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¿Qué falta en el debate global sobre refugiados? – Charla TED2018

Charla «¿Qué falta en el debate global sobre refugiados?» de TED2018 en español.

En el debate continuo sobre refugiados escuchamos a todos, desde políticos que prometen controles fronterizos hasta ciudadanos que temen perder sus trabajos, a todos excepto a los mismos migrantes. ¿Por qué vienen? El periodista y becado de TED Yasin Kakande explica qué lo llevó, a él y a otros, a huir de su tierra natal. Él nos invita con urgencia a un diálogo más abierto y a tomar una nueva perspectiva. Porque la historia humana, nos recuerda Yasin, es una de migración: «No existen restricciones tan rigurosas que detengan la oleada de migración que ha determinado nuestra historia humana», nos dice.

  • Autor/a de la charla: Yasin Kakande
  • Fecha de grabación: 2018-04-10
  • Fecha de publicación: 2018-04-16
  • Duración de «¿Qué falta en el debate global sobre refugiados?»: 267 segundos

 

Traducción de «¿Qué falta en el debate global sobre refugiados?» en español.

Soy un inmigrante de Uganda viviendo en EE.

UU.

mientras espero que mi solicitud de asilo se apruebe.

Los migrantes no gozan de mucha libertad de movimiento en nuestro mundo hoy en día.

Esto sin duda aplica a quienes con desesperación navegan en bote por mares agitados y turbulentos.

Estos son los riesgos que mis primos de Africa Occidental y Africa del Norte enfrentan tratando de cruzar hacia Europa.

De hecho, es una oportunidad única y fortuita que un migrante pueda dirigirse a un grupo como este.

Pero esto también representa lo que a menudo falta en el debate global sobre refugiados: migrante e inmigrantes, las voces de los marginados.

Los ciudadanos de algunos países huéspedes, aún los que anteriormente recibían bien a los recién llegados, están inquietos por el incremento en el número de individuos que llegan a sus países.

La crítica inmediata es que los recién llegados alteran la estabilidad del bienestar social y del empleo en sus países.

Los ciudadanos escépticos e inseguros voltean hacia sus líderes políticos que compiten entre sí para ver quién puede ganar el premio de la voz dominante de populismo y nacionalismo.

Es un concurso para ver quién es más duro con los migrantes, quién impone mayores prohibiciones de viaje y quién tiene más ganas de construir un muro.

Todas estas restricciones simplemente abordan los síntomas del problema, no las causas.

¿Por qué vienen? Los migrantes pueden compartir su perspectiva, si tan sólo los políticos tuvieran voluntad para escuchar.

En Dubai escribí una crónica sobre las injusticias y desigualdades impuestas con frecuencia sobre la fuerza laboral migrante.

Como resultado, presiones por parte de los gobiernos de esos países me obligaron a dejar mi carrera como periodista en el Medio Oriente.

Me deportaron a Uganda, donde las privaciones económicas ponen a todos en riesgo de inanición.

Huí de Uganda hacia EE.

UU.

con la esperanza de levantar la voz por mis hermanos y hermanas que sufren apuros más graves como migrantes.

Mi padre me dijo que no le agradaba que yo escribiese un libro que me arriesgara a la deportación y el desempleo.

Él llevaba años siendo diabético cuando yo trabajaba en Dubai, y mi salario siempre bastaba para pagar sus tratamientos.

Cuando fui expulsado, no pude continuar pagando su tratamiento, y aún en sus últimos días de vida, no pude ni siquiera internarle en un hospital.

Mientras llevaba su cuerpo en brazos para enterrarlo en junio del año pasado, me di cuenta que había pagado un precio muy alto por alzar mi voz.

Nunca es fácil hablar contra las injusticias intrincadas porque el problema requiere más que simple retórica.

Mientras las minas de oro, campos petrolíferos y granjas a escala en Africa sigan siendo propiedad de inversionistas extranjeros, y esos recursos vitales sean enviados al Oeste, la oleada de migrantes africanos seguirá fluyendo continuamente.

No existen restricciones tan rigurosas que detengan la oleada de migración que ha determinado nuestra historia humana.

Antes de que los controles fronterizos puedan ser reforzados y se impongan nuevas restricciones de visado, los países que ya recibieron migrantes deben entablar una conversación más abierta.

Este es el único comienzo práctico para reconciliar, finalmente, el legado de explotación, esclavitud, colonialismo e imperialismo, para que entonces podamos juntos avanzar a crear una economía global más justa en el siglo XXI; una que beneficie a todos.

https://www.ted.com/talks/yasin_kakande_what_s_missing_in_the_global_debate_over_refugees/

 

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