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Charla «Por qué donar nuestra fortuna ha sido lo más gratificante que hemos hecho» de TED2014 en español.
En 1993, Bill y Melinda Gates, entonces novios, dieron un paseo en una playa en Zanzíbar, y tomaron una decisión audaz sobre cómo harían para asegurarse de que su fortuna proveniente de Microsoft regresara nuevamente a la sociedad. En una conversación con Chris Anderson, la pareja habla sobre su trabajo en la Fundación Bill y Melinda Gates, así como sobre su matrimonio, sus hijos, sus fracasos y la satisfacción de donar la mayor parte de su riqueza.
- Autor/a de la charla: Melinda Gates
- Fecha de grabación: 2014-03-18
- Fecha de publicación: 2014-04-02
- Duración de «Por qué donar nuestra fortuna ha sido lo más gratificante que hemos hecho»: 1500 segundos
Traducción de «Por qué donar nuestra fortuna ha sido lo más gratificante que hemos hecho» en español.
Chris Anderson: Esta es una entrevista diferente.
Sobre la base de que una imagen vale más que mil palabras, le pedí a Bill y Melinda que desempolvaran de sus archivos algunas imágenes que ayudaran a explicar algo de lo que han hecho, y hacer algunas cosas de esa manera.
Así que empezaremos aquí.
Melinda,
¿cuándo y dónde fue esto?
y
¿quién es ese hombre apuesto que está a tu lado?
Melinda Gates: Con esos enormes anteojos, esto es en África, nuestro primer viaje, la primera vez que estuvimos en África, en el otoño de 1993.
Ya estábamos comprometidos para casarnos.
Nos casamos unos meses después, y este fue el viaje en el que realmente fuimos a ver a los animales y la sabana.
Fue increíble.
Bill nunca había estado tanto tiempo fuera del trabajo.
Pero lo que en verdad nos conmovió fue la gente, y la pobreza extrema.
Empezamos a hacernos preguntas.
¿Tiene que ser así?
Y, al final del viaje, fuimos a Zanzíbar y caminamos por la playa; algo que hacíamos mucho antes de casarnos.
Ya habíamos hablado en ese entonces de que el dinero que provenía de Microsoft se devolvería a la sociedad, pero fue durante ese paseo en la playa que empezamos a hablar de, bueno,
¿qué podríamos hacer y cómo podríamos hacerlo?
CA: Así que, teniendo en cuenta que estas vacaciones condujeron a la creación de la fundación privada más grande del mundo, es muy caro salir de vacaciones.
(Risas)
MG: Supongo que sí.
La pasamos bien.
CA:
¿Quién de Uds.
fue el principal instigador, o fue simétrico?
Bill Gates: Bueno, creo que estábamos emocionados de que hubiera una fase en nuestra vida donde tuviéramos que trabajar juntos y encontrar la manera de devolver este dinero.
En esta etapa, hablábamos de los más pobres, y cómo podría haber un gran impacto en ellos.
¿Había cosas que no se estaban haciendo?
Había mucho que no sabíamos.
Nuestra ingenuidad es bastante increíble, cuando recordamos eso.
Pero teníamos cierto entusiasmo de que esa sería la fase, la fase posterior a Microsoft sería nuestra filantropía.
MG: Lo que Bill siempre creyó que iba suceder después de cumplir 60, no ha cumplido todavía 60, así que algunas cosas cambian durante el camino.
CA: Empezó ahí, pero fue tomando velocidad.
Eso fue en 1993, y luego en 1997, antes de crear la fundación.
MA: Sí, en 1997, leímos un artículo de las enfermedades diarreicas que matan a muchos niños en el mundo, y seguimos diciéndonos: «Bueno, eso no puede ser; en Estados Unidos, uno sencillamente va a la farmacia».
Y entonces empezamos a reunir científicos y a aprender sobre población, sobre vacunas, a averiguar qué había funcionado y qué había fallado, y ahí es en verdad cuando empezamos, a finales de 1998, 1999.
CA: Tienen una gran cantidad de dinero y un mundo lleno de problemas diferentes.
¿Cómo deciden en qué enfocarse?
BG: Bueno, decidimos que elegiríamos dos causas, cualquiera fuera la desigualdad más grande en el mundo, y allí vimos niños que morían, niños sin suficiente nutrición para desarrollarse, países muy atascados porque, con ese nivel de mortalidad y los padres con tantos hijos que habían dado lugar a una población enorme y niños muy enfermos, que en verdad no podían ser educados y ayudarse a sí mismos.
