

Años más tarde en Londres, Darwin comenzó a analizar sus datos y a desarrollar una explicación.

Esa explicación fue la que dio lugar a la teoría de la selección natural.

Además de la ciencia inductiva, los científicos a menudo hacen réplicas.

Una de las cosas que los científicos quieren hacer es explicar las causas de las cosas.

¿Y eso cómo se hace?

Una de las formas de hacerlo es construir un modelo para comprobar una idea.

Esta es una foto de Henry Cadell, un geólogo escocés del siglo XIX.

Pueden asumir que es escocés por el gorro escocés y las botas Wellington.


(Risas)
Y Cadell quería responder a la pregunta de

¿cómo se formaron las montañas?

Una de las cosas que observó es que si ves las montañas como los Montes Apalaches a menudo consigues rocas con pliegues.

Los pliegues son muy particulares lo que sugerían que fueron comprimidas por los lados.

Esta idea jugó un papel importante en la discusión de la deriva continental.

Así que construyó este modelo, este descabellado artilugio con palancas y troncos, aquí está la carretilla, cubetas, un martillo gigante.

No sé por qué lleva botas Wellington.

Quizás porque va a llover.

Y creó este modelo físico con el fin de demostrar que puedes crear formas en las rocas, o en este caso en el barro, que se parecen mucho a montañas si las comprimes desde los lados.

Este era el argumento a la formación de las montañas.

Hoy en día, las mayoría de los científicos prefieren trabajar adentro, así que ya no construyen tantos modelos físicos sino simulaciones digitales.

Las simulaciones digitales también son un tipo de modelo.

Es un modelo basado en las matemáticas, y como los modelos físicos del siglo XIX, es muy importante para pensar sobre las causas.

Una de las grandes preguntas es sobre el cambio climático.

Tenemos muchísimas evidencias de que la Tierra se está calentando.

En esta diapositiva, la línea negra muestra que las medidas que los científicos han tomado en los últimos 150 años denotan cómo la temperatura de la Tierra ha ido aumentando de forma progresiva.

Pueden ver que particularmente en los últimos 50 años ha habido un incremento significativo de casi un grado centígrado, o casi dos grados Fahrenheit.

Entonces,

¿qué está ocasionando este cambio?

¿Cómo podemos conocer la causa del calentamiento que se observa?

Los científicos pueden replicarlo con una simulación digital.

Este diagrama muestra una simulación digital que toma en cuenta todos los diferentes factores que conocemos que pueden afectar el clima de la Tierra, como las partículas de sulfato de la contaminación del aire, cenizas volcánicas de las erupciones, cambios en la radiación solar, y por supuesto, los gases de invernadero.

Y se preguntan,

¿qué grupo de variables agregados a un modelo reproducirían lo que vemos en la vida real?

He aquí la vida real en negro.

He aquí este modelo en gris claro y la respuesta es un modelo que incluye, es la respuesta E en el SAT, todas las anteriores.

La única forma que pueden reproducir las temperaturas que se observan es con todas estas cosas juntas, incluyendo los gases de invernadero, y en particular pueden ver que el aumento de los niveles de gases de invernadero ocasiona este aumento dramático de temperatura en los últimos 50 años.

Esta es la razón por la que los científicos dicen que no solo saben que el cambio climático está ocurriendo, sino que los gases de invernaderos son unas de las causas principales.

Debido a todas las cosas diferentes que los científicos hacen el filósofo Paul Feyerabend dijo famosamente: «El único principio en la ciencia que no inhibe el progreso es que todo lo vale».

Esta cita con frecuencia se ha sacado de contexto porque Feyerabend no estaba diciendo que en la ciencia todo lo vale.

Lo que decía, lo que toda la cita dice: «Si me presionas para que diga cuál es el método de la ciencia, diría que todo lo vale».

Lo que trataba de decir es que los científicos hacen cosas diferentes.

Los científicos son creativos.

Pero esto nos lleva al comienzo: si los científicos no usan un método único entonces,

¿cómo deciden qué es lo correcto o lo incorrecto?

¿Y quién decide?

La respuesta es que los científicos deciden y ellos deciden al estudiar la evidencia.

Los científicos recolectan evidencias de muchas maneras diferentes, pero sea lo que sea que recolectan tienen que llevarlo al escrutinio.

Esto llevó al sociólogo Robert Merton a enfocarse en la pregunta de cómo los científicos escrutan los datos y la evidencia, y él decía que lo hacían de una forma que llamaba «escepticismo organizado».

Decía que era organizado porque lo hacen de forma colectiva, como un grupo, y escepticismo, porque lo hacen desde una posición de desconfianza.

