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Por qué la violencia con armas no puede ser la nueva normalidad – Charla TED2016

Charla «Por qué la violencia con armas no puede ser la nueva normalidad» de TED2016 en español.

No importa si amas u odias las armas. Es obvio que Estados Unidos podría convertirse en un lugar más seguro sin las miles de armas que se venden cada día sin previa verificación de antecedentes. Dan Gross, presidente de la Campaña Brady para detener la violencia con armas, hace un apasionado llamamiento personal para algo que más del 90 % de los estadounidenses quieren: la verificación de antecedentes para todas las ventas de armas. «Por cada gran movimiento en todo el mundo, hay un momento en el que se puede mirar hacia atrás y decir: «Ahí es donde todo realmente comenzó a cambiar», dijo Gross. «Por el momento para la acción para detener la violencia con armas en los Estados Unidos, ahora es el momento».

  • Autor/a de la charla: Dan Gross
  • Fecha de grabación: 2016-02-17
  • Fecha de publicación: 2016-03-29
  • Duración de «Por qué la violencia con armas no puede ser la nueva normalidad»: 818 segundos

 

Traducción de «Por qué la violencia con armas no puede ser la nueva normalidad» en español.

Lo confieso, siempre he estado extrañamente obsesionado con la publicidad.

Recuerdo los sábados por la mañana, al ver los dibujos animados prestaba más atención a los anuncios que a los dibujos, intentando entender el mecanismo que les hacía penetrar en mi cabeza.

Al final, esto me llevó al trabajo de mis sueños.

Me hice socio de una agencia de publicidad en Nueva York.

Pero, de pronto todo cambió el 23 de febrero de 1997 cuando mi hermano menor Matt recibió un disparo en la cabeza durante un tiroteo en la terraza del edificio Empire State.

De repente mi familia estaba en medio de una pesadilla donde se nos dijo que mi hermano iba a morir, y que teníamos que aprovechar la oportunidad de despedirnos de él.

No obstante, tras varias intervenciones de urgencia se recuperó valientemente, de sus traumas y lesiones cerebrales.

Definitivamente él es mi héroe.

Pero sin embargo…


(Aplausos)
Sí, se lo merece…

Sí, se lo merece.


(Aplausos)
Aunque esta tragedia fue una pesadilla para mi familia, no dejo de pensar que podría haber sido aún peor; de hecho, es mucho peor cada día para las 90 familias que no tienen la misma suerte al perder a sus seres queridos: hermanos, hermanas, hijos, hijas, padres.

No todas ellas son titulares a nivel nacional y de hecho, la mayoría no son noticia.

Pasan inadvertidas en una nación que ha llegado a aceptar esta vergonzosa epidemia nacional como una especie de nueva normalidad.

Dejé mi trabajo en publicidad para tratar de hacer algo al respecto.

Porque me dí cuenta que los retos para prevenir la violencia con armas eran los mismos que los que me hicieron amar la publicidad.

Esto es, tratar de comprender cómo involucrar a personas, pero en vez de hacerlo para vender productos era para salvar vidas.

Y todo reside en encontrar un consenso, para lo que yo quiero coincide con lo que tú quieres.

Y posiblemente se sorprendan al saber que en el caso de la violencia con armas hay mucho terreno en común.

Tomemos el ejemplo de la gente que le gusta cazar, un deporte practicado por millones en EE.

UU.

Es una orgullosa tradición, algo familiar, y en algunos lugares, el primer día de la temporada caza es fiesta escolar.

¿Qué quieren los cazadores?

Quieren cazar.

Adoran sus armas.

Creen firmemente en los derechos de la Segunda Enmienda que legaliza la posesión de armas.

Pero eso no quiere decir que no haya consenso y de hecho, hay mucho comenzando con la simple idea de que hay que mantener las armas fuera del alcance de algunas mentes peligrosas.

No se trata de confiscar ciertas armas a todas las personas sino más bien prohibir que las armas lleguen a manos de ciertas personas, sobre las que estamos todos de acuerdo que no deben poseer armas; como criminales violentos, maltratadores y enfermos mentales peligrosos.

Todos apreciamos la increíble eficiencia de la ley «Brady» para los controles de antecedentes para mantener las armas fuera de las manos peligrosas.

En 20 años esta comprobación entre los distribuidores autorizados de armas impidió la venta de 2.4 millones de armas de fuego para aquellas personas que de todos modos no deberían poseerlas.


