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Charla «¿Por qué la torre inclinada de Pisa no se cae?» de TED-Ed en español.
Ver la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/why-doesn-t-the-leaning-tower-of-pisa-fall-over-alex-gendler
En 1990, el gobierno de Italia contrató a los mejores ingenieros para que enderezaran la famosa Torre inclinada de Pisa. En sus 800 años de existencia, hubo numerosos intentos de enderezar la torre, pero los modelos digitales revelaron la urgencia de la situación: la torre se caería si alcanzaba un ángulo de 5,44 grados, y entonces se encontraba a 5,5 grados. ¿Por qué la torre tiene esta famosa inclinación? Alex Gendler nos cuenta la historia de este monumento.
Lección de Alex Gendler, dirección de Aim Creative Studios.
- Autor/a de la charla: Alex Gendler
- Fecha de grabación: 2019-12-03
- Fecha de publicación: 2019-12-03
- Duración de «¿Por qué la torre inclinada de Pisa no se cae?»: 289 segundos
Traducción de «¿Por qué la torre inclinada de Pisa no se cae?» en español.
En 1990, el gobierno de Italia contrató a los mejores ingenieros para que enderezaran la famosa Torre inclinada de Pisa.
Hubo numerosos intentos de enderezar la torre en sus 800 años de existencia, pero los modelos digitales de este equipo revelaron la urgencia de la situación.
Predecían que la torre se caería si alcanzaba un ángulo de 5,44 grados…
se encontraba en ese momento a 5,5 grados.
Nadie entendía cómo la torre aún se sostenía, pero la crisis era evidente: debían resolver un problema que había pasmado a los ingenieros durante siglos, y debían hacerlo con rapidez.
Para comprender esta situación, es necesario entender por qué la torre se inclinó en primer lugar.
En el siglo XII, la república marítima y acaudalada de Pisa se dispuso a convertir sus catedrales en obras magníficas.
Los obreros embellecieron y expandieron las iglesias existentes y agregaron un enorme baptisterio con domo a la plaza.
En 1173, comenzó la construcción de un campanil o campanario.
Los ingenieros y arquitectos de la época eran expertos en sus oficios, pero a pesar de todo su conocimiento en ingeniería, sabían poco sobre el suelo en que se sostenía la torre.
El nombre «Pisa» proviene de una palabra griega que significa «suelo pantanoso», lo que describe a la perfección la arcilla, el lodo y la arena húmeda bajo la superficie de la ciudad.
Los romanos en la Antigüedad contrarrestaban condiciones similares con enormes pilares de piedra, llamados «pilotes», que se enterraban en la estable base rocosa de la Tierra.
Sin embargo, los arquitectos de la torre pensaron que unos cimientos de 3 m serían suficientes para sostener la estructura que era relativamente baja.
Desafortunadamente para ellos, unos cuatro años más tarde, el lado sur de la torre estaba ya bajo tierra.
Hacer cambios en los cimientos hubiese sido, normalmente, un error fatal.
Si se agregaba más peso, la presión de los pisos superiores hundiría la estructura y aumentaría la inclinación de forma peligrosa.
Pero la construcción se detuvo en el piso cuarto por casi un siglo, pues Pisa se sumió en una prolongada guerra.
Esta extendida pausa permitió que el suelo se asentara, y cuando la construcción se reanudó en el año 1272, los cimientos descansaban sobre suelo un poco más estable.
Bajo la dirección del arquitecto Giovanni di Simone, los obreros compensaron la leve inclinación de la torre por medio de pisos más altos sobre el lado sur.
Pero el peso de la construcción extra hizo que ese lado se hundiera más aún.
Cuando completaron el piso séptimo y el campanario, el ángulo de inclinación era de 1,6 grados.
Durante siglos, los ingenieros implementaron varias estrategias para solucionar esto.
En 1838, cavaron un pasadizo alrededor de la base para examinar los cimientos hundidos.
Pero el remover la arena de apoyo solamente empeoró la inclinación.
En 1935, el Cuerpo italiano de Ingenieros inyectó argamasa en la base para fortalecerla.
Sin embargo, no fue distribuida uniformemente por los cimientos y esto provocó otra inclinación repentina.
Todos estos intentos fallidos sumados a los cimientos inestables hicieron que la torre se acercara cada vez más a su límite.
Y sin el conocimiento definitivo sobre la composición del suelo, los ingenieros no podían localizar el ángulo fatal de la torre ni idear un dispositivo que evitara su caída.
Tras la Segunda Guerra Mundial, los investigadores idearon pruebas para identificar esas variables desconocidas.
En 1970, los ingenieros calcularon el centro de gravedad de la torre.
Contando con esta información y con nueva capacidad de cómputo, los ingenieros pudieron determinar la dureza del suelo, la trayectoria de la torre y cuánto debían escavar exactamente para que la torre se mantuviera de pie.
En 1992, el equipo excavó túneles diagonales para extraer 38 m cúbicos de tierra de abajo de la torre en el lado norte.
Luego, colocaron un contrapeso temporal de 600 toneladas de lingotes de plomo.
Por último, anclaron la base con cables de acero.
Más de seis siglos posteriores a su construcción, la torre fue finalmente enderezada a un ángulo de unos cuatro grados.
Nadie quería que la torre cayera, pero tampoco querían perder la atracción más famosa de la zona.
Actualmente, la torre tiene unos 55 o 56 m de altura.
Seguramente continuará estable por al menos 300 años como monumento a la belleza de la imperfección.
https://www.ted.com/talks/alex_gendler_why_doesn_t_the_leaning_tower_of_pisa_fall_over/