Eso quiere decir que el peso de la prueba recae sobre la persona que presenta la novedad.

Y en esta ciencia, la ciencia es intrínsecamente conservadora.

Es muy difícil persuadir a la comunidad científica para que diga: «Sí, esto es verdad».

A pesar de la popularidad del concepto de cambios de paradigma, lo que de hecho vemos es que los cambios dramáticos en el pensamiento científico son relativamente raros en la historia de la ciencia.

Finalmente esto nos trae otra idea: Si los científicos evalúan la evidencia colectivamente esto le deja a los historiadores a enfocarse en la pregunta del consenso y a decir que al final del día, lo que es la ciencia, lo que es el conocimiento científico, es el consenso de los científicos expertos quienes con este proceso del escrutinio organizado, o escrutinio colectivo, han evaluado la evidencia y ha llegado a una conclusión, ya sea sí o no.

Podemos pensar que el conocimiento científico es un consenso de expertos.

También podemos pensar que la ciencia es un tipo de jurado, con la excepción de que es uno muy especial.

No es un jurado de tus colegas, es un jurado de expertos.

Es un jurado de hombres y mujeres con doctorados, y a diferencia de un jurado convencional que solo tiene dos opciones, culpable o inocente, el jurado científico tiene de hecho, múltiples opciones.

Los científicos pueden decir sí, es verdadero.

Los científicos pueden decir no, es falso.

O pueden decir, bien puede ser verdadero, pero tenemos que trabajar más y recolectar más evidencia.

O pueden decir, puede ser verdad, pero no sabemos la respuesta y vamos a dejarla de lado y quizás volvamos a ella más tarde.

Es lo que los científicos llaman «insoluble».

Esto nos lleva a un problema final: Si la ciencia es lo que los científicos dicen que es,

¿esto no es simplemente confiar en la autoridad?

¿Acaso no nos enseñaron en la escuela que confiar en la autoridad es una falacia lógica?

He aquí la paradoja de la ciencia moderna.

La paradoja de la conclusión a la que creo han llegado los historiadores, filósofos y sociólogos, que dice que la ciencia es la confianza en la autoridad.

Pero no es la autoridad del individuo, sin importar lo inteligente que sea el individuo, como Platón, Sócrates o Einstein.

Es la autoridad de la comunidad colectiva.

Pueden pensar que es la sabiduría de la mayoría, pero una mayoría muy especial.

La ciencia obedece a la autoridad pero no está basada en ningún individuo, sin importar lo inteligente que este sea.

Está basada en la sabiduría, el conocimiento y el trabajo colectivo de todos los científicos que han trabajado en un problema en particular.

Los científicos tienen una cultura de desconfianza colectiva, la cultura de «muéstrame», como vemos aquí a esta mujer mostrándole a sus colegas su evidencia.

Claro que estos no parecen científicos porque se ven muy felices.


(Risas)
Bien, esto me lleva a mi punto final.

La mayoría de nosotros nos levantamos en las mañanas.

Confiamos en nuestros autos.

Aquí estoy pensando en Manhattan, esta no es una buena analogía, pero para la mayoría que no vive en Manhattan, que se levantan, se suben a sus autos, lo prenden, y sus autos funcionan, y funcionan maravillosamente.

El auto moderno muy raramente deja de funcionar.

¿Por qué?

¿Por qué los autos funcionan tan bien?

No es por la genialidad de Henry Ford, o Karl Benz o incluso Elon Musk.

Es porque el auto moderno es un producto de más de 100 años de trabajo por cientos y miles, y millares de personas.

El auto moderno es un producto del trabajo, la sabiduría y la experiencia colectiva de todos los hombres y mujeres que han trabajado en el auto.

Y su tecnología confiable es el resultado de ese esfuerzo acumulado.

No solo nos beneficiamos de la genialidad de Benz, de Ford y Musk, sino de la inteligencia colectiva y el trabajo duro de todos los que han trabajado en el auto moderno.

Y lo mismo es verdad para la ciencia, solo que la ciencia es incluso más antigua.

Nuestra razón para confiar en la ciencia es la misma que nuestra razón para confiar en la tecnología, la misma razón para confiar en todo, entre ellas, la experiencia.

Pero no debe ser una confianza ciega, más que la confianza ciega en cualquier cosas.

Nuestra fe en la ciencia, como la ciencia misma, debe estar basada en evidencias.

Para ello los científicos tienen que ser mejores comunicadores.

No solo tienen que explicarnos lo que saben, sino cómo lo saben, y nosotros tenemos que aprender a ser mejores oyentes.

Muchas gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/naomi_oreskes_why_we_should_trust_scientists/

 

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