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Charla «¿Qué porcentaje del cerebro usas? – Richard E. Cytowic» de TED-Ed en español.
Ver la lección completa en: http://ed.ted.com/lessons/what-percentage-of-your-brain-do-you-use-richard-e-cytowic
Dos tercios de la población cree un mito que se ha propagado por más de un siglo: que usamos solo el 10 % de nuestro cerebro. ¡Qué va! Nuestros cerebros abarrotados de neuronas han evolucionado para usar la menor cantidad de energía para transmitir la mayor cantidad de información posible; una hazaña que requiere de todo el cerebro. Richard E. Cytowic desmiente este mito de las neuronas (y explica por qué no somos tan buenos para la multitarea).
Lección de Richard E. Cytowic, animación de TOGETHER.
- Autor/a de la charla: Richard Cytowic
- Fecha de grabación: 2014-01-30
- Fecha de publicación: 2019-04-12
- Duración de «¿Qué porcentaje del cerebro usas? – Richard E. Cytowic»: 300 segundos
Traducción de «¿Qué porcentaje del cerebro usas? – Richard E. Cytowic» en español.
Un mito arraigado dice que usamos solo el 10 % del cerebro.
Y el otro 90 % queda con capacidad ociosa.
Los mercachifles prometían liberar el potencial oculto "con base en la neurociencia", pero solo abrieron nuestras billeteras.
Dos tercios del público y casi la mitad de los profesores de ciencias creen erróneamente en el mito del 10 %.
En los años 1890, William James, el padre de la psicología estadounidense, dijo: «La mayoría no usa todo el potencial de la mente».
James pensó esto como un desafío, no como una acusación del uso restringido del cerebro.
Pero quedó el malentendido.
Además, los científicos no entendieron durante mucho tiempo el propósito del abultado lóbulo frontal o de las amplias zonas del lóbulo parietal.
Si se dañaban no había déficits motores o sensoriales por eso concluyeron que no eran de utilidad.
Durante décadas estas partes se denominaron zonas silenciosas y su función era desconocida.
Luego aprendimos que cumplen funciones ejecutivas y de integración, sin las cuales apenas seríamos humanos.
Son cruciales para el razonamiento abstracto, la planificación, para sopesar decisiones y adaptarnos en forma flexible a las circunstancias.
La idea de que 9/10 del cerebro están ociosos en el cráneo parece una tontería al calcular el uso de energía del cerebro.
Los cerebros de roedores y caninos consumen el 5 % de la energía total del cuerpo.
El cerebro de los monos usa el 10 %.
El cerebro de un humano adulto que representa solo el 2 % de su masa corporal, consume el 20 % de la glucosa diaria consumida.
En los niños, esa cifra es el 50 %; y en los infantes, el 60 %.
Esto es mucho más de lo esperado para sus tamaños cerebrales relativos que aumentan en proporción al tamaño corporal.
Los de humanos pesan 1,5 kilos, los de elefante, 5 kg, y los de ballena, 9 kg.
Incluso por gramaje, los humanos condensan más neuronas que cualquier otra especie.
Esta densidad es la que nos hace tan inteligentes.
Hay una relación de compromiso entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de neuronas que un primate —incluidos nosotros— puede sostener.
Un simio de 25 kg tiene que comer 8 horas al día para mantener un cerebro con 53 000 millones de neuronas.
La invención de la cocina, hace un millón y medio de años, nos dio una gran ventaja.
Los alimentos cocinados se suavizan y predigieren fuera del cuerpo.
Nuestros intestinos absorben más fácilmente su energía.
Cocinar libera tiempo y nos da más energía que comer alimentos crudos; por eso podemos sostener cerebros con 86 000 millones de neuronas, 40 % más que los simios.
Funciona así: la mitad de las calorías quemadas por el cerebro va simplemente a mantener intacta la estructura bombeando iones de sodio y potasio a través de las membranas para mantener una carga eléctrica.
Para hacerlo, el cerebro tiene que ser un cerdo de la energía.
Consume 3,4 x 10^21 moléculas de ATP por minuto, siendo el ATP el carbón del horno corporal.
El alto costo de mantenimiento de potenciales de reposo en los 86 000 millones de neuronas significa que queda poca energía para impulsar señales por los axones y las sinapsis, las descargas en los nervios que realmente hacen las cosas.
Incluso si solo un pequeño porcentaje de las neuronas disparara en una región dada en un momento dado, la energía necesaria para activar todo el cerebro no sería sustentable.
Aquí entra en juego la eficiencia energética.
Dejar que solo una pequeña porción de células se active en determinado momento se conoce como «codificación escasa»; usa la menor cantidad de energía pero transmite la mayor cantidad de información.
Porque la pequeña cantidad de señales tiene miles de caminos posibles por los que distribuirse.
Un inconveniente de la codificación escasa dentro de una enorme cantidad de neuronas es su costo.
Peor aún, si una gran proporción de células nunca se disparan, entonces son superfluas y la evolución debería haberlas desechado hace mucho tiempo.
La solución es encontrar la proporción óptima de células que el cerebro puede activar al mismo tiempo.
Para eficiencia máxima, entre el 1 % y el 16 % de las células deberían estar activas al mismo tiempo.
Este es el límite energético con el que tenemos que vivir para mantener la conciencia.
La necesidad de conservar recursos es la razón por la que la mayoría de las operaciones del cerebro debe ocurrir fuera del estado consciente.
Por eso que la multitarea es una tontería.
Sencillamente no tenemos la energía para hacer 2 cosas a la vez y ni hablar 3 o 5.
Al intentarlo, hacemos peor cada tarea que si le hubiéramos prestado toda la atención.
Los números no son favorables.
El cerebro ya es inteligente y potente.
Tan potente que necesita mucha potencia para mantenerse potente.
Y tan inteligente que ha construido un plan de eficiencia energética.
No permitan que un mito fraudulento les haga sentir culpa de cerebros supuestamente perezosos.
La culpa sería un desperdicio de energía.
Después de todo esto, ¿no creen que es tonto desperdiciar energía mental? Tienen miles de millones de neuronas con hambre de energía que mantener.
¡En marcha!
https://www.ted.com/talks/richard_e_cytowic_what_percentage_of_your_brain_do_you_use/