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¿Qué ocurriría si los humanos desapareciesen? – Dan Kwartler – Charla TED-Ed

Charla «¿Qué ocurriría si los humanos desapareciesen? – Dan Kwartler» de TED-Ed en español.

Lección completa: https://ed.ted.com/lessons/what-would-happen-if-every-human-suddenly-disappeared-dan-kwartler

Los humanos están por todas partes. Con asentamientos en todos los continentes, estamos presentes en los rincones más aislados de las selvas de la Tierra, océanos y tundras. Nuestro impacto es tan profundo que la mayoría de los científicos cree que la humanidad ha dejado una huella indeleble en la historia geográfica de la Tierra. ¿Qué ocurriría si de pronto desapareciesen todos los humanos de la Tierra? Dan Kwartler nos lo explica.

Lección de Dan Kwartler, dirigida por Globizco Studios.

  • Autor/a de la charla: Dan Kwartler
  • Fecha de grabación: 2018-09-17
  • Fecha de publicación: 2018-09-17
  • Duración de «¿Qué ocurriría si los humanos desapareciesen? – Dan Kwartler»: 316 segundos

 

Traducción de «¿Qué ocurriría si los humanos desapareciesen? – Dan Kwartler» en español.

Los seres humanos están por todas partes.

Con asentamientos en todos los continentes estamos presentes en los rincones más aislados de las junglas de la Tierra, en océanos y tundras.

Nuestro impacto es tan profundo que la mayoría de científicos opina que la huella de la humanidad en la historia geológica terrestre es indeleble.

¿Qué ocurriría si de pronto desaparecieran todos los humanos? Sin nadie para mantenerlas, muchas creaciones en seguida dan problemas.

Horas después de nuestra desaparición, las refinerías de petróleo fallan, produciendo incendios de un mes en plantas como las del oeste de la India, el sur de EE.UU.

y Corea del Sur.

En los sistemas de metro como el de Londres, Moscú o la ciudad de Nueva York, se abandonan cientos de bombas de drenaje que inundan los túneles en tres días.

Al final de la primera semana, la mayoría de generadores de emergencia se apagan y una vez extinguidos los incendios, la Tierra queda a oscuras por primera vez en siglos.

Tras el catastrófico primer mes, los cambios son más graduales.

En 20 años las aceras se agrietan a causa de hierbas y raíces de los árboles.

Al mismo tiempo, los túneles inundados erosionan las calles y las convierten en ríos.

En climas templados, el ciclo de las estaciones congela y descongela estas corrientes, agrietando el pavimento y los cimientos de hormigón.

Las tuberías que gotean causan el mismo efecto en edificios de cemento y pasados 200 inviernos, la mayoría de rascacielos se inclinan y se derrumban.

En ciudades situadas en deltas fluviales como Houston, estos edificios son barridos totalmente y llenan los afluentes cercanos de cemento triturado.

Las áreas suburbanas y rurales se deterioran más lentamente pero de maneras realmente sorprendentes.

Plagas de fugas, moho, insectos y roedores, todas ellas enemigos comunes de propietarios de inmuebles ahora campan a sus anchas.

En 75 años la mayoría de pilares maestros de las viviendas están podridos y hundidos y el montón de escombros resultante es el hogar de lagartijas y roedores.

En este mundo post humano, «local» tiene un nuevo significado.

Las ciudades están llenas de plantas importadas que crecen sin control en sus hogares de acogida.

Los jacintos de agua cubren las aguas de Shanghái como una gruesa alfombra verde.

El venenoso heracleum gigante invade las orillas del río Támesis de Londres.

Los ailantos chinos crecen frondosos en las calles de Nueva York.

Los rascacielos derrumbados aportan cemento triturado al suelo del bosque, cuya acidez cae en picado, permitiendo así que una nueva flora prospere.

Esta diversidad posthumana se extiende también al reino animal.

Los animales exploran las extensiones inexploradas de plantas nuevas y viejas, adentrándose en nuevos hábitats con la ayuda de los restos de puentes.

En general, nuestras infraestructuras salvan a unos animales y condenan a otros.

Las cucarachas siguen prosperando en su hábitat tropical original, pero sin los sistemas de calefacción, sus primas de la ciudad se congelan y se extinguen en tan sólo dos veranos.

La mayoría de animales domesticados no pueden sobrevivir sin nosotros, salvo un puñado de cerdos, perros y gatos callejeros espabilados.

En cambio, la menor contaminación lumínica salva unos mil millones de pájaros al año, cuyas migraciones se habían interrumpido por las luces de torres de comunicación y los cables de alta tensión.

Los mosquitos se multiplican sin fin en una de sus cunas humanas favoritas, los neumáticos, que duran como mínimo unos mil años.

A medida que la fauna y la flora prosperan el clima de la Tierra se recupera del impacto humano de miles de años.

En 35 000 años el ciclo de las plantas elimina los últimos restos de plomo dejados por la Revolución Industrial en el suelo de la Tierra, y podrían necesitarse hasta 65 000 años más para que los niveles de CO2 volviesen a niveles prehumanos.

Incluso pasados varios millones de años, el legado de la humanidad persiste.

Tallado en granito inmutable, el monte Rushmore sobrevive durante 7,2 millones de años.

La composición química de nuestras esculturas de bronce las mantiene reconocibles durante 10 millones de años.

Y enterrados en las profundidades, los restos de las ciudades construidas en llanuras inundables se conservan en el tiempo como un tipo de tecnofósiles.

Finalmente, esos restos también serán barridos de la superficie del planeta.

La humanidad no siempre ha estado aquí y no seguirá aquí eternamente.

Pero investigar el mundo sin nosotros quizá nos permita aprender más sobre el mundo en el que vivimos ahora.

https://www.ted.com/talks/dan_kwartler_what_would_happen_if_every_human_suddenly_disappeared/

 

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