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Charla «¿Qué pasaría si reemplazáramos a los políticos con personas seleccionadas al azar?» de TEDxDanubia en español.
Si crees que la democracia está dañada, he aquí una idea: reemplacemos a los políticos con personas seleccionadas al azar. El autor y activista Brett Hennig presenta un argumento convincente para la democracia de insaculación, o selección aleatoria de funcionarios del gobierno, un sistema con raíces en la antigua Atenas que aprovecha la sabiduría de la multitud y confía a la gente común decisiones equilibradas para el bien de todos. ¿Suena loco? Aprende sobre cómo podría funcionar y crear así un mundo libre de política partidista.
- Autor/a de la charla: Brett Hennig
- Fecha de grabación: 2017-05-04
- Fecha de publicación: 2018-06-05
- Duración de «¿Qué pasaría si reemplazáramos a los políticos con personas seleccionadas al azar?»: 571 segundos
Traducción de «¿Qué pasaría si reemplazáramos a los políticos con personas seleccionadas al azar?» en español.
Quiero hablar de una de las grandes preguntas, quizás la pregunta más importante:
¿Cómo deberíamos vivir juntos?
¿Cómo debería un grupo de personas, que quizás viven en una ciudad o en el continente o incluso en el mundo entero, compartir y administrar los recursos comunes?
¿Cómo deberíamos hacer las reglas que nos gobiernen?
Esta siempre ha sido una pregunta importante.
Y hoy, pienso que es aun más importante que nunca si queremos abordar el aumento de la desigualdad, el cambio climático, la crisis de refugiados, solo por nombrar algunos problemas importantes.
También es una pregunta muy antigua.
Los humanos nos hemos estado haciendo esta pregunta desde que vivimos en sociedades organizadas.
Como este hombre, Platón.
Él pensó que necesitábamos guardianes benevolentes que pudieran tomar decisiones por el bien de todos.
Los reyes y reinas pensaron que ellos podrían ser esos guardianes, pero durante varias revoluciones, tendieron a perder la cabeza.
Y este sujeto, probablemente lo sepan.
Aquí en Hungría, Uds.
vivieron durante muchos años bajo un intento de implementar su respuesta a cómo vivir juntos.
Su respuesta fue brutal, cruel e inhumana.
Pero una respuesta diferente, un tipo distinto de respuesta, que estuvo más o menos en hibernación durante 2000 años, ha tenido un profundo éxito reciente.
Esa respuesta es, por supuesto, la democracia.
Si echamos un vistazo rápido a la historia moderna de la democracia, dice algo como esto.
Por aquí, vamos a poner los últimos 200 años.
Aquí arriba, vamos a poner el número de democracias.
Y el gráfico hace esto, del que el punto importante es este aumento extraordinario en el tiempo.
Es por eso el siglo XX ha sido llamado el siglo del triunfo de la democracia.
y es por lo que, como dijo Francis Fukuyama en 1989, algunos creen que hemos alcanzado el fin de la historia, que la pregunta de cómo vivir juntos ha sido contestada y esa respuesta es la democracia liberal.
No obstante, vamos a explorar esa afirmación.
Quiero averiguar lo que piensan, así que voy a hacerles dos preguntas y quiero que levanten la mano si están de acuerdo.
La primera pregunta es:
¿Quién piensa que vivir en una democracia es algo bueno?
¿A quién le gusta la democracia?
Si pueden pensar en un sistema mejor, mantengan sus manos abajo.
No se preocupen por los que no levantaron la mano, sé muy bien lo que quieren decir.
La segunda pregunta es:
¿Quién piensa que nuestras democracias funcionan bien?
Vamos, debe haber un político en alguna parte en la audiencia.
(Risas)
No.
Pero mi punto es que si la democracia liberal es el fin de la historia, entonces aquí hay una paradoja o contradicción masiva.
¿Por qué?
Bueno, la primera pregunta se trata del ideal de la democracia y todas estas cualidades son muy atractivas.
Pero en la práctica, no está funcionando.
Y esa es la segunda pregunta.
Nuestra política está estropeada, nuestros políticos no son de confianza, y el sistema político está distorsionado por poderosos intereses establecidos.
Pienso que hay dos formas de resolver esta paradoja.
Una es renunciar a la democracia; no funciona.
Elegimos a un demagogo populista que ignorará las normas democráticas, pisoteará las libertades liberales y solo querrá lograr cosas.
Pienso que la otra opción es arreglar este sistema dañado, acercar la práctica al ideal y poner las diversas voces de la sociedad en nuestros parlamentos y lograr que hagan leyes consideradas y basadas en la evidencia para el bien de todos a largo plazo.
Lo cual me lleva a mi epifanía, mi momento de iluminación.
Y quiero que sean críticos.
Quiero que se pregunten:
¿Por qué esto no funcionaría?
Y luego vengan y hablen conmigo sobre eso.
Su nombre técnico es “Insaculación”.
Pero su nombre común es “Selección aleatoria”.
Y la idea en realidad es muy simple: seleccionamos personas al azar y las ponemos en el parlamento.
(Risas)
Pensemos en eso por unos minutos más,
¿de acuerdo?
Imaginen que te elegimos a ti, a ti, a ti y a ti allá abajo y a un montón de personas al azar y las ponemos en nuestro parlamento durante los próximos años.
