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Charla «¡Que lleguen las superheroínas!» de TEDxColoradoSprings en español.
¿Por qué es tan difícil encontrar productos de superheroínas? En este charla apasionada y muy animada, Christopher Bell, estudioso de los medios y padre de una hija obsesionada con Star Wars, aborda la falta alarmante de superheroínas en los juguetes y productos comercializados para niños, y lo que eso significa para la forma en que les mostramos el mundo.
- Autor/a de la charla: Christopher Bell
- Fecha de grabación: 2015-10-17
- Fecha de publicación: 2016-08-30
- Duración de «¡Que lleguen las superheroínas!»: 948 segundos
Traducción de «¡Que lleguen las superheroínas!» en español.
Paso la mayor parte de mi tiempo pensando en niñas, algo que suena raro en un hombre adulto en nuestra sociedad.
Pero lo hago.
Paso la mayor parte de mi tiempo pensando en niñas, y creo que principalmente se debe a que tengo una niña.
Esta es mi hija, y pienso que a Uds.
les gustaría.
Es inteligente, divertida, amable con las personas y buena amiga.
Pero cuando hablo de mi hija, la palabra que repito con frecuencia es una «atleta».
Mi hija es atlética.
Es fuerte, veloz, tiene gran equilibrio y un buen control del cuerpo.
Es tres veces campeona estatal en Shaolin Kempo.
A los nueve años, ya está a medio camino de un cinturón negro.
Mi hija es atlética.
Pero cuando un hombre de 1.88 m y 120 kg se para ante Uds.
y dice que su hija es atlética, pueden pensar que eso es un reflejo de él.
No lo es.
(Risas)
Mi esposa en la secundaria fue campeona de fútbol del estado en dos oportunidades y dos veces campeona estatal de voleibol, y yo juguaba a «Dungeons and Dragons».
Por eso, aunque mi hija es atletética, también es nerd, y eso me encanta.
Ella camina por la casa con un manto de llamas que hizo ella misma.
Se sienta en el Trono de Hierro…
(Risas)
aunque nunca vio «Juego de Tronos», principalmente porque no somos los peores padres del mundo.
Pero sabe que hay alguien llamada Madre de Dragones, y se autodenomina así, y le encanta hacerlo.
Es una gran fan de los cómics.
En este momento, su personaje favorito es Groot.
Ama a Groot.
Adora al increíble Hulk.
Pero para mi hija realmente en su corazón, lo suyo es Star Wars.
Mi hija es un Jedi.
Aunque a veces también es un Sith, una elección que puedo respetar.
(Risas)
Pero mi pregunta es:
¿Por qué cuando mi hija se disfraza, ya bien de Groot o del increíble Hulk, o de Obi-Wan Kenobi o de Darth Maul, por qué en cada personaje se viste como un chico?
¿Dónde están los superheroínas?
Y esa no es la cuestión en realidad, porque hay un montón de superheroínas.
Mi pregunta apunta a
¿dónde está la parafernalia de la superheroína?
¿Dónde están los trajes?
¿Dónde están los juguetes?
Porque cada día cuando mi hija juega, cuando se disfraza, ella aprende algo mediante un proceso que, en mi propia línea de trabajo, como profesor de estudios de medios, referimos como pedagogía pública.
Es decir, cómo se les enseña ideología a las sociedades.
Es la forma de aprender qué significa ser hombre o ser mujer, qué significa comportarse en público, qué significa ser patriota, y tener buenos modales.
Son las relaciones sociales constitutivas que nos conforman como pueblo.
Es, en definitiva, la manera de aprender lo que sabemos sobre otras personas y sobre el mundo.
Pero vivimos en una sociedad saturada 100 % por los medios.
Eso significa que todos y cada uno de los aspectos de la existencia humana fuera de las funciones corporales básicas de alguna manera se ven afectados por los medios.
Desde el auto que uno conduce hasta los alimentos que come, hasta la ropa que se pone, o la forma de construir relaciones, o incluso el lenguaje usado para expresar el pensamiento…
todo en cierta forma es mediado.
