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¿Porqué los perezosos son lentos? – Kenny Coogan – Charla TED-Ed

Charla «¿Porqué los perezosos son lentos? – Kenny Coogan» de TED-Ed en español.

Ver la lección completa en: http://ed.ted.com/lessons/why-are-sloths-so-slow-kenny-coogan

Los perezosos pasan la mayor parte de su tiempo comiendo, descansando, o durmiendo; de hecho, solo bajan de las copas de los árboles una vez a la semana, para hacer sus necesidades. ¿Cómo usan tan poca energía estos seres? Kenny Coogan describe las adaptaciones físicas y conductuales que permiten a los perezosos ser tan lentos.

Lección de Kenny Coogan, animación de Anton Bogaty.

  • Autor/a de la charla: Kenny Coogan
  • Fecha de grabación: 2017-04-25
  • Fecha de publicación: 2019-03-15
  • Duración de «¿Porqué los perezosos son lentos? – Kenny Coogan»: 301 segundos

 

Traducción de «¿Porqué los perezosos son lentos? – Kenny Coogan» en español.

En 1796, Thomas Jefferson recibió una caja de huesos que no pudo identificar.

Una garra larga y afilada le recordó a un león pero los huesos del brazo sugerían un animal más grande, uno de unos tres metros de largo.

Creyendo que podía ser una especie enorme y desconocida de león de América del Norte Jefferson advirtió a los exploradores Lewis y Clark que tuvieran cuidado con este misterioso depredador.

Pero la caja de huesos de Jefferson no provenía de un león.

Venía de un perezoso gigante ahora extinto.

Los perezosos prehistóricos aparecieron por primera vez hace unos 35 millones de años.

Decenas de esta especie vivieron en América de Norte, Central y del Sur junto a otras criaturas antiguas como mastodontes y armadillos gigantes.

Algunos perezosos de tierra, como el megaloníquido, eran de tamaño gato, pero muchos eran enormes.

El perezoso de Jefferson, Megalonyx, pesaba cerca de una tonelada y era pequeño en comparación con el Megatherium, que podía alcanzar las seis toneladas, como un elefante.

Deambulaban por bosques y sabanas usando sus fuertes brazos y afiladas garras para arrancar raíces y trepar a los árboles, alimentándose de hierba, hojas, y aguacates prehistóricos.

De hecho, podríamos no tener aguacates de no ser por los perezosos gigantes.

Los animales más pequeños no podían tragar la gran semilla del aguacate, pero los perezosos sí, y así se expandieron los árboles de aguacate.

Los perezosos terrestres prosperaron por millones de años, pero hace 10 000 años, comenzaron a desaparecer junto con los otros mamíferos gigantes del hemisferio occidental.

Los investigadores creen que los perezosos podrían haber sido expulsados por una edad de hielo que se avecinaba o competencia con otras especies, quizá seres humanos, quienes llegaron a la región cuando la mayoría de los perezosos se extinguieron.

Algunos de los perezosos más pequeños sobrevivieron y emigraron a las copas de los árboles.

Hoy en día quedan seis especies que viven en las copas de los árboles de las selvas tropicales de América Central y del Sur.

Vivir en los árboles es una buena manera de evitar a los depredadores, y hay muchas hojas para comer.

Pero esta dieta tiene sus inconvenientes.

Los animales extraen energía de los alimentos y usan esa energía para moverse, mantener su temperatura corporal, mantener sus órganos funcionando, y todas las demás funciones necesarias para la supervivencia.

Pero las hojas no contienen mucha energía, y la que tienen es difícil de extraer.

La mayoría de los herbívoros complementan su dieta a base de hojas con alimentos que aportan más energía, como frutas y semillas.

Pero los perezosos, especialmente los perezosos de tres dedos, dependen de las hojas casi exclusivamente.

Han desarrollado estrategias optimizadas para hacer frente a esa dieta restringida.

Primero, extraen tanta energía de su alimento como sea posible.

Los perezosos tienen un estómago de varias cámaras que ocupa un tercio de su cuerpo y dependiendo de la especie, pueden pasar de cinco a siete días, o incluso semanas, digiriendo una comida.

La otra pieza del rompecabezas es usar la menor energía posible.

Una forma en que los perezosos hacen esto, por supuesto, es no moviéndose mucho.

Pasan la mayor parte de su tiempo comiendo, descansando o durmiendo.

Descienden de las copas una sola vez a la semana para hacer sus necesidades.

Cuando los perezosos se mueven, no son muy rápidos.

Un perezoso necesitaría unos cinco minutos para cruzar una calle de un barrio normal.

Este enfoque sin prisas sobre la vida significa que los perezosos no necesitan mucho músculo.

De hecho, tienen un 30 % menos de masa muscular que otros animales de su tamaño.

Los perezosos también usan menos energía para mantenerse calientes porque su temperatura corporal puede fluctuar alrededor de 5 °C, menos que un reptil de sangre fría, pero más que la mayoría de los mamíferos.

Estas adaptaciones físicas y de conducta reducen el gasto de energía del perezoso, o tasa metabólica.

Los perezosos de tres dedos tienen el metabolismo más lento entre los mamíferos.

El panda gigante es el segundo más lento, y los perezosos de dos dedos vienen en tercer lugar.

Moverse lentamente ha permitido que los perezosos prosperen en su hábitat de la copa de los árboles.

Pero también los propios perezosos son un gran hábitat para otros organismos, incluyendo algas, que proporcionan un poco de camuflaje adicional, y tal vez incluso un aperitivo.

Puede que los perezosos ya no sean gigantes, pero eso no los hace menos admirables.

https://www.ted.com/talks/kenny_coogan_why_are_sloths_so_slow/

 

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