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¿Por qué leer a Kurt Vonnegut? – Charla TED-Ed

Charla «¿Por qué leer a Kurt Vonnegut?» de TED-Ed en español.

Mira la lección completa en https://ed.ted.com/lessons/why-should-you-read-kurt-vonnegut-mia-nacamulli

Kurt Vonnegut pensaba que los arcos prolijos y satisfactorios de muchas historias no coincidían con la realidad. Entonces, se dispuso a explorar la ambigüedad entre la buena y la mala suerte en sus propias novelas. Trató de entender la conducta humana a través del estudio de la forma de las historias, dejando de lado las cronologías lineales y los destinos simples. Mia Nacamulli se adentra en la obra de Vonnegut, por momentos oscura pero aun así esperanzadora.

Lección de Mia Nacamulli, dirección de TED-Ed.

  • Autor/a de la charla: Mia Nacamulli
  • Fecha de grabación: 2018-11-29
  • Fecha de publicación: 2018-11-29
  • Duración de «¿Por qué leer a Kurt Vonnegut?»: 304 segundos

 

Traducción de «¿Por qué leer a Kurt Vonnegut?» en español.

Billy Pilgrim no puede dormir pues sabe que, dentro de una hora, vendrán a raptarlo unos extraterrestres.

Sabe que los extraterrestres vendrán porque «ha volado fuera del tiempo».

Esto hace que sus experiencias no se sucedan en orden cronológico.

En el transcurso de la novela «Matadero cinco» de Kurt Vonnegut, el personaje oscila entre un viaje al Gran Cañón durante su infancia, su vida adulta como optometrista, su estadía en cautiverio en un zoológico intergaláctico, las humillaciones que padeció como prisionero de guerra, y más.

El título de «Matadero cinco» y muchos de sus elementos provienen de las experiencias personales de Vonnegut en la Segunda Guerra Mundial.

Como prisionero de guerra en Dresde, Vonnegut vivió en un antiguo matadero, refugiado en un depósito de carne subterráneo, mientras las fuerzas aliadas bombardeaban la ciudad.

Cuando finalmente pudieron salir de allí, Vonnegut y los demás prisioneros encontraron Dresde completamente demolida.

Después de la guerra, Vonnegut trató de entender la conducta humana a través del estudio de un aspecto poco común de la antropología: la forma de las historias, que para él eran tan interesantes como la forma de las vasijas o lanzas.

Para encontrar la forma, hacía un gráfico de la suerte del protagonista desde el principio hasta el final de la historia.

Las formas disparatadas que generaba revelaban las típicas historias de hadas y los mitos que se repiten en distintas culturas.

Pero esta forma puede ser la más interesante de todas.

En una historia así es imposible distinguir la buena suerte de la mala suerte del personaje.

Vonnegut pensaba que este tipo de historia era el más fiel a la vida real, donde todos somos víctimas de una serie de accidentes, incapaces de predecir cómo nos afectarán a largo plazo.

Para él, los arcos prolijos y satisfactorios de muchas historias no coincidían con esa realidad, y se dispuso a explorar la ambigüedad entre la buena y la mala suerte en su propio trabajo.

Cuando Vonnegut dejó de usar destinos simples para sus personajes, también abandonó las cronologías lineales.

En vez de avanzar ordenadamente de principio a fin, en sus historias «Todos los momentos, el pasado, el presente y el futuro, siempre han existido y siempre existirán».

Los tralfamadorianos, extraterrestres que aparecen en muchos de sus libros, ven todos los momentos al mismo tiempo.

«Pueden ver cada estrella donde ha estado, donde está y donde estará», de modo tal que «el cielo es un enorme plato de spaghetti luminoso».

Pero, si bien pueden ver el tiempo entero, no tratan de cambiar el curso de los hechos.

Mientras que los tralfamadorianos se conforman con su falta de influencia, los personajes humanos de Vonnegut todavía no terminan de acostumbrarse.

En «Las sirenas de Titán», cuando buscan el significado de la vida en el vasto universo, no encuentran más que «heroísmo vacío, comedia barata y muerte fútil».

Luego, desde la posición privilegiada de un «infundibulum cronosinclástico», un hombre y su perro pueden ver futuros devastadores para sus contrapartes terrestres, pero no pueden cambiar el curso de la historia.

Aunque no hay respuestas fáciles, finalmente concluyen que el objeto de una vida humana es «amar al que está cerca para ser amado».

En «Cuna de gato», los personajes de Vonnegut buscan significado en otra fuente: el ‘bokononismo’, una religión basada en falsedades inofensivas que sus fieles reconocen como mentiras.

Conocen las mentiras del bokononismo, pero aun así viven sus vidas según esos principios y esto les da, en cierta medida, una genuina esperanza.

Se organizan en equipos llamados ‘karass’, grupos de gente «que encontramos por casualidad […], pero elegimos quedarnos con ellos», unidos cósmicamente por un objetivo común.

Estos grupos no deben confundirse con los ‘granfaloons’, grupos de personas que le dan significado a asociaciones sin importancia, como el lugar de origen, los partidos políticos e incluso a las naciones.

Pese a su idea deprimente de la condición humana, Vonnegut creía firmemente que «estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros a pasar por esto, sea lo que sea».

Puede resultar agobiante o desmoralizante, pero Vonnegut intercaló entre sus lúgubres opiniones más de una pizca de esperanza.

Su alter ego en la ficción, Kilgore Trout, nos aporta esta parábola: dos trozos de levadura «hablaban sobre los posibles propósitos de la vida mientras comían azúcar y se sofocaban en su propio excremento.

Dada su limitada inteligencia, nunca se enteraban de que estaban produciendo champán».

Pese a insistir en que estamos aquí para perder el tiempo, pese a sus serias preocupaciones sobre el destino de la humanidad, Vonnegut también expresó la remota posibilidad, de que tal vez terminemos haciendo algo bueno.

Y sin duda esa es una agradable idea.

https://www.ted.com/talks/mia_nacamulli_why_should_you_read_kurt_vonnegut/

 

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