Esa fue nuestra elección mundial, y luego, en EE.UU., ambos tuvimos una educación excelente y vimos que la manera en que EE.UU.
podría cumplir su promesa de igualdad de oportunidades era con un sistema educativo fenomenal, y mientras más aprendíamos, más notábamos que no estábamos cumpliendo esa promesa.
Así que elegimos esas dos cosas, y toda las acciones de la fundación se centran ahí.
CA: Le pedí a cada uno que eligiera una imagen que le gustara y que ilustrara su trabajo, y Melinda, esto es lo que elegiste.
¿De qué se trata?
MG: Una de las cosas que me encanta hacer cuando viajo es ir a las zonas rurales y hablar con las mujeres, ya sea en Bangladesh, India, en muchos países en África, y llego como mujer occidental, sin nombre.
No les digo quién soy.
Voy con pantalones caqui.
Seguí oyendo mujeres, una y otra y otra vez, mientras más viajaba: «Quiero poder usar esta inyección».
Estaba allí para hablarles de las vacunas infantiles, y ellas cambiaban la conversación a: «
¿Pero qué es la inyección que recibí?
«, una inyección que les dieron, Depo-Provera, un anticonceptivo.
Regresaba y hablaba con expertos en salud mundial, y decían: «Oh no, en los países en desarrollo se entregan los anticonceptivos».
Tuvimos que indagar en los informes y lo primero que el equipo me mostró que lo que las mujeres africanas querían usar estaba sin stock 200 días al año, eso explica por qué las mujeres me decían: «Caminé 10 kilómetros sin que mi esposo lo supiera, y llegué a la clínica, y no había nada».
Se suministran condones en África debido al trabajo con el SIDA que EE.UU.
y otros apoyaron.
Pero las mujeres dirán una y otra vez: «No puedo negociar un condón con mi marido.
Estoy sugiriendo que, o él tiene SIDA o yo tengo SIDA y necesito esa herramienta porque entonces podré espaciar los nacimientos de mis hijos, y podré alimentarlos y tener la oportunidad de educarlos».
CA: Melinda, eres católica romana, y frecuentemente te involucraste en controversias por este tema y la cuestión del aborto, de ambos lados.
¿Cómo manejas esto?
MG: Sí, creo que ese es realmente un punto importante, nos habíamos alejado de los anticonceptivos como comunidad mundial.
Sabíamos que 210 millones de mujeres decían que querían acceso a los anticonceptivos, incluso a los anticonceptivos que tenemos aquí en EE.UU., y no se los estábamos proveyendo, por la controversia política en nuestro país, y para mí eso era un crimen, y seguía buscando por todos lados encontrar a la persona que regresara esto al escenario mundial, y finalmente me di cuenta de que tenía que hacerlo yo.
A pesar de ser católica, creo en los anticonceptivos como la mayoría de las mujeres católicas de EE.UU.
que informan el uso de anticonceptivos, y no debía permitir que esa controversia nos detenga.
Solíamos tener consenso en EE.UU.
sobre los anticonceptivos, y volvimos a ese consenso global, y actualmente recaudamos casi USD 2600 millones para este preciso problema de las mujeres.
(Aplausos)
CA: Bill, esta es tu gráfica.
¿De qué se trata?
BG: Bueno, mi gráfica tiene números.
(Risas)
Realmente me gusta esta gráfica.
Esta es la cantidad de niños que mueren cada año antes de cumplir 5 años.
Y encontramos una historia de éxito fenomenal, que no es muy conocida, de un avance increíble.
Pasamos de 20 millones no mucho después de mi nacimiento a estar ahora por debajo de los 6 millones.
Así que esta es una historia principalmente de vacunas.
La viruela mataba a un par de millones de niños al año.
Fue erradicada, así que bajó a cero.
El sarampión mataba un par de millones al año.
Ha bajado a unos pocos cientos de miles.
Como sea, esta es una gráfica donde se quiere conseguir que esa cifra continúe, y será posible, mediante la ciencia de nuevas vacunas, produciendo las vacunas para los niños.
De hecho podemos acelerar el progreso.
En la última década, esa cifra ha bajado más rápido que nunca antes en la historia, y por eso me encanta decir está bien, si podemos inventar nuevas vacunas podemos sacarlos de allí, usar la explicación más moderna y hacer el reparto correcto, para poder hacer un milagro.
CA: Hacen los cálculos, y funciona, literalmente, para salvar miles de vidas de niños cada año en comparación con el año anterior.
