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¿Qué hace crecer a los músculos? – Jeffrey Siegel – Charla TED-Ed

Charla «¿Qué hace crecer a los músculos? – Jeffrey Siegel» de TED-Ed en español.

Ver la lección completa en: https://ed.ted.com/lessons/what-makes-muscles-grow-jeffrey-siegel

Contamos con más de 600 músculos en el cuerpo, que nos sostienen, nos mantienen y nos ayudan a movernos. Los músculos también requieren atención constante, pues la forma en que los tratas a diario determina si van a marchitarse o a crecer. Jeffrey Siegel ilustra cómo una buena mezcla de sueño, nutrición y ejercicio proporciona músculos tan grandes y fuertes como sea posible.

Lección de Jeffrey Siegel, animación de Brett Underhill.

  • Autor/a de la charla: Jeffrey Siegel
  • Fecha de grabación: 2015-11-03
  • Fecha de publicación: 2019-03-01
  • Duración de «¿Qué hace crecer a los músculos? – Jeffrey Siegel»: 244 segundos

 

Traducción de «¿Qué hace crecer a los músculos? – Jeffrey Siegel» en español.

Los músculos.

Tenemos más de 600 músculos.

Representan entre 1/3 y 1/2 del peso de nuestro cuerpo y, junto con el tejido conectivo, nos unen, nos sostienen, y nos ayudan a movernos.

Y tengas por hobby hacer músculos o no, los músculos necesitan tu constante atención porque la forma en que los trates cotidianamente determina si se marchitarán o crecerán.

Digamos que estás de pie frente a una puerta, te dispones a abrirla.

El cerebro y los músculos están perfectamente preparados para ayudar a lograr este objetivo.

Primero, el cerebro envía una señal a las neuronas motoras del brazo.

Cuando éstas reciben el mensaje, disparan, haciendo que los músculos se contraigan y relajen, lo cual tira de los huesos del brazo y genera el movimiento necesario.

Cuanto mayor se vuelve el desafío, mayor es la actividad cerebral, y más unidades motoras intervienen para ayudarte a lograr la tarea.

Pero ¿qué pasa si la puerta es de acero sólido? En este punto, los músculos del brazo solos no podrán generar suficiente tensión para abrirla, y el cerebro recurrirá a otros músculos en ayuda.

Plantas los pies, aprietas el abdomen y tensas la espalda, generando suficiente fuerza para abrirla de un tirón.

El sistema nervioso simplemente aprovechó los recursos que ya tiene, otros músculos, para satisfacer la demanda.

Mientras ocurre todo esto, las fibras musculares sufren otro tipo de cambio celular.

Conforme las expones al estrés, experimentan daños microscópicos, que, en este contexto, es algo bueno.

En respuesta, las células dañadas liberan moléculas inflamatorias, las citoquinas, que activan el sistema inmune para reparar la herida.

Aquí es donde ocurre la magia del desarrollo muscular.

Cuanto mayor sea el daño al tejido muscular, más el cuerpo tendrá que autorrepararse.

El ciclo resultante de daño y reparación al final produce músculos más grandes y más fuertes conforme se adaptan progresivamente a demandas mayores.

Como nuestros cuerpos ya se han adaptado a la mayoría de las actividades diarias, estas no producen generalmente suficiente estrés, para estimular el crecimiento de nuevo músculo.

Para crear nuevo músculo, un proceso llamado hipertrofia, las células necesitan exponerse a cargas más altas de las habituales.

De hecho, si no expones continuamente a tus músculos a cierta resistencia, se encogerán, un proceso conocido como atrofia muscular.

Por el contrario, exponer al músculo a un alto grado de tensión, sobre todo cuando el músculo se está alargando, llamado también contracción excéntrica, genera condiciones efectivas para el nuevo crecimiento.

No obstante, los músculos requieren más que actividad para crecer.

Sin la nutrición apropiada, hormonas y descanso, el cuerpo nunca podría reparar las fibras de músculo dañadas.

La proteína en nuestra dieta preserva la masa muscular proveyendo los bloques que forman el nuevo tejido en forma de aminoácidos.

La ingesta adecuada de proteínas, junto con hormonas de origen natural, como el factor de crecimiento del tipo de la insulina y la testosterona, ayuda a cambiar el cuerpo a un estado donde se repara y crea tejido.

Esta reparación ocurre principalmente cuando estamos descansando, sobre todo por la noche mientras dormimos.

El género y la edad afectan a este mecanismo de reparación, por eso los hombres jóvenes con más testosterona tienen ventaja a la hora de crear músculo.

Los factores genéticos también cumplen un rol en la capacidad de crear músculo.

Algunas personas tienen reacciones inmunes más robustas al daño muscular y pueden reparar y reemplazar las fibras musculares dañadas, aumentando su musculación potencial.

El cuerpo responde a las demandas que le hagas.

Si estiras los músculos, comes bien, descansas y repites, crearás las condiciones para que tus músculos sean grandes y fuertes.

Pasa con los músculos como con la vida: El crecimiento significativo requiere desafío y estrés.

https://www.ted.com/talks/jeffrey_siegel_what_makes_muscles_grow/

 

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