Saltar al contenido
Deberes escolares » Charlas educativas » Por qué la «biofabricación» es la siguiente revolución industrial – Charla TEDSummit 2019

Por qué la «biofabricación» es la siguiente revolución industrial – Charla TEDSummit 2019

Charla «Por qué la «biofabricación» es la siguiente revolución industrial» de TEDSummit 2019 en español.

¿Y si pudiéramos «cultivar» vestimenta con base en microbios, muebles desde organismos vivos y edificios con exteriores como corteza de árboles? Suzanne Lee, miembro de TED, comparte impresionantes desarrollos en el campo de la biofabricación y nos muestra cómo podría ayudarnos a reemplazar las más grandes fuentes de desperdicio, como el plástico y el cemento, con alternativas ecológicas y sostenibles.

  • Autor/a de la charla: Suzanne Lee
  • Fecha de grabación: 2019-07-20
  • Fecha de publicación: 2020-01-13
  • Duración de «Por qué la «biofabricación» es la siguiente revolución industrial»: 740 segundos

 

Traducción de «Por qué la «biofabricación» es la siguiente revolución industrial» en español.

Comencé mi vida como diseñadora de modas, trabajando de cerca con diseñadores textiles y proveedores de telas.

Pero ahora ya no puedo ver ni hablar con mis nuevos colaboradores porque están en la tierra debajo de nuestros pies, en los estantes de los supermercados y en la cerveza que voy a tomar después de esta charla.

Me refiero a los microbios y diseñar con vida.

Hace 15 años, cambié por completo con lo que trabajaba y cómo trabajaba luego de una colaboración reveladora con un biólogo.

Nuestro proyecto me brindó una perspectiva diferente sobre la vida, me dio a conocer un nuevo mundo de posibilidades sobre cómo podemos diseñar y crear cosas.

Descubrí una propuesta radical de fabricación: la biofabricación.

Literalmente, fabricar con biología.

¿Esto qué significa? Bueno, en vez de tratar plantas, animales o petróleo para crear productos de consumo podemos cultivar materiales directamente con organismos vivos.

En lo que muchos llaman: «la cuarta revolución industrial», pensamos en las nuevas fábricas como si fueran células vivas.

Bacterias, algas, hongos, levadura: nuestras últimas herramientas de diseño incluyen las de la biotecnología.

Mi propio viaje por la biofabricación comenzó con un proyecto llamado «Biocouture».

La provocación era que en vez de cultivar una planta, como el algodón, en un campo durante varios meses, podíamos usar microbios para cultivar un material de celulosa similar en un laboratorio en solo días.

Usando ciertas especies de bacterias en un líquido rico en nutrientes, fermentamos hilos de celulosa que se autoorganizaron y crearon un trozo de tela.

Sequé la tela que cultivé la corté y la cosí creando varias prendas, zapatos y carteras.

Es decir que en un laboratorio cultivamos materiales y luego los transformamos en varios productos en cuestión de días.

Y esto es diferente a los métodos actuales de producción de telas, en que se cultiva una planta, se cosecha solo la parte del algodón, se procesa en un hilo, se teje en una tela y luego posiblemente viaja a través de los océanos antes de ser cortada y cosida para crear una prenda de vestir.

Todo este proceso puede tomar meses.

Estos prototipos indicaron un campo que nos ofrece un importante rendimiento de los recursos.

Desde reducir el agua, la energía y la química que se necesita para la producción de un material, hasta generar basura cero, cultivamos telas hasta su acabado…

«fabricación aditiva biológica».

A través de la biofabricación, reemplacé muchos pasos intensivos que eran realizados por el hombre por un único paso biológico.

Y al involucrarme con este sistema vivo, mi modo de pensar mis diseños se transformó.

La biología, sin ninguna intervención mía más que diseñar las condiciones iniciales para el crecimiento, producía de manera eficiente, materiales útiles y sostenibles.

Ahora no puedo evitar ver a los materiales a través del lente de la biofabricación.

De hecho, existe una comunidad mundial de innovadores que está repensando los materiales con base en la biología.

Muchas empresas están cultivando materiales a base de hongos, pero no hongos de verdad…

usan micelio, que es el sistema radicular de los hongos, para juntar bioproductos agrícolas.

Este proceso se ha descrito como el «pegamento de la naturaleza».

Un modo común de realizarlo es empleando un molde 3D, se lo llena con desperdicios de cosecha, como los tallos de maíz o cáñamo, se le agrega agua, se espera un par de días para que el micelio crezca completamente, quitamos el molde, y obtenemos una forma en 3D desarrollada.

Increíblemente podemos cultivar toda clase de estructuras usando organismos vivos, desde gomaespumas que pueden reemplazar al plástico en los calzados, a materiales similares al cuero sin animales.

Muebles, solería…

se están realizando prototipos de todo eso.

Los hongos pueden hacer crecer materiales que son naturalmente resistentes al fuego, sin necesidad de usar químicos.

Son naturalmente hidrófobos, es decir que repelen el agua.

Su temperatura de fusión es más alta que la del plástico.