No se informa.
Un avión de pasajeros con más de 200 muertes es una historia mucho más importante que esa.
¿Eso los vuelve locos?
BG: Sí, porque es algo que ocurre en silencio.
Es un niño, un niño a la vez.
El 98 % de esto no tiene nada que ver con desastres naturales y, sin embargo, la ayuda de la gente, cuando ven un desastre natural, es asombrosa.
Es increíble cómo la gente piensa, «Ese podría ser yo», y el dinero fluye.
Estas causas han sido un poco invisibles.
Ahora que se conocen los Objetivos de Desarrollo del Milenio y se conocen varias cosas, estamos viendo una mayor generosidad, así que la meta es llegar a muy por debajo del millón, lo cual debería ser posible durante nuestra vida.
CA: Tal vez se necesitaba a alguien conmovido por números y gráficos en lugar de solo la cara grande y triste, para comprometerse.
Usaste eso en tu carta este año, usaste básicamente este argumento para decir que ayudar, contrario a la idea actual de que la ayuda es algo sin valor, que no funciona, de hecho ha sido efectiva.
BG: Sí, bueno la gente puede ver, hay alguna ayuda bien intencionada que no salió bien.
Hay algunas inversiones de capital de riesgo bien intencionadas que no salieron bien.
No deberíamos decir, está bien, gracias a eso, porque no tenemos un resultado perfecto, este es un mal proyecto.
Debemos decir:
¿cuál era el objetivo?
¿Cómo tratamos de mejorar la nutrición, la supervivencia y la alfabetización para que estos países puedan cuidar de sí mismos?
Y decir: ¡Vaya, esto va bien! Y ser más inteligentes.
Podemos emplear la ayuda más inteligentemente.
No todo es una panacea.
Podemos hacerlo mejor que el capital de riesgo, en mi opinión, incluyendo grandes éxitos como este.
CA: La sabiduría tradicional dice que es muy difícil para los matrimonios trabajar juntos.
¿Cómo lo han manejado Uds.?
MG: Sí, me han dicho muchas mujeres: «Creo que no podría trabajar con mi marido.
Simplemente no funcionaría».
Saben, lo disfrutamos, y nosotros no…
esta fundación ha sido un acercamiento para ambos en este aprendizaje continuo, y no viajamos tanto juntos para la fundación, como solíamos hacerlo cuando Bill trabajaba en Microsoft.
Tenemos viajes a los que vamos por separado, pero siempre sé que cuando regreso a casa, Bill va a estar interesado en lo que aprendí, ya sea sobre las mujeres o las niñas o algo nuevo sobre el sistema de entrega de vacunas, o de esta persona que es un gran líder.
Él va a escuchar y va a estar muy interesado.
Y sabe que cuando él regresa a casa, incluso si es para hablar del discurso que dio o de datos o de lo que aprendió, que estoy muy interesada, y creo que tenemos una verdadera relación de colaboración.
Pero no estamos todo el tiempo juntos, eso seguro.
(Risas)
CA: Pero ahora lo están, y estamos muy felices de que lo estén.
Melinda, desde el principio, estuviste básicamente a cargo del programa.
Hace 6 años, creo, Bill se integró tiempo completo, salió de Microsoft y se incorporó tiempo completo.
Debió haber sido difícil, ajustarse a eso,
¿no?
MG: Sí.
Creo que en realidad, por parte de los empleados de la fundación, hubo mucha más angustia que de mi parte por la llegada de Bill.
De hecho yo estaba muy entusiasmada.
Es decir, Bill tomó esta decisión incluso obviamente antes de que fuera anunciada en 2006, y fue realmente su decisión, otra vez, fue durante unas vacaciones en la playa, cuando caminábamos por la playa y él empezaba a pensar en esta idea.
Y, para mí, la emoción de Bill de poner su cerebro y su corazón al servicio de estos grandes problemas mundiales, estas injusticias, para mí era emocionante.
Sí, los empleados de la fundación estaban angustiados por eso.
(Aplausos)
CA: Muy bien.
MG: Pero eso desapareció después de 3 meses, una vez que él estuvo allí BG: Incluyendo a algunos de los empleados.
MG: Eso fue lo que dije, los empleados, desapareció para ellos 3 meses después de que llegaste.
BG: No, estoy bromeando.
MG: Los empleados no se fueron.
BG: Algunos de ellos se fueron, pero…
(Risas)
CA: Y
¿sobre qué discuten?
Domingo, 11 en punto, no están en el trabajo,
¿qué surge?