Desde luego, podríamos estratificar la selección para asegurarnos de que coincida con el perfil socioeconómico y demográfico del país y que fuera de verdad una muestra representativa de la gente.
El 50 % de ellos serían mujeres.
Muchos serían jóvenes, algunos viejos, unos pocos serían ricos, pero la mayoría serían personas comunes como Uds.
y como yo.
Esto sería un microcosmos de la sociedad y este microcosmo simularía cómo pensaríamos todos si tuviéramos el tiempo, la información y un buen proceso para llegar al punto crucial moral de las decisiones políticas.
Y aunque Uds.
no estén en ese grupo, alguien de su edad, sexo, alguien de su ubicación y alguien con su historial estaría en esa sala.
Las decisiones tomadas por estas personas se basarían en la sabiduría colectiva.
Serían más que la suma de sus partes.
Se convertirían en pensadores críticos con acceso a expertos, que estarían en contacto pero no a la cabeza.
Y podrían demostrar que la diversidad puede triunfar sobre la capacidad al enfrentar la amplia gama de problemas y preguntas sociales.
No sería gobierno por encuesta de opinión pública.
No sería gobierno por referéndum.
Estas personas informadas y deliberadas irían más allá de la opinión pública para hacer juicios públicos.
Sin embargo, habría un efecto secundario importante: si reemplazáramos las elecciones por una insaculación e hiciéramos que nuestro parlamento de verdad fuera representativo de la sociedad, eso significaría el fin de los políticos.
Y estoy seguro de que todos estaríamos muy tristes de ver eso.
(Risas)
Curiosamente, la selección al azar fue una parte clave de cómo se hacía la democracia en la antigua Atenas.
Este mecanismo, esta estrategia, se llama kleroteria.
Es un antiguo mecanismo ateniense de selección aleatoria.
Los antiguos atenienses elegían ciudadanos al azar para ocupar la gran mayoría de sus puestos políticos.
Sabían que las elecciones eran mecanismos aristocráticos.
Ellos sabían que los políticos de profesión era algo que se debía evitar.
Y pienso que también sabemos estas cosas.
Pero más interesante que el uso antiguo de la selección aleatoria es su resurgimiento moderno.
El redescubrimiento de la legitimidad de la selección aleatoria en la política, se ha vuelto tan común últimamente, que simplemente hay demasiados ejemplos de los que hablar.
Por supuesto, soy muy consciente de que va a ser difícil instituir esto en nuestros parlamentos.
Intenten esto, díganle a su amigo: – “Creo que deberíamos conformar nuestro parlamento con personas seleccionadas al azar”.
– “
¿Estás bromeando?
¿Qué pasa si mi vecino es elegido?
El tonto ni siquiera puede separar su reciclaje”.
Pero tal vez la sorprendente evidencia, pero abrumadora y convincente de todos estos ejemplos modernos, es que sí funciona.
Si les dan responsabilidad a las personas, estas actúan responsablemente.
No me malinterpreten, no es una panacea.
La pregunta no es:
¿Sería esto perfecto?
Por supuesto que no.
Las personas son faliblemente humanas y las influencias distorsionantes continuarán existiendo.
La pregunta es:
¿Sería mejor?
Y la respuesta a esa pregunta, al menos para mí, es obviamente sí.
Lo que nos lleva de vuelta a nuestra pregunta original:
¿Cómo deberíamos vivir juntos?
Y ahora tenemos una respuesta: con un parlamento que usa la insaculación.
Pero,
¿cómo podríamos ir desde aquí hasta allá?
¿Cómo podríamos arreglar nuestro sistema dañado y rehacer la democracia para el siglo XXI?
Bueno, hay varias cosas que podemos hacer y que de hecho, están sucediendo ahora mismo.
Podemos experimentar con la insaculación.
Podemos presentarlo en escuelas, lugares de trabajo y otras instituciones, como lo está haciendo ‘Democracia en la Práctica’ en Bolivia.
Podemos convocar jurados de políticas y asambleas de ciudadanos, como lo está haciendo la nueva ‘Fundación Democracia’ en Australia, como lo está haciendo el Centro Jefferson en EE.
UU.
y como lo está haciendo el gobierno irlandés en este momento.
Podríamos construir un movimiento social que exija cambios, que es lo que está haciendo la Fundación de Insaculación en el Reino Unido.
Y en algún momento, deberíamos instituirlo.
Quizás el primer paso sería una segunda cámara en nuestro parlamento, llena de personas elegidas al azar, un senado de ciudadanos, si se quiere.
Hay una campaña para un senado de ciudadanos en Francia y otra campaña en Escocia, y podría, por supuesto, hacerse aquí mismo en Hungría.
Eso sería como un caballo de Troya en el corazón del gobierno.
Y luego, cuando sea imposible superar las grietas en el sistema actual, debemos intensificar y reemplazar las elecciones con la insaculación.
Tengo esperanza.
Aquí en Hungría, se han creado sistemas y sistemas han sido derribados y reemplazados en el pasado.
El cambio puede ocurrir y sí sucede.
Es solo una cuestión de cuándo y cómo.
Gracias.
(Húngaro) Gracias.
(Aplausos)
https://www.ted.com/talks/brett_hennig_what_if_we_replaced_politicians_with_randomly_selected_people/