Así que la respuesta en nuestra sociedad a cómo aprendemos lo que sabemos de otras personas y del mundo es, en gran parte, a través de los medios.
Bueno, existe eso de que en nuestra sociedad, los medios no solo son dispositivos y tecnologías de información y distribución.
También son negocios.
Y cuando la distribución de información está vinculada a la ganancia financiera, hay un problema.
¿Cuán grande es el problema?
Bueno, piensen en esto: En 1983, el 90 % de los medios en EE.UU.
eran propiedad de 50 empresas.
En cualquier mercado, 50 empresas en algo es una gran cantidad.
Hay gran cantidad de diferentes visiones del mundo.
En 2015 ese número se ha reducido a seis, seis empresas.
Son NBCUniversal Comcast, AOL Time Warner, Walt Disney Company, News Corp, Viacom y CBS Corporation.
Estas seis empresas producen 9 de cada 10 películas que ven, 9 de cada 10 programas de TV, 9 de cada 10 canciones, 9 de cada 10 libros.
Así que mi pregunta es, si seis empresas controlan el 90 % de los medios estadounidenses,
¿cuánta influencia piensan que tienen sobre lo que Uds.
pueden ver cada día?
Porque en los estudios de medios, pasamos mucho tiempo diciendo que los medios no pueden decirnos qué pensar, y no pueden; son terribles para eso.
Pero ese no es su trabajo.
Los medios no nos dicen qué pensar.
Los medios nos dicen en qué pensar.
Controlan la conversación, y al controlar la conversación, no tienen que conseguir que pensemos lo que quieren que pensemos.
Sencillamente nos hacen pensar lo que quieren que pensemos, y lo más importante, que no pensemos en lo que no quieren que pensemos.
Controlan la conversación.
¿Cómo funciona esto en la práctica?
Tomemos por ejemplo una de esas compañías.
Elegiremos una fácil.
Hablemos de Walt Disney Company por un momento.
Siempre elijo Disney por lo siguiente.
¿Hay alguien en la sala que no haya visto una película de Disney?
Miren alrededor.
Exactamente.
Elegí Disney porque tiene lo que llamamos el 100 % de penetración en nuestra sociedad.
Cada persona ha sido expuesta a Disney, por eso me resulta fácil de usar.
Desde 1937, Disney hizo la mayor parte de su dinero vendiendo princesas a las niñas.
Una gran parte de su dinero.
A menos que, claro, la princesa que le interesa a su hija sea esta, como a mi hija.
Vean, en 2012, Disney compró LucasFilm por USD 4000 millones, e inmediatamente inundaron las tiendas de Disney con Han Solo y Obi-Wan Kenobi, con Darth Vader y Luke Skywalker y Yoda, pero no con la princesa Leia.
¿Por qué?
Porque esta princesa desordena la pedagogía pública de estas princesas.
Disney no puso productos de la princesa Leia en sus tiendas, y cuando le preguntaron a Disney: «
¿Dónde están los productos de la princesa Leia?
» Disney dijo: «No tenemos intención de vender productos de la princesa Leia en las tiendas».
Y los fans se enojaron y fueron a Twitter con el hashtag #WeWantLeia.
Y Disney dijo: «Esperen, eso no es lo que quisimos decir.
Quisimos decir que que aún no tenemos princesa Leia, pero la vamos a tener».
Eso fue en 2012, y estamos en 2015, y si van a la tienda de Disney, como yo fui hace poco, y buscan a la princesa Leia,
¿saben cuántas princesa Leia hay en la tienda de Disney?
Cero, porque Disney no tiene intención de poner a la princesa Leia en la tienda.
Y no debería sorprendernos porque observamos que fue su política cuando compraron Marvel en 2009 por USD 4500 millones.
Porque cuando uno gana mucho dinero vendiendo princesas para niñas, también quiere ganar dinero con los niños.
¿Y qué mejor para los niños que venderle superhéroes?
Así que Disney ahora tenía acceso al Capitán América y Thor, al increíble Hulk, y tenía acceso incluso a un grupo de superhéroes de los que nadie jamás había oído hablar.
Marvel era muy buena en la venta de superhéroes.
El año pasado, lanzaron la película «Guardianes de la galaxia».
Es una película que no debió funcionar.
Nadie conocía a esos superhéroes, salvo los nerds como yo.
Uno de los personajes es un árbol que habla.
Otro, un mapache antropomórfico.
No debió funcionar.
E hicieron una superestrella de «Guardianes de la galaxia».
Este personaje del medio, su nombre es Gamora, interpretado por Zoe Saldana, es fuerte e inteligente, veloz, y pelea como una ninja, interpretado por una hermosa mujer negra, y mi hija se enamoró de ella.
Como cualquier buen padre nerd, fui a comprarle productos de Gamora, y cuando llegué a la tienda, aprendí algo muy interesante.
Si quería comprarle una mochila de Gamora, bueno, no había de Gamora.
Quizá deberían haberlo comercializado como «algo» de Guardianes de la galaxia.
(Risas)
Si quería comprarle una fiambrera, no había de Gamora, y si quería comprarle una camiseta, no había de Gamora.
Y, de hecho, si iba a la tienda, como lo hice, y observaba el expositor, se veía una imagen pequeña de Gamora aquí, pero en los productos en esa estantería, no aparece Gamora en ninguno.
Podría haber ido a Twitter con el hashtag #WheresGamora, como hicieron millones de fans en todo el mundo, pero la verdad es que ni siquiera me sorprendió porque estuve allí cuando Disney lanzó «The Avengers».
Y este año llegó la nueva película de los vengadores, la «Era de Ultron», y estábamos muy emocionados, porque no había una sino dos superheroínas, Bruja Escarlata y Viuda Negra.
Estábamos muy emocionados.
Pero esto fue lo que pasó.
Aunque Scarlett Johansson, una de las actrices más populares de EE.UU., interpreta a la Viuda Negra, y la Viuda Negra es la estrella no de una ni dos, sino de cinco películas de Marvel, no hay ni un producto de la Viuda Negra disponible.
Ni uno.
Y si van a la tienda de Disney a buscar un traje de Viuda Negra, encontrarán de Capitán América y de Increíble Hulk.
Encontrarán Iron Man y Thor.
Es posible incluso encontrar Máquina de Guerra, que ni siquiera aparece realmente en la película tanto tiempo.
Pero no encontrarán a la Viuda Negra.
Y podría haber ido a Twitter con el hashtag, como muchas personas, #WheresNatasha.
Pero me cansé de hacer eso.
Estoy cansado de tener que hacerlo.
En todo el país ahora mismo, hay niños que juegan con el kit Cycle Blast Quinjet, en el que el Capitán América monta una moto en un avión en movimiento y realmente es asombroso.
¿Saben cuán asombroso es?
Tan asombroso que cuando ocurrió en la película, lo hizo la Viuda Negra.
No solo la eliminaron, sino que la reemplazaron por una figura masculina.
¿Qué nos enseña esto?
Es decir, en los próximos cinco años, Disney y Warner Bros.
y un grupo de estudios de cine van a lanzar más de 30 largometrajes con personajes de cómic, y de esos 30 largometrajes, exactamente dos de ellos tendrán protagonistas femeninos.
Dos.
Habrá mujeres en el resto de estas películas, pero serán compinches, intereses amorosos, miembros de los equipos.
No serán las protagonistas.
Y si lo que aprendemos o sabemos sobre otras personas y sobre el mundo es a través de los medios, entonces estas empresas están enseñando a mi hija que, incluso si ella es fuerte, inteligente, veloz, y lucha como una ninja, cuatro cosas que son así en su caso, eso no importa.
O bien será ignorada como Gamora, o eliminada y reemplazada por un niño como en el caso de Viuda Negra.
Y no es justo.
No es justo para ella y no es justo para sus hijos e hijas tampoco.
Pero el tema es este: Estoy criando a una niña que es un poco marimacho, y por cierto es terrible llamar así a una chica.
Eso básicamente refleja que esos rasgos que la definen, en realidad no son propios, sino un préstamo de los niños por un breve tiempo.