(Aplausos)
Y si Uds.

aman u odian las armas; seguro que valoran que no se permitiera miles de ventas de armas cada día en exposiciones o en línea sin verificación de antecedentes, igual que no se deberían permitir dos filas para subir a un avión: una donde se comprueba la seguridad y otra donde no.

Y…


(Aplausos)
Las cifras muestran el amplio consenso entre el pueblo estadounidense.

El 90 % apoya la expansión de verificación para la venta de armas, incluidos el 90 % de los republicanos, que son más del 80% de los propietarios de armas, más del 70 % de los miembros la Asociación Nacional del Rifle.

No es una idea polémica.

De hecho, sólo el 6 % de estadounidenses no están de acuerdo.

Esto es el porcentaje de estadounidenses que cree que la llegada a la Luna era un engaño.


(Risas)
También es el porcentaje que cree que el gobierno aplica tecnología de control mental en nuestras señales de televisión.

Esta es la forma en que aceptamos una verificación de antecedentes.

¿Qué pasa con los 300 millones de armas ya se encuentran en los hogares de EE.UU.?

Es importante saber que la mayoría de esas armas están en manos y hogares de gente decente, respetuosa de la ley como Uds.

y como yo, Y que todos queremos tener a nuestras familias seguras.

De hecho, por esta razón, cada vez más personas optan por la posesión de armas.

Hace diez años, el 42 % de los estadounidenses creía, erróneamente, que salir armado de casa era más seguro.

Hoy ese número es del 63 %.

¿Por qué?

No me gusta decirlo, pero tomo el punto débil publicidad, es decir: Si dices una gran mentira muchas veces finalmente se convierte en realidad.

Eso es exactamente lo que pasó aquí.

El grupo de presión armamentístico gastó millones de dólares bloqueando estudios del CDC sobre la epidemia en la salud pública por violencia con armas; obstruyendo a pediatras de que previnieran a los padres de los peligros de las armas en el hogar; bloqueando armas tecnológicas inteligentes que impedirían a los niños usar las armas de los padres y salvarían vidas.

Están desesperados por ocultar la verdad, porque ven la verdad como una amenaza a sus ganancias.

Y como resultado cada día personas mueren y muchas de ellas son niños.

Todos los días en los EE.UU., nueve niños reciben disparos accidentales.

900 niños y adolescentes se matan cada año.

Y el tema es que sucede casi siempre con las armas de los padres.

Hasta dos tercios de los tiroteos en las escuelas suceden con un arma procedente del hogar.

incluida la terrible tragedia de Sandy Hook.

Sé que muchos de estos padres y, es la parte más dolorosa de mi trabajo, no son malas personas.

Ellos viven las consecuencias inimaginables de una mala decisión basada en muy mala información inducida en sus mentes por gente malvada que saben muy bien la tristeza que causan, pero no les importa.

El resultado es una pesadilla, no sólo para familias como la mía, sino, al final, para todos nosotros.

Pero no estoy aquí para hablar de la pesadilla de la violencia con armas, sino para hablar de un sueño, que todos compartimos, el sueño de un futuro mejor, más seguro.

Para mi organización por la campaña Brady este sueño está resaltado en negrita, reducir el número de muertes por armas en EE.

UU.

a la mitad para el año 2025.

Espero dejarles a todos aquí esta noche con el gran sentimiento del por qué este sueño está a nuestro alcance.

Porque, compañeros.

para cada gran movimiento en todo el mundo hay un momento en el que se puede mirar atrás y decir: «Ahí es donde todo realmente comenzó a cambiar».

Estoy aquí para decir que el movimiento para detener la violencia con armas en EE.

UU.

el momento es aquí y ahora.


(Aplausos)
Estamos claramente en el punto crítico, porque millones de estadounidenses se unieron como nunca antes para decir: «¡Basta ya!».

Basta ya de matanzas en los centros comerciales y cines y en iglesias y en escuelas.

Basta ya de terror diario de violencia con armas en hogares y en calles que se ha cobrado la vida de mujeres y jóvenes negros en proporciones aterradoras.

Basta ya del fácil acceso a armas para personas sobre las que todos acordamos, que no deberían poseerlas.

Y basta ya de ese pequeño grupo de políticos cobardes que antepone los intereses del grupo de presión armamentístico por encima de la gente que los eligió como representantes.

¡Basta ya!
(Aplausos)
Lo más emocionante es que no solo solo sospechosos habituales, como yo, que lo dicen.

Es mucho más que eso.

Si quieren una prueba, veamos donde esas conversaciones en EE.UU.

parecen iniciarse, con Kim Kardashian.


(Risas)
Y esto aquí no es una broma.

Piensen cuándo cambian las cosas.