El poliestireno tarda cientos de años en deteriorarse.

Los materiales de envasado a base de hongos se pueden compostar para obtener un abono natural en tu patio trasero en tan solo 30 días.

Los organismos vivos están transformando los residuos en materiales de rendimiento y de costo competitivo que pueden empezar a reemplazar a los plásticos y a otros materiales emisores de CO2.

Y una vez que empezamos a cultivar materiales en base a organismos vivos, esto hace que los antiguos métodos de manufactura parezcan ilógicos.

Tomemos como ejemplo el ladrillo tradicional.

La industria del cemento genera alrededor del 8 % de las emisiones globales de CO2.

Eso representa más que todos los aviones y barcos cada año.

El proceso de cemento requiere que los materiales sean cocidos en un horno por encima de los 1100 °C.

Comparemos esto con bioMASON.

Ellos usan un microbio de la tierra para transformar los agregados sueltos, como la arena o piedra aplastada, en un ladrillo biofabricado o de cemento biológico.

Este proceso se realiza a temperatura ambiente, en solo un par de días.

Piensen en hidroponía para ladrillos.

Un sistema de irrigación provee de agua rica en nutrientes a bandejas de ladrillos que han sido inoculados con bacterias.

Las bacterias producen cristales que se forman alrededor de cada grano de arena, y encierran así todas las partículas sueltas para formar un ladrillo sólido.

Ahora podemos desarrollar materiales de construcción del mismo modo elegante en que la naturaleza lo hace, como un arrecife de coral.

Y estos ladrillos biofabricados son casi tres veces más fuertes que un bloque de hormigón.

Y en marcado contraste con la producción tradicional de cemento, almacenan más carbono del que producen.

Así que si pudiéramos reemplazar los 1,2 billones de ladrillos refractarios que se hacen cada año con ladrillos biofabricados, podríamos reducir las emisiones de CO2 en 800 millones de toneladas cada año.

(Aplausos) Además de cultivar materiales con organismos vivos, también estamos comenzando a diseñar productos que incentiven su crecimiento.

Y esto viene de la comprensión de que es precisamente lo que estamos tratando de marginar, la vida, podría ser de hecho nuestro más grande colaborador.

Para ese fin, hemos estado explorando todas las maneras en las que podemos producir microbios saludables en nuestros propios ecosistemas Un buen ejemplo de eso son los arquitectos que imaginan el revestimiento de una construcción para que funcione como la corteza de un árbol.

Pero no como una capa cosmética verde.

Están diseñando cortezas arquitectónicas como portadoras de ecologías en evolución.

Estas estructuras superficiales están diseñadas para invitar a pasar la vida.

Y si aplicamos la misma energía que usamos actualmente para reprimir formas de vida hacia cultivar formas de vida, cambiaríamos la imagen negativa de la jungla urbana en una que personifique un ecosistema vivo y próspero.

Al incentivar activamente interacciones superficiales con microbios saludables, podríamos mejorar el control pasivo del clima, el manejo del agua pluvial e incluso reducir las emisiones de CO2 al reducir la energía usada para calefaccionar o refrescar los interiores.

Apenas estamos comenzando a darnos cuenta del potencial de las tecnologías basadas en la naturaleza.

Me emociona que estamos comenzando a diseñar y biofabricar un nuevo mundo de materiales.

Es un mundo que se aleja de la explotación de recursos no renovables para trabajar con las formas de vida originales y renovables.

En vez de diseñar fuera de lo vivo, diseñamos con base en lo vivo y por la vida.

Envases, moda, calzados, muebles, construcción…

los productos biofabricados que se pueden crear cerca de los centros de demanda, con recursos locales, menos tierra, energía, e incluso aprovechando los residuos industriales.

Solía ser que las herramientas de la biotecnología eran la preservación de poderosas empresas multinacionales de químicos y biotecnología.

En el último siglo, esperábamos que la innovación en materiales vendría de gente como DuPont, Dow, BASF.

Pero esta revolución material del siglo XXI, se está llevando a cabo por empresas emergentes, de grupos pequeños y capital limitado.

Y, por cierto, no todos sus fundadores tienen títulos en ciencia.

Entre ellos hay artistas, arquitectos y diseñadores.

Más de mil millones de dólares ya han sido invertidos en empresas emergentes de biofabricación de productos de consumo.

No creo que tengamos otra alternativa más que biofabricar nuestro futuro.

Desde la chaqueta que llevas puesta hasta la silla en la que estás sentado hasta la casa en la que vives, tu mundo material diseñado no debería comprometer tu salud ni la del planeta.

Si no podemos reciclar los materiales ni transformarlos en abono natural en nuestro hogar, deberíamos rechazarlos.

Estoy comprometida en hacer realidad este futuro al dar a conocer este increíble trabajo que se está realizando hoy en día y facilitando más interacciones entre diseñadores, científicos, inversores y marcas.

Porque necesitamos una revolución material y la necesitamos ahora.

Gracias.

(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/suzanne_lee_why_biofabrication_is_the_next_industrial_revolution/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *