Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » Por qué el fascismo es tan tentador… y cómo tus datos podrían impulsarlo – Charla TED2018

Por qué el fascismo es tan tentador… y cómo tus datos podrían impulsarlo – Charla TED2018

Charla «Por qué el fascismo es tan tentador… y cómo tus datos podrían impulsarlo» de TED2018 en español.

En una charla profunda sobre tecnología y poder, el autor e historiador Yuval Noah Harari explica la importante diferencia entre el fascismo y el nacionalismo, y lo que significa la consolidación de nuestros datos para el futuro de la democracia. Apareciendo como un holograma en vivo desde Tel Aviv, Harari advierte que el mayor peligro al que se enfrenta ahora la democracia liberal es que la revolución en la tecnología de la información hará que las dictaduras sean más eficientes y tengan mayor capacidad de controlar. «Los enemigos de la democracia liberal piratean nuestros sentimientos de miedo, odio y vanidad, y luego usan estos sentimientos para polarizar y destruir», dice Harari. «Es responsabilidad de todos nosotros conocer nuestras debilidades y asegurarnos de que no se conviertan en armas». (Seguido de una breve conversación con el conservador de TED Chris Anderson).

  • Autor/a de la charla: Yuval Noah Harari
  • Fecha de grabación: 2018-04-10
  • Fecha de publicación: 2018-05-18
  • Duración de «Por qué el fascismo es tan tentador… y cómo tus datos podrían impulsarlo»: 1102 segundos

 

Traducción de «Por qué el fascismo es tan tentador… y cómo tus datos podrían impulsarlo» en español.

Hola todos.

Esto es un poco extraño, porque escribí que los humanos se volverían digitales, pero no pensé que sucedería tan rápido y que me iba a pasar a mí.

Pero aquí estoy, como un avatar digital, y aquí están Uds., así que comencemos.

Y comencemos con una pregunta.

¿Cuántos fascistas hay hoy en la audiencia?


(Risas)
Bueno, es un poco difícil de decir, porque hemos olvidado lo que es el fascismo La gente ahora usa el término «fascista» como una especie de abuso de propósito general.

O confunden el fascismo con el nacionalismo.

Así que tomemos unos minutos para aclarar qué es en realidad el fascismo, y sus diferencias con el nacionalismo.

Las formas más suaves de nacionalismo han estado entre las más benevolentes de las creaciones humanas.

Las naciones son comunidades de millones de extraños que realmente no se conocen.

Por ejemplo, no conozco a los ocho millones de personas que comparten mi ciudadanía israelí.

Pero gracias al nacionalismo, todos podemos cuidarnos unos a otros y cooperar de manera efectiva.

Esto es muy bueno.

Algunas personas, como John Lennon, imaginan que sin nacionalismos, el mundo sería un paraíso pacífico.

Pero es mucho más probable que sin nacionalismos, habríamos estado viviendo en el caos tribal.

Si observan los países actuales más prósperos y pacíficos del mundo, países como Suecia y Suiza y Japón, verán que tienen un fuerte sentido de nacionalismo.

Por el contrario, países que carecen de un fuerte sentido de nacionalismo, como Congo y Somalia y Afganistán, tienden a ser violentos y pobres.

Y,

¿qué es el fascismo y cómo se diferencia del nacionalismo?

El nacionalismo me dice que mi nación es única, y que tengo obligaciones especiales hacia mi nación.

El fascismo, en cambio, me dice que mi nación es suprema, y que tengo obligaciones exclusivas para con ella.

No necesito preocuparme por nadie ni nada que no sea mi nación.

Por lo general, por supuesto, las personas tienen muchas identidades y lealtades a diferentes grupos.

Por ejemplo, puedo ser un buen patriota, leal a mi país, y al mismo tiempo, ser leal a mi familia, mi barrio, mi profesión, la humanidad como un todo, la verdad y la belleza.

Por supuesto, tener diferentes identidades y lealtades, a veces crea conflictos y complicaciones.

Pero

¿quién dijo que la vida fuese fácil?

La vida es complicada.

Transa con ella.

El fascismo es lo que se da cuando las personas intentan ignorar las complicaciones y tratan de hacer la vida demasiado fácil para ellas mismas.

El fascismo niega todas las identidades excepto la identidad nacional e insiste en que debo tener obligaciones solo con mi nación.

Si mi nación exige que sacrifique a mi familia, entonces sacrificaré a mi familia.

Si la nación exige que mate a millones de personas, entonces mataré a millones de personas.

Y si mi nación exige que traicione la verdad y la belleza, entonces traicionaré la verdad y la belleza.

Por ejemplo,

¿cómo evalúa el arte un fascista?

¿Cómo decide un fascista si una película es una buena película o mala?

Bueno, es muy, muy, muy simple.

En realidad, solo hay un criterio: si la película sirve a los intereses de la nación, es una buena película; si la película no sirve a los intereses de la nación, es una mala película.

Así es.

Del mismo modo,

¿cómo decide un fascista qué enseñar a los niños en la escuela?

Nuevamente, es muy simple.

Solo hay un criterio: se les enseña a los niños lo que sea que sirva a los intereses de la nación.

La verdad no importa en absoluto.

Los horrores de la II Guerra Mundial y del Holocausto nos recuerdan las terribles consecuencias de esta forma de pensar.

Pero, por lo general, cuando hablamos de los males del fascismo, lo hacemos de una manera ineficaz, porque tendemos a describir el fascismo como un monstruo horrible, sin realmente explicar lo que es tan seductor de él.

Es un poco como estas películas de Hollywood que representan a los malos —Voldemort o Sauron o Darth Vader— como feos, malos y crueles.

Son crueles incluso con sus propios seguidores.

Cuando veo estas películas, nunca entiendo…

¿por qué alguien estaría tentado a seguir un repugnante asqueroso como Voldemort?

El problema con el mal es que en la vida real, el mal no necesariamente se ve feo.

Puede verse muy hermoso.

Esto es algo que el cristianismo conocía muy bien, y es por eso que en el arte cristiano, al contrario que Hollywood, generalmente representa a Satanás como un personaje magnífico.

Por eso es tan difícil resistir las tentaciones de Satanás, y por lo que también es difícil resistir las tentaciones del fascismo.

El fascismo hace que las personas se vean a sí mismas como pertenecientes a lo más bello y más importante del mundo, la Nación.

Y luego la gente piensa, «Bueno, nos enseñaron que el fascismo es feo.

Pero cuando me miro en el espejo, veo algo muy hermoso, entonces no puedo ser un fascista,

¿cierto?

«.

Incorrecto.

Es el problema con el fascismo.

Cuando miras en el espejo fascista, te ves a ti mismo mucho más hermoso de lo que realmente eres.

En la década de 1930, cuando los alemanes se miraban en el espejo fascista, vieron a Alemania como la cosa más bella del mundo.

Si hoy, los rusos se miran en el espejo fascista, verán a Rusia como la cosa más bella del mundo.

Y si los israelíes se miran en el espejo fascista, verán a Israel como la cosa más bella del mundo.

No significa que ahora enfrentemos una repetición de la década de 1930.

El fascismo y las dictaduras podrían volver, pero volverán con una nueva forma, una forma que es mucho más acorde con las nuevas realidades tecnológicas del siglo XXI.

En tiempos antiguos, la tierra era el activo más importante del mundo.

La política, por lo tanto, era la lucha por controlar la tierra.

Y la dictadura significaba que toda la tierra era propiedad de un solo gobernante o una pequeña oligarquía.

En la era moderna, las máquinas se volvieron más importantes que la tierra.

La política se convirtió en la lucha para controlar las máquinas.

Y la dictadura significaba que muchas de las máquinas se concentraron en manos del gobierno o de una pequeña élite.

Ahora la información está reemplazando la tierra y las máquinas como el activo más importante.

La política se convierte en la lucha para controlar los flujos de datos.

Y la dictadura ahora significa que mucha información se está concentrando en manos del gobierno o de una pequeña élite.

El mayor peligro que enfrenta ahora la democracia liberal es que la revolución en la tecnología de la información hará que las dictaduras sean más eficientes que las democracias.

En el siglo XX, la democracia y el capitalismo derrotaron al fascismo y al comunismo porque la democracia era mejor para procesar información y tomar decisiones.

Dada la tecnología del siglo XX, fue simplemente ineficiente tratar de concentrar demasiados datos y demasiada potencia en un solo lugar.

Pero no es una ley de la naturaleza que el procesamiento de información centralizado sea siempre menos eficiente que el procesamiento de información distribuido.

Con el aumento de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, podría ser factible procesar enormes cantidades de información muy eficientemente en un solo lugar, para tomar todas las decisiones en un solo lugar, así, el procesamiento de datos centralizado será más eficiente que el procesamiento de datos distribuido.

Y la principal desventaja de los regímenes autoritarios en el siglo XX, su intento de concentrar toda la información en un solo lugar, se convertirá en su mayor ventaja.

Otro peligro tecnológico que amenaza el futuro de la democracia es la fusión de la tecnología de la información con la biotecnología, que podría resultar en la creación de algoritmos que me conozcan mejor que yo mismo.

Y una vez que tienes tales algoritmos, un sistema externo, como el gobierno, puede no solo predecir mis decisiones, sino que también puede manipular mis sentimientos, mis emociones.

Un dictador quizá no pueda proporcionarme buena atención médica, pero podrá hacer que lo ame y podrá hacerme odiar a la oposición.

La democracia tendrá dificultades para sobrevivir a un desarrollo así porque, al final, la democracia no se basa en la racionalidad humana; se basa en los sentimientos humanos.

Durante las elecciones y referendos, no te preguntan, «

¿Qué piensas?

«.

En realidad te están preguntando, «

¿Cómo te sientes?

«.

Y si alguien puede manipular tus emociones de forma efectiva, la democracia se convertirá en un espectáculo de marionetas emocional.

Así que,

¿qué podemos hacer para evitar el regreso del fascismo y el surgimiento de nuevas dictaduras?

La pregunta número uno que enfrentamos es:

¿Quién controla los datos?

Si eres ingeniero, encontrarás la forma de evitar que muchos datos estén concentrados en muy pocas manos.

Y encontrarás formas de asegurarte de que el procesamiento de datos distribuido sea al menos tan eficiente como el procesamiento de datos centralizado.

Esta será la mejor salvaguardia para la democracia.

En cuanto al resto de nosotros que no somos ingenieros, la pregunta número uno que enfrentamos es cómo no dejarnos manipular por aquellos que controlan los datos.

Los enemigos de la democracia liberal, tienen un método.

Piratean nuestros sentimientos.

No nuestros correos, ni nuestras cuentas bancarias, piratean nuestros sentimientos de miedo, odio y vanidad, y luego usan estos sentimientos para polarizar y destruir la democracia desde adentro.

Este es en realidad un método en el que que Silicon Valley fue pionero para vendernos productos.

Pero ahora, los enemigos de la democracia están usando este mismo método para vendernos miedo y odio y vanidad.

No pueden crear estos sentimientos de la nada.

Así que conocen nuestras propias debilidades preexistentes.

Y luego las usan contra nosotros.

Y, por lo tanto, es responsabilidad de todos nosotros conocer nuestras debilidades y asegurarnos de que no se conviertan en un arma en manos de los enemigos de la democracia.

Conocer nuestras propias debilidades también nos ayudará a evitar la trampa del espejo fascista.

Como explicamos antes, el fascismo explota nuestra vanidad.

Nos hace vernos mucho más bellos de lo que realmente somos.

Esta es la seducción.

Pero si realmente te conoces a ti mismo, no te enamorarás de este tipo de adulación.

Si alguien pone un espejo frente a tus ojos que oculta todos tus feos pedacitos y te hace verte a ti mismo como mucho más hermoso y mucho más importante de lo que realmente eres, simplemente, rompe ese espejo.

Gracias.


(Aplausos)
Chris Anderson: Yuval, gracias.

Dios mío.

Es tan agradable verte de nuevo.

Entonces, si te entiendo bien, nos estás avisando de dos grandes peligros aquí.

Uno es el posible resurgimiento de una forma seductora de fascismo, pero cerca de eso, dictaduras que pueden no ser exactamente fascistas, pero sí controlar todos los datos.

Me pregunto si hay una tercera preocupación que algunas personas aquí ya han expresado, que no sean los gobiernos, sino las grandes corporaciones las que controlen todos nuestros datos.

¿Cómo llamas a eso, y cuán preocupados deberíamos estar al respecto?

Yuval Noah Harari: Bueno, al final, no hay una gran diferencia entre las corporaciones y los gobiernos, porque, como dije, la pregunta es:

¿Quién controla los datos?

Ese es el verdadero gobierno.

Si lo llamas corporación o gobierno…

si es una corporación y realmente controla los datos, ese es nuestro verdadero gobierno.

Entonces la diferencia es más aparente que real.

CA: Pero de alguna manera, al menos con las corporaciones, puedes imaginar mecanismos de mercado en que pueden ser eliminadas.

Es decir, si los consumidores deciden que la compañía ya no está operando en su interés, se abre la puerta a otro mercado.

Parece más fácil imaginar esto que, por ejemplo, ciudadanos que se levantan y derriban un gobierno que está en control de todo.

YNH: Bueno, todavía no llegamos, pero, de nuevo, si una corporación realmente te conoce mejor de lo que te conoces a ti mismo, al menos que puede manipular tus propias emociones y deseos más profundos, y ni siquiera te das cuenta…

pensarás que ese es tu ser auténtico.

Entonces, en teoría, sí; en teoría, puedes alzar tu voz contra una corporación, del mismo, en teoría, puedes levantarte contra una dictadura.

Pero en la práctica, es extremadamente difícil.

CA: En «Homo Deus», argumentas que este sería el siglo en que los humanos se convertirán en dioses, ya sea a través del desarrollo de la inteligencia artificial o mediante ingeniería genética.

¿Tiene esta posibilidad de cambio de sistema político, colapso, impacto en tu punto de vista sobre esa posibilidad?

YNH: Bueno, creo que lo hace aún más probable, y es más probable que suceda más rápido, porque en tiempos de crisis, las personas están dispuestas a asumir riesgos que de otro modo no tomarían.

Y la gente está dispuesta a probar todo tipo de tecnologías de alto riesgo y alta ganancia.

Así, este tipo de crisis podría servir para la misma función que las dos guerras mundiales en el siglo XX.

Las dos guerras mundiales aceleraron enormemente el desarrollo de nuevas y peligrosas tecnologías.

Y lo mismo podría suceder en el siglo XXI.

Quiero decir, debes estar un poco loco para correr demasiado rápido, digamos, con ingeniería genética.

Pero ahora tienes más y más gente loca a cargo de diferentes países en el mundo, entonces las posibilidades son cada vez mayores, no más bajas.

CA: Entonces, poniendo todo junto, Yuval, tienes esta visión única.

Haz rodar el reloj 30 años.

¿Qué supones?

¿La humanidad simplemente se arrastra de alguna manera mira hacia atrás y dice: «Guau, eso estuvo cerca.

¡Lo logramos!»…

o no?

YNH: Hasta ahora, hemos logrado superar todas las crisis anteriores.

Y especialmente si nos fijamos en la democracia liberal y piensas que las cosas están mal ahora, solo recuerda cuánto peores se veían las cosas en 1938 o en 1968.

Así que esto realmente no es nada, esta es solo una pequeña crisis.

Pero nunca se puede saber, porque, como historiador, sé que nunca debes subestimar la estupidez humana.


(Risas)

(Aplausos)
Es una de las fuerzas más poderosas que dan forma a la historia.

CA: Yuval, ha sido una absoluta delicia tenerte con nosotros.

Gracias por hacer el viaje virtual.

Que tengas una gran velada en Tel Aviv.

¡Yuval Harari! YNH: Muchas gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/yuval_noah_harari_why_fascism_is_so_tempting_and_how_your_data_could_power_it/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *