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¿Qué hace a una palabra “real”? – Charla TEDxUofM

Charla «¿Qué hace a una palabra “real”?» de TEDxUofM en español.

Uno puede alegar que términos de jerga como ‘hangry’, ‘defriend’ y ‘adorkable’ llenan vacíos importantes del inglés, así no aparezcan en el diccionario. Después de todo, ¿quién realmente decide qué palabras deben entrar en esas páginas tan resguardadas? La historiadora de la lengua Anne Curzan nos presenta una charla encantadora acerca de los humanos detrás de los diccionarios y las elecciones que tienen que hacer a diario.

  • Autor/a de la charla: Anne Curzan
  • Fecha de grabación: 2014-03-15
  • Fecha de publicación: 2014-06-17
  • Duración de «¿Qué hace a una palabra “real”?»: 1033 segundos

 

Traducción de «¿Qué hace a una palabra “real”?» en español.

Voy a comenzar hablándoles un poco de mi vida social, que puede parecer que no es relevante, pero lo es.

Cuando las personas me conocen en las fiestas y descubren que soy profesora de inglés, especializada en idiomas, por lo general reaccionan de dos formas diferentes.

Están los que se asustan.


(Risas)
Los que, con frecuencia, me dicen: «Oh, tendré más cuidado con lo que diga; seguro que notas todos mis errores».

Y entonces dejan de hablar.


(Risas)
Y esperan a que me vaya y se ponen a hablar con alguien más.

Y están los otros, a los que los ojos les brillan y dicen: «Eres justo la persona con la que quería hablar».

Y empiezan a hablarme de lo que creen que está mal con el inglés.


(Risas)
Hace un par de semanas estaba en una cena y el hombre que estaba a mi derecha comenzó a hablarme de todas las formas en las que Internet estaba degradando el inglés.

Trajo a colación a Facebook y dijo: «

¿Defriend?

¿En serio, es esa una palabra de verdad?

Me quiero detener en esta pregunta:

¿Qué hace que una palabra sea «de verdad»?

Mi compañero de cena y yo, sabemos qué significa el verbo defriend,

¿cuándo, entonces, una palabra nueva como defriend, se vuelve una palabra «de verdad»?

¿De hecho, quién tiene la autoridad para tomar este tipo de decisiones acerca de las palabras?

Estas son las preguntas de las que quiero hablar hoy.

Pienso que cuando la mayoría dice que una palabra no es «de verdad» a lo que se refieren es a que no aparece en un diccionario corriente.

Eso, por supuesto, genera muchas otras preguntas como

¿quién escribe los diccionarios?

Antes de seguir déjenme aclararles mi papel en todo esto.

Yo no escribo diccionarios.

Sin embargo, sí colecciono palabras nuevas, de la forma como lo hacen los editores de diccionarios, y lo maravilloso de ser historiadora de la lengua inglesa es que puedo llamarlo «investigación».

Cuando enseño la historia del inglés, le pido a los estudiantes que me enseñen dos nuevos términos de jerga antes de comenzar la clase.

Con el transcurrir de los años, he aprendido muy buena jerga de esta forma, incluyendo «hangry» (Aplauso) que es cuando estás angry (molesto) porque estás hungry (hambriento), y «adorkable», que es ser adorable y ser un poco dorky (tonto).

Claramente, palabras buenísimas que sirven para llenar vacíos importantes en el inglés.


(Risas)
Pero,

¿qué tan verdaderas son cuando al principio se usan como jerga y todavía no aparecen en el diccionario?

Y regresemos entonces a los diccionarios.

Levantemos la mano:

¿Cuántos de Uds.

aún, regularmente, consultan el diccionario, ya sea en papel o en línea?

Bien, pues parece que la mayoría.

Ahora, segunda pregunta.

Levanten la mano.

¿Cuántos de Uds.

alguna vez han querido averiguar quiénes editaron el diccionario que están consultando?

Bien, muchos menos.

De alguna forma sabemos que hay manos humanas detrás de los diccionarios, lo que no sabemos con exactitud es de quién son esas manos.

Esto realmente me tiene fascinada.

Aún las personas más críticas tienden a no serlo con los diccionarios, no los diferencian y no hacen muchas preguntas acerca de quiénes los editaron.

Piensen en la frase: «Búscalo en el diccionario», que sugiere que todos los diccionarios son exactamente iguales.

Piensen en la biblioteca aquí en el campus universitario, en donde entras a la sala de lectura y hay un gigantesco diccionario puesto encima de un pedestal en un sitio de honor y respeto, abierto de modo que podamos consultarlo y conseguir respuestas.

Pero no me malentiendan, los diccionarios son un recurso fantástico pero son humanos y no son eternos.

Me extraña que como profesores le digamos a los estudiantes que cuestionen críticamente todos los textos que leen, los sitios web que visitan, excepto los diccionarios, que tratamos como si no tuvieran autores, como si hubieran aparecido de la nada para decirnos lo que las palabras realmente significan.

Lo curioso es que si le preguntan a los editores de diccionarios, lo que te dicen es que solo intentan mantenerse al día mientras nosotros cambiamos el idioma.

Observan lo que se dice y lo que se escribe, y tratan de descubrir las palabras que se quedarán y las que no.

Tienen que apostar porque quieren parecer de vanguardia al descubrir las palabras que lo van a lograr, como LOL, y no quieren parecer flor de un día al incluir palabras que desaparecerán, y creo que la palabra que están observando ahora es YOLO (solo vives una vez).

Hoy por hoy, me la paso mucho con editores de diccionarios y

¿a qué no adivinan en qué lugar solemos reunirnos?

Cada enero asistimos a la reunión anual de la Sociedad del Dialecto Estadounidense, donde entre otras cosas, votamos por la palabra del año.

Asisten de 200 a 300 personas, incluyendo algunos de los lingüistas más conocidos de los EE.

UU.

Para que tengan una idea de la reunión, nos reunimos justo antes del happy hour.

Todos los que asisten pueden votar.

La regla más importante es que solo puedes votar con una mano.

Algunos de los pasados ganadores han sido: «tweet» en el 2009 y «hashtag» en el 2012.

«Chad» fue la palabra del año en el 2000 porque quién sabía qué era «chad» antes del 2000, y «WMD» la del 2002.

Hay otras categorías en las que votamos y mi favorita es la palabra más creativa del año.

Los pasados ganadores incluyen a «recombobulation area», una frase que se encuentra en el Aeropuerto de Milwaukee enseguida del área de inspección, donde Ud.

puede recombobulate.


(Risas)
Allí puedes ponerte la correa de nuevo, y guardar la computadora en el bolso otra vez.

Y mi palabra favorita en esta categoría es «multi-slacking».


(Risas)
Multi-slacking es tener varias ventanas abiertas en tu pantalla de modo que parezca que estás trabajando, cuando realmente estás navegando la red.


(Risas)

(Aplausos)

¿Se quedarán todas estas palabras?

Por supuesto que no.

Y hemos hecho elecciones cuestionables; por ejemplo en el 2006, cuando la palabra del año fue «Plutoed», para referirnos a bajar de puesto.


(Risas)
Pero algunos de los ganadores pasados hoy día parecen no tener gran importancia, como «app», la «e» como prefijo, y «google» como verbo.

Un par de semanas antes de la votación, La Universidad Estatal del Lago Superior publica una lista anual de palabras prohibidas.

Lo que sorprende es que con frecuencia muchas de las palabras de esta lista se repiten en la lista de candidatas a palabras del año, y esto es porque buscamos lo mismo.

Buscamos las palabras que comienzan a sonar.

A decir verdad, es una cuestión de actitud.

Los cambios en la lengua y lo que se pone en boga,

¿te molesta o te parece divertido, interesante, algo que vale la pena estudiar como parte de la lengua viva?

La Universidad Estatal del Lago Superior sigue una larga tradición de quejas sobre las palabras nuevas en Inglés.

Este es el Decano Henry Alford in 1875 preocupado porque «desirability» es una palabra horrorosa.

En 1760, Benjamin Franklin le escribió una carta a David Hume dando de baja a la palabra «colonize» por ser una mala palabra.

Con los años también hemos notado preocupación por la forma de pronunciación.

Este es Samuel Rogers en 1855, preocupado por formas de pronunciación que estaban en boga y que le parecían ofensivas, y decía: «como si contemplate no fuera lo suficientemente terrible, balcony me enferma».


(Risas)
La palabra viene del italiano y se pronuncia bal-CÓ-ni.

Estas quejas hoy nos parecen pasadas de moda, o, francamente, adorkable.


(Risas)
Sin embargo, aún nos afectan los cambios en la lengua.

Tengo toda una carpeta en mi oficina con artículos de periódicos que expresan preocupación por las palabra ilegítimas que no deberían estar en el diccionario, como LOL, cuando entró en el Oxford American Dictionary, y «defriend», cuando entró en el mismo diccionario.

También tengo artículos que expresan preocupación por «invite» (invitar) como sustantivo, e «impact» (impacto) como verbo, porque solo los dientes pueden ser impactados, y en donde «incentivize» (dar incentivos) se califica como jerga burocrática mal hablada.

No es que los editores de diccionarios ignoren estas reacciones sobre la lengua.

Ellos tratan de darnos algunas pistas sobre las palabras que suenan a argot, o son informales u ofensivas, por lo general con el uso de etiquetas, pero no es fácil porque se proponen describir qué hacemos, y saben que con frecuencia consultamos el diccionario para obtener información sobre cómo usar una palabra de forma correcta o apropiada.

Como resultado, el American Heritage Dictionaries incluye notas de uso.

Las notas de uso tienden a aparecer en la definición de palabras que son de alguna forma problemáticas, y una de las formas en que pueden serlo es cuando tienen significados distintos.

Las notas de uso provienen de decisiones humanas y pienso que, como usuarios de diccionarios, con frecuencia, no somos tan conscientes de esas decisiones humanas como deberíamos.

Para ilustrar lo que quiero decir, veremos un ejemplo, pero antes de eso, quiero explicarles qué tratan de enfrentar los editores de diccionarios en estas notas de uso.

Piensen en la palabra «peruse» (examinar) y cómo usamos esa palabra.

Me imagino que muchos de Uds.

están pensando en echar un vistazo, ojear o leer rápidamente.

Incluso algunos pueden pensar que hay que caminar, como cuando examinas los estantes del supermercado o algo parecido.

Les sorprendería saber que en la mayoría de los diccionarios la primera definición es leer detenidamente.

El American Heritage tiene esa definición.

Luego tienen una segunda definición, echar un vistazo, y al lado tienen «problemas de uso».


(Risas)
Y entonces incluyen una nota de uso que vale la pena examinar.

He aquí la nota de uso: «Peruse significa desde hace mucho leer detenidamente», pero la palabra se usa de forma menos estricta para indicar simplemente ‘leer’.

La extensión de su significado para indicar ‘ver rápidamente’, es considerado tradicionalmente un error, pero los resultados de un cuestionario sugieren que es de alguna forma más aceptable.

Cuando se preguntaba acerca de la oración: ‘I only had a moment to peruse the manual quickly», el 66 % del Panel de Uso lo consideró inaceptable in 1988, el 58 % en 1999 y el 48 % en el 2011″.

¡Ah, el Panel de Uso! Ese cuerpo confiable de autoridades de la lengua que cada vez está siendo más flexible.

Lo que espero que se estén preguntando ahora es: «Un momento,

¿quiénes son el Panel de Uso?

¿qué debo hacer con sus pronunciamientos?

» Si buscan en la parte frontal del American Heritage Dictionaries, pueden de hecho ver los nombres de los miembros del Panel de Uso.

Pero

¿quién lee la parte frontal de los diccionarios?

Hay alrededor de 200 personas en el Panel de Uso.

Incluye a académicos, periodistas, escritores creativos.

Hay un juez de la Corte Suprema de justicia y algunos lingüistas.

Desde el 2005 aparezco en la lista.


(Aplausos)
Esto es lo que podemos hacer por Uds.

Podemos darles una muestra de toda la diversidad de opiniones sobre usos cuestionables.

Hasta allí debe llegar el alcance de nuestra autoridad.

No somos una academia de la lengua.

Una vez al año, lleno un cuestionario que me pregunta si nuevos usos, formas de pronunciación y significados son aceptables.

Esto es lo que hago para llenar el cuestionario.

Escucho y observo lo que la gente dice y escribe.

No tomo en cuenta lo que me gusta o no me gusta del inglés.

Tengo que ser honesta con Uds.: No me gusta la palabra «impactful» (muy impactante), pero no tiene que ver para nada con lo de si «impactful» será de uso común y lo de si se está volviendo más aceptada en la prosa escrita.

Así que para ser más responsable lo que hago es observar los usos, que muchas veces incluye indagar en las bases de datos de la web como Google Books.

Pues bien, si buscas «impactful» en Google Books esto es lo que conseguirás.

Ciertamente, pareciera que «impactful» se está volviendo útil para algunos escritores, y se ha vuelto cada vez más útil en los últimos 20 años.

Ahora bien, van a ocurrir cambios en la lengua que no nos gustarán a ninguno de nosotros.

Habrán cambios que te harán pensar:

¿De veras?

¿Es que la lengua tiene que cambiar de esta forma?

Lo que les quiero decir es que debemos ser menos apresurados a la hora de decidir si un cambio es terrible, debemos ser menos apresurados a la hora de imponerle a otros lo que nos gusta o no nos gusta de las palabras, y deberíamos ser más cautelosos al asegurar que el inglés está en problemas.

No lo está.

La lengua es rica y vibrante, y llena de la creatividad de sus hablantes.

En retrospectiva, pensamos que es fascinante que la palabra «nice» (bueno) significara tonto, y que «decimate» (diezmar) significara matar 1 de cada 10.


(Risas)
Pensamos que Ben Frankin estaba siendo «tonto» al preocuparse porque «notice» (notificación) fuera un verbo.

Pues,

¿saben qué?

Vamos a vernos muy tontos en cien años por preocupamos por «impact» como verbo, y por «invite» como sustantivo.

La lengua no va a cambiar tan aceleradamente que no podamos estar al día.

La lengua simplemente no funciona de esta manera.

Espero que aprendan a no ver los cambios de la lengua con preocupación, y sí, como algo divertido y fascinante, de la misma forma en que lo ven los editores de diccionarios.

Espero que disfruten ser parte de la creatividad que continuamente renueva nuestra lengua y la mantiene robusta.

¿Cómo, entonces, entra una palabra en el diccionario?

Entra porque la usamos y la seguimos usando, y los editores de diccionarios nos están prestando atención.

Y si están pensando, «que eso nos deja decidir a todos el significado de las palabras», yo les digo, «que sí, y que siempre ha sido así».

Los diccionarios son una fuente y guía maravillosa, pero no existen autoridades objetivas en los diccionarios que sean los árbitros finales que decidan el significado de las palabras.

Si una comunidad de hablantes está usando una palabra y sabe lo que significa, entonces es «de verdad».

Puede que esté impregnada de argot, puede que sea informal, puede que sea una palabra que encuentren ilógica o innecesaria, pero esa palabra que estamos usando, esa es una palabra «de verdad».

Gracias.


(Aplausos)

https://www.ted.com/talks/anne_curzan_what_makes_a_word_real/

 

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