Pero
¿saben el dolor que tendrá que enfrentar en su vida por ser un poco marimacho?
Cero.
Nada.
La gente pensará que es linda.
Será tildada de decidida, porque en nuestra sociedad llamar a las chicas con los así llamados rasgos masculinos es como una mejora, como tener un plus.
No estoy criando un niño pequeño, como Mike.
Mike es un niño pequeño de Florida, EE.UU.
y tiene 11 años, y lo que más le gusta en el mundo es un programa llamado «Mi pequeño pony: La amistad es mágica», como millones de otros niños en EE.UU.
El programa se comercializa para niñas de 5 a 9 años, pero hay millones de niños, y hombres adultos, que disfrutan de «Mi pequeño pony: La amistad es mágica».
Tienen un club.
Se hacen llamar Bronies, hermanos en el pony, personas a las que les gustan los ponis.
A mí me gustaban.
Y
¿qué aprendimos Mike y yo y millones de otros niños y hombres acerca de este mundo femenino, amariconado de «Mi pequeño pony?
» Aprendimos a estudiar arduamente, a trabajar mucho, a festejar a lo grande, a verse bien y sentirse bien y hacer el bien, y que el cielo nos libre de enseñar estas ideas de cobardes a los niños.
Por eso los niños del barrio golpearon a Mike y se burlaron de él, y con 11 años, Mike vuelve a casa, encuentra un cinturón, se lo coloca alrededor del cuello, y se cuelga desde lo alto de su cama.
Porque hemos desarrollado una sociedad en la que es preferible morir como niño a pensar que le gustan cosas de niñas.
Y no es culpla de Mike.
Es nuestra culpa.
A él le hemos fallado.
Hemos fallado a nuestros hijos.
Y tenemos que darles algo mejor.
Tenemos que dejar de hacer que las únicas superheroínas vistan camisas de color rosa a medida de las niñas.
Tenemos que parar.
Cuando juntaba todo esto, me decían: «Bueno, eso nunca va a suceder».
Y les dije: «
¿En serio?
» Porque solo este año, Target anunció que dejarán de clasificar por género sus pasillos de juguetes.
Los van a mezclar.
Pero antes de fundirnos en un abrazo con Target por esto, esta misma semana lanzaron una camisa con una de las escenas más icónicas de «Star Wars: Una nueva esperanza», en la que la princesa Leia está frente al Señor Oscuro de los Sith…
lanzaron una camiseta en la que Leia es misteriosamente reemplazada por Luke.
Así que tampoco festejemos tanto.
Esta misma semana también, Disney anunció que ya no clasificará por género sus disfraces de Halloween; a lo que digo: «Gracias, Disney, salvo que los únicos trajes que hacen son de superhéroes, entonces,
¿importa quién los use?
» Esta misma semana, Mattel, que fabrica la Barbie, anunció que van a lanzar una línea de chicas superheroínas del DC.
Y lo curioso es que se reunieron con niñas y les preguntaron qué querían ver en las muñecas, y pueden ver, tienen brazaletes y codos que se doblan, por lo que pueden hacer cosas de superhéroes.
Por favor, cómprenlas.
Y no solo para sus hijas, cómprenlas también para sus hijos.
Porque es importante que ellos jueguen ‘con’ y ‘como’ superheroínas, así como mi hija juega ‘con’ y ‘como’ superhéroes.
De hecho, me encantaría un mundo en el que cada persona que va a la tienda vaya con un pequeño diagrama de flujo en la cabeza de si debería o no comprar un juguete para un niño o una niña, y es un diagrama muy simple porque contiene solo una pregunta.
Es decir: «Este juguete,
¿se maneja con los genitales?
»
(Risas)
Si la respuesta es sí, no es un juguete para niños.
(Risas)
Y si la respuesta es no, es un juguete para niños y niñas.
Es muy simple.
Porque hoy se trata del futuro del futuro, y en mi futuro, los niños y las niñas se respetan por igual, son igualmente valiosos y, más importante, igualmente representados.
Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/christopher_bell_bring_on_the_female_superheroes/