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Charla «¿Qué significa realmente «orwelliano»? – Noah Tavlin» de TED-Ed en español.
Para ver la lección completa: http://ed.ted.com/lessons/what-orwellian-really-means-noah-tavlin
Si ves las noticias o sigues la política, lo más probable es que hayas oído el término «orwelliano» en un contexto u otro. Pero ¿alguna vez te has parado a pensar en lo que realmente significa, o por qué se utiliza tan a menudo? Noah Tavlin disecciona el término.
Lección de Noah Tavlin, animación de TED-Ed.
- Autor/a de la charla: Noah Tavlin
- Fecha de grabación: 2015-10-01
- Fecha de publicación: 2017-09-07
- Duración de «¿Qué significa realmente «orwelliano»? – Noah Tavlin»: 331 segundos
Traducción de «¿Qué significa realmente «orwelliano»? – Noah Tavlin» en español.
Si ves las noticias o sigues la política lo más probable es que hayas oído el término orwelliano en un contexto u otro.
Pero ¿alguna vez te has parado a pensar qué significa en realidad o por qué se utiliza tan a menudo? El término fue acuñado por el autor británico Eric Blair conocido por su seudónimo George Orwell.
Debido a que su obra más conocida, la novela «1984», representa una sociedad opresiva bajo un gobierno totalitario, «Orwelliano» se utiliza a menudo simplemente para decir autoritario.
Pero el uso de la expresión de esta manera no solo no logra transmitir plenamente el mensaje de Orwell, sino en realidad corre el riesgo de provocar lo que él trató de prevenir.
Orwell, de hecho, era opuesto a toda forma de tiranía, y pasó gran parte de su vida luchando contra fuerzas antidemocráticas tanto de izquierdas, como de derechas.
Pero también estaba muy preocupado por cómo esas ideologías proliferan.
Y una de sus más profundas aportaciones fue la importancia que el lenguaje juega en la formación de nuestros pensamientos y opiniones.
El gobierno de Oceanía en «1984» controla las acciones y el habla de su pueblo que, en algunos aspectos, son obvias.
Todo movimiento y palabra se observa y escucha.
Y la amenaza de lo que ocurre con los que sobrepasan la línea se cierne siempre, creando temor.
Otras formas de control no son tan evidentes.
La población está sometida a un constante bombardeo de propaganda de hechos y estadísticas históricas fabricados por el Ministerio de la Verdad.
El Ministerio de la Paz es el militar.
Los campos de trabajo se llaman «Centros de diversión».
Los presos políticos son detenidos y torturados en el Ministerio del Amor.
Esta ironía deliberada es un ejemplo de doble discurso, al utilizar palabras no para transmitir el significado, sino para socavarlo, corrompiendo los mismos conceptos a los que se refieren.
El control del lenguaje del régimen va más allá, eliminando palabras del inglés para crear el dialecto oficial de la neolengua, una colección crudamente limitada de siglas y nombres concretos simples carente de complejidad suficiente para alentar el pensamiento crítico o diferenciado.
Esto tiene un efecto sobre la psique que Orwell llama, «doblepensar» un estado hipnótico de disonancia cognitiva en el que uno se ve obligado a pasar por alto su propia percepción para asumir la versión dictada oficialmente de los acontecimientos, convirtiendo al individuo en absolutamente dependiente de la definición que el Estado hace de la realidad misma.
El resultado es un mundo en el que se viola incluso la privacidad del propio proceso de pensamiento, donde se puede ser culpable por tener pensamientos criminales hablando en su sueño, por hacer un diario o por tener una historia de amor todo es un acto subversivo de rebelión.
Esto puede sonar como algo que solo puede suceder en los regímenes totalitarios, pero Orwell nos estaba advirtiendo sobre la posibilidad de que esto ocurra incluso en las sociedades democráticas.
Y es por eso que «autoritario» por sí solo no identifica «orwelliano».
En su ensayo, «La política y la lengua inglesa» describió técnicas de uso de palabras pretenciosas a las autoridades o mostró atrocidades que suenan aceptables enterrándolos en eufemismos y estructuras de frases enrevesadas.
Incluso los abusos más mundanos del lenguaje afectan cómo pensamos sobre las cosas.
Las palabras que ves y oyes en la publicidad diaria se han elaborado para atraerte y afectar tu comportamiento, al igual que las proclamas y los asuntos de las campañas políticas que rara vez presentan una perspectiva más matizada sobre los temas.
Y la forma cómo usamos frases y respuestas extraídas de informes de los medios o copiado de Internet hace que sea fácil no pensar demasiado profundamente o cuestionar las afirmaciones.
Así que la próxima vez que oigas a alguien usar la palabra orwelliano, presta mucha atención.
Si hablan del uso engañoso y manipulador del lenguaje, están en lo correcto.
Si hablan de vigilancia masiva y de gobierno intrusivo, están describiendo algo autoritario pero no necesariamente orwelliano.
Y si lo utilizan como una palabra de uso múltiple para una idea que no les gusta, es posible que sus declaraciones sean más orwellianas que lo que sea que estén criticando.
Las palabras tienen el poder de moldear el pensamiento.
El lenguaje es la moneda de la política, que forma la base de la sociedad, de las interacciones cotidianas más comunes con los más altos ideales.
Orwell nos instó a proteger nuestra lengua porque nuestra capacidad de pensar y comunicarse con claridad es, en última instancia, lo que se interpone entre nosotros y un mundo donde la guerra es la paz y la libertad es la esclavitud.
https://www.ted.com/talks/noah_tavlin_what_orwellian_really_means/