¿Cuál es la discusión?
BG: Como construimos esto juntos desde el principio, existe esta gran alianza.
Tuve eso con Paul Allen en los primeros días de Microsoft.
Lo tenía con Steve Ballmer cuando Microsoft se hacía más grande, y ahora Melinda, y aún de manera más fuerte, de igual manera, es la socia, así que hablamos mucho sobre:
¿a qué deberíamos darle prioridad?
¿Qué grupos están trabajando mejor?
Ella tiene muchas ideas.
Se sienta mucho con los empleados.
Hacemos los viajes que describió.
Hay mucha colaboración.
No puedo pensar en algo en que uno de nosotros tuvo una opinión muy firme sobre una cosa u otra.
CA:
¿Y qué hay de ti, Melinda?
¿Puedes?
(Risas)
Nunca se sabe.
MG: Bueno, esto es lo que pasa.
Nos aproximamos a las cosas desde diferentes ángulos, y de hecho pienso que eso es muy bueno.
Así que Bill puede ver los grandes datos y decir: «Quiero actuar con base en estas estadísticas globales».
Yo llego a ellas por intuición.
Me reúno con mucha gente sobre el terreno y Bill me enseñó a confrontar esa realidad con los datos globales y ver si coinciden, y yo le he enseñado a tomar esos datos y reunirse con gente en el terreno para entender,
¿se puede en verdad entregar esa vacuna?
¿Se puede hacer que una mujer acepte esas vacunas contra la polio en la boca de su hijo?
Porque la parte de entrega es tan importante como la ciencia.
Así que pienso que ha sido más el acercarse con el tiempo hacia el punto de vista del otro, y, francamente, el trabajo es mejor gracias a eso.
CA: En vacunas y polio y así sucesivamente, han tenido algunos éxitos sorprendentes.
¿Qué pasa con el fracaso?
Pueden hablar sobre el fracaso y tal vez de lo que han aprendido de él.
BG: Sí.
Afortunadamente, podemos permitirnos algunos fracasos, porque ciertamente los hemos tenido.
Trabajamos mucho con medicamentos y vacunas en los que sabes que vas a tener diferentes fallas.
Por ejemplo, proyecto que tuvo mucha publicidad, requería un mejor condón.
Tenemos cientos de ideas.
Quizás algunas de ellas funcionaran.
Fuimos muy ingenuos, ciertamente lo fui, con un medicamento para una enfermedad en la India, leishmaniasis visceral, que pensé, una vez que consiga este fármaco, podemos erradicar la enfermedad.
Bueno, resulta que se necesitó una inyección diaria durante 10 días.
Fueron necesarios 3 años más de lo que esperábamos, y luego no había manera de eliminarla.
Afortunadamente, descubrimos que si matas a las moscas de la arena, probablemente tengas éxito.
Pero pasamos 5 años, se puede decir que desperdiciamos 5 años, y cerca de USD 60 millones, en algo que resultó tener un beneficio muy modesto cuando lo conseguimos.
CA: Gastan, cerca de, USD 1000 millones al año en educación, creo, algo así.
La historia de lo que ha salido bien es un tanto larga y compleja.
¿Ha habido algunos fracasos que nos puedan contar?
MG: Yo diría que una gran lección para nosotros es que pensamos que estas escuelas pequeñas eran la respuesta, y las escuelas pequeñas definitivamente ayudan.
Reducen la tasa de deserción.
Tienen menos violencia y crimen.
Pero en ese trabajo aprendimos, que la pieza fundamental es un gran maestro en el aula.
Si no tienes un maestro eficaz en el aula, no importa qué tan grande o pequeño sea el lugar, no se podrá cambiar la trayectoria de ese estudiante hacia la universidad.
(Aplausos)
CA: Melinda, esta eres tú y tu hija mayor, Jenn.
Fue tomada hace solo 3 semanas, hace 3 o 4 semanas.
¿Dónde fue esto?
MG: Fuimos a Tanzania.
Jenn ha estado en Tanzania.
Todos nuestros hijos han estado mucho en África.
Hicimos algo muy diferente, que fue, que decidimos pasar 2 noches y 3 días con una familia.
Anna y Sanare son los padres.
Nos invitaron a ir y quedarnos en su boma.
Incluso, las cabras estuvieron ahí, creo, viviendo en esa pequeña choza dentro su pequeño recinto antes de que llegáramos.
Y nos quedamos con su familia, y verdaderamente aprendimos como es la vida en la Tanzania rural.