Es cuando pasan de ser cuestiones políticas y de defensa a incorporarse a la cultura popular; voces de todos los lados, celebridades usando sus plataformas, músicos, atletas.

La NBA lo denunció.

Conservadores eruditos que jamás habrían imaginado lo denunciaron.

Hay un verdadero cambio cultural.

He oído que incluso habrá una conferencia TED al respecto este año.

Esta es la magnitud del cambio cultural.

Y sí, Kim Karashian hizo un emocionante llamamiento a sus 35 millones de seguidores en Twitter para ampliar la verificación para la tenencia de armas.

Veamos las elecciones que se están calentando.

Esta era el tema clásico intocable por los demócratas, que evitaban tanto como fuera posible.

Ahora los candidatos van a por el tema.

Algunos se vieron obligados a cambiar sus posiciones erróneas que defendían sin problemas hasta hace poco.

Para alguien como yo, ver a la ANR (Asociación Nacional del Rifle) agitando sus datos negativos es casi surrealista.

Seguimos obteniendo fondos del grupo de presión armamentístico y esto tiene que cambiar de una vez.

Pero

¿saben qué?

Somos más inteligentes y más audaces, y tenemos la verdad de nuestro lado, y estamos en la ofensiva.

Se dice que Internet democratiza la información.

Los medios sociales y otras herramientas se han enganchado democratizando el activismo.

Esto nos permitió ver qué significa contar con el apoyo del 90 %.

A veces lo pienso, estamos convergiendo y atacando a la vez a millones como los glóbulos blancos en la sangre.

Esto nos permite unirnos, lo que es fundamental, en contra de la desconexión vergonzosa entre lo que los estadounidenses quieren y lo que nuestros líderes electos hacen.

Hasta hace poco, la narrativa en el Congreso era que las peticiones del contrario de ese 6%, sobrepasaban las peticiones de nuestro lado en proporción de 10 a 1.

Revoquemos esa narrativa.

Tras la reciente tragedia en San Bernardino congestionamos las líneas del Congreso.

Hicimos 15 000 llamadas al Congreso en 24 horas.

¿Y saben qué?

Logramos que se votara una ley que nadie pensaba que vería la luz pronto.

Estamos asistiendo a un movimiento de derogación.

de una de las peores y más repugnantes leyes aprobadas en última década.

El grupo de presión armamentístico se está claramente quebrando.

Hemos visto decisiones ejecutivas históricos del Presidente Obama.

No acabarán con el problema, pero salvará vidas porque amplían el control de verificación de antecedentes a miles de comerciantes de armas que no tenían que hacerlo antes.

Estamos en marcha en todo el país, no esperamos a que el Congreso actúe, eso sería casi como definir la locura.

Estamos marchando en todo el país, estado por estado, como hicimos para la igualdad de matrimonio.

¿Y sabes qué?

Estamos ganando.

El Congreso es siempre el último en despertar y darse cuenta que está en el lado equivocado de la historia.

Y cuando se despierta, es porque el pueblo estadounidense lo reta.

Eso es exactamente lo que hacemos ahora, en pie para un tema crucial.

Recientemente viajé en avión para dar una conferencia para un grupo grande como éste, pero mucho menos intimidante y una mujer sentada a mi lado veía «Mad Men», uno de mis programas favoritos de todos los tiempos, un programa sobre publicidad de la década de 1960 Como intentaba pensar en la manera de finalizar mi charla a veces miraba a la pantalla.

Parecía que cada vez que la miraba, veía a alguien fumando en una oficina o cerca de los niños o ante una embarazada o consumiendo alcohol al volante.

O conduciendo sin cinturón de seguridad o acosando a un compañero de trabajo.

Y finalmente se me ocurrió: Qué tremenda inspiración para aquellos que soñamos en poner fin a la violencia con armas.

Es decir, piensen en lo mucho que el mundo ha cambiado en un tiempo relativamente corto.

Como todas aquellas actitudes que eran rutina o consideradas normales algunas incluso glamorosas o atractivas se han visto estigmatizadas en sólo una o dos generaciones.

Una vez que se convirtieron en denominador común en la conversación.

Esta es la magnitud del cambio que tenemos el potencial de cambiar sobre la violencia con armas.

Mi sueño es que tal vez algún día un programa de TV retrate la pesadilla terrible de la violencia con armas.

Y una futura generación de niños sólo tenga que imaginar lo terrible que fue.

Gracias.


(Aplausos)
Gracias.

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/dan_gross_why_gun_violence_can_t_be_our_new_normal/

 

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