Y la diferencia entre solo ir y visitar medio día o 3/4 de día a quedarse toda la noche fue grande, y te lo explicaré.
Ellos tuvieron 6 hijos, y hablando con Anna en la cocina, cocinamos casi 5 horas ese día en la choza, y hablando con ella, ella había planeado y espaciado con su esposo los nacimientos de sus hijos.
Era una relación muy amorosa.
Eran un guerrero masái y su esposa, que decidieron casarse, claramente había respeto y amor en su relación.
Sus hijos, sus 6 hijos, los 2 del medio eran gemelos, tenían 13 años, un niño, y una niña llamada Grace.
Y cuando salimos a cortar madera y hacer todas las cosas que Grace y su madre hacían, Grace no era una niña, era una adolecente, pero no era adulta.
Era muy, muy tímida.
Quería hablar conmigo y con Jenn.
Tratábamos de abordarla, pero era tímida.
Aunque en la noche, cuando todas las luces se apagaron en la zona rural de Tanzania, y no había luna esa noche, la primera noche, y sin estrellas, y Jenn salió de nuestra choza con su pequeña lámpara para la cabeza, Grace salió de inmediato, tomó el traductor, fue directo hacia mi Jenn y dijo: «Cuando te vayas a casa
¿podrías dejarme tu lámpara para estudiar por las noches?
«.
CA: ¡Vaya! MG: Y su padre me había dicho que tenía miedo que, a diferencia de su hijo, que había pasado sus exámenes de secundaria, por sus quehaceres, ella no hubiera salido tan bien y aún no estaba en la escuela pública.
Él dijo: «No sé cómo voy a pagar su educación.
No puedo pagar una escuela privada, y ella tal vez termine en esta granja como mi esposa».
Así que ellos conocen la diferencia que la educación puede marcar de manera significativa.
CA: Esta es otra foto de sus otros 2 hijos, Rory y Phoebe, junto a Paul Farmer.
Criar a 3 niños siendo la familia más rica del mundo parece un experimento social sin precedentes.
¿Cómo lo han logrado?
¿Cuál ha sido su enfoque?
BG: Bueno, yo diría que en general los niños reciben una gran educación, pero hay que asegurarse de que conozcan su propia capacidad y hacia dónde van, qué van a hacer.
Nuestra filosofía ha sido ser muy claros con ellos; la mayor parte del dinero se va a la fundación y los ayudamos a encontrar algo que los apasione.
Queremos lograr un equilibrio donde tengan la libertad de hacer cualquier cosa pero no colmarlos con mucho dinero para que terminen sin hacer nada.
Hasta ahora, están muy aplicados, entusiasmados de abrirse su propio camino.
CA: Han resguardado su privacidad cuidadosamente por razones obvias.
Tengo curiosidad por saber por qué me han permitido mostrar esta fotografía aquí en TED.
MG: Bueno, es interesante.
A medida que crecen, saben muy bien que nuestra ideología familiar tiene base en la responsabilidad, que nos encontramos en una situación increíble solo por vivir en EE.UU.
y tienen una gran educación, y tenemos la responsabilidad de devolverle al mundo.
Así, a medida que crecen y les enseñamos, han visitado muchos países del mundo, dicen, queremos que las personas sepan que creemos en lo que están haciendo, mamá y papá, y está bien que nos muestren más.
Así que tenemos su permiso para mostrar esta fotografía.
Y creo que Paul Farmer probablemente va a ponerla eventualmente en alguno de sus trabajos.
Pero realmente les importa profundamente, también, la misión de la fundación.
CA: Tienen suficiente dinero a pesar de su enorme contribución a la fundación para convertirlos en multimillonarios.
¿Ese es su plan para ellos?
BG: No.
No.
Ellos no tendrán nada de eso.
Necesitan tener la sensación de que su propio trabajo es significativo e importante.
Leímos un artículo hace mucho, en realidad antes de casarnos, donde Warren Buffett habló de eso, y estamos muy convencidos de que eso no le sirve ni a la sociedad, ni a los niños.
CA: Hablando de Warren Buffett, sucedió algo verdaderamente asombroso en 2006, cuando de algún modo tu único verdadero rival para la persona más rica de EE.UU.
de repente decidió donar el 80 % de su fortuna a tu fundación.
¿Cómo sucedió eso?
Supongo que hay una versión larga y una versión corta.
Tenemos tiempo para la versión corta.
BG: Muy bien.
Bueno, Warren era un amigo cercano, e iba a hacer que su esposa Suzie donara todo.
Trágicamente, ella murió antes de que él se lo pidiera.
Y él es bueno para delegar…
(Risas)
Él dijo…
CA: Tuitea eso.
BG: Si hay alguien que está haciendo algo bien, y está dispuesto a hacerlo sin cobrar, tal vez eso está bien.
Pero estábamos sorprendidos.
MG: Totalmente sorprendidos.
BG: Nunca lo hubiéramos esperado, y ha sido increíble.
Nos ha permitido incrementar nuestra ambición en lo que la fundación puede hacer, de manera espectacular.
La mitad de los recursos que tenemos provienen de la alucinante generosidad de Warren.
CA: Y creo que has prometido que para cuando te retires, el 95 % o más de tu fortuna, será donada a la fundación.
BG: Sí.
CA: Y ya que esta relación…
si es increíble,
(Aplausos)
Y recientemente, Warren y tú han estado de un lado para otro tratando de persuadir a otros multimillonarios y a gente exitosa de que se comprometan a donar, más de la mitad de sus activos para la filantropía.
¿Cómo va eso?
BG: Conseguimos cerca de 120 personas quienes ahora han asumido este compromiso de donar.
Lo genial es que nos reunimos cada año y decimos:
¿Contratamos personal?
¿Qué les damos?
No tratamos de homogeneizarlo.
Digo, la belleza de la filantropía es esta diversidad asombrosa.
La gente dona a ciertas cosas.
Vemos y decimos: «Vaya».
Pero eso es grandioso.
Ese es el rol de la filantropía, elegir enfoques diferentes, integrados incluso en un solo espacio, como la educación.
Necesitamos más experimentación.
Pero ha sido maravilloso, conocer a estas personas, compartir su viaje a la filantropía, cómo involucran a sus hijos, lo están haciendo de forma diferente, y ha tenido mucho más éxito de lo que esperábamos.
Ahora parece que va seguir creciendo en los próximos años.
MG: Y que la gente vea que otras personas están logrando el cambio a través de la filantropía, es decir, estas son personas que han creado sus propios negocios, pusieron su propio ingenio detrás de ideas increíbles.
Si pusieran sus ideas y su cerebro detrás de la filantropía, podrían cambiar el mundo.
Y empezar a ver a otros haciendo esto, y decir: «Vaya, quiero hacer eso con mi propio dinero».
Para mí, esa es la parte increíble.
CA: Tengo la impresión de que es difícil para algunas personas entender cómo gastar tanto dinero en otros.
Hay aquí probablemente algunos multimillonarios y seguramente algunas personas de éxito.
Tengo curiosidad,
¿podrías vender la idea?
¿Cuál es la idea?
BG: Es lo más gratificante que hemos hecho, y no te lo llevas contigo y si no es bueno para tus hijos, reunámonos a pensar ideas sobre lo que podemos hacer.
El mundo es un lugar mucho mejor gracias a los filántropos del pasado, y la tradición de EE.UU., es que lo más fuerte, es la envidia del mundo.
Y parte de la razón por la que soy optimista es porque pienso que la filantropía va a crecer y tomará algunos de estos temas en los que el gobierno no es tan eficaz y arrojará algo de luz en la dirección correcta.
CA: El mundo tiene una desigualdad terrible, un problema de desigualdad creciente que parece estructural.
Me parece que si más de sus colegas siguieran el criterio que Uds.
han tomado, tendría un impacto en ese problema y ciertamente en la percepción de ese problema.
¿Es un comentario justo?
BG: Claro que sí.
Si le quitas a los más ricos y le das a los menos ricos, es bueno.
Se trata de equilibrar, y eso es justo.
MG: Pero cambias los sistemas.
En EE.UU., tratamos de cambiar el sistema educativo así que es justo para todos y funciona para todos los estudiantes.
Eso, para mí, realmente cambia el balance de desigualdad.
BG: Eso es lo más importante.
(Aplausos)
CA: Bueno, creo que la mayoría de las personas aquí y muchos millones en el mundo están impresionados por la trayectoria que sus vidas han tomado y el grado espectacular en que le han dado forma al futuro.
Muchas gracias por venir a TED, por compartir con nosotros y por todo lo que hacen.
BG: Gracias.
MG: Gracias.
(Aplausos)
BG: Gracias.
MG: Muchas gracias.
BG: Bien, buen trabajo.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/bill_and_melinda_gates_why_giving_away_our_wealth_has_been_the_most_satisfying_thing_we_ve_done/